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jueves, 9 de octubre de 2014

EL COMERCIO DE L VINO ALCALÁINO EN SI8GLOS PASADOS



El mercado del vino: puntos de venta, comparadores, momentos de  venta y compradores.



 
     El vino tenía un mercado exterior en Granada,  por el privilegio otorgado en siglos anteriores, en Jaén y en otros pueblos de la provincia granadina[1]. Un registro de venta de vino de principios de siglo XVI, correspondiente a los años 1609 hasta el 1616, nos puede explicitar más profundamente sobre el comercio del vino. Curiosamente, el mayor trasiego se lleva a cabo a lo largo de los meses otoñales, octubre, noviembre y diciembre, decae en el invierno; en la primavera y verano vuelva a resurgir. En los primeros meses, se centra la venta de vino a los pueblos giennenses y grandinos y, en el verano, a partir de mayo,  se trasiega principalmente a la capital granadina. Hay una tendencia a abandonar los mercados jiennenses en compensación de los mercados granadinos, probablemente, por la produccción de otros pueblos cercanos a la capital jiennense.  Los  núcleos más importantes de compra de vino son Granada, Jaén , Alcaudete y Motril en esta progresión de mayor a menor, aunque el pueblo comarcano de Alcaudete practicamente se abastecía de Alcalá la Real, lo mismo que un gran número de tabernas de la capital del Santo Reino a través de intermediarios que enviaban a los arrieros alcalaínos. No nos extraña que el vino que se enviara al puerto motrileño se enviara a la exportación por el amplio y la red comercial que tenían montada los productores alcalaínos.  En Granada, además de la Alhambra, se vende a comerciantes, particulares, y en la propia Alhambra a través de arrieros de Albolote o , como el nueve de enero de 1609 qu Francisco de Medina le vende 34 arrobas en cinco cargas a Gaspar de Extremera. En ellos, se abastece a través de representantes comerciales, que venden el vino de los mayores surtidores, regatones, y productores de vino alcalaíno para las tabernas, otros comerciantes y abastecimiento de población o en la alhóndiga. Generalmente, los productores y comerciantes envían criados y arrieros que suelen superar partidas de vino de más de treinta arrobas y de dos a cinco cargas. Otros compradores envían a comerciantes o familiares para comprar el vino. Existe una red de arrieros, ligados con determinados  productores o comerciantes, algunos de Alcalá , aunque los hay afincados a nuestra zona, procedentes de otros lugares como de Trujillo, Martos o pueblos de Jaén. Se observa una tendencia de venta a  grandes cantidades que sobrepasan las cincuenta arrobas y superan las ciento cincuenta a la capital granadina, que suele ser  transportada por arrieros que forman casi una compañía de arrieros al frente de los cuales hay uno que es el que se hace cargo del traslado, la mayoría de ellos son los alcalaíno y suelen transportar las cargas de los mayoristas o vendedores.  Tambien existen los que compran, venden y transportan el vino a sus pueblos en pequeñas cantidades.  Las ventas( Puerto Lope, Vélez...) y algunos cortijos como el de Domingo Pérezen término de Granada o el Cortijo  de Ambar son puntos de gran abastecimiento para zonas rurales. Pero, tambien son numerosos otros pueblos que compran  el vino para el estanco[2] de la villa, como Iznalloz, Campillo de Arenas, Noalejo, Cabrilla, Moclín , Cambil, Guadahortuna, abastecimiento de sus propios negocios o de sus tabernas o para venderlo a particulares en casi todos pueblos de la provincia de Jaén. Los estancos de las comarcas  limiítrofes de Alcalá suelen ser mercados que perduran, sobre todom Izanlloz. Moclín, Campillo y Noalejo.

Si concretamos en los distintos pueblos. A la villa del Castillo de su propia demarcación se exportan grandes cantidades de vino. De la parte norte de la provincia de Jaén acuden vecinos de Villanueva y Villacarrilo, del centro, Linares, Bailén,Baeza, übeda y, sobre todo Baeza, y en menor cantidad la Manchuela, Mengibar, sin olvidar Andujar. De la parte de la campiña sur, Torredelcampo, Torredonjimeno, Martos, Porcuna, Arjonilla, Andujar, Jamilena, los Villares. De la parte oriental, Jimena, Begijar, Cabrilla, Huelma, La Guardia, Pagalajar,Cambil, Noalejo,Valdepeñas , Torres, Carchelejo y Jódar. Tambien, acuden los mercaderes de Córdoba, Alhendín,Caniles, Torres Cabrera, Cañete, Luque y, sobre todo, de Priego.  En Granada, durante todo el año, la venta de Puerto Lope, Illora, Montillana, Colomera, Peligros, Campotéjar, Cardela, Caniles, Fisteles, Nibar, Dehesa Vieja, que es un mercado en auge, Nigüelas, Montejícar, Pinos de la Puente, Albolote, Puebla de don Fadrique, Maracena, Guejar, Chjurriana, Pulianas, Alfacar, Pataura, el Valle, Atarfe, La Peza, Jérez del Marquesado,Cogollos, Benalúa, la Zubia, Colomera, Guadahortuna, Pinar, que abastecía el arriero de Maracena, Molvizar, Alhama, Huescar y, sobre todo, Guadix y sus montes y Baza, aunque entre todos estos la villa de Montefrío y , posteriormente ña villa de Algarinejo, destaca en la compra de vino. Para Málaga, se enviaba a Antequera. En la propia comarca alcalaína se da poco movimiento por el autoabastecimiento del  Castillo, Alcalá y sus núcleos rurales, aunque la zona de la Venta de Cañada de Ambar, destaca como compradora de vino.  A veces ,se da el caso de compradores que abastecen varios pueblos como Montejicar y sus limítrofes. Hay vino tinto, añejo, torrontes, trasñejo, vinagre y mosto, que suele almacenerse en las bodegas de los particulares. En estos pueblos y ciudades suelen transportarse pequeñas cantidades que nos alcanzan las dos cargas  de 15 arrobas.
 No sólo es importante el volumen de venta, sino su calidad de ahí que sea adquirido por miembros de la chancillería de Granada como el oidor Sancho de Flores en 1617 o Pedro Veneroso, alguacil mayor. El propio obispo de Málaga envía a Antón Díaz que le compre catorce arrobas en dos cargas el 29 de enero de 1609 y respita el año siguiente la misma cantidad,y el mismo rey Felipe III para el servicio de la Corte, compra el 26 de diciembre de 1608,  acudiendo Antonio Romero, acemilero del rey, que compra a un clérigo catorce arrobas para el real servicio de Su Majestad y lo transporta en dos cargas. Muchos  miembros de conventos de religiosos y religioso/as de Granada, Baeza y übeda[3] o el conventode Nuestra Señora de la Victoria de Noalejo, así como miembros del clero alto como vicario Carrillo de Íllora o el canónigo doctor Lucas del Castillo de san Santiago en  Granada[4] suelen ser consumidores del vino alcalaíno así como miembros de la chancillería. A veces, incluso, se vende de particular a particular por la fama como muestra de su alta cualidad. Otros estamentos como el corregidor PEnriquez de Valdeolomar, envía desde Alcalá a Granada una carga de ocho arrobas en 1614, el capitán Cristobal Merino de Alcaudete también lo consumen, el licenciado Garrido de la villa de Baños, el regidor o veinticuatro de Baeza Antonio López Porcel o el alcalde mayorde Priego don Juan de Montalvo en 1609. Un año como  el 1608 superó las quince mil arrobas, el 1609, superó la cifra de las treinta mil arrobas de  vino(30.673 ) vendidas a los mercados exteriores, lo que supone una cantidad de     1.013.635 litros, sin embargo el año 1615, se exportaron 17,734 arrobas, denotándose una decadencia en el mercado de Granada, Motril y Jaen. 


[1] AHPJ. Escribano José Manuel Guardia.Legajo 5310. Folios 1, 6.Año 1730.
[2] LOs estancos eran concesiones administrativas lo mismo que la sal, el papel, el tabaco o los naipes, concedidos por la corona o los municipios.
[3] En el año 1609: en Úbeda: el Convento de San Francisco contrata cuatro arrobas; en Granada, al prior del Convento del Rosario 27 arrobas, el convento de santa Isabel la Real con una arroba y media de vinagre, don miguel Porras, procurador de la Chancillería, convento de san Agustín con catorce arrobas, el doctor Fajardo, Francisco de Herrera Valenzuela, regidor, le envía al alcalde mayor del crimen don Felipe Agustín o arrobas.En el 31 de agosto de 1615 y 21 de enero de 1617, el padre Bernardo de la Santísima Trinidad y Martín de Jesús del Convento de los Carmelitas Descalzos con Juan Jiménez compra para el gasto del convento cincuenta arrobas de vino de Cristobal Méndez y setenta y seis arrobas de Juan Aranda Méndez en dos ocasiones distintas. El convento de san Francisco de la Alhambra es uno de los máximos consumidores particlares. El convento de Martos.
[4]AMAR. Libro de sacas de vino y aceite de 1609. Francisco de Herrera envía por presentado para el gasto del doctor don Lucas del Castillo, canónigo de Dan Santiago de Granada catorce arrobas de vino en dos cargas con Juan Estebán.

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