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sábado, 12 de julio de 2014

DÍA TERCERO DE LA FIESTA DE LOS SAUCES. DEPORTES Y PINCHITADA



FIESTA DE LOS SAUCES . TERCER DÍA.
 
DÍA 13 SÁBADO.

Mañana, a partir de las diez de la mañana: Torneo de Fútbol   (Para , infantiles, femenino y senior en el PABELLÓN Municipal de  Alcalá la  Real organizado por la  ASOCIACIÓN Y COLABORACIÓN DE LA PEÑA BARCELONISTA DE ALCALÁ LA REAL con equipos de La PEÑA BARACELONISTA Y LOS JÓVENES DE ALCALÁ LA REAL.

CONCURSO DE LA RANA

CONCURSO DE MUS Y JEROGLÍFICOS

CONCURSO DE DOMINÓ

CONCURSO DE LA PETANCA  a partir de las nueve de la mañana: Inscripciones Club Centro de Día. Premios en especie y trofeos.

MEDIODÍA: pinchitada y aperitivos.

(Para todos los vecinos y visitantes)

Amenizada por grupo musical Tarde, GYNKANA, CONCURSOS Y TALLERES PARA NIÑOS

En las dos plazas

NOCHE, A PARTIR DE LAS 22 HORAS. VERBENA,

CON LA ACTUACIÓN MUSICAL  Del  GRUPO Trío Bohemia

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 




 

DÍA 13 SÁBADO.

Mañana, a partir de las diez de la mañana: Torneo de Fútbol   (Para , infantiles, femenino y senior en el PABELLÓN Municipal de  Alcalá la  Real organizado por la  ASOCIACIÓN Y COLABORACIÓN DE LA PEÑA BARCELONISTA DE ALCALÁ LA REAL con equipos de La PEÑA BARACELONISTA Y LOS JÓVENES DE ALCALÁ LA REAL.

CONCURSO DE LA RANA

CONCURSO DE MUS Y JEROGLÍFICOS

CONCURSO DE DOMINÓ

CONCURSO DE LA PETANCA  a partir de las nueve de la mañana: Inscripciones Club Centro de Día. Premios en especie y trofeos.

MEDIODÍA: pinchitada y aperitivos.

(Para todos los vecinos y visitantes)

Amenizada por grupo musical Tarde, GYNKANA, CONCURSOS Y TALLERES PARA NIÑOS

En las dos plazas

NOCHE, A PARTIR DE LAS 22 HORAS. VERBENA,

CON LA ACTUACIÓN MUSICAL  Del  GRUPO Trío Bohemia

 


La Acamuña y el Guadalcotón
Los alcalaínos acaban en este lugar, hoy mirador de Fátima, la decimocuarta

estación del Vía crucis. Se levantaba una pequeña primitiva dedicada a San Judas

Tadeo, protector de las enfermedades mentales, y se albergaban en sus interiores

su imagen y una cripta de cristal que contenía al Cristo Yacente, último paso del

paso de la Pasión de Jesús. Junto a la ermita, la cruz con una peana que marcaba

con números romanos el orden del camino de la Cruz. En la guerra civil sirvió

de puesto de vigilancia y fue destruido en el mes de agosto de 1936. Años más

tarde, con motivo de la expansión de la devoción de la Virgen de Fátima en el

pueblo de Alcalá la Real, se formó un pequeño oratorio dedicado a la Virgen de

Portugal. Actualmente ha sido restaurado el rincón y es un bello mirador de la

ciudad. (GC, 231)

Para este lugar, la imaginación puede volar hacia diversos puntos. Bajo el valle

del Guadalcotón. Mi amigo y profesor Manuel Peñalver me ha traído a colación

una leyenda que no tiene muchos visos de realidad ni verosimilitud, pues une

elementos de cambios geológicos con una reciente historia. Pero, es muy bella

como todas las palabras que pronunció en su Pregón de la Cereza de la fiesta

castillera, y, aún más, destaca por el contexto lírico en la que la incrusta dentro de

su bello libro “Castillo de Locubín. En su diversidad”. Hace referencia a la Acamuña,

palabra que designa el término “Camuña” se deriva del árabe kammuniya



que significa ‘parecido al comino’. El nombre se tomaría probablemente de un

mote antroponímico del repoblador de la zona tras la Reconquista. En algunas

partes, se crían toda especie de semillas, menos trigo, centeno o cebada. Y, en

verdad que el suelo de esta sierra se parece al de monte mediterráneo, con gran

profusión de hierbas y chaparros y encinares por todas las partes, recientemente

conquistado por los olivares más antiguos de la comarca alcalaína.

Parece que, muy allá de los tiempos conocidos, cuentan los antepasados que

fue el día de “la voz que clama en el desierto”, aquel que porta en su lábaro posesiona

el Agnus Dei qui tollit pecta mundi. El día del solsticio de verano, día celebrado



por todas las culturas. En dicho día hubo un temblor de tierra impresionante

hasta tal punto que rodaron rocas, peñascos y piedras enormes de su cima

hasta varios lugares que quedaron anclados entre la maleza y en el valle; uno de

ellos fue el famoso paraje de Los peñoncillos de Castillo de Locubín. Si recorremos

la ladera del monte de vez en cuando se levantan pequeños montículos

38 Ruta entre cuentos y leyendas. Desde los miradores de las Cruces



o sobresalen de la tierra arenisca y de

arrañal montículos de piedras, muladares

acumulados por el hombre y se

han formado eras con sus piedras en

torno a pequeños cortijos, algunos ya

olvidados. Pero sobre todo, los efectos

sísmicos más impresionantes consistieron

en que se abrió una falla tan

enorme que hizo brotar aun río desde

Alcalá la Real, llamada Guadalcotón,

(no es sino el étimo árabe Guadal,

“río” y “al Qoton” es una fibra vegetal

que crece alrededor de los granos del

cotoniero “Gossypium”, un arbusto del

familia Malvaceae).



Muchos defienden que luego pasa

por el Castillo de Locubín y se preña

de muchas fuentes en nacimiento actual

del río san Juan. Allí le llamaron

Río San Juan. Cuentan que los castilleros

le dieron este nombre porque

este santo -que lo celebramos como agnus Dei y fue degollado- les salvó la vida

de este gran terremoto legendario.

II

Este sitio es descendiente de un pasado rico en cultura y en trabajo y también

de una tierra que siempre ha sido soporte de las mejores páginas de la historia de

la comarca de Alcalá la Real. Pues esta tierra fue la de la leyenda de Flora, pero

también la tierra de las hazañas de la Boca de Charilla, la tierra de los laboriosos

colonos que conquistaron con su trabajo los salvajes montes que bajan desde la

Martina, y los que sembraron cantos populares con su famoso fandango; la tierra

del famoso poeta Aben Jakán, la de la mujer laboriosa y la de los niños descubridores

del famoso tesoro hispanoárabe de Charilla.

Algo oculto debe tener esta tierra; o algún espíritu especial baja todos los días

desde el portillo Cerrado de los Llanos hasta la ermita de San Miguel. Ese arcángel

que le dio nombre a esta ermita a finales del siglo XVI cuando se fundó al



amparo de algún noble hidalgo, tal como se conserva en el escudo de una fuente

cercana a la tahona de Charilla. Este arcángel que debió insuflar este espíritu superador

entre vuestras gentes, para conseguir este entronque tan perfecto entre

el personaje y el paisaje, el paisanaje y la naturaleza.

Francisco Martín Rosales 39



Pues, parece como si, en estos lares, sucediera que se entablara un bello diálogo

de amor entre sus aldeanos y la tierra, un diálogo de orgullo entre el ser

y el ensueño, un bello vínculo que se parece a todos aquellos enamorados de la

poesía, el mismo que cantaba Ben Jakán, poeta charillero, cuando lo hacía con

estas bellas palabras:

Me perdí, y dejé mi continencia en el desierto;

y monté mi gozo a rienda suelta.

Me ofreció la rosa de sus mejillas,

y la recogí con la mirada sin pecado.

Quise abstenerme de su amor, pero no pude,

mostrándole seriedad en medio de la broma.

Y dejé que mi corazón fuese, por el ardiente afecto,

como un ave con la que vuelan, sin ala, los deseos.


Por eso, no es de extrañar que los charilleros siempre se ufanen de que han

nacido en esta tierra, y Charilla sea su escudo y honor, su tarjeta de presentación

en muchos lugares de España, porque esta tierra ha dado muchos frutos. Ya hace

ciento cincuenta años, de esta manera nos la describía bellamente el ministro

Madoz en tiempos de Isabel II.




“Aldea con dos alcaldes pedáneos en la provincia de Jaén. Es uno de los doce partidos

de campo de la ciudad de Alcalá la Real, y, por tanto, corresponde a su partido judicial

y abadía, distando de ella media legua. Está al sur al pie del cerro de la Torre, sobre la

cañada de la Boca de Charilla, en terreno bastante alegre y pintoresco, por las muchas

aguas que fertilizan sus ruedos y la multitud de cerros que la circundan, formando

variados paisajes. Su figura es irregular, sus once calles tortuosas y la mayor parte sin

empedrar, aunque casi todas llanas y anchas; sus 184 casas, una de un piso, dos de tres y

las demás de dos pisos”.


Esta tierra tiene vida, y el agua oculta que llora, se esconde y lagrimea de sus

manantiales para convertir las tierras áridas en ricas huertas. Esta tierra, la del

nacimiento del río Juncal, con el que se regaban los ricos frutales y hortalizas en

otros tiempos, la de la Fuente Grande y las de la Majadillas, Hoyo del Peñón y

Joya. De ahí que, al marchar a otros lugares, nunca se olviden de ella sino que,

en el lugar de la diáspora donde se asentaron, siempre tengan su alma puesta

en volver al sitio donde les vio nacer, o lo añoren en sus escritos o sus estudios

literarios, o, como decía su famoso poeta

Mis alas se agitan cada vez que se te menciona

o pasa tu céfiro perfumado.


Y es que ese aire que baja de las Sierra del Marroquí, Rompezapatos, el Marroquín

o la Acamuña les deja una huella imperdurable.
 

                       

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