Con este capítulo acabamos la Cuaresma y se inicia la Semana Santa. Han sido 40 días de Cuaresma y cuarenta capítulos con fotos y textos. Seguiremos con el Escribano Pintor.
LA HERMANDAD DE LA COMPAÑÍA DE SOLDADOS DEL VIERNES SANTO
Francisco Martín Rosales
Es interesante poner de
manifiesto un estudio de las relaciones de la cofradía del Dulce Nombre de
Jesús y Santa Caridad con el resto de las hermandades, pasos, grupos y esclavitudes que estuvieron ligados a ella
por razones de historia. No me mueve a mi ánimo otro interés sino aportar una
documentación, dispersa, pero interesante. Desde el principio, las hubo.
Incluso, cuando la fiesta se dedicaba
a la procesión claustral del Dulce Nombre de Jesús y sus fines eran la
defensa de su nombre ante cualquier intento que lo minusvalorara, como
blasfemias o, falsos juramentos. Todas estas asociaciones han escrito su propia historia, han
evolucionado, se han agrupado, han desparecido, han vuelto a renacer, y, han
dejado su estela y huella en otras
hermandades actuales.
Tres momentos de la compañía de los
Soldados son los siguientes:
I. La compañía de Soldados de la Vewracruz
Esta compañía de la Santa Veracruz se creó en 1694.
En este caso, dependía del clero secular y el garante del acto fue el
gobernador y vicario de la Abadía del compromiso entre la cofradía y hermandad. Salían el Jueves Santo por la tarde en procesión y se obligaban a que “ se
hiciesen los pasos de Pasión” La cofradía se obligaba a dar enterramiento,
acompañar con pendón y cera y pagar
misas.
II.
La compañía de los Soldados del
Viernes Santo.
En
plena reforma de la Iglesia Abacial, con la llegada de algunos gobernadores
ilustrados, tuvo lugar la creación de esta hermandad con el nombre de “
Hermandad de la Compañía de Soldados del
Viernes Santo”. El documento se encuentra en el Archivo Histórico
Provincial de Jaén, dentro de los protocolos de Manuel Monte Lezcano[1], y
data de la fecha del 1732 Loas principales puntos de la aprobación son los siguientes.
-La fecha de
fundación fue el 13 de abril de 1732, y
tuvo lugar en la celda del prior del convento de Nuestra Señora del Rosario,
perteneciente a la orden dominica. Los componentes del acto estatutario y
concierto fueron los frailes, la junta directiva de la cofradía del Dulce
nombre de Jesús y el capitán de la Compañía de Soldados, de nombre Juan
Carrillo. Los frailes acudieron, junto
al padre superior José de Hoyos al acto
fundacional, tras la llamada a toque de campana, que se iba a celebrar en la
celda de Fray uan Fernández Lo mismo hicieron
Pedro Delgado, hermano mayor de la cofradía del Dulce nombre de Jesús, y Luis de Melgar y
Valladolid, hermano mayor de la cofradía de Nuestra Señora del Rosario, los
alcaldes de almas, cofrades, oficiales y patronos de la cofradía dominica
ubicada en el convento. También estuvieron presentes el alférez Pedro de la
Fuente, el sargento José de Checa, y los cabos de escuadra Francisco la Chica,
Francisco Pérez, Pedro Padilla, Juan Díaz, y José Gavilán.
-Establecieron
como fundamento legal para fijar los
acuerdos la tradición en palabras del
padre prior “ que le consta que de este convento se saca la imagen de Jesús
Nazareno en memoria de la Muerte y
Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, haciéndose preciso el que asista la compañía de Soldados de la
Sinagoga los Viernes Santos por la mañana, a que se han dedicado con
fervoroso celo y devoción el dicho Capitán, Alférez, sargento y cabos de
escuadra.” Y , en segundo lugar. “para
que no acaezca esta devoción pretenden hermanarse
y obligarse a salir el día que saldrá la compañía en dichas procesiones
perpetuamente mediante las condiciones, de sufragios y honras que han de gozar
que tienen tratado y conferido y en este instrumento irán insertas.
-Tras
leerlos, debatir si eran útiles y convenientes, no poner reparos al texto por
los presentes, aprobaron y otorgaron
escritura pública de los estatutos que obligaban a todos los presentes por “ser
del servicio y agrado de Dios Nuestro
Señor y en alivio de las almas de los hermanos de la dicha Compañía.”.
-Las
condiciones o articulado era muy simples. Por el primero, los hermanos se obligaban “ salir en dicha compañía con
cincuenta hombres en la procesión del Viernes Santo por la mañana que salen del
convento perpetuamente, por si y sucesores sin que puedan faltar ni faltar ante
precisa obligación y a ello se le puede apremiar”. Por el segundo, los 50
hermanos se comprometían a poner en depósito en el arca de la Cofradía del
Dulce Nombre de Jesús” dos reales que
debieren estar prontos “dedicados al alma
del primer hermano de la compañía que falleciere, “ .Se había de
entregar dicha limosna a dicho convento, para que los religiosos digan misas.
El convento , por su parte, se obligaba a decir dos misas por cada hermano de
los cincuenta que fallecieren sin cobrar limosna alguna.. Lo mismo, se
debería hacer por el alma de las mujeres. En tercer lugar, en cuanto a los
entierros de los hermanos y de sus mujeres, la Cofradía del Dulce Nombre de
Jesús se comprometía a darle sepultura en su bóveda antigua. También, deberían tocar a entrada y doble de campana, rezar responso en
la casa del difunto, y obligarse al
acompañamiento de cuatro religiosos en las pompas fúnebres sin cobrar
estipendio alguno y además “ los dos cofrades han de asistir con pendón y cuatro
hachas[2] y a los entierros de
los hijos de los soldados han de asistir las dichas cofradías con pendón y
cuatro cetros”. La cuarta
condición era “ que los padres de
almas[3] se queden a cargo de
Luis Escobar y que los cobradores de limosnas de misas han de ser los cinco
cabos de escuadras, y si algún hermano no cumpliere de pronto a de ser
apremiado a que asistan y pague, solo en caso de precisa ausencia o enfermedad han
de ser escusados y no por esto a de cesar la contribución de dicha limosna.”
.Por la quinta, los padres de alma eran
los responsables de la entrada de nuevos hermanos ”han de solicitar quien la
ocupa”.
-Fueron testigos
del acto Juan de Torres, Lorenzo del Castillo, Agustín de Cobaleda y
Salvador Pérez.
III. Los
hermanos de Guardia del Santo Sepulcro.
A finales del
siglo XVIII, otra compañía, ya comentada, nació al amparo de los padres franciscanos del
barrio alto. Fue en el convento de san Francisco, y se instituyó con el nombre de LOS HERMANOS
DE GUARDIA DEL SANTO SEPULCRO. Tuvo lugar el día 24 de febrero de 1799 en el
convento, presidió Fray Francisco de
Campo, guardián del convento, y
estuvieron presentes el predicador fray Francisco Casas, y los frailes Francisco García, Agustín
y Manuel Ruiz, y Fernando de la
Torre. Por los hermanos de la nueva hermandad Juan García, Gutierre de Burgos, Francisco
García, Juan García Ibáñez, José González, y Manuel García. Se comprometieron a
asistir y salir todos los viernes por la
tarde a la procesión que salía del dicho convento” con la devoción que
correspondiera a dicho culto y para que no careciera y perseverara de la
dicha devoción”. La formaban 24
hermanos, que habían de asistir de guardas y con su adecuada. A cambio, recibían un trato de
favor en las sepulturas, pagaban sólo . 6 reales por misa , además de 24 reales de entrada y cuota de seis reales
anuales, que guardaban su capitán en un arca de dos llaves[4]. /continuará/
..
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