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viernes, 1 de enero de 2016

CURIOSIDADES Y FIESTAS POR NAVIDAD (iv)


FIESTAS










Es interesante partir de la reglamentación de fiestas establecidas en las ordenanzas recopiladas del año 1751 y en las que el Cabildo tenía obligación de asistir a la función de Iglesia de la mañana y la procesión de la tarde. Allí, aparecen las siguientes fiestas de la Tabla, que fueron despachadas y decretadas por el Real y Supremo Consejo de Castilla:


Enero:

La Fiesta de San Sebastián, el veinte, en la que el alférez mayor lleva el estandarte, y, en su ausencia, el regidor más antiguo.

El calendario festivo se coletaba con el religioso, recogido en las Constituciones del Abad Moya son las siguientes:
Enero:
Día uno se celebraba la Fiesta de la Circuncisión del Señor, el día seis, la Epifanía o Pascua de Reyes; el veinte coincidía con la de San Sebastián y el veintitrés con San Idelfonso, arzobispo de Toledo.
Diciembre:

El ocho la fiesta de la Inmaculada Concepción, el catorce san Icasio en Priego por patrón, el veinte Santo Domingo de Silos en Alcalá la Real por patrón, el veintiuno el apóstol santo Tomé, el veinticinco la Natividad de nuestro Señor y el veintiséis san Esteban , mártir. El veintisiete san Juan apóstol y evangelista y el veintiocho los Santos inocentes.

LOS CONVITES

Se realizaban entre las autoridades el cabildo, aunque acudían también el comandante militar, la justicia y personas notables, entre las que se reunían los oficiales retirados y personas de carrera.
Por las fiestas religiosas significativas ( Pascua, Corpus y Navidad) se llevan a cabo cenas caritativas y de beneficencia para los pobres, repartiéndoles  el pan en dichos días. La Beneficencia jugará esta función y , sobre todo, la Fundación del Abad Moya lo mantuvo hasta muy avanzado el siglo XX con la cena de Nochebuena a veinticuatro pobres transeúntes.
Como se ve, un precedente de la invitación de la cena de la alcaldesa de Madrid. 


CABALGATA DE REYES


Por los años veinte del siglo XX  se inauguró esta costumbre, por medio de los grupos juveniles como la Estudiantina Alcalarreña o la Sociedad de Amigos de Martínez Montañés en el año 1936; posteriormente, fueron los miembro de la sección juvenil de Falange quienes desarrollaron dicha actividad cultural.
Con la llegada de la democracia, la cabalgata se organizó por la delegación de Cultura del ayuntamiento alcalaíno y la colaboración de las asociciones de AMPA Y COFRADÍAS. Y SE EXTENDIÓ A MUCHAS PEDANIAS.  

LAS COFRADIA DE ANIMAS





LA COFRADÍA DEL DULCE NOMBRE DE JEŚUS Y SANTA CARIDAD
La más importante cofradía de Ánimas de Alcalá tenía su residencia en el Convento de san Francisco, y, en los años anteriores, en la iglesia de la Mota Y DE Santo Domingo de Silos. Sin embargo, a finales del siglo XVIII, va a quedar reducida a la de la iglesia de la Veracruz, al reconvertirse el antiguo legado de su hermandad pasional en este tipo de cofradía en el siglo XIX. Solían acudir por la noche, al toque de oración, a recoger limosna con unas tazas y campanillas por las calles y los cortijos de la comarca. Dividían la ciudad en varios partidos de la Veracruz, san Antón, santo Domingo, del Ecce-Homo, Consolación, san Juan y san Blas y de la Encarnación y la gente daba dinero para aplicarlos a misas, cantando canciones de ánimas y toque de campanillas. Estas se celebraban por las mañanas en el amanecer y en los días festivos. La demanda del campo dió lugar a que en las aldeas se formaran algunas hermandades como en Ermita Nueva. También por Navidad, llevaban a cabo la limosna de aguilando, que imitó la hermandad de la Aurora, y que acababa con una rifa con los ganados en especie( borregos, cerdos, asnos,) que que donaban los devotos. Durante el Corpus y Candelaria y fiestas de la iglesia su capellán ofrecía misas1.
Al final de siglo XVIII significó la desaparición de muchas cofradías y la reunificación en la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús. Es digno de destacar que en esta labor de depuración participaron las directrices de la política nacional, en la que el propio cabildo se obligaba a emitir su informe como hace con la anterior cofradía en 1808 a requerimiento presentado por el regidor don Miguel de Cisneros y encargado del caso.1 En este tiempo en el que se trasladó la parroquia de santa María al convento del Rosario dio lugar a celebrarse otras fiestas religiosas por la cofradía, como era la de la Candelaria, la de santo Domingo de Guzmán, los oficios del Jueves y Viernes Santo, perdiéndose prácticamente la del Dulce nombre de Jesús. La labor benéfica de atención a los pobres transeúntes fue característica de esta cofradía, ayuda de beca a los niños mediante compra de libros de enseñanza, .

Una costumbre que nunca se perdió fue el adecentamiento de calles para las procesiones de Semana Santa, como en el año 1928.
Aunque las cofradías aparecen y desaparecen, según las circunstancias hay constancia de la presencia del Señor de la Humildad en el año 1930, en el que se invitan al Ayuntamiento.2
1 AMAR. Acta del 17 de octubre de 1807.
2 AMAR. Acta de la comisión de gobierno 14 de abril de 1930.


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