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martes, 7 de abril de 2015

DEL PARTIDO DE CAMPO DE CANTERA BLANCA A LA ACTUAL PEDRIZA

LA PEDRIZA


DEL PARTIDO DE CAMPO DE CANTERA BLANCA A LA ACTUAL PEDRIZA



HOMENAJE A KRISPINIANO 
         DESCRIPCIÓN DE SU NATURALEZA

Entre las divisiones de los 12  partidos de campo de la comarca o municipio alcalaíno, destacaba, a mediados del siglo XIX,  el de CANTERA BLANCA, compuesto por varios núcleos: dispersos como el de Villalobos, el de Cantera Blanca y el propio de la Pedriza, que actualmente  da nombre a los dos últimos en detrimento de Cantera Blanca y la separación como aldea de Villalobos. Son tierras de muy buena calidad, pertenecientes a la zona suroriental del término de Alcalá la Real, formado por un conjunto de colinas cortadas de  barrancos,  cañadas y vertientes de aguas llovedizas, cuyas partes más llanas  se roturaron y se convirtieron en tierras de secano, productoras de cereales, las cuales, actualmente, han sido conquistadas por el  olivar en su mayor parte, salvo las partes de las cimas que conservan la vegetación y flora del monte mediterráneo con predominio del encinar y algún que otro quejigo, alcornoque y  fresno, y algunas zonas de huertos y hortalizas junto a los arroyos y pozos de extracción artificial que producen hortalizas, arbolado de frutas etc. En tiempos de Madoz, ocupaba este partido 4.200 fanegas de tierras, 200 de muy buena calidad – 130 de cereal y el resto de riego-;  2.220 de mediana calidad. 1500 de cereal y el resto de monte, y de mala calidad  1800-. 500 de secano y el resto de monte-; Existían 133 suertes de tierras  a las que correspondían 732 fanegas, más todos los cortijos de propios entre ellos el Allozarejo. . El arroyo del Palancares riega estas tierras en dirección de Oeste-Este y se le unen el Alamoso,  el Yerbatunal, denominado popularmente por deformación Gatunal y  otros arroyuelos como el de Cantera Blanca y Fuente Nubes,  por la vertiente que da a la Pedriza y Cantera Blanca; por la vertiente del Camello, el arroyo de Conejeras, que une los Endrinales y Cañadas, el de Ana Ramos, los barranco de Cañada Honda y Garrapatilla . Salvo una cantera, hasta el siglo XX no existía otra forma de riqueza que la agricultura y la ganadería y apicultura  de complemento. En torno a la dehesa del  Camello, los pastos  y el arbolado ofrecía alimento para los ganados  porcinos, caprino, lanar, caballar, asnal y boyal. Hoy día prácticamente  ha quedado reducido el ganado para puro abastecimiento  y apenas existe ganadería salvo alguno lanar o caprino al haber sustituido la maquinaria gran cantidad de los otros animales de trabajo, carga o transporte. 
Hay que resaltar , por el origen del nombre del término, la cantera,  que, en términos de Madoz,  “ la cantera es de piedra franca muy fina y de color bastante claro, y se desmorona con mucha facilidad en sitio húmedo,  y por cuya circunstancia no es la más a propósito  para obras de esmerada labor, a pesar de su aparente belleza”
           




VÍAS DE COMUNICACIÓN

La vías de comunicación eran, hasta mediados del siglo XIX,  escasas y se reducían a caminos de herradura, servideras, calles de campo y veredas.
No existía ninguna parada o fonda a lo largo de este trayecto hasta llegar a la Venta de los Agramaderos, tan solo una caseta de peones camineros estuvo hasta los años setenta del siglo XX en la carretera de Montefrío. También otra venta existia cerca de Villalobos antes de emprender el camino de Conejeras. 
Dentro de  las vías pecuarias se mantenían para este partido de campo las siguientes:
_-Vereda  de Montefrío que comunicaba el casco  desde la colada de san José a la Redonda, hasta  el límite y transcurría por la Hondonera hacia adelante  hasta llegar al arroyo de  Palancares en la zona de Villalobos ( hoy carretera municipal).
-Camino de los Hueltes y de la Ventilla.
-Camino de Algarinejo.
_Camino de Fuente Hoyos
-Camino de  Íllora
-Camino de la Chota
-Camino de Agreda.
A mediados del siglo XX, se conservaban estas vías pecuarias:
-Cordel de la  Divisoria  que partía de la carretera de Granada y se adentraba a los Términos de Montefrío e Íllora por la divisoria atravesando el Palancares,
-Colada o caminos  de  Íllora que partía e del cordel de la Divisoria. De esta colada actualmente salen  en la ladera del Camello : el camino hacia el cortijo de Camuñas,  y de aquí otro al cortijo de la Zorra, otro camino hasta la casilla de Retamero y Cañada Honda; Otro a la Fuente Ballesteros; y otro en dirección a la Guardesa; en dirección a Cantera Blanca, uno al cortijo al Mayorazgo, que enlaza con el núcleo de Villalobos, otro a Garraaptas y Garrapatilla; otro a l cortijo del Cierzo Bajo, Otro al cortijo Cierzo Alto; . otra l cortijo de Corrales, Camino de Agreda, transformada en la carretera de Villalobos.  Y pasa por el Gatunal y Palancares hasta llegar a la divisoria. Pasaban  por su parte  final por el cortijo  de la Fuente la Zarza, enlazando con el de la Casa Nueva, hasta llegara Ana Ramos,
-Camino de la Chota desde Cantera Blanca hasta de Agreda. este camino pasa con una bifurcación inicial por los cortijos de Salobreja, de las Minas,  y de la Loma.
-Camino de los Hueltes que enlaza con el camino de la Ventilla y luego con el de la Divisoria a través de la Casa de Butista, cortijo de Peñicas,  el cortijo del Allozarejo y casilla Carrillo, este camino se bifurca por el camino que va a Conejeros y cortijo de la Fuente la Hoya hasta llegar al Cortijo de la Perrera y La Hoya Alta.
-Camino de Fuente Hoyos, desde el camino del Algarinejo, actual carretera de Vélez. Hasta la Divisoria.
-Vereda de de Montefrío, el actual que pasa por la Hondonera, Cantera Blanca  y por bajo de la Pedriza. De el que parten : camino de Turullote y Molino Sol  hasta la Perrera el del cortijo de la Peñuela ; dando a la pedriza : el de las Roturas y el de la Peñuela
-Camino de Algarinejo, la actual carretera,  y enlazaba con el de los Hueltes en su parte baja.

              
     EN LA ACTUALIDAD
Actualmente, la atraviesa la carretera regional A 335  de  Úbeda a Torre del Mar  que pasa por el cortijo del Cañuelo, de la Viñas, del Barrio,  cerro Gordo, cortijo de Pineda, por el paraje de la Pedriza, otra provincial a través del cortijo del Águila, que llega al cortijo de Chaparra y, dentro del  de Ordenaciones  de Explotaciones Agrarias durante el quinquenio 1983-1988 y a través de un concierto con el IRYDA se 1981, se abrieron las carreteras pavimentadas entre la Hondonera y Cantera Blanca y Villalobos- Íllora, enlazando con la que subía hacia la Pedriza  por el cortijo del Chaparral. .
      A Villalobos, llega la carretera provincial ( JV 2243) a  unos 7 km desde Alcalá la Real.
Además, existen varios caminos como el antiguo camino de Montefrío por el Alamoso, el camino de Loja y Algarinejo, y la vereda junto al Palancares.


Posee Tic de acceso público en el centro Social. 


KRISPINIANO MESA


            Krispiniano, pintor de la saga alcalaína, ha sido prototipo del arte autodidacta artístico en los  pueblos andaluces. Costumbrista de los campos andaluces, al mismo tiempo que estaba untado con el sabor al terruño y era exponente del alma campesina, libre como  el viento, y constante como las encinas de las pedrizas de Fuente Nubes, que contorneaban su casa de asueto y descanso; viajero y avizor de los impulsos artísticos del momento, color de  fuerza en sus plasmaciones pictóricas destacando el azul de melancolía  obligada, a la que añadía el contraste entre el blanco y rojo  dentro de  una naturaleza que quedaba fijada en el lienzo recio  y grave por  sus manos trabajadas. Textura, contexto, materia y realidad del campo y hombres andaluces ¡Qué mas cosas puedo decir de su persona!

Krispiniano nació  en los difíciles momentos de la historia reciente  de España, sufrió las heridas que le dejó marcada de la cultura truncada por el sable desaprensivo; presumía de su abuelo que leía los periódicos de la República  cuando sus convecinos se dedicaban tan solo a segar los campos  para criar a sus hijos  de tal modo que  su asueto se resumía en acudir a las tabernas para cobrar el triste salario de jornaleros y formarse oralmente en los centros obreros de las Casas del Pueblo aldeanas.  No comprendía cómo el azar podía haber dejado a sus antepasados sin poderse defender y había sufrido sus consecuencias en su propia carne.  Pero a Krispiniano le gustaba traspasar fronteras, por eso  me gustaba su porte de hombretón, fajado con su huerto en una decoración que se parecía a la quinta de Horacio,  salvaje y apta para trasladar a los cuadros  las glorietas naturales  y lo ensobrados de almendros; siempre que lo visitaba  me venía a la mente que  imitaba  a Dalí en la decoración de su casa reutilizando desde las bañeras de  un cuarto de aseo para la pila de una fuente como  el poyo  sacado de una roca excavada de los antiguos tiempos cuando los molineros sacaban piedras para sus artilugios  que convertían el trigo en harina ( le gustaba remontarlos a tiempos de los árabes, disfrutaba enseñándome la cantera adosada a su vivienda, el paisaje pedriceño que recogía en sus cuadros…)
Muchos formaron con él equipo en  una generación de pintores alcalaínos que  vivió el posfranquismo y la transición y ha pervivido en la democracia ( era el maestro in rectore);  se abrió campo en ciudades importantes , expuso en galerías Madrid y en otras ciudades, en exposiciones individuales y colectivas;  muchas casas se adornan con  escenas  campesinas que supo  plasmar como ninguno y ya son historia ; afortunadamente recibió recientemente un último homenaje en la capital del Santo Rostro y en su pueblo: se lo tenía muy merecido.
Personalmente gozaba de su amistad desde hace tiempo, pero me dejó impresionado su lucidez a sus ochenta y pico años. Mantenía todas las cualidades físicas y psíquicas  casi perfectas hasta hace pocos meses antes de morir. Su sordera resultaba complaciente, incluso invitaba a una conversación con más empaque y asimilación de contenidos. Había recorrido el maratón, pero las huellas de hombre agradecido y fortalecido por las vicisitudes manifestaban que  su lema de vida había sido  la lucha por la superación.   Cuando veo  a su sobrino Federico, creo que supo sembrar y ha dado sus frutos. Estoy seguro que algo tienen que ver la tierra y el hombre. En este caso, con letras mayúsculas.
F.Martín


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