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miércoles, 12 de marzo de 2014

HACIA LA SEMANA SANTA VII. EL PASO DE PILATOS EN LA HERMANDAD DEL ECCE-HOMO.


 

LA HERMANDAD DEL SEÑOR DEL ECCE-HOMO Y JESÚS EN LA COLUMNA


 

 

                                   EL AYER DE UNA HERMANDAD

 

            La Hermandad del Ecce-Homo y Jesús en la Columna de Alcalá la Real, se remonta al año 1550, cuando se fundó la  cofradía de la Santa Veracruz. Pues formó parte de ella por medio de una hermandad, cuadrilla o paso que portó el gallardete y la imagen del Señor  de la Columna.

Esta hermandad desarrolló, por aquellos tiempos y durantes sus manifestaciones públicas- de disciplinantes y penitenciarias-,  los pasos de los  Ángeles, Abraham, Judíos, Sayones, Túnica y Sentencia con  la Tropa de la Ciudad que se convertía en un  elemento híbrido, a la vez compañía de soldados y hermandad  catequética.  

Más tarde, en torno a la mitad del siglo XVIII,  del seno de la Cofradía de Jesús Nazareno nació otra hermandad, con nombre del señor del Ecce-Homo. Varios pasos del Antiguo Testamento y de  la Pasión de Cristo se realizaban dentro de la procesión matutina del Viernes Santo: El Lazarillo y Longinos, los Reos, Simón de Cirineo, los Judíos, los Profetas, el rey David y  Judas...   

A principios del siglo XIX, con motivo de la primera desamortización de Manuel  Godoy, ministro del rey Carlos IV, desaparecieron muchas cofradías, hermandades, obras pías  y esclavitudes religiosas. Tan sólo, se mantuvieron aquellas que tenían un fin social y caritativo.

La antigua hermandad de la Veracruz, que por este tiempo figuraba con el nombre del Cristo de las Penas quedó simplemente como una hermandad de Ánimas en su iglesia hoy desparecida. Mientras, la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús- que por este tiempo había asumido popularmente toda la organización de la cofradía de Jesús Nazareno y del Rosario, se fundió con hermandad de la Santa Caridad, con lo que le permitía conservar su organización, bienes y funcionamiento. De ahí que esta renovación agrupara todas las cuadrillas dentro de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad, aunque de un modo decadente, fruto de los avatares históricos- la Ilustración, la Guerra de la Independencia y el  convulsivo siglo XIX-.

En el siglo XX, la  mañana del  Viernes Santo  siempre ofreció al pueblo alcalaíno este residual elenco de un  magnífico auto sacramental desarrollado en tablados, escenarios portátiles y  en las  dependencias de la Iglesia del Rosario y de la Veracruz.

Esta hermandad mantuvo  la peculiaridad de su vetusto vestuario, la originalidad de sus rostrillos, el eco legendario de  los pregones, y la rancia escenificación de la Semana Santa durante  noche del Jueves Santo y la mañana del Viernes Santo. Además incorporaron el Paso del acompañamiento del Santo Entierro, paso que antiguamente representaban la compañía o hermandad de Romanos de la  Soledad en la  tarde-noche del Viernes Santo.

 

EL HOY DE UNA HERMANDAD

 

Recientemente, el 20 de marzo de 2000,  ha sido erigida como hermandad   por el anterior Obispo de Jaén, don  Santiago García Aracil, y se aprobaron sus estatutos  por el mismo obispo y fecha. Fue un hito muy importante en la vida de la hermandad, por el que fue reconocido su  antiguo abolengo, y, al mismo tiempo, supuso una renovación en su carácter tradicional. A partir de este momento la hermandad se incorporó al mundo cofrade sin complejo alguno con sus estatutos, dando una lección espléndida de saber unir la tradición  con la renovación eclesiástica que significaban las nuevas normas. Por un  lado, un reglamento interno conserva  su ancestral forma de organizar los pasos y la vida interna de la hermandad. Por otro lado, los nuevos estatutos le hacen compartir su relación con la  institución eclesiástica, que quedaba anteriormente soslayada por la dependencia  con la cofradía matriz y la falta de representatividad en muchos ámbitos. Hasta hora, ha sabido perfectamente conjugarlos perfectamente con la figura de sus mayordomos de sus enseres y la sabia mano de su Junta Directiva, mostrando un claro ejemplo de la buena voluntad de estar abiertos para la renovación de las hermandades sin perder la identidad..

 

EL PASO DE PILATOS

 .  

No se ha  olvidado de  su tradición, tampoco, renovándose en todo su vestuario, disciplinas, enseres y  pasos  y representando  nuevos Pasos. Entre ellos, en la mañana del Viernes Santo, tras la salida de Jesús,   restauró el paso de La Sentencia. Por eso, una nueva figura   puso en  escena, la de Pilatos.

Este va vestido con la célebre toga romana, de púrpura en señal de majestad de autoridad militar como gobernador de tierras palestinas. Acompañado de varios romanos se coloca en el Paseíllo de la Mora, despliega un pergamino, donde está escrita la  Sentencia de Cristo. Toca un tambor  para anunciar el paso, el aleo  militar de la Tropa. Pilatos  lee  en voz alta lo lee.  Es el célebre pregón:

 

Manda el Imperio Romano

Que la muerte sea dada

En un madero que  lleve

A Jesús el Nazareno

¡Que muera  crucificado!

A continuación, como acontecían en la promulgación de los edictos los pregoneros lo cantan con esas voces que pierden el eco entre el cruce de la cardo y decumana romanas,  las calles del Llanillo y la Real.

Siempre, los pregones se acaban con este último pareado procesal de la Sentencia,  en nuestras palabras del Libro Paso ” que se completa con el fallo y la fórmula final de cualquier sentencia, precisamente en este contexto la más lógica  en este paso y no descontextualizada como sucede en otros pasos”.

Ninguno le consuele ni alabe

 

Infiel que tal hizo que tal pague.

Curiosamente, se ha deteriorado también con el tiempo, dándole al adjetivo el aspecto positivo “el fiel”, ilógico, a no ser que quiera verse con aspecto compasivo.

 

LA  CASA DE LA HERMANDAD

 

La Hermandad se ha restaurado en la calle de los Caños, lugar de vecindad de muchos hermanos, una Casa de Hermandad, un centro muy importante para la convivencia cofrade y para  exposición de este patrimonio etnológico de Alcalá la Real.    

 

 

 

 

 

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