2.- A principios del siglo XIX, la hermandad del
Gallardete se encontró en una nueva situación jurídica. Según la constitución
novena de las Constituciones del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad, se nos
esclarece y explicita su organización interior, denominándose cuadrilla: “Para
el desempeño en las antecedente función (culto a la imagen
de Jesús Nazareno y ejercicio de la caridad), tiene formados y se derivan de
ella con igual antigüedad varios ramos divididos en cuadrillas que se denominan
de los gallardetes como destino de conducir y acompañar en la procesión del Viernes Santo que va referido la imagen
respectiva de su advocación, y cada una
se compone de varios individuos que tienen por cabeza un cuadrillero y
dos padres de almas electos de entre ellos mismo (…) en el régimen y gobierno económico e ínterin
de cada cuadrilla o gallardete ha de intervenir uno de de los patronos de la cofradía por el orden de su
antigüedad, de forma que se ocupen en esta intervenciones tantos cofrades
patronos cuantos son los gallardetes y será obligación de los patrones
interventores cuidar y celar de que, a los respectivos tiempos , los hermanos individuos de la respectiva cuadrilla sufraguen y
contribuyan en las limosnas y asignaciones que se refieren en la constitución
catorce, ya con respecto al fondo de la hermandad y a con el de Misas por las
ánimas de los hermanos difuntos y de los que vayan falleciendo”.
3. Curiosamente, se celebraba un cabildo con los cuadrilleros el día de San José, donde,
con presencia obligada del patrón, se
daba cuenta de las limosnas recolectadas por los hermanos cuadrilleros para
decir misas por el alma de los hermanos y se organizaba el calendario de misas. Lo reglaban con estas palabras: “siguiendo la costumbre ha de celebrarse el día del Señor San José,
diez y nueve de marzo de cada año en la dicha Iglesia y convento del Rosario a
la hora cómoda que se señale , haciéndose la convocación a toque de campana la
noche inmediata precedente y en el mismo día del cabildo; y en él tendrán
obligación los patronos de que se presenten las cuentas de sus cuadrillas, bien
justificadas, en cuyos términos serán aprobadas cuando no contengan gasto o
dispendio alguno hecho en cosa o negocio ajeno del verdadero culto y peculiar
instituto , según está prevenido por reales órdenes” .
4. El acto de recibir el cargo del objeto religioso,
en este caso, el gallardete debía remontarse en su origen a la imitación del cabildo de suertes municipal del siglo XVI.
Durante su celebración, en una vasija, cántaro o una vasija de plata solían
encerrar bolas de plata introduciendo en cada una de ellas la agraciada suerte o función que le
correspondía. En este caso, se revestía de un misterio religioso como gracia
concedida por Jesús. De ahí que algunas hermandades lo reglamenten de esta
manera explícita “congregados todos los
hermanos en las casas del hermano mayor
se ha de proceder lo primero al
sorteo de (del gallardete ( refiriéndose a la Túnica en la Hermandad del Ecce-Homo), sacando cada hermano la
bola por su mano, según la antigüedad de
su asiento, , como va anotado, y al que
le tocare , ejercerá en el año viniente las funciones de hermano mayor” (
Constituciones de la hermandad del Ecce-Homo en 1814)
Hay
muchos más puntos e interesantes: la salida del gallardete, la dirección del
itinerario, las sustituciones…pero lo dejaremos para otro año.
LAS FOTOS SON DE ANOCHE DE S. COBALEDA.
LAS FOTOS SON DE ANOCHE DE S. COBALEDA.
Francisco Martín Rosales
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