| Foto 5o Comentario al final del artículo  | 
LA     HERMANDAD
DEL CRISTO DE LA SALUD EN SU SALA DE LA CASA DE  LA HERMANDAD LLEVÓ A CABO UNA EXPOSICIÓN
DE FOTOGRAFÍAS SOBRE EL BARRIO DE SAN JUAN, DE LA COLECCIÓN JUAN EN LOS DÍAS 30
DE AGOSTO AL  8 DE SEPTIEMBRE DE 2002
 
 
 
.
  
  
  
  
La Hermandad  quería  agradecer a 
Juan Cano su generosidad con todo lo que se le había pedido y a la que
siempre había respondido con una entrega diligente y altruista, y, como es  lógico, dispuesto a asumir todo lo que fuera
necesario. 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
    
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
GRATIAS TIBI
         La hermandad del Cristo de la Salud   pretendía, con la exposición de fotografías
de  la Colección Juan 
Cano, incardinarse en un barrio que la vio nacer, crecer y  mantenerse 
por encima de todo tipo de circunstancias. Aunque su entorno urbano
desempeña un papel fundamental en la estética de la ciudad alcalaína por el
costumbrismo andaluz de su hábitat, sus hombres son, principalmente, los que
han forjado una serie de tradiciones, de vivencias y de proyectos de futuro, en
el que  la imagen del Cristo de
Salud  estuvo presente durante muchos
momentos de su vida. 
Este era el objetivo de la
presente exposición: rendir nuestro homenaje a toda la gente del barrio de san
Juan  y exponer sus fotografías a manera
de testimonio de lo aquellos que nos han dado nuestros antepasados, para que
mantengamos la llama que tanto nos ilumina. Un agradecimiento en suma, más que
una nostalgia. Pues cada fotografía está impregnada del  sudor varonil 
de la siega de los agostos alcalaínos de los años cincuenta, del
sufrimiento maternal  de los fríos del
diciembre aceitunero  y del esfuerzo
humano por adquirir una cultura que 
sacara del analfabetismo, al menos, a los hijos de los que se exhiben en
la cartulina.
Se sentía sumamente
orgullosos de esta muestra por lo mucho que les había  hecho gozar y meditar. Terminaba el texto: que
el Cristo de la Salud 
se lo premie.
                   F.M.
CONSIDERACIONES DEL  AUTOR
         En esta exposición siguiendo mi proyecto de dar a conocer
públicamente mi colección de fotografías, quería rendir homenaje a las
siguientes personas y entidades.
Al barrio de san Juan.
A los pujareros.
A los  hombres de economías débiles, que sufrieron
en una época  lejana.
A la “Madre Carmen” que, con
sus amistades, consiguió el milagro de que San Juan  no fuese derribado.
Y, por último, dar las
gracias a la Hermanad 
del Cristo de la Salud ,
por haberme permitido celebrarla. 
         JUAN CANO
         SEMABLANZA DE LA EXPOSICIÓN 
         La presente exposición es fruto del esfuerzo personal,
material y económico de Juan Cano, que ha puesto a disposición del pueblo de
Alcalá todo lo que tenía inventariado en su colección del barrio de San Juan,
para que llegara a celebrarse en los días de la fiesta del primer domingo de
Septiembre, día grande del Cristo de la Salud. La  componen 61 fotografías, recogidas y
recopiladas por el coleccionista  a
partir de un denodado trabajo de búsqueda en las casas de  amigos, en los archivos particulares y
oficiales, y  en los estudios de varios
fotógrafos locales de los años veinte hasta el 1975: Puede servir de prólogo a
la colección la Sala 
de Juntas de la iglesia, donde se encuentran 
las fotografías de los hombres y de la hermandad  a lo largo de su historia cofrade  reciente desde el 1939.
         La calidad artística de la obra manifiesta la
profesionalidad de algunos fotógrafos, que saben captar, con una simple
instántea, historias de personas, representativas de una  época que ya ha pasado y se ha superado con
el esfuerzo y trabajo de sus hijos. Abundan los encuadres con personas, de
ambiente costumbrista, en el que podemos reconocer  no sólo la historia de los años  duros de la posguerra, sino también algunas
escenas azarosas que hacían más difícil el penar de muchas familias humildes. 
         Por ello, se puede pasar de un barrio arrecifado a  otro empedrado  con el tapial y los trancos, de un  barrio de acceso para los carros de la
vendimia o de trigo a un barrio que recibe los primeros servicios de la basura
y achaflana los escalones, de un barrio de escuelas de maestros garroteros
a  niños 
y niñas que acuden a colegios públicos y religiosos, de un barrio  eminentemente agrícola  a  otro
que se abre a ofertar nuevos servicios de hospital  y de artesanía,  de unos jóvenes que se divertían con las
“canicas “a unos deportistas uniformados y practicantes del deporte nacional
del fútbol
Selección magistral ha realizado
Juan  Cano, al mismo tiempo que, el
blanco y negro, logra un bello contraste de la realidad y el deseo, de la
alegría  y la pena de unos años que
hicieron sufrir a muchos vecinos del barrio, pero que crearon las bases
actuales  con lo que nos hace reflexionar
sobre el momento presente. Lástima, que no haya 
una fotografía de un hombre con una maleta, saliendo de una casa de
vecinos, - tan numerosas en aquellos años-, completaría el  cuadro de los años de la posguerra: trabajo a
jornal, pan y circo y, emigración,  que
dio lugar a la despoblación de una parte de 
aquel barrio, cuya calle Rosario en el siglo XVIII fue la vía principal
de Alcalá. Alí, convivían hidalgos con labradores, jornaleros con hombres de
servicios, clérigos con pobres de solemnidad y 
viudas con niños abandonados.. 
Se ha dividido por el autor
en varias secciones que, continuación vamos a comentar, con el fin de analizar
las facetas y las historias más significativas que acontecieron el barrio..
Para otras ocasiones,
dejaremos las fotos y comentarios de 
I EL ENTORNO URBANO. EL BARRIO
Y SUS CALLES.
II  SUS HOMBRES. SIENDO  NIÑOS,  EN LA ADOLESCENCIA, DE LA ADOLESCENCIA AL 
TRABAJO      
III. PARA COLMO, LA DESGRACIA. 
IV. UN SERVICIO EN EL BARRIO,
EL HOSPITAL.
V. LA VIVIENDA 
VI. EL ALIMENTO.
El agua era un elemento
básico para la alimentación y otros usos. Los garbanzos se ablandaban con la de
la Fuente Somera ,
las casas se mantenían limpias con la fregona sin mango, un trapo recio,  y el duro trabajo de nuestras madres, el pipo
no faltaba lleno de agua en verano, y en invierno se lavaba en la pila con agua
de las fuentes. Pues en los tiempos más apacibles se hacía en los lavaderos
públicos. Los niños disfrutaban con salpicarse con el agua del pilón y
refrescarse en verano, pues pocas casas tenían cuartos de baños  ( foto 46).
Si el agua era gratis, al
menos, en los pilares públicos, la comida no era un derecho para muchas
familias que enviaban a sus niños al local del Auxilio Social, primero en el
Llanillo, y luego, en la calle Caridad, presidido por Lourdes Frías, donde se
les daba de comer. ( foto 47 y 48). En la posguerra, el racionamiento, servido
por la Sección
 Femenina  ( foto 49),  repartía en unas lecheras y  fiambreras una botella de leche o tres platos
( garbanzos, carne, ..), donde los pobres de solemnidad acudían a la Gota Leche  y al Auxilio
de Invierno, la actual carnicería de Teva, 
Y LA HERMANDAD DEL CRISTO DE LA SALUD 
Nos centramos en estas
fotografías de la colección. Sobre VII. LA RELIGIOSIDAD 
| foto 51 | 
| Fotos 53 | 
| Foto 52 | 
Un recuerdo del itinerario
oficial de las letanías de los siglos anteriores consistía en el paso de las
procesiones  por todas las iglesias de la
ciudad con paradas o estaciones 
obligatorias en la iglesia de la Trinidad , la de san Juan y el Rosario, todas
ellas en el barrio de san Juan.  Son
numerosas las fotografías del Viernes Santo por la mañana, con la Mota  al fondo, sin sufrir el
terremoto de los años cincuenta ni haberse levantado las casas en la placeta.
Los apóstoles iban delante de los penitentes del gallardete de Jesús ( foto
50). La banda del Gallardete, a su vez, protocolariamente antecedía a la imagen
de Jesús sobre el antiguo  trono pequeño,
Y la cuadrilla del Ecce-Homo también delante de Jesús ( foto 51). Este era
portado por la cuadrilla del gallardete, vestida de nazarenos, y por los
cofrades de Jesús, de paisano o  gente
pagada por los cofrades; el Cirineo 
portaba las cintas moradas ante la imagen. Al fondo está la iglesia de
san Juan, casi en ruinas ( foto 52). Acompañando la imagen de la Virgen  de los Dolores, iban
grandes filas de mujeres vestidas con la mantilla española, contempladas por
los vecinos en el huerto de san Rafael. ( foto 53).
                        CONSIDERACIONES
DEL  AUTOR
            En esta
exposición siguiendo mi proyecto de dar a conocer públicamente mi colección de
fotografías, quiero rendir homenaje a las siguientes personas y entidades.
1.     
Al barrio de san Juan.
2.     
A los pujareros.
3.     
A los  hombres de
economías débiles, que sufrieron en una época 
lejana.
4.     
A la “Madre Carmen” que, con sus amistades, consiguió
el milagro de que San Juan  no fuese
derribado.
Y, por último, dar las gracias a
la Hermanad 
del Cristo de la Salud ,
por haberme permitido celebrarla. 
                        JUAN
CANO
            SEMABLANZA
DE LA EXPOSICIÓN 
            La
presente exposición es fruto del esfuerzo personal, material y económico de
Juan Cano, que ha puesto a disposición del pueblo de Alcalá todo lo que tenía
inventariado en su colección del barrio de San Juan, para que llegara a
celebrarse en los días de la fiesta del primer domingo de Septiembre, día
grande del Cristo de la
 Salud. La  componen 61 fotografías, recogidas y recopiladas
por el coleccionista  a partir de un
denodado trabajo de búsqueda en las casas de 
amigos, en los archivos particulares y oficiales, y  en los estudios de varios fotógrafos locales
de los años veinte hasta el 1975: Puede servir de prólogo a la colección la Sala  de Juntas de la iglesia,
donde se encuentran  las fotografías de
los hombres y de la hermandad  a lo largo
de su historia cofrade  reciente desde el
1939.
            La
calidad artística de la obra manifiesta la profesionalidad de algunos
fotógrafos, que saben captar, con una simple instántea, historias de personas,
representativas de una  época que ya ha
pasado y se ha superado con el esfuerzo y trabajo de sus hijos. Abundan los
encuadres con personas, de ambiente costumbrista, en el que podemos
reconocer  no sólo la historia de los
años  duros de la posguerra, sino también
algunas escenas azarosas que hacían más difícil el penar de muchas familias
humildes. 
            Por
ello, se puede pasar de un barrio arrecifado a 
otro empedrado  con el tapial y
los trancos, de un  barrio de acceso para
los carros de la vendimia o de trigo a un barrio que recibe los primeros
servicios de la basura y achaflana los escalones, de un barrio de escuelas de
maestros garroteros a  niños  y niñas que acuden a colegios públicos y
religiosos, de un barrio  eminentemente
agrícola  a  otro que se abre a ofertar nuevos servicios
de hospital  y de artesanía,  de unos jóvenes que se divertían con las
“canicas “a unos deportistas uniformados y practicantes del deporte nacional
del fútbol
Selección
magistral ha realizado Juan  Cano, al
mismo tiempo que, el blanco y negro, logra un bello contraste de la realidad y
el deseo, de la alegría  y la pena de
unos años que hicieron sufrir a muchos vecinos del barrio, pero que crearon las
bases actuales  con lo que nos hace reflexionar
sobre el momento presente. Lástima, que no haya 
una fotografía de un hombre con una maleta, saliendo de una casa de
vecinos, - tan numerosas en aquellos años-, completaría el  cuadro de los años de la posguerra: trabajo a
jornal, pan y circo y, emigración,  que
dio lugar a la despoblación de una parte de 
aquel barrio, cuya calle Rosario en el siglo XVIII fue la vía principal
de Alcalá. Alí, convivían hidalgos con labradores, jornaleros con hombres de
servicios, clérigos con pobres de solemnidad y 
viudas con niños abandonados.. 
Se ha dividido
por el autor en varias secciones que, continuación vamos a comentar, con el fin
de analizar las facetas y las historias más significativas que acontecieron el
barrio..
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