LA CULTURA,
LOS MAESTROS
Libro del charillero Alfonso López Martín |
Pero, no sólo Charilla es su historia, su tierra y su laboriosa gente,
sino que también es su cultura que empapa
y se absorbe a través de los
poros del saber. Ya en 1851, “ Existía una escuela de primera enseñanza, con cien ducados
de dotación, a la que concurrían 30 niños”. (Hoy, es una escuela primaria,
que cubre todo un ciclo muy importante en la formación del hombre antes de
integrarse en la Enseñanza Obligatoria. )
Aquella escuela y este nuevo sistema escolar dejan entrever vuestro perenne
amor por la educación. Pues, los charilleros son gente abierta al
saber y, por eso, en
esta tierra siempre recalaron
aires de libertad, desde finales del
siglo XIX.
Aquí llegaron famosos
maestros que dieron cultura a todos los vecinos, trajeron nuevas
corrientes, y os hicieron pioneros de muchas iniciativas que luego se extendieron en el resto de la
comarca. Desde los anónimos zahoríes, personas que recalaban en estas tierras
tras un periplo por todo el mundo,
donde habían aprendido desde la curación
de enfermedades, los cambios científicos de
los países y la cordura ante las situaciones difíciles hasta los recientes
maestros del siglo XX. Maestros del siglo XX, como Pablo Contreras, o el señor
Vicente Boronat Jiménez o las más
recientes como Rosalía Víboras y las
maestras de educación de adultos, muy queridas por las personas de mayor edad.
.
Y es que, en la comarca alcalaína Charilla fue de las primeras
en tener una escuela oficial fuera de la
ciudad de Alcalá la Real , fue de
las primera que supo distinguir y defender los principios ciudadanos por los que, luego, lucharon muchas aldeas y muchos pueblos. Fue
esta tierra, donde acamparon personas
defensoras de la
Ilustración , de los principios de la solidaridad, fraternidad
e igualdad, los que no se sentían timoratos por manifestar sus creencias y sus
ideología, los que convivían en paz, los que entablaban el bello diálogo en fe
y razón con el sano diálogo de la convivencia pacífica. Muestra de ello fue que aquí hubo hasta dos cementerios: uno para las personas católicas y otro para el
resto del pueblo, un ejemplo de una
convivencia entre los agnósticos y cristianos sin compartir momentos de
estridencias ni siquiera o, menos aún, odios ni rencores, sino que siempre procuraron
el diálogo y acuerdo entre vecinos.
.
De vuestra tierra, salió hacia tierras americanas ese
sabio charillero Alfonso López Martín, recientemente fallecido, que compartió con
miembros de su familia la generosidad y
la entrega a favor de los pueblos subdesarrollados, al mismo tiempo que transmitió la enseñanza del idioma español regentando una cátedra de lengua española en
tierras dominicanas. También, no encerró la cultura en un tarro de perfume de
cristal sino que la divulgó con varios libros escritos sobre el español e
intervino en muchos programas televisivos de la Universidad Abierta
de aquel país.
De vuestra tierra, salieron muchos frutos de alumnos
educados en las Escuelas Profesionales
de la
Sagrada Familia o del Instituto,
que, luego, ayudaron al progreso de nuestras tierras andaluzas y españolas en
los diversos campos del saber y el trabajo. Son personas que se
significan por el trabajo bien hecho, la fidelidad y el esfuerzo para conseguir objetivos.
LOS
HOMBRES PÚBLICOS Y SUS ALCALDES PEDÁNEOS.
“Con estas mimbres, se dice “se puede hacer estos canastos”. Con hombres de
cultura, pues, se forjaron hombres de bien. Y Charilla ha sido tierra de personas
entregadas al servicio de los demás. Si nos remontamos a los orígenes de la
aldea, podemos recordar algunos ministros de justicia, los que administraban la justicia
y gestionaban todos los asuntos públicos que emanaban de la vida
municipal, ellos fueron los predecesores
de lo actuales alcaldes pedáneos. Todo, a cambio de nada; en aquellos tiempos
con su jaca o sus pies para recorrer
cortijos y comunicar a los vecinos lo que le pedían las autoridades, el
llamamiento al ejército, las contribuciones a la hacienda…tan sólo, a algunos afortunados
el reparto de alguna tierra comunal que el cabildo le concedía en forma de
censo.
Estos, junto con los capellanes de las aldeas, fueron
los primeros altruistas de Charilla. Pero, en estos tiempos, tan solo quedaron
viviendo en ella y al frente de vuestras inquietudes los alcaldes pedáneos.
Por eso, quisiera hacer un canto especial a todos
ellos y un reconocimiento oficial a cada uno de los que os representaron a lo
largo de vuestra historia, porque ellos han sido los intermediaros de vuestras
demandas ante las autoridades superiores, se convirtieron en los catalizadores
de algunas empresas que son realidad en Charilla, se dejaron la piel en ser loss defensores de
vuestras reivindicaciones: en
silencio, sin ser recompensados y sufriendo muchas veces el desdén y la
ingratitud; ellos fueron, en vuestra
intrahistoria, los organizadores de miles de
actividades y actos de
iniciativas plasmadas y empresas concluidas; ejercieron el buen oficio de ser los hombres buenos en los difíciles
conflictos vecinales, los enfermeros accidentales en momentos carentes de
servicios médicos o sanitarios, los mancebos de boticas, los cosarios de traeros productos y mercancías, los fidetarios y notarios de conciertos en los tratos e,
incluso, en los testamentos verbales; los
jefes de obras sin recibir paga alguna…. Podía escribirse un libro de la
biografía de cada uno de ellos. Podía recordarse miles de anécdotas de su entrega a la comunidad, aquel que introdujo una novedad en la fiesta:
la caseta, el certamen de juegos de mesa, la bandera…; mi recuerdo especial al
trío de los Pacos: Francisco Galán, Paco Barrios,
Francisco Aranda García, el actual.
Y junto a los alcaldes pednaeos, Charilla siempre dio
personas que sirvieron a la comunidad en el ayuntamiento alcalaíno, Hago mi
reconocimiento por concejales como los Sánchez González de tiempos pasados, o
más recientes como José López, Julián
Cortés Esteo, o Luís Gallego. Dieron las horas de su vida en defensas de los
intereses colectivos, y siempre aportaron la nota del saber charillero,
prudencia y laboriosidad.
Y, como no, aldiputado por Barcelona. Francisco Parras Collado, que nunca se
olvidó de sus orígenes, siempre viene a visitar Charilla todos los años, y, en
Barcelona, es un claro testimonio del charillero que defendió a los hombres sencillos,
creando cooperativas de trabajadores, o en el parlamento proponiendo leyes,
o, representado vuestras intereses a las
autoridades catalanas siempre que se
refieren a los emigrantes andaluces..
No me puedo o olvidar de otros hombres de bien que
pasaron por estas tierras, como, los
servicios de orden público (aquí hubo hasta puesto de la Guardia Civil el
siglo pasado), los guardias forestales,
los capellanes (Don Miguel Vallejo y don Serafín Molina Serrano) que a
veces desarrollaban la pastoral junto con la dinamización cultural de la
juventud.
Y. a todos aquellos, que forman asociaciones,
cooperativas, sociedades, o cualquier tipo de agrupación, y entregan, horas y
horas, para colaborar en el progreso de los demás, en la asistencia de los más
desvalidos o, simplemente, en
cubrir el ocio de la vecindad. Como ese grupo de teatro que tanto
impacto tuvo en los años anteriores y renació. con fuerza y dedicación en los presentes días. Las paredes del Centro Social, la Biblioteca y la Escuela de
Adultos son claro testimonio de una nueva etapa, que está dando resultados
recientes.
La cultura, de seguro que avanza, en Charilla.
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