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miércoles, 15 de abril de 2015



                       EL DÍA CATORCE

PROCLAMACIÓN DE LA REPÚBLICA. ELECCIÓN DE ALCALDE PABLO BATMALA (PRR) Y  SALVADOR FRÍAS AL FONDO ( PSOE)
A las ocho de la tarde, gran cantidad de alcalaínos acudió a la convocatoria  espontánea de los políticos  republicanos y socialistas de la localidad   ante las puertas del Ayuntamiento. La plaza  era un hervidero de aclamaciones, aplausos y vítores a la República. De sus sedes y  de la  Casa del Pueblo los republicanos sacaron la bandera tricolor, portada por un hermano del Teniente Castillo Saenz de Tejada en una manifestación pública espontánea. Gran número de republicanos subieron al salón de sesiones, donde desmantelaron todos los símbolos y retratos reales. Un republicano de derechas rompió el cuadro de Alfonso XIII con una navaja, e, inmediatamente, los dirigentes locales salieron al balcón del Ayuntamiento para izar la bandera republicana. Encabezaba la manifestación y a los congregados el socialista Salvador Frías.
Antes de iniciarse la marcha, Salvador, acompañado de un grupo de seguidores republicanos, se dirigió hacia la casa de Pablo Batmala en señal de reconocimiento a su liderazgo y le conminó a que se agregara a la explosión de júbilo. Desde su habitación de despacho de entresuelo, Pablo  le respondió “Sí, pero con una rama de laurel en la mano”. Los presentes consideraron que Batmala quería exponer  con aquellas palabras las inquietudes pacíficas  que  propugnaban los miembros de la candidatura frente a cualquier muestra de belicosidad, en contra de cualquier otra interpretación altanera o ufana de la victoria[1]. Recorrieron las calles de la plaza y el Llanillo, gran número de obreros, miembros de las clases artesana y sectores de la clase media, esperanzados en que el nuevo régimen le traería un cambio en sus vidas y se dejarían atrás los años de los gobiernos locales conservadores.  
Similar fue la reacción de los republicanos de algunas aldeas, como en Charilla, en la Rábita, Santa Ana, Mures o en  la Ribera Alta. En esta última, en palabras de Francisco de Madrigal: “Seis meses más tarde, el 14 de abril de 1931, se proclama la II República Española. En la Ribera Alta se recibirá su llegada de forma festiva; reunidos los vecinos en la plaza de la aldea, gritarán “Viva la República”, y alzando sus gorras y sombreros cantarán la siguientes coplas populares. “También estaban Casares. Martínez y Caballero, esos son los Ministros, que defienden a nuestro pueblo, Viva Alcalá Zamora, Emilio Caballero, Fernando de los Ríos y Julio Díaz Ropero[2].

Al día siguiente del catorce de abril, el gobernador interino de Jaén, Juan Lillo, envió un telegrama, en el que  manifestaba “Proclamada la República se hace cargo de la Provincia el Ilustrísimo Señor Presidente de la Audiencia autorizará manifestaciones evitando coacciones, y procurando el orden público a toda costa. Le saluda
Por la orden gubernativa,  se hizo entrega del ayuntamiento a la comisión formada por los concejales republicanos y socialistas elegidos, y recomendaba “ encargando a dicha comisión dicten las oportunas órdenes para mantener a todo trance el orden público, garantizar el respeto a las personas y a la propiedad, requiriendo si fuera preciso el auxilio del Comandante del  Puesto de la Guardia Civil, dándome cuenta inmediatamente del cumplimiento de esta orden y de cuantas novedades ocurran. Viva la República”.
Batmala fue elegido alcalde  y presidente de esta comisión gestora. Incluso el alcalde cesante les dio las gracias por las muestras de consideraciones y pruebas de respeto que había recibido, manifestando la tranquilidad y cordura con el  que se había desarrollado el cambio y deseándoles éxito en el futuro. 
Inmediatamente, se produjeron varios acontecimientos políticos  importantes




[1] Recogiendo un testimonio de una  joven asistente al acto.

[2] MADRIGAL PALACIOS, Francisco.  “Crónica de la Dictadura de Primo de Rivera y de

a

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