LA
IGLESIA DE SAN JUAN
La
Iglesia de San Juan Bautista se situa en la confluencia de las calles Mazuelos
y Rosario, y da frente a una placeta de su mismo nombre. Forma un conjunto, que
tiene varios edificios: patín, sacristía, iglesia y otras dependencias, que
muestran una variante arquitectónica de la edilicia popular y de raigambre
andaluza.
Por el
testamento de don Fernando de Aranda, sabemos que la ermita de San Juan estaba
erigida a finales del siglo XV, ya que
en una de sus mandas testamentarias otorga una cantidad de cinco ducados para la obras de la iglesia de San
Juan y Santa Ana en la siguiente manda, que llevó a cabo ante Cristóbal Gallego
en 1498:
Otro
sí mando a la Trinidad y a la Curzada, a Santa María de la Merced y a San
Lázaro de Jaén, y a las obras de Nuestra Señora Santa María e Santo Domingo e
San Sbastián e San Juan, e al
Hospital de esta Ciudad a cada una orden
e obra cinco Maravedís.
Con
ello, se adelanta la fecha de Espinosa de los Monteros que la establecía en el
año 1503 por un testamento del clérigo Juan Ramírez ante Fernando Gallego,
donde manda varios maravedís para la iglesia.
A
finales del siglo XVI, la iglesia le da nombre al barrio o cuartel de San Juan,
al mismo tiempo que la actual calle Rosario es su calle principal y se
denomina con el de San Juan. Fue una
calle de hijosddalgos de tal manera que los mayores contribuyentes de la ciudad
vivían en ella. También es importante la edificación de la capilla de la Limpia
Concepción en el año 1584 por los maestros de cantería Ginés Martínez de Aranda
y Miguel de Bolívar. Esto motiva a que algunas misas, que se celebraban en la
Iglesia Mayor con motivo de dicha festividad, se trasladaen a dicha iglesia o
ermita de San Juan. Tenemos conocimiento de la capellanía de la mujer de Pedro
del Corral, el Viejo, Catalina Rodrigo, que oficiaba misas en la festividad de
la Limpia Concepción y de San Francisco por su alma. Para ello, aportaba medio
ducado de limosna y real y medio para misa rezada de san Francisco. Se hacía
frente a los gastos con una casa en la calle Oteros, linde con casa de
Bartolomé Sánchez de la Hinojosa y casas de los menores de Juan Muñoz[1]
Otra memoria de la Marina Alonso de la Torre, hija del Pedro del Corral el
Viejo decía cinco misas rezadas en las festividades de Nuestra Señora y su Octava por su alma. Estaba fundada sobre
cuatro aranzadas y mediade viña torrontés en laladera de Montefrío, linde de
viñas de Pedro del Corral, su hermano y viñas de Francisco Ruiz de Rivilla y la
Dehesa la Hondonera y por la cabezada con viñás de Pedro Pineda.[2]
A ésta misma se le decía misa el día de Todos los Santos de cada año,
recibiendo la iglesia real y medio que procedía de cinco cuartas de viña torrontés
en el sitio del Carmen, que lindaba con las viñas del presbítero don Francisco
de Mazyelos, y que eran propiedad del sobribo Miguel de Aparicio[3].
Pero el máximo fundador de la fiesta de la Limpia Concepción y de la fiesta de
San Juan, fue el mencionado Pedro del Corral el Viejo, en cuya memoria se
celebraba la misa festiva y una misa rezada respectivamente desde que testó en
1586 ante Gregorio Marín. Contribuía con una limosna de real y medio que se
cargaban sobre once fanegas de tierra del sitio del Tablero,que lindaban con
tierras de Rodrigo Alonso y Fernám Álvarez y Pedro de Alcaraz y Alonso de Moya.
La esposa de este era Leonor de Mejorada fue la poseedora de los bienes que
transmitió a sus hijos y la cumplieron a finales del siglo XVI y primeros de
XVII. Un caso típico es las dos que se decían por el alma de Leonor Gutierrez,
mujer de Alonso García Burbano, cuya limosna se sufragaba con tres fanegas de tierra
y su zahurdón que tenía en el Chaparral de Mures, que probablemente provengan
de unos repartimientos del siglo XVII, ya que limitan con las tierras de
Cristobal de Tapia, herederos de Juan Sánchez del Postigo y el camino del
Chaparral y cortijo del coletor y licenciado Simón Pérez de Leyba.[4]
Lo mismo sucedía en la misa misa por Juan Sánchez de Villanueva, ue lo
sufragaba con una casa de la calle Rosa. Por san Juan instituyó una memoria demisas
el presbítero bachiller Juan Lorenzo Jiménez, que la unía a otra de requien,
cargando los gastos en una limosna de cuatro ducados sobre unas casas en la
calle de los Mesones y unas casas en la calle Cava. Todo ellos lo administraba
el mayordomo de San Juan tanto las viviendas particulares como lo sabrante de
los alquileres en beneficio y en reparación de la iglesia y casas.
Pero
no sólo se intensificaban las misas en la iglesia en los días festivos de las
anteriores advocaciones relacionadas con la iglesia o ermita, sino que en el
día de la Pasión de Jesucristo y su Octava, se decía ota misa por el alma de
Isabel Rodríguez, mujer de Pedro González de Santana, ya que estaba enterrada y
tenía sepultura, porlas que daba la limosna acostumbrada y la cera, cuyo pago
se hacía con unas casas que la anteriormente mencionada dejó en lacalle
Veracruz, colindantes con la del presbítero Francisco de Sevilla y, por lo
bajo,con las de María de Contreras.
Por
Navidad, el día del Nacimiento, y el día
de san Andrés, se decían misa por el alma María García y su marido Alonso
Gómez, pagando el acostumbrado real y medio; la cera importaba un cuarto de
real para mantenerla durante la ceremonia.Esta fundación se gravaba por una
casa en la calle los Caños, que colindaba con las casas de la Beatas de Burgos
y el clérigo Alberto López Mejorada.
Durante
la semana, se decían tres misas por el alma de Jorge Martínez Capacho, que
pagaba Juana de Mendoza, mujer de don Fernando de Ocón. Otras dos, por el alma
de Juan Vázquez Mesía que pagaba el regidor Pedro Vázquez Mesía y una por Juan
Pérez de Santisiteban que pagaba su hijo.
Con el
cura Juan de Frías, se llevó a cabo la reconstrucción de la Iglesia a partir
del año 1602, valiéndose para las obras de un censo que le permitió vender el
abad Alonso de Mendoza, que pertenecía a Marcos de Mejorada y Ana de Monte. Con
la cantidad de veintidós mil maravedís, se inician las obras , y el abad
concede la licencia
por
estar caída la Iglesia en su mayor parte y el campanario y con la venta del
censo y las limosnas se reedifique y cubra la dicha Iglesia [5]
Mientras
se reedificaba la iglesia de San Juan, la capilla de la Limpia Concepción fue
receptora del oficio de misas, como las tres que se decían por el alma de
Bernardo de Haro HInojosa, que las cargó sobre nueve fanegas de tierras,
heredadas de su padre, lindantes con las de Gonzalo de Aranda y luego se
transfirireron a su yerno don Diego de Rojas Ortiz, y viña de Antón García
Berlango y el camino que va a Alcaudete y vereda del Guadalcotón .
En el
año 1613, ya se alzaba un campanario cuya campana fue realizada por Francisco
Molina Carmona.
En el
siglo XVII, un sacristán estaba a cargo y guardia de la iglesia y en cargándose
de la
limpieza y la luz de sus altares. Recibía a cambio una casa a cambio y
las accesorias de la iglesia. Tambien, llevaba a cabo los servicios propios del
ministril, avisando a las citaciones de cabildo, tocando la campana, pidiendo
el aceite de la misa en los días festivos y arreglando la iglesia en las
funciones de la Limpia Concepción y el día de San Juan.
En el
año 1664 se trasladó a ella la Escuela de Cristo. En el año 1667, la iglesia se
transformó en coadjutriz de la Iglesia Mayor, siendo administrada por un
capellám, administrador y mayordomo. No era de extrañar que en algunos de los
documentos se denomine nuestra iglesia parroquia de san Juan, como el de la
beata Sebastiana de Jerez, que entregó en ésta todos sus objetos, acusada por la Inquisición, consistentes en un cáliz
blanco, patena , plato de plata y vinajeras, dos candelabros de lo mismo, una
cestica de plata con filigranas, una caja de la Virgen del Pilar, un crucifijo
de plata, un rosario, un escapulario de la virgen del Carmen, otra casulla de
damasco y otras religuias.
Gracias
a la labor del Licenciado don Bartolomé del Melgar, capellán real, vicario de
la abadía y beneficiado de sus iglesias, se reedificó, embovedó e hizo coro en
el año 1667, siendo abad don Antonio Alonso San Matín. Un año después se
trasladó a dicha iglesia el Santísimo Sacramento del Viático para la
administración de los enfermos, anteriormente había estado en el Convento de la
Trinidad. Se hizo con tal motivo una procesión general ,que salió de la Santa
Iglesia Mayor, con asistencia del abad don Alonso Antonio San Martín, clero,
religiosos y el cabildo municipal. Se adornaron las calles con colgantes y
altares. Se celebró un octavario con fiestas solemnes y participación de la
capilla de Música de la Santa Iglesia de Córdoba, junto con la de Alcalá y
otros particulares. El cura Melgar será una institución en la ermita de San
Juan, donde fue enterrado en la capilla del Cristo de la Paciencia, costeada
por el en la obra, altar, retablo y ornamentos y se deccía una misa cantada
todos los años en su honor. En 1676, se fundó por el abad San Martín la Cátedra
de Teología Moral.
Al
abandonarse el culto de la Iglesia Mayor Abacial en el siglo XIX, la
iglesia de san Juan hizo las veces de
ayuda de parroquia, celebrándose las funciones más importantes. En 1842, hay
testimonio escrito del cura párroco de la Iglesia Mayor, don José Domingo
Serrano, ante el alcalde constitucional, en el que le presenta los gastos e
ingresos de todo el año. Como novedad se observa que la mayoría de los ingresos
proceden de las contribuciones municipales, que alcanzaban mil quinientos
reales, a los que se añadían los derechos obencionales y los ingresos derivados
por la Colecturía General de la Abadía en razón de testamentos, fiestas y
aniversarios de misas. Por los gastos se puede comprobar que en la iglesia eran
oficios ordinarios los bautizos, los matrimonios, las confirmaciones y las
exequias fúnebres junto con la misa ordinaria, las misas del sábado amén dela
renovación de los enseres, vestidos y objetos litúrgicos, archivo, sacristán y
cera. En 1860. se trasladó la ayuda de parroquia a la Iglesia del Convento del
Rosario. Se mantuvo en activo la iglesia hasta tal punto que, con motivo de la
peste de 1885, recibió todos los enseres, objetos religiosos e imágenes de la
ermita de San Blas.
En el
año 1913, estaba abandonada la iglesia de san Juan sin culto ni fieles, como lo
demuestra el testimonio de Guardia Castellanos.
A
mediados de siglo, Madoz la define con estas palabras:
Como
la población ha mudado progresivamente de asiento, yaen el siglo XVII, se
encontraba la parroquia referidanastante extraviada, y fue preciso erigir en
ayuda la ermita de san Juan Bautista, situada al sudoeste de, mezquna, de poco
gusto, sin cosa notable más que un Apostolado y el Salvador, en trece lienzos
de la escuela flamenca de bastante mérito, una imagen de la Virgen dela Soledad
que se venera con particular devoción en uno de sus cinco altares, y alguna
tabla y lienzo de poco valor. Habiéndose obtenido permiso para trasladar la
iglesia esta ayuda de parroquia a la iglesia del exconvento de dominicos,se han
hecho en ella algunas obras con este objeto. Comprende su filigresíalas ermitas
siguientes: San Blas, san Bartolomé, san Sebastián y las que hay extramuros en
los partidos rurales de Charilla, Ermita Nueva, Val de Granada, Caserías y
Hortichuela.
En
este año se reparó la capilla de la
Soledad., ya que amenzaba ruina.
En el
año 1980, con la subvención de la Dirección General de Bellas Artes, el
arquitecto Francisco del Castillo León y el aparejador José Fuentes cano se
emprendieron las obras de restauración de las cubiertas de la iglesia. En el
año 1991, recibió un importante donaión de la familia Utrilla Aspitarte,
consistente en un cuadro de la Inmaculada de autor anónimo del siglo XVIII.
En el
año 1994, se llevó a cabo la nueva solería de mármol con escudos de la
hermandad y de la Inmaculada, que superó los dos millones de pesetas. Tambien
se recuperó una sala que había sido camposanto, y, posteriormente, la escalera
y trastero del coro.
[1] A P S M Alcalá
la real. Libro Primero de las fundación de memorias, folio 32. Tewstamento ante
Gregorio Marín, ocho de noviembre de 1593 .
[2] APSM. Libro de
memorias.Escribano Diego Fernández Ortiz, 24 de
septiembre de 1603.
[3]
Escribano
Diego Fernández Ortiz, 24 de septiembre de 1603.
[4] Ante Alonso
Sánchez de Córdoba, veintidós de septiembre de 1619
[5] AHPJ.Escribano
Alonso Ramírez. Legajos 4745 y 4747 Folio 113 y 28 vuelto respectivamente.
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