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viernes, 14 de abril de 2017

ÚLTIMAS DOLOROSAS

VIRGEN DE LOS DOLORES DEL REPARTIDOR DEL PASILLO  DE LA CAPILLA ALTA

            Esta pequeña y bella imagen para vestir y perteneciente al barroco granadino, se data en el siglo XVII. Es de autor anónimo. Mide en torno a 56 cm. y con peana 78 cm. y se encuentra  en los corredores del Monasterio de lasla  Real.

RRMM DD.  de Alcalá
            Responde a una imagen de vestir con un conseguido  rostro de dolor,  Mater Dolorosa, tan frecuente en las casas, oratorios y conventos. No, por eso, podemos desechar la alta calidad que ofrece esta obra y, en modo alguno, considerarla como de segundo orden. .  Martínez  Medina considera que su origen se encuentra  relacionado con el esquema típico de Dolorosa Granadina  “ De  actitud recogida, con la cabeza inclinada hacia abajo y las manos entrelazadas”  y además, puede estar relacionada con el Ecce-Homo  y Crucificado  en la misma línea que las de medio busto lo hacían entre ellas. “ Confirma esta concepción del Eccehomo como imagen simbólica de toda la Pasión la creación en claro paralelismo de iconografías de la Virgen Dolorosa, que habitualmente acompañaba a los bustos, ya sean esculturas o pinturas. No representan ningún momento de la Pasión, sino la actitud de María en todo el drama (..) En él se invita al creyente a imitar a la Santísima Virgen en el seguimiento de la Pasión de su Hijo, al que se presenta como el engendrado  por ella para remediar a todos los hombres y devolverlos a la amistad con Dios”. No es de extrañar que esta pequeña imagen se encuentre en un convento, pues era frecuente que este tipo de iconos se entregrara   por las monjas a  su nueva profesión con motivo  de su ingreso en la orden dominica.
 En Alcalá se remonta este tipo de imágenes al  siglo XVI con el nombre de Madre de Dios, Soledad y Dolores, que se veneraban  en los templos y se manifestaban públicamente en la  procesión de  la Cofradía de la Veracruz en la tarde del Jueves Santo. También la  cofradía de la Soledad  recogía este momento crucial en la tarde del Viernes Santo a finales del mismo siglo.
Lo que no coincidimos con el anterior crítico  que fue obra del Barroco el hecho de que se creara este aislamiento de  la imagen de María  fuera de la  iconografía histórico-narrativa acompañando escenas en la Pasión o Vida de Jesús. Pues ya existían en la comarca alcalaína y las imágenes de la Soledad son testimonios claros en otros lares. Tal vez, el Barroco intensificó la figura aislada de María sin referencia a ningún momento determinado de la Pasión de Cristo, pero no fue obra creada exclusivamente en este periodo.
La esencia de esta pequeña imagen radica en que centra el pensamiento cristiano tras la Pasión de Cristo. Pues  expresa, con  toda su intensidad y esencia,  el dolor silencioso y solitario de la Virgen, al recordar desde lo más profundo de su corazón los sentimientos de su Hijo. Y, lo hace no para  una manifestación pública sino para el recato intimista de la oración particular. Para interiorizar los sentimientos de María ante la Pasión en este bello y clásico rostro de la Virgen con dolor interior y contenido, mirada al suelo y acompañada con los elementos de Pasión.
 La cabeza inclinada hacia delante  y la mirada baja  son típicos  caracteres de los imagineros granadinos, sobre todo la obra de Mora o Risueño. A esto se añaden las cejas arqueadas y el cerco fruncido para intensificar el dolor. La verticalidad de la imagen y su simetría se rompen con el   leve movimiento de la cabeza hacia la izquierda. Como figura del barroco, todo el dolor queda concentrado  en el rostro y en las manos bellamente dispuestas hacia el corazón sobredorado y atravesado por siete  puñales, que simboliza el dolor mariano y pasional de los siete dolores  Sin embargo, su expresión de dolor sereno- sin demasiada teatralidad  y con el simbolismo que representa de la Pasión de María-  encuadra a esta pequeña imagen en el carácter contrarrefomista que las definen  dentro del contexto granadino, muy alejado a  la expresión de dolor aparatoso  y trágico de Sevilla.  Pues no faltan detalles de realismo como las lágrimas  que caen sobre las mejillas. El manto negro con adornos de plata ensalza el llanto y el luto por la muerte del Redentor. Pero, esto e una  obra tardía del preciosismo.

OTRA VÍGENESGENES DE LA SOLEDAD
Hay otras dos imágenes de la Soledad, una con manto negro y la corona en las manos y otra con vestidos pascuales sin nada en las manos, que no llegan a tener valor artístico y son más bien propiamente devocionales procedentes de oratorios particulares.





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