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viernes, 10 de octubre de 2014

LA VENDIMIA ,PUNTO FINAL. PRODUCTORES Y PRODUCCIÓN.


La mayoría de los productores son los labradores-algunos enriquecidos por oficios como médicos,-sirva de ejemplo  el licenciado Ordoñez- o arrendadores, que tienen en sus propios cortijos lagares o fincas con un lagar, aunque a veces tienen un revendedor que conoce el mercado, sobre todo, los franceses y los que ostentan cargos de jurado o regidor. Hay muchos clérigos que comparten su labor espiritual con el comercio del vino, debido a que habían heredado capellanías que estaban ligadas a  viñedos.
Es frecuente a principios de siglo los miembros relacionados con la administración- escribanos, porteros, munícipes como Juan Rodríguez de Cebreros- o de  las  familias hidalgas como los  Aranda, un tal Juan Aranda Italia, y algunos regidores, como Fernando de Sotomayor, Nuño Fernández de Valladolid, Francisco de Herrera, los Zamoranos,y los jurados como Juan Serrete,y Martín de Villata los  que  controlan casi la mitad de los importantes centros comerciales como Granada, Iznalloz, Motril y Jaén, relacionándose con otros órganos administrativos ya establecidos como alhóndigas y estancos.
 Suelen además disponer de un servicio propio de arrieros, y representantes comerciales en las ciudad, donde expenden el vino. Conforme avanza  el siglo,se percibe la tendencia de tener unos criados que le vendían el vino en las grandes capitales. Aunque,tambien están los comerciantes que piden el vino al sitio de origen y otras veces se encuentran en Alcalá. Los esclavos, los criados y los jornaleros arrendadores son frecuentes en el traladode la mercancía.

 Los puntos de venta suelen ser la alhóndiga, el rastro, las casas particulares, que tenían bodega, y la de salidas los estancos, ventas-Venta Nueva de Iznalloz, de la Rábita, la Nava, don Alosnos de Campotejar, Huetor Santillán,  Puerto Lope, Moreda, Damar, Benalúa-, los cortijos,las tabernas, particulares y alhóndigas controladas por la municipalidad como en übeda. Para los pueblos del entorno de la capital jiennense predominan los arrieros de Martos, Torredelcampo y los propios alcalaínos.[1] Otros son de de los Colomera-con apellidos moriscos-, Alhama, o Lucena omo un tal Velázquez. Los mesoneros suelen ser un grupo importante de los que controlan gran parte de la vida comercial como Francsico de Contreras y baltasar del Campo 1609. Los cosecheros suelen envasar en tinajas, de diverso tamaños- grandes, medias y pequeñas, y condiotas dentro de las bodegas de sus casas y de otras familias. En un registro de casas en el año 1615, alcanzan la cifra de 169 casas con almacenamiento de vino, mosto, vinagre y aceite. Como es lógico, los grandes comerciantes, productores y cosecheros eran los que mayores números de casas, bodegas y tinajas acumulaban como es el caso de Juan Aranda Italia con cincuenta y seis tinajas en diversas bodegas. Ellos administraban y vendían el vino de la limosna de las cofradías como la de la Virgen de las mercedes ySantísimo Sacramento. Abundan el número de casas más de doscientas con almacenamiento de vino. Los grandes mercaderes suelen ser los que mayor número de tinajas, casas y almacenamiento de vino tienen, aunque en sus transacciones comerciales suelen vender de otros productores. Para el transporte, venta y compra de vino, era necasario tomar las guías por parte de un escribano en su casa o en los puntos de ventas, donde se expusiera el comprador, el número de arrobas y el vendedor para aplicarle la sisa de cuatro maravedís sobre la venta del vino. Esta, a su vez, solía ser subastada para pagar  a la Corna en su representante dela provincia de Jaén por un procedimiento peculiara que consistía en una subasta con una vela encendida en medio de una linterna, que al apagarse significaba el final de la subasta en el último rematante. La sisa del vino  suponía unos vientiummil reales.
Por un pleito del 1608 contra el mayordomo del Pósito  podemos comprobar el trabajo de la vendimia y su producción. Una viña solía producir unas quinientas dos arrobas de yema, a las que le había de desquitar el diezmo quedándose en 452 , sesenta y ocho arrobas deestrujón, aplicado el diezmo en 61. El trabajo de 4 o 5s cortadores durantes 9 días más acarreadorea a real medio daba 2.275 maravedís. El pisador lo hacía durante diez días a tres reales. La borrica del aarreador a real y medio, a todo esto había que añadir el pan de todos los días  que fueron 110- Importó esta aranzada 5.835 mas[2]. Este mayordomo no tenía lagar , pero sí bodega con 36 vasos ligeros.
 
 
En el siglo XVIII, tenemos dato de su producción, por el Catastro de la  Ensenada, la superficie se ha reducido a los sitios de Puertollano, Redondal, Saetilla,   unos 230.000 litros. Sin embargo, el comercio con Granada había decaido totalmente y otras zonas como la de  Montilla habían ocupado el lugar de la producción andaluza oriental. A este sitio se acude por aforados de los vinos, porque:
por el gran tráfico y comercio de vino que ay en aquel vecindario  y estando en el Reino de Córdoba de más común los aforos se suele hacer a menudo los aforos lo que no ocurre en esta ciudad. (cfr.4,1 1751). 
 
A finales del siglo XVII hay síntomas de envejecimiento de los viñedos, ya que se produce el arranque clandestino de viñas  por los propios trabajadores hasta tal punto que la ciudad obliga a su corregidor a persequir dichos delito que solía realizarse con nocturnidad y fue penado con una multa de mil maravedís.[3]
En el año 1798, ante el nuevo impuesto de medio real por por arroba de aguardiente y ocho marvedís por arroba de vino ha decrecido ña producción que se reduce a 19.000 arrobas de vino y 820 de aguardiente, que pagaban de imposición 488o reales ( 4.470 vino y 410 de aguardiente)(cf.17-11-1798).
 






 
 

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