El mercado del vino: puntos de venta, comparadores, momentos de venta y compradores.
El vino tenía un mercado exterior en Granada, por el privilegio otorgado en siglos
anteriores, en Jaén y en otros pueblos de la provincia granadina[1].
Un registro de venta de vino de principios de siglo XVI, correspondiente a los
años 1609 hasta el 1616, nos puede explicitar más profundamente sobre el
comercio del vino. Curiosamente, el mayor trasiego se lleva a cabo a lo largo
de los meses otoñales, octubre, noviembre y diciembre, decae en el invierno; en
la primavera y verano vuelva a resurgir. En los primeros meses, se centra la
venta de vino a los pueblos giennenses y grandinos y, en el verano, a partir de
mayo, se trasiega principalmente a la
capital granadina. Hay una tendencia a abandonar los mercados jiennenses en
compensación de los mercados granadinos, probablemente, por la produccción de
otros pueblos cercanos a la capital jiennense.
Los núcleos más importantes de
compra de vino son Granada, Jaén , Alcaudete y Motril en esta progresión de
mayor a menor, aunque el pueblo comarcano de Alcaudete practicamente se
abastecía de Alcalá la Real, lo mismo que un gran número de tabernas de la
capital del Santo Reino a través de intermediarios que enviaban a los arrieros
alcalaínos. No nos extraña que el vino que se enviara al puerto motrileño se
enviara a la exportación por el amplio y la red comercial que tenían montada
los productores alcalaínos. En Granada,
además de la Alhambra, se vende a comerciantes, particulares, y en la propia
Alhambra a través de arrieros de Albolote o , como el nueve de enero de 1609 qu
Francisco de Medina le vende 34 arrobas en cinco cargas a Gaspar de Extremera.
En ellos, se abastece a través de representantes comerciales, que venden el
vino de los mayores surtidores, regatones, y productores de vino alcalaíno para
las tabernas, otros comerciantes y abastecimiento de población o en la
alhóndiga. Generalmente, los productores y comerciantes envían criados y
arrieros que suelen superar partidas de vino de más de treinta arrobas y de dos
a cinco cargas. Otros compradores envían a comerciantes o familiares para
comprar el vino. Existe una red de arrieros, ligados con determinados productores o comerciantes, algunos de Alcalá
, aunque los hay afincados a nuestra zona, procedentes de otros lugares como de
Trujillo, Martos o pueblos de Jaén. Se observa una tendencia de venta a grandes cantidades que sobrepasan las
cincuenta arrobas y superan las ciento cincuenta a la capital granadina, que
suele ser transportada por arrieros que
forman casi una compañía de arrieros al frente de los cuales hay uno que es el
que se hace cargo del traslado, la mayoría de ellos son los alcalaíno y suelen
transportar las cargas de los mayoristas o vendedores. Tambien existen los que compran, venden y
transportan el vino a sus pueblos en pequeñas cantidades. Las ventas( Puerto Lope, Vélez...) y algunos
cortijos como el de Domingo Pérezen término de Granada o el Cortijo de Ambar son puntos de gran abastecimiento
para zonas rurales. Pero, tambien son numerosos otros pueblos que compran el vino para el estanco[2] de la
villa, como Iznalloz, Campillo de Arenas, Noalejo, Cabrilla, Moclín , Cambil,
Guadahortuna, abastecimiento de sus propios negocios o de sus tabernas o para
venderlo a particulares en casi todos pueblos de la provincia de Jaén. Los
estancos de las comarcas limiítrofes de
Alcalá suelen ser mercados que perduran, sobre todom Izanlloz. Moclín, Campillo
y Noalejo.
Si concretamos en los distintos pueblos. A la villa
del Castillo de su propia demarcación se exportan grandes cantidades de vino.
De la parte norte de la provincia de Jaén acuden vecinos de Villanueva y
Villacarrilo, del centro, Linares, Bailén,Baeza, übeda y, sobre todo Baeza, y
en menor cantidad la Manchuela, Mengibar, sin olvidar Andujar. De la parte de
la campiña sur, Torredelcampo, Torredonjimeno, Martos, Porcuna, Arjonilla,
Andujar, Jamilena, los Villares. De la parte oriental, Jimena, Begijar,
Cabrilla, Huelma, La Guardia, Pagalajar,Cambil, Noalejo,Valdepeñas , Torres,
Carchelejo y Jódar. Tambien, acuden los mercaderes de Córdoba,
Alhendín,Caniles, Torres Cabrera, Cañete, Luque y, sobre todo, de Priego. En Granada, durante todo el año, la venta de
Puerto Lope, Illora, Montillana, Colomera, Peligros, Campotéjar, Cardela,
Caniles, Fisteles, Nibar, Dehesa Vieja, que es un mercado en auge, Nigüelas,
Montejícar, Pinos de la Puente, Albolote, Puebla de don Fadrique, Maracena,
Guejar, Chjurriana, Pulianas, Alfacar, Pataura, el Valle, Atarfe, La Peza,
Jérez del Marquesado,Cogollos, Benalúa, la Zubia, Colomera, Guadahortuna,
Pinar, que abastecía el arriero de Maracena, Molvizar, Alhama, Huescar y, sobre
todo, Guadix y sus montes y Baza, aunque entre todos estos la villa de
Montefrío y , posteriormente ña villa de Algarinejo, destaca en la compra de
vino. Para Málaga, se enviaba a Antequera. En la propia comarca alcalaína se da
poco movimiento por el autoabastecimiento del
Castillo, Alcalá y sus núcleos rurales, aunque la zona de la Venta de
Cañada de Ambar, destaca como compradora de vino. A veces ,se da el caso de compradores que
abastecen varios pueblos como Montejicar y sus limítrofes. Hay vino tinto,
añejo, torrontes, trasñejo, vinagre y mosto, que suele almacenerse en las
bodegas de los particulares. En estos pueblos y ciudades suelen transportarse
pequeñas cantidades que nos alcanzan las dos cargas de 15 arrobas.
No sólo es
importante el volumen de venta, sino su calidad de ahí que sea adquirido por
miembros de la chancillería de Granada como el oidor Sancho de Flores en 1617 o
Pedro Veneroso, alguacil mayor. El propio obispo de Málaga envía a Antón Díaz
que le compre catorce arrobas en dos cargas el 29 de enero de 1609 y respita el
año siguiente la misma cantidad,y el mismo rey Felipe III para el servicio de
la Corte, compra el 26 de diciembre de 1608,
acudiendo Antonio Romero, acemilero del rey, que compra a un clérigo
catorce arrobas para el real servicio de Su Majestad y lo transporta en dos
cargas. Muchos miembros de conventos de
religiosos y religioso/as de Granada, Baeza y übeda[3] o el
conventode Nuestra Señora de la Victoria de Noalejo, así como miembros del
clero alto como vicario Carrillo de Íllora o el canónigo doctor Lucas del
Castillo de san Santiago en Granada[4]
suelen ser consumidores del vino alcalaíno así como miembros de la
chancillería. A veces, incluso, se vende de particular a particular por la fama
como muestra de su alta cualidad. Otros estamentos como el corregidor PEnriquez
de Valdeolomar, envía desde Alcalá a Granada una carga de ocho arrobas en 1614,
el capitán Cristobal Merino de Alcaudete también lo consumen, el licenciado
Garrido de la villa de Baños, el regidor o veinticuatro de Baeza Antonio López
Porcel o el alcalde mayorde Priego don Juan de Montalvo en 1609. Un año
como el 1608 superó las quince mil
arrobas, el 1609, superó la cifra de las treinta mil arrobas de vino(30.673 ) vendidas a los mercados
exteriores, lo que supone una cantidad de 1.013.635 litros, sin embargo el año 1615, se exportaron
17,734 arrobas, denotándose una decadencia en el mercado de Granada, Motril y
Jaen.
[2] LOs estancos
eran concesiones administrativas lo mismo que la sal, el papel, el tabaco o los
naipes, concedidos por la corona o los municipios.
[3] En el año 1609:
en Úbeda: el Convento de San Francisco contrata cuatro arrobas; en Granada, al
prior del Convento del Rosario 27 arrobas, el convento de santa Isabel la Real
con una arroba y media de vinagre, don miguel Porras, procurador de la
Chancillería, convento de san Agustín con catorce arrobas, el doctor Fajardo,
Francisco de Herrera Valenzuela, regidor, le envía al alcalde mayor del crimen
don Felipe Agustín o arrobas.En el 31 de agosto de 1615 y 21 de enero de 1617,
el padre Bernardo de la Santísima Trinidad y Martín de Jesús del Convento de
los Carmelitas Descalzos con Juan Jiménez compra para el gasto del convento
cincuenta arrobas de vino de Cristobal Méndez y setenta y seis arrobas de Juan
Aranda Méndez en dos ocasiones distintas. El convento de san Francisco de la
Alhambra es uno de los máximos consumidores particlares. El convento de Martos.
[4]AMAR. Libro de sacas
de vino y aceite de 1609. Francisco de Herrera envía por presentado para el
gasto del doctor don Lucas del Castillo, canónigo de Dan Santiago de Granada
catorce arrobas de vino en dos cargas con Juan Estebán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario