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viernes, 5 de febrero de 2016

LOS CORREGIDORES EN TIEMPOS DE CARLOS III (III)

En el reinado de Carlos III, hubo algunos corregidores, que estuvieron imbuidos del espíritu racional de la época y llevaron a cabo  un saneamiento de la hacienda pública y del Pósito de la ciudad. Don Pedro Moreno de Villena  y Manuel de Lastres consiguió que se sanearan el pósito de la ciudad por medio de una serie de medidas que beneficiaron a los labradores y campesinos.


El motín de Esquilache que supuso grandes alteraciones de  orden público y el levantamiento del pueblo llano, así como la expulsión de los jesuitas, no afectó a la comarca de Alcalá la Real, el rigor con que se aplicaba la revisión de las cuentas del Pósito por los distintos organismos desde el propio cabildo, la comunidad de jurados, las residencias de los corregidores y la Contaduría General, dió lugar a que, a pesar que el quinquenio desde 1762-1766 que había sido muy riguroso en toda España por la sequía, no afectara al abastecimiento del pan entre la población ni al repartimiento de trigo para los pelentrines y pujareros. Aún más , la nueva política, aunque tímida, de participación popular a través de los procuradores diputados y el síndico personero general, coadyuvaron a que el control en las cuentas y las medidas en favor de una mayor gestión y beneficio del Pósito redundara en la vecindad.
Estas medidas emanadas desde la Corte a todas las ciudades tuvieron lugar en nuestra comarca; por una parte, las dos parroquias de Santa María la Mayor y Santo Domingo de Silos   eligieron dos representantes diputados, que junto con el síndico  personero general, asistían a todos los asuntos relacionados con  el abasto de  la ciudad, e, incluso, hubo intentos de que participaran en la Junta de Propios- cosa que tan sólo se permitió al síndico sin derecho a voto. No obstante, son años que se percibe un deseo de abrir el consejo a los vecinos, a pesar  de las reticencias que suponía para la ciudad que estos nuevos cargos asumidos dentro de la comunidad de jurados, sobre todo, la del síndico como una regalía. Los vecinos asisten, por su experiencia y honradez, en asuntos referidos en la limpia y tala de los montes y la defensa de la ganadería en algunos plenos.
Este nuevo aspecto de la vida municipal da lugar a dudas sobre la participación entre los nuevos miembros y los antiguos regidores y jurados, que son resueltos mediante  reales órdenes.

La misión de los nuevos cargos sólo limitada a la cuestión relacionada con el abastecimiento, tan sólo, el personero puede entrar en la nueva Junta de Abastos( formada por los dos comisarios  regidores, los dos diputados, el mayordomo y el contador).

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