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jueves, 9 de mayo de 2019

ELJUEGO DE LA ESGRIMA EN CASTILLO DE LOCUBÍN


Ante García de Espimosa (Legajo 5681, folio 304, .Año 1575), es muy interesante que Juan Barvo, maestro de esgrima da poder al carpintero de Torredondijimeno Cristóbal de Gadeo para que lo represente ante la Justicia local, para aprehender aun mozo que había apedreado a su hijo. Es un testimonio del juego de la esgrima que ya existía en la ciudad de la Mota, con su escuela que daba licencia de maestros de esgrima. 









Por un documento ante el Juan Bautista Cano en 10 de septiembre de 1638 y siendo testigos Martín de Rueda, Antón de Víboras y Bernardo Ruiz,  recoge la práctica deportiva del  Juego de la Esgrima en Castillo de Locubín.  Juan de Pareja aludía que  prieguiense Juan de Jiménez fue acusado por la Justicia de la ciudad de Alcalá la Real  de haberle herido Diego Palomino, maestro de esgrima, que le sacó en la Era de esta villa con una cuchillada en el hombro  izquierdo. Se muestra claramente que no fue un duelo, porque se refería a que el maestro jugaba con Jiménez a las armas y al tirarlas le dio estando recto y sin darle percibimiento entró la misma espada por la espaldas y se dio en un ojo.
Ante la petición de personas honradas, decentes, caballerosas y por el servicio a Nuestro Señor, ya que no tuvo culpa el maestro pedía que se le perdonara.
Se sacan las siguientes conclusiones:
-Ya existían presencia de las enseñanzas y escuelas de esgrima españolas con su correspondiente tipo de espadas roperas y sus reglas.   En el siglo XVII, la espada ropera tomó el control y se popularizó enormemente, sobretodo de la mano de la publicación de “De lo schermo overo scienza d’arme” del conocido esgrimista Salvator Fabris. El estilo de este, sería el dominante no solo en toda Italia sino en la esgrima germánica, decenas de maestros publicaron sus escritos entroncados con Fabris, es por tanto fundamental. En la esgrima española, la que se conocerá con el tiempo como Verdadera Destreza, conocida en toda Europa, admirada y competida a partes iguales, en base principalmente a un arma, la espada ropera.
L
Este maestro de esgrima castillero   de seguro que  habría aprendido de  la Verdadera Destreza, de Don Jerónimo Sánchez de Carranza y su famoso “De la philosofía de las armas y de su Destreza y la aggression y defensa cristiana publicado en 1582, con profundas bases teóricas, filosóficas y matemáticas. Destreza se convierte en algo más que una visión esgrimística, incorpora referencias a autores clásicos, la geometría, biomecánica y demás hijos del humanismo renacentista que daba sus coletazos aun en España. Y de este maestro contemporáneo Luis Pacheco de Narváez,  que desde 1624 fue maestro mayor de esgrima de Felipe IV así como de todo el reino. O de Carranza, que escribió “Libro de las grandezas de la espada en que se declaran muchos secretos del que compuso el comendador Jerónimo de Carranza”,  “Modo fácil y nuevo para examinarse los maestros en la destreza de las armas” o “Nueva Ciencia y Filosofía de la destreza de las armas”. Y no podemos olvidar a  Francisco Lorenz de Rada, con “Nobleza de la Espada” , Nicolás Tamariz con “Cartilla y luz en la verdadera destreza” o Francisco Antonio de Ettenhard y Abarca con “Compendio de los fundamentos de la verdadera destreza y filosofía de las armas”, por su  gran fama, en la época y en la esgrima antigua actual.  
Era muy frecuente la práctica de perdonar a las personas y dar una cantidad de dinero por el delito cometido. 


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