NOTAS SOBRE LA DEVOCIÓN DE SANTA ANA
Y SU
COFRADÍA
Desde
mediados del siglo XVI hasta los s mediados
del siglo XVIII, es evidente que la patrona y abogada de muchos
alcalaínos era la Señora
Santa Ana. A principios del siglo XVII, abundan los
testamentos en los que sus cofrades, que son numerosos en la ciudad de Alcalá
desde el siglo anterior, dejaban mandas de misas para que se dijeron en honor
de la Abuela. Aún
más le daban culto en la misma ciudad de Alcalá la Real , en concreto en la
capilla de Santa Ana del convento de Nuestra Señora del Rosario, donde estaban
las imágenes de san Joaquín y Santa Ana y los alcalaínos ofrecían misas por sus
almas tras su defunción. Tampoco en estos primeros años, no olvidan ganarse el
Santo Jubileo en la capilla de Santa Catalina de la iglesia de Santa María la Mayor , donde la imagen de
Nuestra Señora se veneraba con mucho fervor y se convirtió en el segundo
decenio en la imagen de Nuestra Señora de las Mercedes.
A finales del siglo XVIII,
la ciudad de Alcalá la Real estaba muy preocupada
por los visos que surgían de
independencia en la villa del Castillo
de Locubín, por eso no escatimaba esfuerzos para evitarla y cortar de raíz
cualquier conato de secesión y , por eso,
denominaba a las aldeas por cortijadas . Y así lo hacía con la de
Frailes y Santa Ana.
Por un documento del
escribano José Gutiérrez, en el que se inscriben como bienes de los hermanos
Antonio López de Quesada y Mari de la
Rosa , esposa de Francisco Sánchez una casa heredad de
Felipe de la Rosa y Josefa González, sus padres. Es muy
significativo para el conocimiento del hábitat de la aldea; la casa era de teja, con corral y varias
plantas, lindera con la casa y corral de
Félix López por alto, y por lo bajo con las herederos de Antonia Peñalver. Se
deduce por ello que:
- Comienza a formar un núcleo concentrado la aldea de Santa Ana con
la unión de varias casas.
-Pues se edifican casas estables de piedra frente a
los chozones de retama de decenios anteriores.
-La fecha de 13 de enero de 1793, indica que es el momento de
impulso de tenencia a la formación de núcleos vecinales en los partidos del
campo.
FIESTAS DE ROGATIVA Y DE EXEQUIAS
Las fiestas de rogativa suelen celebrarse con
motivo de las situaciones de sequía, momentos
de continuada lluvia, años de peste, terremotos, y otras calamidades de a
ciudad. también las hay de signo positivo en acción de gracias. A lo largo de
la historia, existen dos tipos de ceremonia: el primero se caracteriza por una
función de iglesia, novenario y procesión general con traslado a otras iglesias
de la localidad- al principio, desde la iglesia mayor de la Mota a la iglesia de la Veracruz , y,
posteriormente, de la iglesia de Consolación a esta iglesia de la Veracruz. En el caso
de Nuestra Señora Santa Ana, desde su ermita a los templos de la ciudad del
llano. El segundo consiste en un triduo, con los mismos elementos. Con
frecuencia, se terminan con un Te deum de acción de gracias. Hasta mediados del
siglo XVII, comparte el patronazgo de las desgracias, la imagen de santa Ana,
que se traslada desde su aldea a la iglesia Mayor, con la Virgen de las Mercedes.
Posteriormente, desde el siglo mediados del XVII hasta hoy día la Virgen de las Mercedes
realiza el patronazgo. A veces, el procedimiento es más simple y se reduce a
una simple misa cantada de acción de gracias.
La iniciativa
corre a cargo de los caballeros del cabildo municipal, que suelen solicitarla
al cabildo eclesiástico en razón de la tradición y convencimiento de que la
advocación a dichas patronas conllevaba la salvación de las circunstancias
calamitosas de paro, hambre, destrucción, sequía y de torrenciales lluvias, o,
en muchas ocasiones, victoria en las batallas. No obstante, pronto, el gremio
de labradores y pujareros acuden por su cuenta en forma de comisión a solicitar
una rogativa en las situaciones señaladas, a lo que responde el cabildo
haciendo las gestiones oportunas.
Es frecuente un tipo de rogativas
conmemorativas que se van a celebrar en el siglo XIX con motivo de la
onomástica del rey el día de san Fernando, que, a veces, coincidían con las
fechas de la celebración del día de la Constitución , en las que se cantaban unos Te
Deum, en los que acudían los dos cabildos. No sólo se ruega o se da acción de
gracias por motivos locales sino por asuntos ajenos a la localidad, como en el
año 1742 con motivo del cese de la peste de la ciudad de Málaga[26].
La repetición mecánica de desgracia-rogativa-acción
de gracias generó suspicacias en el clero abacial, que no veía con buenos ojos
este tipo de rogativas. Son muchos abades los que tratan de impedir el carácter
estricto de muchos de los actos e, incluso, califican al cabildo de ejercer la superstición.
No obstante podían más en los caballeros regidores sus campos y sus tradiciones, como cuando dicen en el
cabildo del día catorce de mayo de 1815:
que ignora los mandamientos que hayan tenido
para ello el cabildo eclesiástico, estando pensando en su acuerdo la palabra
denigrativa de ser supersticioso que la Virgen nuestra señora dispense su misericordia
por la ciudad
ordenando una
rogativa de tres días con
salves, letanías y música que salga y vuelva de la Iglesia Mayor.
Por eso, la Señora Santa Ana vino a Alcalá la Real en muchas ocasiones,
como era tradicional, desde su ermita
hasta la Iglesia Mayor
Abacial. Se hizo con motivo de rogativas y acción de gracias. En mayo y
julio de 1653, se solicitó por dos
ocasiones a causa de los fuertes
temporales que incidían negativamente en el laboreo de los campos y se
imprecaba como medianera para detener las lluvias[1].
la fiesta en su honor curiosamente se hizo una fiesta en su honor con víspera y
misa en la Iglesia Mayor
Abacial. El14 de abril de 1757 se
hicieron rogativas Santa Ana, junto con la Virgen de las Angustias,
Virgen de las Mercedes y Jesús Nazareno con motivo de las calamidades de aquellos
tiempos, que se reflejan en el libro de gastos o libranzas de la ciudad. Y alude
a una de la langosta de agosto de 1756 y
otra de la Virgen
de las Mercedes en acción de
gracias por el gran terremoto que aconteció
el uno de noviembre de 1755 y no haber ocurrido desgracia alguna .
FIESTAS DE ACONTECIMIENTOS REALES
Hay un tipo de fiestas que, a lo largo
del siglo XVIII y hasta principios del siglo XX, se
mantuvieron, son las referidas a todo el proceso del embarazo de la Reina.
Desde el anuncio
oficial del preñamiento de la reina hasta los días anteriores al parto, se
multiplicarán las fiestas de rogativa en una sociedad en la que el índice de
mortalidad era elevado entre la población infantil. Sírvanos de ejemplo,
el del alumbramiento del
príncipe por la reina María
Luisa de Saboya para conocer las características definitorias de este tipo de
fiestas. El día siete de febrero de 1707, se recibe un correo, procedente de
don Francisco de Quincoces, presidente del Consejo de Castilla, en el que se
informa al corregidor de la noticia del embarazo. Inmediatamente, el cabildo
alcalaíno acuerda que se celebren rogativas públicas y secretas:
para que se logre el subceso feliz de su
deseado alumbramiento y que se hagan demostraciones de alegrías que se
pudieren.
Se pueda explicar su afecto en la demostración
de su júbilo se hagan con luminarias tres noches repetidas desde la próxima
venidera, en que se recibe la noticia, para que no haya dilación , se pregone
en los sitios públicos de ella.
A continuación visitan al señor abad para
programar la fiesta religiosa los
comisarios, Romero y Cedillo, invitando a todo el cabildo eclesiástico y a
todos los prelados de los conventos. Con el fin de que la protección divina sea
la más beneficiosa, la ciudad también acuerda la protección de santa Ana, por
ser protectora de las embarazadas:
y sabiendo que ,por la especial protección que
asiste a Sta . Ana, patrona de esta ciudad para el buen alumbramiento de las
mujeres preñadas, como se ha experimentado y para que conciban desde luego
acuerda esta ciudad se la dedique y consagre fiesta para el buen alumbramiento
deseado de Nra. Sra. la Reyna
y S.S0, por esta vez y por quanto reside santa Ana en su Iglesia, que dista
media legua de esta ciudad, para que cuando abone el tiempo, vaya esta ciudad
en forma de celebridad de dicha fiesta, quedando elección de dichos cabildos
concurrir el señalado día para esta festividad
sin menor omisión, luego que
el tiempo lo permita y lo que costare dicha fiesta.
No
escatima medios la ciudad que permite
se saquen los dineros de los propios de la ciudad y del medio que fuera posible
tan sólo con la limitación de los que restituya[5].
Este tipo de fiestas se repite a lo largo del
embarazo de la reina en los seis meses y en los días que preceden al parto por
medio de una serie de rogativas.
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