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martes, 4 de marzo de 2014

RETRATO DE CARLOS IV, OBRA DE FERNANDO MARÍN.



EL CUADRO DE CARLOS IV DEL AYUNTAMIENTO DE ALCALÁ LA REAL

 

 

         Era una costumbre de los ayuntamientos del Antiguo Régimen solicitar a la Corona la provisión real, por la que le permitiera hacer frente a cualquier tipo de gastos extraordinarios. No es extraño que se provoquen diferencias entre los regidores y jurados con el corregidor, representante del poder monárquico en los departamentos de su demarcación, con motivo del empleo de los fondos del erario público, sino también entre el estamento municipal y la Corona a la hora de regular los gastos. Suelen ser una fuente de datos importantísima para recabar datos de la vida de los municipios, sobre todo tratándose con actuaciones  de carácter social, económico, político y cultural.

        

         Este tipo de licencias se acrecentó con motivo de la llegada de la dinastía de los Borbones, en la persona de Felipe V, lo que nos ilustra acerca  de muchos aspectos muy pintorescos y novedosos[1].

         El cabildo municipal del 24 de diciembre de 1788 recibió la comunicación del secretario de Carlos IV, Pedro Escolano de Arrieta, por la que comunicaba un acuerdo del dos del mismo mes, por el que el Rey había concedido a todos los pueblos de España la facultad de  emplear fondos de los propios para los actos de su Proclamación del  nuevo rey. Al mismo tiempo, obligaba a dar cuenta de ello al Consejo Supremo de Castilla, a través de la Contaduría General de Propios.

         El ayuntamiento alcalaíno aprobó los tradicionales actos con motivo de las exequias reales de Carlos III y la proclamación del nuevo rey Carlos IV. Nombró, para tal fin, a los comisarios don Fausto Fernández de Moya y don Fernando Manuel de Utrilla. Estos dos regidores fueron los que acudieron a la Corte y a su Supremo Consejo de Castilla, para conseguir la facultad real. Los regidores y jurados facultaron al corregidor para que llevara a cabo todas las medidas relacionadas para dichos actos. Para tal ceremonia, s hicieron  para los miembros del ayuntamiento trajes de terciopelo con chupa de raso liso blanco, bordada de oro; se fundieron monedas, de acuerdo con la cantidad que consideraran necesaria el corregidor y compromisarios, con el fin de arrojarlas al pueblo desde los tablados de la Proclamación y se ordenó sacar el dinero del sobrante de Propios.

 

 

 

 

 

         Los actos  tuvieron lugar, según reflejan las actas, el mes de abril de 1789, y, según decíamos: “ En el año  1789,  el acto de  proclamación  de Carlos IV, se complementa con dos nuevos actos que recogen una tradición interrumpida en los reinados  anteriores : la bendición del pendón y la misa de Te Deum en la Iglesia Mayor por parte del Cabildo Eclesiástico” Y añadimos  “la proclamación de Carlos IV  establece definitivamente  las líneas de protocolo de la proclamación de futuros reyes[2]”. Consistieron en los siguientes actos:

 

 

Cabildo
Preparativo de fiestas
Acuerdo de actos
Nombramiento  de comisarios
Primer Día
Día de la proclamación
 Los comisarios  recogían al Abad y lo trasladaban a Consolación, después hacían lo mismo con el cabildo y corregidor.
12 de mañana. Procesión cívica.
Muestra del retrato, bendición del pendón   y Misa de Te deum.
Tres tarde. Acto de proclamación en los tablados de la Plaza, Rosario, San Juan y Veracruz con procesión cívica y  vítores al Rey , y lanzamiento de monedas
Noche : Luminarias, fuegos artificiales y mojigangas de los gremios.
Segundo día
Día de exequias
Sermón del abad  y panegírico del rey

 

         Por los gastos relacionados  por el comisario Fausto Fernández de Moya, tuvieron lugar estas partidas.

 

1.     En cuanto a los vestidos de los miembros y oficiales del cabildo, que alcanzaban el número de veintiuno, entre corregidor, alcalde mayor regidores, jurados, capellán de la ciudad, comisario de ganado, síndico, alférez, alguaciles y escribanos, se le libraron, - calzones y casa
 
cas de terciopelo negro, forradas de tafetán de color de leche, chupas del mismo color, bordadas de oro, guantes blancas, botines negros, pelucas y sombreros con los caballos enajaezados y con cintales uniformes con los volantes- se refería:

  

“a cada uno  mil cincuenta reales de para ayuda de uniforme de uniforme, aunque en las anteriores proclamaciones sólo se le libraron novecientos reales con arreglo a lo que han subido todos los géneros y a una suma que importan 30.450 reales de vellón”.

 

2.     Para decoración de la plaza, Ayuntamiento, y Pescadería, se contrataron los servicios de  diversas familias. Unos provenían de los decoradores de las fiestas extraordinarias y del CORPUSCRISTI de Granada, que eran contratados al año siguiente o con posterioridad de la celebración de las fiestas granadinas en las de Alcalá. Entre  estos, se encontraba  la familia de los Perea, de quien tenemos constancia que eran los que colocaban el altar, las carocas, y los tablados del día del  Santísimo Sacramento en Alcalá la Real,  según consta de la siguiente partida. Destacaban, en la fecha, el dosel realizado de damasco carmesí y adornos de oro, cubierto de una cornucopia en un balcón central junto al cual se colocó el estandarte; también las colgaduras de damasco, arañas, otras cornucopias entre las ventanas,  y alhajas.   

Al maestro de ebanistería,  Sebastián Perea, se le entregaron por los cuatro tablados colgados para adorno de las Casas Consistoriales, Pescadería y Arañas, según los dos recibos número 1:10.490 reales”

 

El pintor local, descendiente del dorador, José de Aranda, recogido en el Catastro de Ensenada, se encargó de la pintura  y dorado. Y de elementos decorativos.

 

“A don Miguel de Aranda por la pintura y dorado de rejas, balcones, puertas, ventanas de las Casas Consistoriales y Pescadería, y MARCO DORADO  PARA EL RETRATO, número 2º: 3.898 reales”.

 

3. La labor de albañilería recayó en un nuevo maestro de obras que va iniciar una saga, los Granados en sustitución de los  Martín Espinosa, los Méndez y Contreras.

“Al maestro Manuel Granados por la obra que se hizo en las Casas Consistoriales, y Pescadería, que se hallaban sin caballetes, rotas las Salas, y recorrer todos los tejados y según su recibo número 3º:1.709 reales.

 

4. La labor de carpintería recayó en  la siguiente factura.

 

“Al  maestro Tomás Cano de los balcones de madera que compuso para los portales, consta el recio número 4:326 reales.

5       La labor  de las calles y plaza se centraba en

 

“De la obra de empiedro y composición de las calles que corrió a cargo de Manuel Jiménez, según consta el recibo 5º:1.968 reales

 

6. De poner cadenas a la Fuente de la Plaza, se pagaron al maestro Antonio Espinosa, según consta  el recibo número 6:.88 reales.

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         7. Otros gastos  menores se especifican de esta manera y  dan muestras de la singularidad e importancia de  esta fiesta r

 

“De poner varios vidrios a las ventanas y limpiar los faroles se `pagaron a Bernardo  Pérez según recibo N º 7: .92 reales.

 

De los vestidos de Reyes de Armas, maceros y Ministros del Juzgado, según los recibos Nº. 8 :2.088 reales 

        

De treinta varas de galón de oro con peso para el dosel nuevo del Real Retrato de veinte onzas a cuarenta reales cada una según recibo nº 13: 800 reales.

          De veinte y cirios para la iluminación según el recibo nº.14 : 460 reales.

         De las borlas  y hasta para el pendón nº 15:690 reales.

         Algunos reales  de plata que se echaron al público.

           

 

De subir el estrado Casa de  Su Señoría el Señor Corregidor durante la obra nº 18: 0 21 reales.        

 

         De la cuenta  dada por don Blas de mesa de varios gastos al n º 26...1.1.75  reales....

         A Miguel López de varios recibos de su tienda n 27:47 reales

 

8. Muy interesante era la elaboración de  monedas, que solían tener la cara del rey proclamado por el envés y las armas de la ciudad por el revés y se elaboraron por los siguientes maestros.

 

“Al maestro de Platero Miguel Guillén se le mandaron hacer las monedas y escribanías de plata, y, habiendo salido algo imperfectas, sólo se tomaron doscientas y hizo las restantes don Antonio  López Díaz, y según su recibo nº 10:2.655 reales

         A don Antonio López  Díaz, a quien se de nuevo se encargaron las restantes, según cuenta nº 11: .6.114 reales.

 

. 9. La música era un ingrediente  muy importante de los actos públicos. Solía ser una capilla de música, que participaba en las veladas nocturnas de los días de fiesta y en los cantos de las funciones de Iglesias. Se componía de una capilla de música, con varios instrumentos de viento y metal, pero fue sustituyéndose por las orquestas de las bandas de los Regimientos alojados en la ciudad. En este año, el Regimiento de Alcántara iba encabezado por el sargento, después cuatro soldados armados, dieciocho músicos, y dieciocho volantes, vestidos de gala y en fila de cuatro que tocaron varios conciertos y sonatas con timbales, clarines y otros instrumentos musicales. 

 

“A la Música de Granada sin el costo de traerla y llevarla según recibo n º.12:1.200 reales

A la música del Regimiento de Caballería de Alcántara N º 16: 1.000 reales.

A la música de Alcalá la Real n 17:160 reales.

A Blas de Córdoba se le entregaron quinientos treinta  y dos reales vellón de traer  y llevar la Música de Granada n º 23:532 reales.

 

10. El fuego, en su vertiente de luminarias o lumbres y en las cargas de pólvora jugaba un papel esencial.

 

“De la pólvora que gastó la tropa en dos cargas nº 19: 133 reales.

De gratificación de dicha tropa nº 20: 468 reales

De la cera para la iluminación de las tres noches de Casas Consistoriales y Plaza, según el recibo nº. 21: 1.485 reales.

De cuatro arrobas de cebo  para los portales, pelucas de los maceros  y Reyes de Armas según el recibo nº 22:.469 reales

11. Un gasto especial era el refresco que se hacía a las autoridades públicas: miembros del cabildo, corregidor, autoridades militares y  abad o vicario.“ De treinta varas de galón de oro:
”Del gasto del refresco general a la Muy Noble Ciudad, Clero Secular y Regular y vecinos y forasteros de distinción nº 24:4.830 reales,

 

12. Las corridas de toros era un ingrediente para el pueblo , así como anteriormente eran los juegos de cañas o las comedias.
 “De la pérdida  en los toros que con cuerda  se libraron, según recibo el n º 25:195 reales”.

 

 Sin haber puesto la cantidad que se gastaron en el retrato del Rey, todo esto importaba la cantidad  de 75. O42 reales, que podía igualarse a una obra que se iniciaba por aquel tiempo,  la del reloj y la torre del Ayuntamiento.  

 

EL AUTOR DEL RETRATO DEL REY.

 

La partida o factura número nueve hacía referencia al retrato del Rey, que se colocaba en  el balcón central de las Casas Consistoriales. Presidía, durante estos días,  los actos festivos, protegido y escoltado por dos miembros de la Guardia del Regimiento que estuviera alojado en la ciudad, y, en años posteriores por la Guardia Civil. Así Fausto Fernández de Moya rendía cuentas de  ello:

“A don Fernando Marín, Pintor de la Academia de Madrid por el retrato de Su Majestad, (que Dios Guarde) según el recibo nº 9:1.400 reales”.

         No cabe duda que este dato nos aporta no sólo la autoría del retrato que se encuentra en el recibidor o antesala del Ayuntamiento, sino que nos dilucida una duda que algunos críticos de arte  habían  planteado. En primer lugar, Carmen Juan Lovera[3], con un buen acierto y análisis crítico, ya decía  “efigies de otros monarcas  aparecen en diferentes lugares: Carlos IV, representado como protector de las Bellas Artes ( 2 x 1´5 m)”. Sin embargo, el profesor Lázaro Gila Medina[4] lo asignaba a otros reyes, entre ellos a Felipe V  y Fernando VI. Con el dato aportado anteriormente, y por razones de análisis comparado con otras muestras etopéyicas del  rey, podemos concluir que era de CARLOS  IV.

Y aportamos que su autor fue Fernando Marín Chaves, pintor  de corte académico, ya que recibió el titulo de la Real Academia de San  Fernando de Madrid y se trasladó a  tierras granadinas, donde, al amparo de la Sociedad de Amigos del País de Granada, se  crearon   la Escuelas de  Artes Nobles, y allí,  los pintores expandieron sus obras  en la provincia granadina,  y cómo no, en Alcalá la Real, muy cercana a la capital granadina. De este autor, es el cuadro de la Anunciación de la parroquia  Loja y una serie muy   importante  de siete lienzos que hizo para Santa Fe. Su academicismo se refleja en el eje frontal de la pose del monarca, hierático, muy dibujado, casi inexpresivo, y acompañado en su decoración en la parte inferior por los símbolos de las artes. Pincel, compás y busto[5].     

 

 

 

 

Anexo I. La provisión  Real.

 

         Don Carlos IV, por la gracia de Dios, Rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla ,de Cerdeña, de Córcega, de Murcia, de Jaén, de Vizcaya, y de Molina, a Vos, los corregidores, alcaldes mayores, justicias, ayuntamientos de todas las ciudades, villas, y lugares, de estos nuestros reinos y Señoríos, en donde se debe celebrar el acto de Proclamación por la exaltación al trono  d Nuestra Real Persona Salud y Gracia: Sabed que, por Real Decreto señalado de nuestra real mano, en veinte y tres del presente mes , hemos tenido por bien de resolver y mandar que, por el Nuestro Consejo, se escriba a todas las ciudades, villas y lugares en donde se debe celebrar el acto de la dicha Real Proclamación, para que puedan  valerse para los gastos de ella, de cualesquiera efectos presentando las cuentas en el Nuestro Consejo, por la Contaduría General de Propios, y para que tenga cumplido efecto esta real Resolución, acordó el Nuestro Consejo, por decreto de hoy, expedir esta nuestra Carta, por la cual concedemos licencia y permiso a todas las ciudades, villas y lugares en donde se debe celebrar el acto de Proclamación por nuestra Real persona a fin de que puedan valerse  para los gastos de ella de los efectos de Propios o cualesquiera otros, no habiendo de aquellos con la calidad de su reintegro de e dichos efectos, y la de llevar la debida cuenta, y razón para darla en el Nuestro Consejo por la Contaduría General de Propios, y en su consecuencia, os mandamos a todos y a cada uno de vos que, luego que recibáis esta Nuestra Carta, la veáis, guardéis y cumpláis arreglándoos a su tenor en lo que a cada uno de vos corresponda, que así es nuestra voluntad: que de esta nuestra carta se tome razón en la Contaduría General de Propios, y que al traslado impreso de ella firmado impreso de ella firmando de don Pedro Escolano de Arrieta, escribano de Cámara, secretario del Supremo Consejo, en mi poder a quien me remito y para que conste, doy el presente en Alcalá la Real a tres de Noviembre de mil setecientos y ochenta y nueve. En testimonio ( hay un signo) de verdad. Juan Antonio Serrano.

Es copia de su original con quien a la letra concuerda. Y a quien me remito en el concepto de que va a entregarse dicho original al vuestro comisario d esta M.N.C. como recado de las  cartas de que se haze mención, y para que conste en virtud de lo acordado por la acta de Propios, doy el Presente  en Alcalá la Real a veinte d enero de 1790.    

 

 

 

 

ILUSTRACIONES –

 

         RETRATO DE CARLOS IV, OBRA DE FERNANDO MARÍN.
         Plaza del Ayuntamiento.           

 



[1] AMAR. Legajo 100 Pieza 5. Contiene provisión real y gastos.
[2] MARTÍN ROSALES, F. “Las fiestas extraordinarias de Alcalá la Real en los siglos XVIII y XIX. Toro de Caña. 2. Pág. 295 y 296. Diputación Provincial 1997.
[3] JUAN LOVERA, Carmen. Alcalá la real. Guía de la ciudad y sus monumentos. Alcalá la Real.1984..
[4] GILA MEDINA, Lázaro. Tomo IV. Historia de Alcalá Real. Año 2000.
[5] AAVV  HISTORIA DEL ARTE . Tomo VIIII. Pág. 65.

1 comentario:

  1. Me ha gustado especialmente esta entrada. Siempre he tenido dudas sobre la identidad del personaje y me las has aclarado con todo lujo de detalles.
    Saludos.

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