LA FAMILIA PEREZ HERRASTI Y LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS
Y SU RELACION CON ALCALÁ LA REAL
Según la declaración individual de bienes
realizada por los vecinos alcalaínos en el Catastro de la Ensenada, se
encontraban labradores y propietarios. Los primeros le administraban los bienes
a los rentistas e hidalgos, e, incluso, a las familias nobles de tierras
foráneas. Por 1751, se encontraba el
cortijo de los Bramaderos (actual Agramaderos) dentro del partido de Las
Caserías y declaraba su labrador y administrador el alcalaíno Domingo Álvarez.
El cortijo, sin embargo, pertenecía al granadino hidalgo don Juan Pérez de
Herrasti. Esta familia había surgido de Azcoitia y, en concreto su vecino
Domingo Pérez, que acudió como capitán en la última etapa del reino de Granada.
Desde su matrimonio, hasta el de Juan Pérez de Herrasti, se vio relacionada
esta familia con varios miembros de familias hidalgas alcalaínas. En primer
lugar, con los Gadea, conquistadores de la ciudad de Alcalá la Real; en segundo lugar, con los Mazuelos, de origen italiano; de los
miembros de la familia de don Pedro Veneroso, regidor de Alcalá la Real, y,
sobre todo, de los Biedma, con los que incorporaron el mayorazgo del cortijo de
Bramaderos y el patronato de la capilla de San Antonio del convento franciscano
de Nuestra Señora de Consolación.
Del cortijo era
su administrador el labrador Domingo Álvarez Manero y Sotomayor
(1198), hortelano, jornalero y labrador de 39 años, casado con María
Cano , tenía dos hijos menores Antonio de tres años y Juan de dos, se
acompañaba de un gañán y un sirviente ganadero. Disponía de dos bueyes, dos
vacas, un becerro, 10 ovejas, 5 borregos, un puerco, 8 lechones, 3 jumentas, un
jumento, y seis colmenas. Sabía firmar y lo hizo el cinco de marzo de 1752.
A través del
libro de la Historia de la Casa de Herrasti, Señores de Domingo Pérez en
Granada, escrito por Juan Francisco de Paula Pérez Herrasti Vera (también
recibía los apellidos de los Gadea, Maldonado, Álvarez de Alcocer, Afán de
Rivera, Ortega, Inarte, Salazar, y Ponce de León), se encuentran una serie de
datos históricos muy importantes para la historia de Alcalá la Real. Y, sobre
todo, de la familia de los Gadea, enrolados en la conquista de la ciudad de la
Mota. El autor del libro era Juan Francisco de Paula Pérez de Herrasti Vera era
un granadino que ejercía el octavo señor de la casa de Herrasti y del Palacio
Casa Fuerte con Tiros de Artillería, Tercias y Alcabalas de la villa del Padul.
Y su relación con Alcalá la Real venía motivado por ser su regidor perpetuo, a
la vez que en la ciudad de Guadix. Dedicado a Nuestra Señora de las Angustias,
patrona de la ciudad de Granada en la imprenta de la Santísima Trinidad de Granada
en 1750. Tras recibir la aprobación eclesiástica y civil, y pasar la censura,
analiza su genealogía remontándose a Domingo Pérez, un hidalgo de la villa de
Azcoitia, de la provincia de Guipúzcoa (terreno de Cantabria). Entroncado con
la familia de los Herrasti.
Es muy interesante la leyenda de la base de la litografía, porque liga la devoción de Nuestra Señora de las Angustias con el ámbito religioso de la ciudad de Alcalá la Real y responde al modelo iconográfico de la Piedad granadina en postura y vestimenta bajo el dosel y fondo de su camarín. Pues, por este tiempo comienza a divulgarse su devoción mediante el rezo del rosario y procesión del Viernes de Dolores a cargo del cabildo municipal, que la declaraba patrona de sus miembros. Y, no sólo se queda el asunto en este dato, sino que el cardenal el Eminentísimo Señor don Carlos Borja, por cierto abad de Alcalá la Real, le concedía al devoto de la Virgen de las Angustias 100 días de indulgencias siempre que se rezara una salve ante su imagen como patrona granadina, lo que debió propagar el culto en nuestra tierra tan ligada con la ciudad de la Alhambra por las relaciones comerciales, sociales e históricas y con sus hombres que compartían tierras y oficios como es el caso de los Pérez Herrasti, Verdugo , Cerrato, Torre….Recogía estos datos, como era frecuente en estas litografías, y añadía el nombre de don Francisco de Perea, como arzobispo de Granada y la fecha del decreto en 1732. No nos extraña la presencia de este arzobispo, pues era muy devoto de la Virgen de las Angustias, de modo que consagró en su pueblo natal de Albuñuelas un colegio con este nombre regentado por los padres franciscanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario