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miércoles, 4 de septiembre de 2024

LOS AÑOS OSCUROS DE LA HERMANDAD . FINALES DEL SIGLO XVIII Y PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX.

 

 

 

LOS AÑOS OSCUROS DE LA HERMANDAD

     FINALES DEL SIGLO XVIII Y PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX

 

Debió la hermandad proseguir sus cultos a lo largo de todos los años como obra pía, que, administrada por el hermano mayor y un depositario, realizaba el culto el domingo primero de septiembre y una junta general, donde se elegían los cargos y se rendían las cuentas, que, en su mayor parte, respondían a ingresos de la administración de la finca, donativos, y demandas y, de otro lado, gastos de cera, procesión, misas de difuntos y de gloria y vísperas. Algunos años se incrementarían con la intervención de algún coro o capilla de musica, ministriles, pago del capellán, faroles de la Aurora, adornos de capilla y ornamentos sagrados (frontales de altar, dalmática, cálices, casullas, sudario del Cristo,...) Son años, en los que se procura adquirir un basamento  o pedestal de la imagen y en la que se realiza una litografía, que nos ilustra de su devoción ligada a la salvación, donde aparece el primer versículo del salmo 88.En  palabras de Domingo Murcia:


"puede afirmarse que la estampa pudo ser realizada a finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX.¿por qué? Sencillamente ,porque aparece  la imagen del Cristo sobre una peana ,que aún se conserva,con los angelillos ya desaparecidos y que hemos visto en grabados posteriores,en el interior del camarín que alojó la ermita de San Blas."

Prosiguiendo   otras conclusiones de aquel artículo ,nos mostraba el cronista un camarín y una imagen con los siguientes caracteres :


"el interior del camarín ,con bóveda de media naranja,sobre una posible planta exagonal,adornos interiores a base de espejuelos, muy típicos del barroco anadaluz, imagen del Cristo con el sudario de tela( que se conserva), y leño de la cruz cilíndrico,peana todavía existente, retablo de una sola calle , coronado con un frotal redondo, flanqueado de ángeles, y en su tímpano JHS,anagrama de la hermandad, un arco de medio punto abre el camarín flanqueado por estípites de orden corintio y su fuste adornado  por simbolos de pasión (escalera, columna, mano , tunica, flagelo, tenazas, martillo, gallo y clavos), cartela en el frontal que la identifica (S.S.Christo de la Salud. Se, venera en la Her.ta de San Blas de la Ciudad de Alcalá la Real) y una cartela apergaminada con el lema de la Hermandad "Domine Deus Salutis me deunde die clamavi  et nocte coram te". [1]         

Entre los años 1795 y 1797, la hermandad, con la ayuda municipal de la piedra vieja de un pilar que se hizo nuevo en los Alamos y la que se deshizo del Humilladero de la Tejuela, construyó el camarín del Señor de la Salud[2].

El año 1800 fue sacudido por la enfermedad de la peste que afectó a nuestra ciudad. Nuestra hermandad participa en una serie de actos que los alcalaínos llevaron a cabo para remediar y afrontar esta situación.  Sabemos que, a las las medidas sanitarias y de seguridad, se unían los actos religiosos, propios de una sociedad muy religiosa. Para ello, se cierran las puertas de la ciudad de entrada de forasteros, se reparten cuarteles de vigilancia entre los regidores y el corregidor, se suspenden todo tipo de actos públicos y diversiones y se hacen rogativas y procesiones con las distintas imágenes de la ciudad. Esta era la estampa:"


El sentimiento religioso no se hizo esperar. Rogativas y procesiones se sucedieron, prohibiéndose los teatros y otras diversiones públicas. En tanto que la Junta Local de Propios ,encargada a veces de estos menesteres, preparaba rogativas, se hicieron procesiones en varias jornadas: de San Blas, pionera, la cofradía del Santo Cristo de la Salud sacaba a su titular, y por la tarde, a éste y san Roque. Se unieron después la Virgen del Rosario y Jesús Nazareno, durante la noche. Siguió Nuestra Señora de las Angustias, con funciones religiosas y predicaciones. Por fín la esperada rogativa de Nuestra Señora de las Mrecedes, el día ll de Septiembre,desde la Mota a Consolación; haciendo estación en la Trinidad, en donde se encontraban el Cristo de la Salud, Santo Domingo de Silos y San Roque, para bajar todos durante nueve días a la Iglesia de los Terceros. Una lluvia redentora y esperada ansiosaente, humedeció el aire con taminado a la una de la tarde de aquel desfile procesional. Llovió intensamente, debiéndose atrasar aquella múltiple rogativa para el día siguiente. El pueblo en masa acudió a estos actos religiosos ,engalanándose y alumbrándose el templo con pompa y fastuosidad" El autor de la nota mencionada menciona otras procesiones que realizaron las monjas dominicas y los padres capuchinos y señala el primero de mayo de 1801 como la fecha de conclusión de todos aquellos actos,que en palabras suyas   "habían mermado los estragos que presumiblemente se esperaban".

Los observantes de San Francisco prepararon por su parte otra rogativa , sólo para hombres, nocturna, con faroles, silicios , cruces, disciplinates y otros, acompañando el Santo Cristo. Siguieron las procesiones en las Casas de Cabildo.[3]

Este libró doscientos veinticuatro reales para los gastos:

"Por otra rogativa, ejecutada a la propia Imagen de Nuestra Señora de las Mercedes y al Santísimo Cristo de La Salu para la preservación deste pueblo del contagio y de la epidemia que se encadenó en otros pueblos de Andalucía en este actual año 224 r" [4]

Durante el siglo diecinueve, sufre la hermandad un importante revés con motivo de la Pragmática del rey Fernando VII, en la que extingue todos los bienes de las las cofradías y hermandades que no tuvieran un fín benéfico. Practicamente, desaparecieron la mayoría de nuestra ciudad o quedaron recluidas en simples actividades de culto. Los  bienes fueron agregados a la Casa dela Misericordia, entre ellos la finca de la Vereda del Carmen, en el año 1802 por la Orden Superior del Rey [5]. Sin embargo se mantuvo el culto del Cristo de la Salud en la Iglesia de San Blas. No obstante en el Libro de Apeos y Valuación General, los peritos nombrados por la Junta de Repartimento, con la presencia de los regidores don Fernando de Aranda y don Miguel Trujillo, el síndico don Francisco de Paula Serrano y el personero D,Juan Miguel de Campos, llevaron a cabo la contribución  general de nuestro término en  año 18l6 y, aunque aparece, como bien propio de la hermandad a nombre de la Iglesia Mayor, la parcela de una fanega en la Fuente el Conejo, administrada por el beneficiado don Miguel Cedillo, tambien figura "el Santísimo Cristo de la Salu (sic) posee una casa Calle la Peste", valorada en 6.000 reales  y 88 maravedís[6].







En el año 1818, sabemos que la hermandad y la propia ermita seguía administrada por un capellám don Antonio Hoyo. Los bienes que poséian , unos tres pedazos de tierra, se habían vendido en Madrid el día veinticinco de febrero de 1802 ante el notario don Juan López Fando por valor de cinco mil quinientos reales. Sin emabargo, la Guerra de la Independencia, supuso un paréntesis en las actividades tanto de la ermita como en la renta de los cuatrocientos sesenta y cinco reales que se pagaban por la venta de los bienes hasta tal punto que desde el 1808 no se cobraban los  réditos, según manifestaba el capellán al déan y cabildo de la Catedral de Jaén[7].

El punto más decadente de las cofradías tuvo lugar en nuestra ciudad, y, por ende, en nuestra hermandad el año 1829. El día diez de marzo, se celebró un cabildo en el que, tras analizar la situación económica de la hacienda local, y se acuerda en el punto tercero

"que se supriman todas las cofradías que hay en esta ciudad sin Real Aprobación, quedando sólo las dos Sacramentales, las de Animas y la de Jesús Nazareno por la Real Cédula que las instituyó y creando a beneficio de los Expósitos, otra bajo el título de los Desamparados, a los quales unicamente se les permita sus postulas, comunicando a los contraventores con la multa de cien ducados o lo que sea de real agrado, a beneficio de los expósitos mismos, cuya constitución la Cofradía expresa el Comisario ser conforme con el pérrafo treinta de la Ley Novissima , título  treinta y siete del Libro Séptimo de Novísima Legislación".

Son años de decadencia y ausencia de noticias de nuestra cofradía, que mantendrá probablente el culto el capellán omayordomo de la ermita de San Blas.  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 

 


 



[1] Murcia Rosales, Domingo (Silos) El Señor Dios de la Salud me llamó en el die de los días y los noche del resplandor. Programa de fiesta de 1990.

[2] Murcia Rosales, Domingo Del anterior artículo.

[3] Murcia Rosales, Domingo. Estampas de devoción popular:una rogativa múltiple. Programa de las fiestas delCristo de la Salud. 1984.

[4] A,M.A.R. Caja 59. Pieza 2. Libro de cuentas desde el 1788.

[5] A.M.A.R. Caja 77 Pieza 18. Oficio sobre requiriendo los bienes expropiables. La constestación del oficio, dada por el síndico don Bñas Ruiz el día cuatro denoviembre de ,il ochocientos veintiuno, se resume en estos párrafos: en esta ciudad y su término no  existen bienes algunos de los que se enumera en el decreto a que se refiere, pues que cuantas capellanías hay fundadas en esta ciudad son llamamiento de sangre, y las rentas y fincas que habíaen ellas se agregaron a la Casa de Misericordia, que se creó el año pasado de 1802 por orden superior.

[6] A.M.A.R.Legajo de la Contribución General del Reino de la provincia de Jaén. Alcalá la Real a dieciseis de enero de 1816.

[7] Murcia Rosales, Domingo.Tres documentos para nuestra historia. Programa de 1996,

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