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domingo, 29 de septiembre de 2024

FINAL EN EL 475 ANIVERSARIO DE PABLO DE ROJASL SUS HERMANOS Y DESCENDIENTES EN LA REVISTA DE LA SEMANA. PERIÓDICO DEL JAÉN.

 

FINAL EN EL 475  ANIVERSARIO DE PABLO DE ROJASL SUS HERMANOS Y DESCENDIMIENTOS

   





Muchos factores influyeron que la vida y obra de Pablo de Rojas pasara desapercibida  durante varios siglos. En primer lugar, el apellido heredado de su padre  Pedro dio lugar a que sus hermanos y herederos. Suelen llamarse con  variados nombres que difuminaron  su origen e identidad. Por su gentilicio Sardo; su apellido italiano, en sus variantes Rages, Regis, Raxis y Ragis. E, incluso, con el mestizaje de ambos, Sardo Raxis. Muy esporádicamente Rojas o Roxas; tan sólo lo hemos comprobado en dos hijas, Ana y Catalina, un hijo de Pedro Sardo, Pablo, y en el nieto del mismo nombre, Pablo de Roxas, barbero, casado con Mayor de los Reyes que murió joven y fue enterrado en Santo Domingo de Silos unos años antes que su tío e escultor Pablo .  Al principio, tan sólo aparecía el apellido de Sardo, referido al padre, a partir del nacimiento de una nieta de nombre Cristina, hija de Melchor comienza a extenderse el apellido Raxis / Rages añadiéndole a veces Sardo. Está claro que en la primera generación, como es frecuente, suelen denominarse por los gentilicios o el lugar de origen y eso ocurría en Alcalá: tenemos datos de apellido como el vizcaíno, montañés, serrano, de Jerez, Jaén, o Jérez ; al adquirir las costumbres castellanas, se imponen los apellidos de la familia en la segunda generación y añaden el gentilicio y en la tercera se complican y se acercan en lo más posible a las costumbres castellanas sin gentilicios. Además, al cruzarse con matrimonios de esposas de Alcalá recogen los apellidos de éstas, como es el caso de los hijos de Nicolás que algunos se apellidan Rodríguez Raxis. Es el caso de Lorenzo. E, incluso  aparece Reyes para las mujeres junto a otros apellidos heredados de otros familiares.

Entre todos los miembros de la familia, - pues doce fueron los hijos  de Pedro Sardo- algunos  pasaron desapercibidos por el mundo del arte tal como es el  caso de  Gaspar, Baltasar o los  Juan (Estos dos últimos  debieron morir muy jóvenes o desaparecer de la ciudad). Gaspar, por ejemplo, se hizo sacerdote y fue sochantre de la parroquia de la Asunción de Priego, donde sus hermanos y familiares intervinieron en muchas  partes de su famoso retablo. Entre las mujeres, Leonor era soltera y se mantuvo con su padre y su hermano Miguel hasta el final de su vida, y Catalina y Ana tan sólo destacaron porque se casaron con familias distinguidas: la primera con Tomás Ortiz vivió en Priego hasta el 1595 que debió fallecer; y la segunda, porque también aparece con el apellido de Rojas y estaba casada con el alcalaíno Pedro González de Molina.  Entre los hermanos de Pablo de Rojas  que faltan por citar, sobresalieron por sus cualidades artísticas: Melchor, Nicolás, Miguel y Pedro y, por encima de todos, Pablo de Rojas que  no llegó a  compartir su padre y sus hermanos toda la estancia y vecindad alcalaína  durante su paso por la vida, sin olvidar que el aprendizaje, oficialidad y primeros pasos debió estar en familia. Aunque suelen ser hombres polifacéticos,   Miguel y Pedro fueron principalmente pintores, y  Nicolás y Melchor, por su parte, escultores.

Melchor, nacido en 1530  debió ser el fiel oficial que ayudó a al padre en toda la labor de la elaboración de las piezas de escultura, en la que destacó como escultor y entallador. Un simple ejemplo fue la imagen de  San Francisco para los franciscanos de Baena en 1583. Junto con sus hermanos Pedro, Miguel y Nicolás realizón varias obras: en 1568 el túmulo funerario en honor del príncipe don Carlos; en 1577, la Virgen del Rosario de la iglesia de Consolación. Sin embargo, suele agruparse con Miguel y Nicolás en las obras, pues Pedro de Raxis el “Mozo”, el hijo de Pedro Sardo, se formó en el taller del pintor de imaginería de Antonio Sánchez Ceria, trabajó entre Granada y Alcalá y en los últimos momentos de su vida regresó a Alcalá donde murió. Las principales obras, sin la participación de Pedro, fueron el retablo de las hijas del escribano Gutierre de Burgos para el convento de San Francisco en 1568 y, en 1577 una bautismo de Jesús para la Fuente Santa de Loja.

También son frecuentes las agrupaciones de Pedro y Nicolás, sobre todo en los últimos años de la vida de ambos que intentaron formar una asociación laboral artística y en 1585 hicieron las andas del Corpus Christi del Castillo de Locubín o en el 1598 el retablo del Dulce Nombre de  Jesús de los dominicos de Alcalá la Real.

A pesar de la unión entre todos estos hermanos, esto no impedía que colaboraran en obras con otros escultores como Juesepe de Burgos hasta el año 1680 y posteriormente con otros diferentes, como Alonso Morales o Sebastián de Solís  en otras ciudades de Jaén, Loja, Priego y Granada.   

La tercera generación, los nietos de Pedro Sardo continuaron la línea artística y en algunos casos compartieron su formación en los talleres con padres y abuelo. Pero, la mayoría de ellos emigraron a finales del siglo XVI y principios del siglo XVII a diversos puntos de Andalucía, sobre todo, Granada y Sevilla, como es el caso de los hijos de Melchor Sardo Raxis, su homónimo y famoso pintor Pedro de Raxis y Felipe a Granada y Gaspar de Raxis,  y Mayor de Raxis, a Sevilla. Algunos mantuvieron su descendencia en tierras americanas y solamente la familia de Nicolás se mantuvo en Alcalá, donde ninguno de sus hijos le salió artista y se dedicaron a otros negocios, entre ellos, a la administración del mayorazgo de Miguel de Raxis. Lo que sí es cierto que siempre reflejan los documentos la fama de su obra y el trato de favor que disfrutaban el cabildo, la iglesia y los hidalgos de Alcalá cuando le encargaban obras, mientras residían en Granada. Así, el cabildo municipal encargó las imágenes de Santiago Apóstol en 1604 a Nicolás y la de San Blas a Pedro de Raxis en 1597 y los regidores transmitían a sus compañeros del ayuntamiento  el amor por su tierra, porque así se lo había manifestado el escultor y lo recogía el acta del 14 de enero de 1597:

“la ciudad entendida la relación que hiço don Francisco de Pineda Mesía, regidor, en que dice que escribió a Granada a Pedro Rages, pintor, en cumplimiento de lo que la ciudad le ordenó para que hiciese una imagen de san Blas de bulto y que le escribe que la hará de cinco palmos y medio en alto, bien dorada, y estofada, y que, aunque  por otras semejantes, le han dado de hechura cuarenta ducados por ser esta ciudad, de donde él es natural, la hará por treinta ducados y mostró la carta  que le escribió y, entendido  la ciudad,  dijo que para animar a los que con devoción  sean movido en esta ciudad a hacerle este servicio al glorioso santo para que por su intercesión  y méritos sea a Dios nuestro señor servido de usar de su misericordia con nosotros y librará a esta ciudad de la enfermedad de la garganta que tantos días que en ella persevera con tanto peligro de las vidas de muchos. La dicha imagen se haga con  tanta brevedad bien y perfectamente a cavada y se procure que sea por el menos precio que fuere posible y lo que concertará el dicho don francisco de pineda a quien se acomete desde luego se libra y manda al a mayordomo”.  

El rico patrimonio que heredaron de su hermano Miguel, fundador de  una institución pía, llegó a convertir a la quinta y sexta generación en hidalgos alcalaínos, como se demuestra a finales del siglo XVII y en el siglo XVIII. Sin embargo, no es muy afortunado el final de la vida de otros sardos, pues muchos de ellos vivieron acuciados por deudas y tuvieron que vender sus bienes. Por ejemplo, Melchor Sardo Raxis tuvo que endeudarse por algunos pleitos criminales de uno de sus hijos, Alonso de Raxis. Para colmo , en Granada Pablo de Rojas murió sin descendencia y tan solo tuvo la fortuna de que la obra de los Sardos continuara con su sobrino y colaborador Pedro de Raxis, con su hijo Bartolomé y descendientes,.

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