Se celebra este año el 450 Aniversario de la muerte del doctor Juan de Ávila, lo que no tiene nada que ver con el abad alcalaíno de su mismo nombre. En años anteriores, encontramos su testamento que publicamos en la revista local de la Virgen de las Mercedes y algunos datos sobre su biografía. En concreto, exponíamos:
Partimos de una serie de documentos testamentales encontrados en el Archivo HistóricoProvincial de Ávila. Son en concretos los protocolos 211, 250 y 251 del escribano Gómez de Camborrio que recogen el contrasto del sepulcro, dos testamentos, un codicilo y todo el aparato de apertura, división de bienes, y fundación de memorias con motivo de la muerte del abad.
I
En primer lugar, el primer testamento se llevó a cabo el 26 de marzo de 1550, ante el mencionado escribano y se recoge con la signatura 250( folios 21 y 43). El propio abal lo escribió con su propia letra y firmó con su propio puño en cada uno de sus folios con una preciosa letra cortesana. Así lo recoge unos primeros renglones escritos por el escribano con estas frases “fecho por el dicho don Juan de Ávila, se le guardó a Su Señoría en XIX hojas y media de pliego entero, en cuatro días de abril de 1550 años” Fecho guardo otra por el dicho. Fecho diósele en sábado siete días de mayo de 1550” .
El segundo fue llevado a cabo pòr el escribano mencionado anteriormente en sus casas de los arrabales de Ávila, junto al monasterio de Santo Tomás, donde vívía y moraba en 22 de septuiembre de 1553 en medio de varios sacerotes que hicieron de eestigo ( dos canónigos de la iglesia de Burgohondo, Francisco Gallego y Cristóbal de Arlagos, los clérigos Juan Luis de Vitoria y Domigo Garcez y el procurador Francisco de Peñalosa) y ocupa los folios 340 hasta el 351 del legajo 250. Revoca algunos aspectos del anterior testamento y fue escrito por escribano, su firma es firme y con rasgos notorios.
- El tercer testamento está muy cercano a la muerte del abad, porque se realizó en 8 de octubre de 1556, y se levanto ante el mismo escribano en las casas de su morada, ya mencionadas, extramuros de la ciudad y junto al monasterio mencionado, estando presentes por testigos el padre vicario fray bernardo de Ladrada, , el licenciado Sebastián Delgado, el camarero Francisco Gallego y los clérigos Juan Luis de Vitoria, Juan Bautista Guillamas y Gregorio González. Este testamento se enriquece muchísimo por nuevos personajes que aparecen beneficiados de su mayorazgo, relacionados con la Corte. Además , la firma del abad es muy débil fruto de la debilidad y consecuencia de la enfermedad.
El día catorce de octubre de 1556, ya había fallecido el abad Juan de Ávila y sus albaceas se dispusieron a llevar a cabo el inventario de bienes, reconocimiento de rentas de los distintos beneficios y la partición de bienes. Estos son los documentos que completan el legajo 251, desde el folio 223 hasta el 303.
Por último , en el protocolo 211, desde el folio 204 hasta el 209, se encuentra el contrato entre don Juan de Ávila y el escultor Pedro de Salamanca para realizar el sepulcro de sus padres en la capilla del monasterio de Santo Tomás de Ávila.
Otros tres nuevos documentos nos sirve para relacionarlo con su estancia en Alcalá la Real: son dos poderes y un contrato de compraventa de una casa en Ávila ante el escribano Bernabé Rodríguez en 1542. Curiosamente, corresponden unos días antes de marchar de Alcalá, como deducíamos por el testamento : Aunque estaba relacionado con la abadía por medio de sus provisores, el abad marchó de Alcalá en 1542, tal como se manifiesta en la partición de bienes realizada a finales de octubre de 1556.
El abad vivía en la posada y casa de su provisor Diego Hernández, casa austera y sobria donde dejó los utensilios tras su marcha.
El primer poder en 20 de mayo de 1542 en la ciudad de la Mota. Le otorga el poder a su secretario en Ávila Hernando de Morales, y a sus criados García de Cardeñosa y Macías de la Cuba para que puedan intervenir en todos los Aasuntos representándolo en su nombre, tanto de índole eclesiástica y civil, siendo testigos Cristóbal Nuño Hierro y Bartolomé Diego de Mágina y Pedro Marañón.
El segundo poder se lo otorgaron al regidor Pedro Fernández de Alcaraz y al jurado Juan de Aranda, y a su provisor en Alcalá la Real Diego Hernández en 30 de mayo del mismo año y en la misma ciudad para que lo representaran en todos asuntos y trámites de la Chancillería de Granada.Fueron testrigos sus criados y servdor Juan Vázquez y Francisco Gallego, y su mayordomo.
El tercer documento es un un contrato de cmpraventa entre su camarero, por la fecha de la firma residente en Alcalá la Real, Cristóbal Nuño Hierro y el propio abad, por el que el segundo le compraba sus casas linderas con las del abad en ´Ávila, junto al monasterio dominico de Santo Tomás de Aquino. Eran linderas por una parte con las casas del abad, por otra parte con las casas donde vivía el abad, por otra con casas del abad que vivía su criado Alonso de Bonilla, por espaldas con callejuela, por delante con calle Real, y por la delantera con los adoquines que tenía puestos el abad. Lo cifraba en la cantidad de 80.000 maravedíes, ya que eran una donación anterior, Se puso como condición que su camarero y su esposa habín de vivir durante todo el tiempo de su vida. Lo aceptaba sin poder morar ningún familiar y con la obligación de retejar y hacer reparos. Se hizo en Alcalá la Real a dos de junio de 1542. Fueron testigos en la morada del abad, Juan de Aranda, hijo del jurado Juan de Aranda, el prio jurado y el provisor Diego Hernández.
Es curioso que el abad se declare de la ciudad de Alcalá la Real y de la de Burgohondo por la santa Iglesia de Roma, manteniendo el litigio de jurisdicción con el cordenal Merino por la pretensión de a competencia de potestad dicoesana de Jaén sobre la abadía de Alcalá la Real.
Es curioso que el abad se declare de la ciudad de Alcalá la Real y de la de Burgohondo por la santa Iglesia de Roma, manteniendo el litigio de jurisdicción con el cordenal Merino por la pretensión de a competencia de potestad dicoesana de Jaén sobre la abadía de Alcalá la Real.
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