FINIS CORONAT OPUS
Llegó el final
material de una iniciativa que se emprendió hace casi diez años. Con una
sociedad diferente a la de principios del siglo XX, cuando el proceso de la
coronación quedó interrumpido por las circunstancias históricas; con unas generaciones distintas a las que comparten la vivencia de mediados de siglo
mencionado, ya que el pueblo respondía
en su totalidad a cualquier convocatoria religiosa; con una sociedad que
ha pasado del nacionalcatolicismo a una constitución aconfesional.
Ha llegado el
final para los que emprendieron aquellos pasos que pudieron caer sin pena ni gloria en el cajón de una oficina
eclesiástica y, sin embargo, están viviendo la culminación de la meta que
se habían propuesto. Saben con seguridad que se viven otros tiempos. No se
quedaron el fulgor de las coronas áureas, sino que compartieron una nueva manera de hacer presente
a su patrona en el mundo alcalaíno de
hoy. Recorrieron los rincones más insospechados de la paloma de paz que forma
la piel de nuestro municipio, todas sus aldeas, núcleos rurales y cortijadas;
incluso el pueblo de Frailes que tendió
sus manos con el abrazo profundo
de sus gentes. Acercaron a la coronada a
los más excluidos, los más débiles y los
más necesitados. Llegaron al Tercer Mundo y pusieron su sello en escuelas y laboratorios de países africanos, hicieron campañas por la
salud de los pueblos deprimidos. Intentaron
extender la mano a muchas personas que no comparten o no entienden estos ritos en una sociedad
laica. No regatearon esfuerzos, muchos días de dedicación para renovar un
mensaje que podía quedar en un acto solemne de coronación . Lo hicieron con
conferencias, cuadernos didácticos, visitas a templos, recorridos e itinerarios- incluso en su antigua sede abacial-publicaciones
de libros, encuentros de presentes y ausentes, recuerdos de los antepasados,
puestas al día de la coronación….
Y, como dice
esta locución latina finis coronat opus, el final le pone la corona a todo el
trabajo. Pues, en esa corona se encuentran los testimonios históricos de los
primeros que dieron el paso protocolario para que emulara a la Virgen de la Capilla o
de la Cabeza; su oro no es sino ele
esfuerzo de muchas personas que quisieron ofrecer lo mejor de sí mismos a su mediadora con el
Niño, cuando corrían otros tiempos; sus
arcos imperiales, dejando sus tramos al viento y formantes de la cúpula coronaria se alzan
como un símbolo de unión y solidaridad entre las muchas personas, que se encadenaron en un ósculo de amor bajo
la Virgen de las Mercedes. Hoy,
coronación puede tener muchos significados, muchos sentidos y muchas
interpretaciones. Inmersos en la
sencillez que ha caracterizado todo el recorrido de la Coronación, los
promotores que son todo el pueblo de Alcalá, deben sentirse satisfechos por
haber extendido el magnificat y su
misión de iglesia como pueblo de los pobres hacia los más débiles en el mundo
de hoy.
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