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miércoles, 14 de junio de 2023

CAPÍTULO VI. EN TIEMPOS DE FELIPE III . PODER MUNICIPALY ABACIAL EN ALCALÁ LA REAL.


 

Poder municipal y el abacial

 


Las relaciones con el abad Alonso de Mendoza y el estamento eclesiástico tuvieron algunos momentos tensos en asuntos comunes de protocolos de procesiones y fiestas religiosas, tan típicos de este período, como en el 1598, en el que el cabildo municipal se negó a acudir a la fiesta de san Sebastián, en el 1610 con el provisor de la abadía por el asiento de la Capilla Mayor de la Iglesia Mayor Abacial, pero algunos puntos  de litigio se apartaban de esta frecuente disidencia, apareciendo nuevos temas como la subida de los estipendios funerarios en el 1599, que infringían las competencias de uno y otro estado al tener que dar el consentimiento el cabildo eclesiástico todos los cambios que se ocasionaron en las Constituciones sinodales. El conflicto se generó  por la muerte de la esposa de un regidor y los clérigos, transcendiendo al Obispo de Jaén, que trató de resolver el contencioso. Sin embargo, la sisa que se impuso en el vino y aceite recrudeció las relaciones, así como el intento de algunos vecinos de fundar una parroquia en la iglesia de la Veracruz en el año 1601.

Con el corregidor, en concreto, con el alcalde mayor de Pedro Enríquez de Baldelomar, Basilio Alonso Suárez, joven inexperto,  los clérigos mantuvieron un duro litigio que incluso llegó al enfrentamiento armado de algunos clérigos, provocando su cese de su cargo que fue apelado por el propio alcalde y restituido por la Real Chancillería.

A pesar de que la mayoría de los enfrentamientos ocurrieron al principio del mandato del abad, ambos cabildos tenían plena conciencia de que era necesario el acuerdo no fuera que se entendiese que  las cabeças eclesiástica y civil andaban  con diferencias.

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