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jueves, 28 de julio de 2016



NOTAS SOBRE LA DEVOCIÓN DE SANTA ANA
Y SU
 COFRADÍA

Desde mediados del siglo XVI hasta los s mediados  del siglo XVIII, es evidente que la patrona y abogada de muchos alcalaínos era la Señora Santa Ana. A principios del siglo XVII, abundan los testamentos en los que sus cofrades, que son numerosos en la ciudad de Alcalá desde el siglo anterior, dejaban mandas de misas para que se dijeron en honor de la Abuela. Aún más le daban culto en la misma ciudad de Alcalá la Real, en concreto en la capilla de Santa Ana del convento de Nuestra Señora del Rosario, donde estaban las imágenes de san Joaquín y Santa Ana y los alcalaínos ofrecían misas por sus almas tras su defunción. Tampoco en estos primeros años, no olvidan ganarse el Santo Jubileo en la capilla de Santa Catalina de la iglesia de Santa María la Mayor, donde la imagen de Nuestra Señora se veneraba con mucho fervor y se convirtió en el segundo decenio en la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes.



LA CORTIJADA DE SANTA ANA

            A finales del siglo XVIII, la ciudad  de Alcalá la Real estaba muy preocupada por los visos que surgían  de independencia en  la villa del Castillo de Locubín, por eso no escatimaba esfuerzos para evitarla y cortar de raíz cualquier conato de secesión y , por eso,  denominaba a las aldeas por cortijadas . Y así lo hacía con la de Frailes y Santa Ana.
            Por un documento del escribano José Gutiérrez, en el que se inscriben como bienes de los hermanos Antonio  López de Quesada y Mari  de la Rosa, esposa de Francisco Sánchez una casa heredad de Felipe  de la Rosa  y Josefa González, sus padres. Es muy significativo para el conocimiento del hábitat de la aldea;  la casa era de teja, con corral y varias plantas, lindera con la casa y corral  de Félix López por alto, y por lo bajo con las herederos de Antonia Peñalver. Se deduce por ello que:
- Comienza a formar un  núcleo concentrado la aldea de Santa Ana con la unión de varias casas.
-Pues  se edifican casas estables de piedra frente a los chozones de retama de decenios anteriores.
-La fecha de 13 de   enero de 1793, indica que es el momento de impulso de tenencia a la formación de núcleos vecinales en los partidos del campo.

FIESTAS DE ROGATIVA Y DE EXEQUIAS


Las fiestas de rogativa suelen celebrarse con motivo de las situaciones de sequía,  momentos de continuada lluvia, años de peste, terremotos, y otras calamidades de a ciudad. también las hay de signo positivo en acción de gracias. A lo largo de la historia, existen dos tipos de ceremonia: el primero se caracteriza por una función de iglesia, novenario y procesión general con traslado a otras iglesias de la localidad- al principio, desde la iglesia mayor de la Mota a la iglesia de la Veracruz, y, posteriormente, de la iglesia de Consolación a esta iglesia de la Veracruz. En el caso de Nuestra Señora Santa Ana, desde su ermita a los templos de la ciudad del llano. El segundo consiste en un triduo, con los mismos elementos. Con frecuencia, se terminan con un Te deum de acción de gracias. Hasta mediados del siglo XVII, comparte el patronazgo de las desgracias, la imagen de santa Ana, que se traslada desde su aldea a la iglesia Mayor, con la Virgen de las Mercedes. Posteriormente, desde el siglo mediados del XVII hasta  hoy día la Virgen de las Mercedes realiza el patronazgo. A veces, el procedimiento es más simple y se reduce a una simple misa cantada de acción de gracias.
La iniciativa corre a cargo de los caballeros del cabildo municipal, que suelen solicitarla al cabildo eclesiástico en razón de la tradición y convencimiento de que la advocación a dichas patronas conllevaba la salvación de las circunstancias calamitosas de paro, hambre, destrucción, sequía y de torrenciales lluvias, o, en muchas ocasiones, victoria en las batallas. No obstante, pronto, el gremio de labradores y pujareros acuden por su cuenta en forma de comisión a solicitar una rogativa en las situaciones señaladas, a lo que responde el cabildo haciendo las gestiones oportunas.
Es frecuente un tipo de rogativas conmemorativas que se van a celebrar en el siglo XIX con motivo de la onomástica del rey el día de san Fernando, que, a veces, coincidían con las fechas de la celebración del día de la Constitución, en las que se cantaban unos Te Deum, en los que acudían los dos cabildos. No sólo se ruega o se da acción de gracias por motivos locales sino por asuntos ajenos a la localidad, como en el año 1742 con motivo del cese de la peste de la ciudad de Málaga[26].
La repetición mecánica de desgracia-rogativa-acción de gracias generó suspicacias en el clero abacial, que no veía con buenos ojos este tipo de rogativas. Son muchos abades los que tratan de impedir el carácter estricto de muchos de los actos e, incluso, califican al cabildo de ejercer la superstición. No obstante podían más en los caballeros regidores sus campos y sus  tradiciones, como cuando dicen en el cabildo del día catorce de mayo de 1815:
que ignora los mandamientos que hayan tenido para ello el cabildo eclesiástico, estando pensando en su acuerdo la palabra denigrativa de ser supersticioso que la Virgen nuestra señora dispense su misericordia por la ciudad
ordenando una rogativa  de tres días con salves, letanías y música que salga y vuelva de la Iglesia Mayor.

Por eso, la Señora Santa Ana vino a Alcalá la Real en muchas ocasiones, como era tradicional,  desde su ermita hasta la Iglesia Mayor Abacial. Se hizo con motivo de rogativas y acción de gracias. En  mayo  y julio  de 1653, se solicitó por dos ocasiones  a causa de los fuertes temporales que incidían negativamente en el laboreo de los campos y se imprecaba como medianera para detener las lluvias[1]. la fiesta en su honor curiosamente se hizo una fiesta en su honor con víspera y misa en la Iglesia Mayor Abacial.  El14 de abril de 1757 se hicieron  rogativas Santa Ana, junto con la Virgen de las Angustias, Virgen de las Mercedes y Jesús Nazareno con motivo de las calamidades de aquellos tiempos, que se reflejan en el libro de gastos o libranzas de la ciudad. Y alude a una de la langosta de  agosto de 1756 y otra de la Virgen de las Mercedes  en acción de gracias  por el gran terremoto que aconteció el uno de noviembre de 1755 y no haber ocurrido desgracia alguna .

FIESTAS DE ACONTECIMIENTOS REALES

          Hay un tipo de fiestas que, a lo largo del  siglo XVIII  y hasta principios del siglo XX, se mantuvieron, son las referidas a todo el proceso del embarazo de la Reina. Desde el anuncio oficial del preñamiento de la reina hasta los días anteriores al parto, se multiplicarán las fiestas de rogativa en una sociedad en la que el índice de mortalidad era elevado entre la población infantil. Sírvanos de ejemplo, el  del alumbramiento del príncipe  por la reina María Luisa de Saboya para conocer las características definitorias de este tipo de fiestas. El día siete de febrero de 1707, se recibe un correo, procedente de don Francisco de Quincoces, presidente del Consejo de Castilla, en el que se informa al corregidor de la noticia del embarazo. Inmediatamente, el cabildo alcalaíno acuerda que se celebren rogativas públicas y secretas:

para que se logre el subceso feliz de su deseado alumbramiento y que se hagan demostraciones de alegrías que se pudieren.
Se pueda explicar su afecto en la demostración de su júbilo se hagan con luminarias tres noches repetidas desde la próxima venidera, en que se recibe la noticia, para que no haya dilación , se pregone en los sitios públicos de ella.

A continuación visitan al señor abad para programar la fiesta religiosa  los comisarios, Romero y Cedillo, invitando a todo el cabildo eclesiástico y a todos los prelados de los conventos. Con el fin de que la protección divina sea la más beneficiosa, la ciudad también acuerda la protección de santa Ana, por ser protectora de las embarazadas:

y sabiendo que ,por la especial protección que asiste a Sta . Ana, patrona de esta ciudad para el buen alumbramiento de las mujeres preñadas, como se ha experimentado y para que conciban desde luego acuerda esta ciudad se la dedique y consagre fiesta para el buen alumbramiento deseado de Nra. Sra. la Reyna y S.S0, por esta vez y por quanto reside santa Ana en su Iglesia, que dista media legua de esta ciudad, para que cuando abone el tiempo, vaya esta ciudad en forma de celebridad de dicha fiesta, quedando elección de dichos cabildos concurrir el señalado día para esta  festividad sin menor omisión, luego  que el tiempo lo permita y lo que costare dicha fiesta. 
  No escatima medios la ciudad que  permite se saquen los dineros de los propios de la ciudad y del medio que fuera posible tan sólo con la limitación de los que restituya[5].
Este tipo de fiestas se repite a lo largo del embarazo de la reina en los seis meses y en los días que preceden al parto por medio de una serie de rogativas.




[1]AMAR. Actas de cabildo de 21 de mayo y  28 de julio de 1653.

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