Salvador de Ussel y
Gimbarda era el nombre y apellidos del Marqués de Ussel, Fue hijo del también en marqués Bernardo de
Ussel y Giambarda, de quien heredó título y recibó la enseñanza y los beneficios de los servicios de su padre. (
regidor de Cádiz de 1718, cxapitán del regimiento de Montilla, caballero de la Orden de Alcántara). Fue corregidor de Alcalá la Real cuando el reinado de Fernando VI finalizaba y Mantuvo la recuperación
de la ciudad y el saneamiento de la economía con la aportación al sitiado de la
sal por las salinas de Filique, evaluado en 41.140 maravedíes, debido a la buena situación económica sin precios excesivos en los productos y abastecimiento de
la ciudad en el trigo, mientras la ganadería se va concretando en las reses
lanares y caprinas.
La preocupación
por el urbanismo de la ciudad se manifiesta
en acuerdos como el siguiente de dar
licencia para
la torre contigua a la Iglesia
de san Antón Abad para señalar el sitio se halla remetida de dicha fábrica
adornando una de los sitios más publicos que sirven a su aspecto de la entrada
de la ciudad en el camino a Granada y será conveniente que sea igual con las dos calles de la Peste y Lecheros agregándose
todo el terreno que necesita que guarde
la entrada sin invadir el uso público del común, el cuartel y el Juego de
Pelota-l
Fruto de esta
colaboración fue la cesión delas Casas capitulares a la Iglesia Abacial con lo que significaba de
abandono por parte del estamento civil de la fortaleza de la mota, quedando
como un simple residuo y santuario de la iglesia.
EL CORREGIDOR USSEL EN TIEMPOS DE CARLOS III
ENCUADRE DEL REINADO
La ciudad debió
recibir un fuerte impulso económico a mediados de siglo con la roturación de
sus campos hasta tal punto que no se vieron las carencias en los años de sequía
tan dramáticos del siglo anterior. Acontecimientos nacionales como el motín de
Esquilache que tuvo cierta repercusión en la ciudad cercana de Granada y en
otras ciudades de España no repercutió en la vida local. Cuando se tiene
noticia de sus consecuencias, la ciudad ha previsto todos los temas de
abastecimiento de la ciudad y tan sólo le afectaron medidas como los cuatro
diputados síndico del común que se repartieron en las distintas parroquias.
Una gran
renovación urbanística se produce a lo largo del reinado desde el reinado de
Felipe V hasta la muerte de Carlos III. El actual diseños simétrico de nuestra
ciudad con los dos ejes del Llanillo y la calle Real, se corrige con nuevos
edificios que encuadran la ciudad: las Casas de Cabildo y las Casas de
Enfrente. Al mismo tiempo, los nuevos edificios del Pósito, del Palacio
Abacial, de las iglesias de san Antón, las Angustias y la cÁrcel nueva le dan a
las calles y a la ciudad una nueva perspectiva más abierta y acorde con los
nuevos tiempos. Se renueva el servicio de alcantarillado. Por eso no es extraño
que un servicio vital como el agua sufra una gran transformación en 1777 con
los maestros de cantería y de aguas Antonio Martín Espinosa y
de Francisco Machuca, maestro mayor de aguas de Granada. Un nuevo recorrido
desde el nacimiento de san Marcos dará macha funcionalidad a una de las
principales fuentes de abastecimientos en el Paseíllo de la Mora , todo ello supervisado
por los maestros de arquitectura de Belals Artes de san Fernando. Manuel Godoy
fue uno de los que más intervino en las obras municipales y en los caminos. Sin
embargo, uno de los más importantes
arquitectos fue el alcalaino Antonio Martín Espinosa . A el se
le deben una gran cantidad de edificios públicos y religiosos y algunas obras
de ingeniería. El puente de la Hondonera en el año 1759 se construirá ce piedra que permitirá un acceso importante en la Hondonera con dirección
a Montefrío, Loja, Vélez y Málaga[1].
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