HISTORIA
TIERRAS DE REALENGO Y CORTIJOS
La cultura de estas
tierras se remonta a la época argárica, incluso recientemente se
hallan asentamientos neardentalenses; pero una época próspera de esta aldea fue
la musulmana donde hubo, por varios testimonios arqueológicos. algunos
asentamientos en formas de alquerías y necrópolis. El origen de este
partido de campo se asentó definitivamente en el actual núcleo, con la primera
repoblación de Alfonso XI que incidió por las zonas cercanas a Alcalá la Real
en torno a los cortijos del Águila o el de Torres, Cantera Blanca y Chaparral
de Nubes y junto al cortijo de la capellanía de Pedro Hernández de Alcaraz(
que pasó a Diego de Aranda Figueroa) junto al portillo de la s Carreteras en el
camino que bajaba al Monte de Nubes, y
en torno a las tierras del capitán Diego de Aranda junto la Atalaya de Nubes, y
desde este lugar al camino de Cantera Blanca, las tierras de Diego de Córdoba, oidor de la
Chancillería, Diego Hernández de
Anguita, Gonzalo Hernández de Santisteban, Catalina López del Salto y Alonso
Herrero Pineda hasta el camino de Cantera Blanca..
En tiempos de los Reyes Católicos recibieron
una gran merced el regidor malagueño Pedro Verdugo, junto a estos predios.
Desde el camino de Fuente de la Piedra se extendía una gran parte de monte sin
señalización ni vivienda alguna hasta las tierras de Majalcorón y por la parte
de la otra orilla del Palancares orientada hacia los términos de Granada,
Íllora y Montefrío una gran cantidad de monte y baldío que se dedicaba al
ganado con una vereda que se adentraba hasta las misma faldas. . Hay una gran
extensión de tierras de propios, monte realengo cerca del Juanil, Llano de los
Muchachos, cerro de las Madrigueras, y Yerbatunal.
El
repartimiento de Francisco de Alarcón
Posteriormente, siendo corregidor Francisco de Alarcón en 1527, se llevó a cabo
un nuevo repartimiento en tiempos de Carlos I que incidió por la parte del
Chaparral, Fuente Nubes y riberas del Palancares dentro de un lote de 10.000
fanegas de tierra que afectó a todo el término de Alcalá la real. Para llevarlo
a cabo se llevaron a cabo varias cuadrillas y repartieron varias suertes de
determinados lotes de terreno o trances
de terreno, estableciendo una vereda junto a los cauces de los ríos en un lado
y otro de diez estadales.
Como
se puede deducir, a lo largo de los padrones y censos del siglo XVII y
principios del siglo XVIII, la siguiente
conclusión, a cuyos datos fidedignos nos
referimos anteriormente[1]: “La zona comprendida en las riberas del Palancares y el Velillos
se extendía desde Mures hasta Valdegranada, moteada de caserías y
cortijos. Era fruto de los
repartimientos anteriores y de las nuevas roturaciones de tierras: (dejando
aparte los cortijos de la Jineta, Moralejo, Acequia, cortijo de la Cartuja,
Pilillas, cortijo de Nieto, Peña del Yeso, por comprender otra unidad que
estudiamos y se engloban en Ermita Nueva), se mencionan a los cortijos Las peñuelas,
cortijo del Alcayde, Llano de los
Muchachos, Peñuela de Nubes,
venta de los bramaderos, cortijo de Diego de Aranda, Chaparral, Cerro Gordo y
Fuente la Oya (…) Aunque los cortijos del Águila y de Cantera Blanca ( uno de
la familia de los Góngora y otro de los Utrilla) procedían de repartimientos
anteriores , el Romeral, el Chaparralejo y el Alamoso también fueron otros
lugares que tuvieron un gran desarrollo
roturador. En su fisonomía se entremezclaban los cortijos con las casas de
retama, consecuencia de repartimientos para pagar los arbitrios del siglo XVIII. A pesar que era una zona de
dependencia total con el casco urbano de Alcalá la Real, el aumento de población
obligó al establecimiento de la industria harinera . Así el molino Cañón se
levantó para el abastecimiento de los
vecinos, hacia fínales del siglo XVIII,
y los vecinos tenían que ir a las
Riberas o al de las Juntas para comprar la harina. En esta zona, por su cercanía con el casco de
Alcalá la Real, los labradores
arrendatarios solían residir hasta mediados del siglo XVIII en el núcleo
urbano. Entre sus tierras, se encontraba algunos predios, propios de los conventos
de la ciudad y de forasteros, como de Chaparral de Nubes que era propiedad del
convento de la Concepción de Loja. ”
SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVIII
En
el siglo XVIII, en 26 de mayo de 1770, con motivo de la política de la
promoción de la riqueza agrícola e industrial se llevó a cabo, siguiendo las
directrices de le Consejo Supremo de Castilla,
un repartimiento muy importante en toda la zona de Alcalá la Real que
afectó a unas diez mil fanegas de tierra pertenecientes a los terrenos
comunales o de realengo. En este paraje
de Cantera Blanca se repartieron de nuevo las siguientes suertes en estos parajes:
-Llano
de los Muchachos: 43 suertes, del número 799 al 842, (11 de nueve fanegas; 6 de más de diez
fanegas, y el resto entre cinco y ocho), que se repartieron entre los que
labraban y constituían los cortijos de este lugar. Entre las familias se
encontraban las de Antonio González, Agustín José Carrillo, Feliz de Mesa,
Miguel y Juan de Ocaña, Peñálver, García, Antonio de Alva, los Coca, Hermoso,
e García Gallardo, Márquez, Francisco
Guelte o Huelte,
-Cuatro
en Ejidos de Verdugo,( dos de 11 fanegas y otras de seis y siete, correspondían
a los números 730-734)
-Yerbatunal,
lo que hoy es Gatunal, con cinco suertes y 32 fanegas- Recayeron en María Marques, Ricardo Palacios, Valentín
Romero y Pedro García Romero.
-Alcaiceruela
o Escaleruela ( que suelen asignar a las Pilillas) con 20 suertes para familias de los Márquez,
Peñalver, Cano , entre otros. es correspondían las suertes 763-784.
Espinar
de la peña del Yeso co 27 suertes , que se distribuían entre cuatro de doce
fanegas y el resto entre 5 y nueve fanegas , para familias de Francisco de
Toro, Arévalo, Gutiérrez, etc.
Correspondían a las encuadradas entre los números 843 y
859.
-La
Hondonera con 87 parcelas repartidas entre vecinos de la ciudad de Alcalá la
Real. Corresponden a las parcelas 860-947.
-Chaparral
de Nubes con 30 suertes (1102--- 1140 l
La mayoría de seis fanegas y media , cuyos colonos pertenecían al núcleo de los cortijos rurales
de la Pedriza.
-Y
otra del mismo Llano de los Muchachos y
Palancares ( 252-301) con 40 parcelas de unas seis fanegas de tierra con
sobrantes en camino y algunas de 11. Por
este lugar se van concentrado algunas familias de cortijos como el de los
Hueltes y García Gallardo en diversas parcelas del Llano de los Muchachos.
-Camello,
que dará lugar a una serie de roturaciones ilegales a partir de 1770 y desembocará
con la imposición de la autoridad en el siglo siguiente.
[1] AAVV. ALCALÁ LA REAL. HISTORIA DE
UNA CIUDAD FONTERIZA Y ABACIAL. Tomo II. Pág. 286-290.
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