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viernes, 21 de noviembre de 2014

CASTILLO DE LOCUBÍN Y EL MARQUÉS DE LOS TRUJILLOS


Un acontecimiento importante fue en el año 1627 la venta y  adquisición de la villa del Castillo de Locubín por el Marqués de los Trujillos, dentro la política real de venta de terrenos de realengo para hacer frente a las guerras de Flandes. La medida hay que reconsiderarla desde el punto de vista del nacimiento de nuevas villas independientes y en el de recoger fondos para la Corona. Sin embargo el caso alcalaíno es diferente al de otras villas que se independizaron en el resto de España, porque aquí pudieron más que las razones de privilegio otorgadas por reyes anteriores y  los intereses de los ganaderos que se veían privados de unos extensos montes de pasto  cuales eran los comprendidos por la sierras de Valdepeñas, Marroquin y  toda la zona que limitaba con Alcaudete, Martos,  y Valdepeñas. De ahí que nada más anunciarse la venta de la villa se produjo un gran alboroto que puso en pie a todos los caballeros con el fin de recuperar la villa. Los alcaldes ordinarios y todos los vecinos protestaron el acto de posesión el día 27 de Noviembre de 1627, iniciándose el pleito para la recuperación[1]. Es verdad que estuvo cierto tiempos en manos del Marqués donde puso una alcalde mayor que regía la ciudad. Fueron los momentos en los que intervino el regidor alcalaíno, Ruiz de Mendoza con una serie de maniobras en las que, dentro del marco legal, trató de crear el ambiente adverso en la villa contra la ciudad de Alcalá, al mismo tiempo que concertaba con el propio marqués las estipulaciones de la devolución de la villa.
Algunos autores consideran el proceso que el rey Felipe IV no recompensó el deseo de vasallaje que los habitantes del Castillo le proponían en provecho de  los privilegios concedidos a Alcalá.


Se estableció un precio de 7.250 ducados por legua en todos los terrenos. Esta villa tenía  por aquel tiempo dos leguas y media y cuatrocientos vecinos. Por lo tanto la operación ascendió a 7. 250.000 maravedís. La finca fue adquirida por don Antonio Alvarez de Bohorquez, consejero de Hacienda. En veintinueve de noviembre de 1627, pagó el dicho comprador al factor de la Corte, Antonio de Espínola, diez mil ducados en moneda de plata doble. En 28 de febrero de 1628, tomó la ciudad de la Mota  un  censo para hacer frente a todas las obligaciones que se había comprometido el marqués  con la Corona. Aunque pronto la ciudad recuperó la jurisdicción sobre ella por la cantidad de setenta mil ducados de plata doble , y se vio obligada a hacer la cesión de una serie de terrenos situados en Cofrida y Puerta Alta al dicho marqués,- correpondía un cuarto de legua y el marques se veía obligado a pagar por la cesión 6.404 ducados- ello le llevó a embargar durante mucho tiempo sus bienes con censos, roturación nueva de tierras y otros arbitrios.

Por documentación de siglos posteriores, se nos resume la situación de la siguiene manera:

 

Habiendo su Magestad determinado vender y enajenar veinte mil vasallos por reglas defactorias fue rematada dicha aldea a favor del Marqués de Trujillos, por quien fue zedida a esta Ciudad, dicha su Aldea, que la pretendió por el tanto , inbitada y rogada por los vecinos, y con efecto le fue otorgada escritura de venta en la catidad de catorce cuentos nobecientos setenta y cinco mil trescientos veinte tres mil mrs. en plata y  se le dio posesión  para que gozase como antes la tenía por su aldea, que no por Basallaje.[2]

 



[1]AMAR.CAJA 475. Pieza 1.
[2]AMAR. Libro de cabildo del 1767. Acta del 29 de Octubre del mismo año. Recurso hecho por la ciudad en orden de la pretensión de los diputados y síndico.

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