EL CUADRO DE CARLOS IV DEL
AYUNTAMIENTO DE ALCALÁ LA REAL
Era una costumbre de los ayuntamientos
del Antiguo Régimen solicitar a la
Corona la provisión real, por la que le permitiera hacer
frente a cualquier tipo de gastos extraordinarios. No es extraño que se
provoquen diferencias entre los regidores y jurados con el corregidor,
representante del poder monárquico en los departamentos de su demarcación, con
motivo del empleo de los fondos del erario público, sino también entre el
estamento municipal y la Corona
a la hora de regular los gastos. Suelen ser una fuente de datos importantísima
para recabar datos de la vida de los municipios, sobre todo tratándose con
actuaciones de carácter social,
económico, político y cultural.
Este
tipo de licencias se acrecentó con motivo de la llegada de la dinastía de los
Borbones, en la persona de Felipe V, lo que nos ilustra acerca de muchos aspectos muy pintorescos y
novedosos[1].
El
cabildo municipal del 24 de diciembre de 1788 recibió la comunicación del
secretario de Carlos IV, Pedro Escolano de Arrieta, por la que comunicaba un
acuerdo del dos del mismo mes, por el que el Rey había concedido a todos los
pueblos de España la facultad de emplear
fondos de los propios para los actos de su Proclamación del nuevo rey. Al mismo tiempo, obligaba a dar
cuenta de ello al Consejo Supremo de Castilla, a través de la Contaduría General
de Propios.
El
ayuntamiento alcalaíno aprobó los tradicionales actos con motivo de las exequias
reales de Carlos III y la proclamación del nuevo rey Carlos IV. Nombró, para
tal fin, a los comisarios don Fausto Fernández de Moya y don Fernando Manuel de
Utrilla. Estos dos regidores fueron los que acudieron a la Corte y a su Supremo Consejo
de Castilla, para conseguir la facultad real. Los regidores y jurados
facultaron al corregidor para que llevara a cabo todas las medidas relacionadas
para dichos actos. Para tal ceremonia, s hicieron para los miembros del ayuntamiento trajes de
terciopelo con chupa de raso liso blanco, bordada de oro; se fundieron monedas,
de acuerdo con la cantidad que consideraran necesaria el corregidor y
compromisarios, con el fin de arrojarlas al pueblo desde los tablados de la Proclamación y se
ordenó sacar el dinero del sobrante de Propios.
Los actos
tuvieron lugar, según reflejan las actas, el mes de abril de 1789, y,
según decíamos: “ En el año 1789,
el acto de proclamación de Carlos IV, se complementa con dos nuevos
actos que recogen una tradición interrumpida en los reinados anteriores : la bendición del pendón y la
misa de Te Deum en la
Iglesia Mayor por parte del Cabildo Eclesiástico” Y
añadimos “la proclamación de Carlos IV
establece definitivamente las
líneas de protocolo de la proclamación de futuros reyes[2]”.
Consistieron en los siguientes actos:
Cabildo
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Preparativo de fiestas
|
Acuerdo de actos
Nombramiento
de comisarios
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Primer Día
|
Día de la proclamación
|
Los
comisarios recogían al Abad y lo
trasladaban a Consolación, después hacían lo mismo con el cabildo y
corregidor.
12 de mañana. Procesión cívica.
Muestra del retrato, bendición del pendón y Misa de Te deum.
Tres tarde. Acto de proclamación en los tablados
de
Noche : Luminarias, fuegos artificiales y
mojigangas de los gremios.
|
Segundo día
|
Día de exequias
|
Sermón del abad
y panegírico del rey
|
Por
los gastos relacionados por el comisario
Fausto Fernández de Moya, tuvieron lugar estas partidas.
1. En cuanto a los vestidos de
los miembros y oficiales del cabildo, que alcanzaban el número de veintiuno,
entre corregidor, alcalde mayor regidores, jurados, capellán de la ciudad,
comisario de ganado, síndico, alférez, alguaciles y escribanos, se le libraron,
- calzones y casa
cas de terciopelo negro, forradas de tafetán de color de leche,
chupas del mismo color, bordadas de oro, guantes blancas, botines negros,
pelucas y sombreros con los caballos enajaezados y con cintales uniformes con
los volantes- se refería:
“a cada uno mil cincuenta reales de para ayuda de
uniforme de uniforme, aunque en las anteriores proclamaciones sólo se le
libraron novecientos reales con arreglo a lo que han subido todos los géneros y
a una suma que importan 30.450 reales de vellón”.
2. Para decoración de la plaza,
Ayuntamiento, y Pescadería, se contrataron los servicios de diversas familias. Unos provenían de los
decoradores de las fiestas extraordinarias y del CORPUSCRISTI de Granada, que
eran contratados al año siguiente o con posterioridad de la celebración de las
fiestas granadinas en las de Alcalá. Entre
estos, se encontraba la familia
de los Perea, de quien tenemos constancia que eran los que colocaban el altar,
las carocas, y los tablados del día del
Santísimo Sacramento en Alcalá la Real ,
según consta de la siguiente partida. Destacaban, en la fecha, el dosel
realizado de damasco carmesí y adornos de oro, cubierto de una cornucopia en un
balcón central junto al cual se colocó el estandarte; también las colgaduras de
damasco, arañas, otras cornucopias entre las ventanas, y alhajas.
Al maestro de ebanistería, Sebastián Perea, se le entregaron por los
cuatro tablados colgados para adorno de las Casas Consistoriales, Pescadería y
Arañas, según los dos recibos número 1:10.490 reales”
El pintor
local, descendiente del dorador, José de Aranda, recogido en el Catastro de
Ensenada, se encargó de la pintura y
dorado. Y de elementos decorativos.
“A don Miguel de Aranda por la pintura y dorado de
rejas, balcones, puertas, ventanas de las Casas Consistoriales y Pescadería, y
MARCO DORADO PARA EL RETRATO, número 2º:
3.898 reales”.
3. La labor de
albañilería recayó en un nuevo maestro de obras que va iniciar una saga, los
Granados en sustitución de los Martín Espinosa,
los Méndez y Contreras.
“Al maestro Manuel Granados por la obra que se hizo
en las Casas Consistoriales, y Pescadería, que se hallaban sin caballetes,
rotas las Salas, y recorrer todos los tejados y según su recibo número 3º:1.709
reales.
4. La labor de
carpintería recayó en la siguiente
factura.
“Al maestro
Tomás Cano de los balcones de madera que compuso para los portales, consta el
recio número 4:326 reales.
5 La labor de las calles y plaza se centraba en
“De la obra de empiedro y
composición de las calles que corrió a cargo de Manuel Jiménez, según consta el
recibo 5º:1.968 reales
6. De poner
cadenas a la Fuente
de la Plaza , se
pagaron al maestro Antonio Espinosa, según consta el recibo número 6:.88 reales.
.
7. Otros gastos menores se especifican de esta manera y dan muestras de la singularidad e importancia
de esta fiesta r
“De poner varios vidrios a
las ventanas y limpiar los faroles se `pagaron a Bernardo Pérez según recibo N º 7: .92 reales.
De los vestidos de Reyes de
Armas, maceros y Ministros del Juzgado, según los recibos Nº. 8 :2.088
reales
De treinta varas de galón de oro con peso para el
dosel nuevo del Real Retrato de veinte onzas a cuarenta reales cada una según
recibo nº 13: 800 reales.
De veinte y cirios para la iluminación según
el recibo nº.14 : 460 reales.
De las
borlas y hasta para el pendón nº 15:690
reales.
Algunos
reales de plata que se echaron al
público.
De subir el estrado Casa de Su Señoría el Señor Corregidor durante la
obra nº 18: 0 21 reales.
De la
cuenta dada por don Blas de mesa de
varios gastos al n º 26...1.1.75
reales....
A
Miguel López de varios recibos de su tienda n 27:47 reales
8. Muy interesante era la elaboración de monedas, que solían tener la cara del rey
proclamado por el envés y las armas de la ciudad por el revés y se elaboraron
por los siguientes maestros.
“Al maestro de Platero
Miguel Guillén se le mandaron hacer las monedas y escribanías de plata, y,
habiendo salido algo imperfectas, sólo se tomaron doscientas y hizo las
restantes don Antonio López Díaz, y
según su recibo nº 10:2.655 reales
A don
Antonio López Díaz, a quien se de nuevo
se encargaron las restantes, según cuenta nº 11: .6.114 reales.
. 9. La música era un
ingrediente muy importante de los actos
públicos. Solía ser una capilla de música, que participaba en las veladas
nocturnas de los días de fiesta y en los cantos de las funciones de Iglesias.
Se componía de una capilla de música, con varios instrumentos de viento y
metal, pero fue sustituyéndose por las orquestas de las bandas de los
Regimientos alojados en la ciudad. En este año, el Regimiento de Alcántara iba
encabezado por el sargento, después cuatro soldados armados, dieciocho músicos,
y dieciocho volantes, vestidos de gala y en fila de cuatro que tocaron varios
conciertos y sonatas con timbales, clarines y otros instrumentos
musicales.
“A la Música de Granada sin el
costo de traerla y llevarla según recibo n º.12:1.200 reales
A la música del Regimiento
de Caballería de Alcántara N º 16: 1.000 reales.
A la música de Alcalá la Real n 17:160 reales.
A Blas de Córdoba se le
entregaron quinientos treinta y dos
reales vellón de traer y llevar la Música de Granada n º
23:532 reales.
10. El fuego, en su
vertiente de luminarias o lumbres y en las cargas de pólvora jugaba un papel
esencial.
“De la pólvora que gastó la
tropa en dos cargas nº 19: 133 reales.
De gratificación de dicha
tropa nº 20: 468 reales
De la cera para la
iluminación de las tres noches de Casas Consistoriales y Plaza, según el recibo
nº. 21: 1.485 reales.
De cuatro arrobas de
cebo para los portales, pelucas de los
maceros y Reyes de Armas según el recibo
nº 22:.469 reales
11. Un gasto especial era el
refresco que se hacía a las autoridades públicas: miembros del cabildo, corregidor,
autoridades militares y abad o vicario.“
De treinta varas de galón de oro:
”Del gasto del refresco general ala Muy Noble Ciudad, Clero Secular y Regular y
vecinos y forasteros de distinción nº 24:4.830 reales,
”Del gasto del refresco general a
12. Las
corridas de toros era un ingrediente para el pueblo , así como anteriormente
eran los juegos de cañas o las comedias.
“De la pérdida en los toros que con cuerda se libraron, según recibo el n º 25:195 reales”.
“De la pérdida en los toros que con cuerda se libraron, según recibo el n º 25:195 reales”.
Sin haber puesto la cantidad que se gastaron
en el retrato del Rey, todo esto importaba la cantidad de 75. O42 reales, que podía igualarse a una
obra que se iniciaba por aquel tiempo, la del reloj y la torre del Ayuntamiento.
EL AUTOR DEL RETRATO DEL REY.
La partida o factura número
nueve hacía referencia al retrato del Rey, que se colocaba en el balcón central de las Casas
Consistoriales. Presidía, durante estos días,
los actos festivos, protegido y escoltado por dos miembros de la Guardia del Regimiento que
estuviera alojado en la ciudad, y, en años posteriores por la Guardia Civil. Así
Fausto Fernández de Moya rendía cuentas de
ello:
“A don Fernando Marín,
Pintor de la Academia
de Madrid por el retrato de Su Majestad, (que Dios Guarde) según el recibo nº
9:1.400 reales”.
No
cabe duda que este dato nos aporta no sólo la autoría del retrato que se
encuentra en el recibidor o antesala del Ayuntamiento, sino que nos dilucida
una duda que algunos críticos de arte
habían planteado. En primer
lugar, Carmen Juan Lovera[3],
con un buen acierto y análisis crítico, ya decía “efigies de otros monarcas aparecen en diferentes lugares: Carlos IV,
representado como protector de las Bellas Artes ( 2 x 1´5 m)”. Sin embargo, el
profesor Lázaro Gila Medina[4]
lo asignaba a otros reyes, entre ellos a Felipe V y Fernando VI. Con el dato aportado
anteriormente, y por razones de análisis comparado con otras muestras
etopéyicas del rey, podemos concluir que
era de CARLOS IV.
Y aportamos que su autor fue
Fernando Marín Chaves, pintor de corte académico,
ya que recibió el titulo de la
Real Academia de San
Fernando de Madrid y se trasladó a
tierras granadinas, donde, al amparo de la Sociedad de Amigos del
País de Granada, se crearon la Escuelas de
Artes Nobles, y allí, los
pintores expandieron sus obras en la
provincia granadina, y cómo no, en
Alcalá la Real ,
muy cercana a la capital granadina. De este autor, es el cuadro de la Anunciación de la
parroquia Loja y una serie muy importante
de siete lienzos que hizo para Santa Fe. Su academicismo se refleja en
el eje frontal de la pose del monarca, hierático, muy dibujado, casi
inexpresivo, y acompañado en su decoración en la parte inferior por los
símbolos de las artes. Pincel, compás y busto[5].
Anexo I. La provisión Real.
Don
Carlos IV, por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las
dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de
Galicia, de Mallorca, de Sevilla ,de Cerdeña, de Córcega, de Murcia, de Jaén,
de Vizcaya, y de Molina, a Vos, los corregidores, alcaldes mayores, justicias,
ayuntamientos de todas las ciudades, villas, y lugares, de estos nuestros
reinos y Señoríos, en donde se debe celebrar el acto de Proclamación por la
exaltación al trono d Nuestra Real
Persona Salud y Gracia: Sabed que, por Real Decreto señalado de nuestra real
mano, en veinte y tres del presente mes , hemos tenido por bien de resolver y
mandar que, por el Nuestro Consejo, se escriba a todas las ciudades, villas y
lugares en donde se debe celebrar el acto de la dicha Real Proclamación, para
que puedan valerse para los gastos de
ella, de cualesquiera efectos presentando las cuentas en el Nuestro Consejo,
por la Contaduría
General de Propios, y para que tenga cumplido efecto esta
real Resolución, acordó el Nuestro Consejo, por decreto de hoy, expedir esta
nuestra Carta, por la cual concedemos licencia y permiso a todas las ciudades,
villas y lugares en donde se debe celebrar el acto de Proclamación por nuestra
Real persona a fin de que puedan valerse
para los gastos de ella de los efectos de Propios o cualesquiera otros,
no habiendo de aquellos con la calidad de su reintegro de e dichos efectos, y
la de llevar la debida cuenta, y razón para darla en el Nuestro Consejo por la Contaduría General
de Propios, y en su consecuencia, os mandamos a todos y a cada uno de vos que,
luego que recibáis esta Nuestra Carta, la veáis, guardéis y cumpláis
arreglándoos a su tenor en lo que a cada uno de vos corresponda, que así es
nuestra voluntad: que de esta nuestra carta se tome razón en la Contaduría General
de Propios, y que al traslado impreso de ella firmado impreso de ella firmando
de don Pedro Escolano de Arrieta, escribano de Cámara, secretario del Supremo
Consejo, en mi poder a quien me remito y para que conste, doy el presente en
Alcalá la Real a
tres de Noviembre de mil setecientos y ochenta y nueve. En testimonio ( hay un
signo) de verdad. Juan Antonio Serrano.
Es copia de su original con quien a la letra
concuerda. Y a quien me remito en el concepto de que va a entregarse dicho
original al vuestro comisario d esta M.N.C. como recado de las cartas de que se haze mención, y para que
conste en virtud de lo acordado por la acta de Propios, doy el Presente en Alcalá la Real a veinte d enero de 1790.
ILUSTRACIONES –
RETRATO
DE CARLOS IV, OBRA DE FERNANDO MARÍN.
Plaza del Ayuntamiento.
[1] AMAR. Legajo 100 Pieza 5.
Contiene provisión real y gastos.
[2] MARTÍN ROSALES, F. “Las
fiestas extraordinarias de Alcalá la
Real en los siglos XVIII y XIX. Toro de Caña. 2. Pág. 295 y
296. Diputación Provincial 1997.
[3] JUAN LOVERA, Carmen.
Alcalá la real. Guía de la ciudad y sus monumentos. Alcalá la Real.1984 ..
[4] GILA MEDINA, Lázaro. Tomo
IV. Historia de Alcalá Real. Año 2000.
[5] AAVV HISTORIA DEL ARTE . Tomo VIIII. Pág. 65.
Me ha gustado especialmente esta entrada. Siempre he tenido dudas sobre la identidad del personaje y me las has aclarado con todo lujo de detalles.
ResponderEliminarSaludos.