Como es
natural, tras el triunfo de la CEDA ya no existIó ningún obstáculo
para que se volvieran a los años de las
rogativas a la Patrona ,
tal como aconteció el 5 de abril a las cuatro de la tarde, siendo hermano
mayor Cayetano Sierra, y permaneció en la iglesia de San Antón hasta el cinco
del mes de mayo, realizándose con todo boato y solemnidad. Lo mismo aconteció,
por la fiesta patronal del quince de agosto. Incluso, durante las fiestas
patronales, el periódico Ideal editó un
suplemento extraordinario dedicado a Alcalá, que mostraba una Alcalá próspera y
en orden, donde estuvieron presentes todas las plumas del momento; María Pilar
Contreras, Antonio Montañés, Guardia Castellano, Alonso de León y Utrilla. De
entre todas destacan estos párrafos del
arcipreste, por su finura y su oportunidad supo caracterizar en su artículo la
situación perfectamente:” Tenemos en
Alcalá una clase popular, noble y sufrida que, no obstante ciertas lamentables
violencias, supo en su mayor parte resistir la pasada avalancha de iconoclasta
furor; tenemos una clase media e intelectual que, discreta, comienza a abrir
del todo los ojos y a recibir con avidez las oleadas de luz, que en sus
encíclicas henchidas del espíritu evangélico, nos envía sin cesar la Cátedra Romana ¿No
os parece que ya es hora de que allanados los caminos y suavizadas las
esperanzas se fundan en estrecho abrazo los
que nacieron para prestarse auxilio de verdaderos y entrañables cristianos?[1]
Un año
después, por la festividad de la
Virgen se repitieron con normalidad los cultos, hay dos
momentos que reflejan este momento. El día de la Candelaria y el Día de la Patrona.
De la primera tenemos estos testimonios:
También las
buenas relaciones del nuevo ayuntamiento
con la Iglesia y el Obispado de Jaén permitieron aplazamientos en el
pago del Palacio Abacial. Además, las
celebraciones religiosas se celebraban con gran
normalidad. El periódico Eco de Jaén, recogía la celebración de la
Fiesta de la Candelaria con este comentario
“Con asistencia de la cofradía de la
Patrona, la Santísima Virgen de las Mercedes, que radiante de esplendor y en su trono ocupó en
el Presbiterio lugar preferente se ha celebrado los actos litúrgicos de este
día (...) El público fue numeroso, aunque quedaron muchos inocentes obreros
tomando el sol a las puertas del templo, tal era el frío natural, paralelo a la
indiferencia y frialdad que hoy siente el pueblo ´bautizado´ sin saber de
Cristo otra cosa que el derivado del cristiano. Tan maguada es la instrucción y
tanto la contraria doctrina que le enseñan”[2].
O
este otro que comenta el
suplemento del 15 de agosto de 1935 mencionado. “...en Alcalá Real se
celebra el 15 de agosto, como si fuera este día consagrado por el Santoral
Romano, para la celebración de sus cultos, viniéndose celebrándose unidas las fiestas de la toma como las de la Patrona , si bien en la
actualidad se les viene dando solamente carácter religioso que las segundas requieren, habiéndose abandonado
aquellas obras de carácter civil que
tanta solemnidad alcanzaron en la antigüedad, y entre las cuales era número
obligado el de simular combates entre moros y cristianos n recuerdos de pasadas
guerras”
El periódico
de la Mañana
también informaba de la celebración de la Primera Comunión
de Niños y Niñas en la capilla del Colegio de Cristo Rey[3].
[1] IDEAL Suplemento,
Miércoles, 15 de agosto de 1934. El artículo del Arcipreste reflejaba las ideas
del clero de aquel tiempo y acababa con la advocación a la Patrona “símbolo del
dechado de virtudes y cualidades de la
raza. Se denominaba el artículo “Alcalá, cuna de hidalgos y acogedora de
visitantes.
[2] ECO
DE JAÉN. 2 de marzo de 1935. El sermón corrió a cargo del párroco y arcipreste
Antonio Montañés Chiquero y versó sobre la Sagrada Familia. Recordó la que es
modelo de todas las familias, presentando como base de la sociedad a la familia
humana y haciendo el relato de las virtudes de l de Nazaret y de las actuales,
para deducir el mal de la sociedad actual, pues tal es el axioma, el todo es
como el conjunto de las partes. Aludió al descuido del catecismo y relegado a
la práctica por la mayoría de los que se llaman cristianos, hoy ambula la pobre
humildad con la vista puesta en el suelo, sin querer las luces de lo alto,
porque para lo necesario da su calor, como que lo reciben a las puertas del
templo. No son culpables de l todo, otras doctrinas lo apartan de la verdadera.
¿Dónde va la humildad sin más guía y norte que el de sus egoísmos?
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