Nuevo día de azul radiante, Sierra Nevada al fondo con visibilidad, el bastión del castillo de Moclín a punto de obús y la frontera nazarí nítida en la cercanía. Las torres y atalayas nos enviaron señales de final de ciclo formativo. Se convirtieron en mensajeras de títulos de automación y electricidad, olvidando la fogata en su terraza.
Unos cuarenta caballeros de tierras de la Abadía y Monte Orientales se adentraron por las puertas del adarve del Albaicín. Por la puerta de la Imagen, la Virgen Portera saludó a los visitantes y abrió el recinto fortificado a aquellas caras inquietas. Luego, el nevero, el barrio de Bahondillo, la Cárcel Real y la alcazaba ssonrieron ante tanta juventud.
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