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miércoles, 23 de julio de 2014

LIBRO DE ACTAS DEL SIGLO XVIII. HACIA LA FIESTA DE SANTA ANA (iv)


NOTAS  PARA LA HISTORIA DE LA HERMANDAD DE SANTA ANA (I)

 

 

Hace unos años,  se propuso llevar a cabo  un libro de la historia de la hermandad de Nuestra Abuela de Santa Ana. Los hermanos mayores lo han intentado y de seguro que alguien lo hará realidad. Como hermano, he venido aportando a lo largo  de años anteriores la historia social de los vecinos de la aldea de mis antepasados. Ahora voy a iniciar una serie de artículos que no tienen más interés que aportar datos para la historia de este futuro libro de la hermandad. Parto de todo el material que he  recogido en los distintos archivos provinciales y locales, sin dejar en el olvido la gran aportación que me hizo  mi amigo Juan Cano con la fotocopia de un libro de actas de la hermandad, y sigo la línea  metodológica comenzada con la  Historia de la Coronada. Una entrega por años. Posteriormente , si alguno quisiera, puede ordenar el material y  plasmarlo en un eje cronológico correcto y lineal.

 

            Mis primeras notas se basan en las actas anteriormente comentadas, que he cruzado con otros datos investigados en otros  archivos. Corresponden  a los  años comprendidos entre 1714  1779 y se titulan LIBRO DE LA COFRADÍA DE SEÑORA SANTA ANA, QUE LO HIZO Y DIO JUAN RUIZ GÓMEZ, SIENDO HERMANO MAYOR  DE LA DICHA COFRADÍA EN EL AÑO  DE MIL SETECIENTOS CATORCE . A lo largo de dicho texto, aparecen, sobre todo, los acuerdos de las reuniones de cabildo de la cofradía, los nombramientos de cargos, anotaciones de misas y los inventarios de la cofradía. Vamos a comentar, esencialmente,  las características de la hermandad a lo largo de este artículo.

Por su semejanza , la cofradía suele tener las características de otras que se conservan y denominamos de estructura “cerrada”, con poco número de hermanos, elecciones rotatorias y  control jerárquico. Generalmente, pertenecían a las clases privilegiadas y a los hacendados  frente a las hermandades, esclavitudes, o algunas cofradía, de carácter algo más abierto, como las cuadrillas  del Dulce Nombre de Jesús

 

            CONSTITUCIONES

 

            Habían desparecido en el siglo XVII las constituciones de la cofradía, el decreto de la fundación y su erección. Pero era un hecho constatable que habían existido y se regían de un modo consuetudinario- la tradición de  las constituciones antiguas y los acuerdos anuales del cabildo-. A instancia de los hermanos el año 1746 exponen la situación de desamparo documental , manifiestan la extracción social de los hermanos-labradores -  y solicitan de nuevo la fundación de la cofradía, algo parecido lo que ha sucedido durante estos últimos años.

            El reformismo religioso del siglo XVIII instaurado en el gobierno abacial incidió en la elaboración de nuevas constituciones, basadas en  que “era bien entendido de ser lo mejor lo que van a ejecutar y bajo de esta ciencia otorgaron que, en ratificación de la fundación antigua de dicha cofradía y de sus cabildos, juntas y acuerdos hacen criar, erigen y levantan esta de nuevo y en reformación de lo que han considerado por gravoso, quieren que observe y guarde en adelante lo que ha prevenido en las constituciones siguientes” . Tuvo lugar, la  presentación  de las nuevas constituciones  lugar el cinco de junio de 1743 ante el gobernador eclesiástico. El veinticinco de  dicho mes  fueron   aprobadas por el  gobernador eclesiástico don Manuel Machado y Luna.

 

 

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LOS CABILDOS

 

El hecho de ser una cofradía de gran prestigio y antigüedad tenía una organización muy ligada con el cabildo eclesiástico de la Abadía. De ahí que sus juntas fueran  presididas por una alta dignidad, generalmente el  Provisor , Vicario General y Juez de Rentas en representación del señor abad, por cierto,  solía estar ausente  por estos años. O,  EN OTROS CABILDO EL TENIENTE DE VICARIO. De entre los que asistieron ,por este siglo,  a estos cabildos se encontraba Matías Fernando Montero de Paz Ramírez, y Gabriel Muñoz Merino,  comisario del Santo Oficio de la Inquisición de Córdoba. abogado y colegial de Santa Catalina  de Granada, don Diego de Torres, canónigo de la catedral de León,, capellán de Felipe V y notario de la Nunciatura, Diego de Guzmán y Bolaños, colegial e la Universidad de Salamanca y miembro de la Orden de Santiago, don Miguel Cedillo  y don Diego Bolaños y Guzmán capellán de Felipe V.. La integraban el representante eclesiástico, el hermano mayor, los alcaldes y los oficiales, así como un notario escribano e la abadía..

Generalmente, los puntos del orden del día se resumían según el tipo de cabildos ordinarios y extraordinarios. Los anuales y ordinarios   solían  comprender el nombramiento de  hermano mayor, alcaldes y oficiales del año y, la consiguiente aprobación del inventario de la cofradía y cuentas. Daban fe de la celebración de los actos el representante eclesiástico y el hermano mayor, posteriormente fue sustituido por el capellán de la cofradía partir de  1744.

Solían celebrarse todos los cabildos fuera de la ermita Santa Ana, pues sus hermanos residían en Alcalá. Casi siempre  lo hacían  en la iglesia de la Veracruz, otras veces  en el palacio abacial, sede  de la vivienda del  vicario general  Pero, a partir de 1744, se comenzaron a celebrar el día de la fiesta de Santa Ana  en la propia ermita, pues, como eran labradores, les suponía un gasto importante trasladarse desde los cortijos a Alcalá, al mismo tiempo comenzó a responsabilizarse más intensamente el capellán de la  cofradía por delegación del gobernador eclesiástico.

            La fecha de celebración del cabildo variaba  desde el mes de abril hasta primeros de junio Pero, tras la reforma, se impuso el día veitiséis de julio..

           

LOS CARGOS

 

            Eran, como hemos dicho , un hermano mayor, dos alcaldes y varios oficiales. Solían elegirse por periodos de tres años. Antes del siglo XVII, solían hacerse por  el sistema de rueda  para la elección de cargos de acuerdo con el puesto que se encontraba en la  lista de  20 hermanos aproximadamente. Pero en el segundo decenio del siglo XVIII,  hicieron una reforma, por el que el sistema de elección consistía en que los cargos se sucedieran de acuerdo con esta proposición: al hermano mayor le sucedía el alcalde más antiguo de la cofradía -actualmente sería el primer vicepresidente- y a este el segundo alcalde.

El hermano mayor , desde el año 1726  era el encargado de presidir misas, funciones, hacer propuestas de cabildo, comprobar el inventario y fedatario de la cofradía. Por eso   escribía en un libro las faltas de los hermanos que no acudían a los actos religiosos, con el fin de imponerle el castigo. Era, también, el responsable de todas las operaciones madereras de la alameda  de la cofradía. No podía renunciar al cargo a no ser por razones de enfermedad..

            Para la elección de los alcaldes, los hermanos los votaban  secretamente; previa invitación – los convidaban a ser, decían-, y, el que era mayor de edad,  quedaba nombrado como primer alcalde y, el otro, segundo alcalde. Paso previo, era la aceptación de los cargos, pues no había propuestas anteriores sino que lo hacían libremente y en lista totalmente abierta.. Incluso, podía hacerse con personas que no estuvieran presentes y, que luego aceptaran el cargo. Cuando se procedía el óbito de algún alcalde, se convocaba cabildo par nombrar otro y reestructurar los patronos del mes. Sustituía y colaboraba con el hermano mayor y presidía las ceremonias religiosas.

También se nombraban doce  patronos demandantes que ejercían  mensualmente .el cargo con la bacinilla para fondos de culto de la iglesia. Este recolección lo hacían por las calles de Alcalá. Podían ser sustituidos por una persona que buscaran en lugar de ellos.

El resto de los hermanos formaban una piña para ayudar al hermano mayor en todo tipo de obras materiales de arreglo del templo.

Un capellán era  nombrado para ejercer de director espiritual de la cofradía por parte del hermano mayor.

Todos tomaban posesión de los cargos el primero de julio.

Con motivo de la reforma de 1743 y las nuevas constituciones todos los cargos se redujeron al periodo de mandato de un año. El  primer domingo de abril, se avisaba al juez eclesiástico para que diera permiso para los cabildos que se celebraran con antelación a la fiesta, evitando acercarse al mes de julio para que tuvieran  suficiente para organizarla. También, se creó la figura de padre de ánimas, que se encargó del control de los hermanos fallecidos, la recolecta de misas de sufragio, el pago al capellán y  todo lo relacionado con los gastos del funeral. Solían comunicarlo el día de la fiesta.. 

 

CAPELLANES

 

Eran los encargados del culto de la ermita de Santa Ana , misas, sufragios por difuntos y compartieron, a partir de mediados de siglo XVIII, ser cobradores del diezmos eclesial en el partido de Santa Ana. Cuando aumentó la residencia de muchos vecinos alcalaíno en la aldea de Santa Ana, el capellán desempeñó, además de las funciones religiosas, otros servicios muy cercanos a los vecinos en labores testamentarias, reparto y distribución d censos, empadronamientos, mediador con el estamento eclesiástico. Decía misa todos los días de fiesta y recibía doce fanegas de trigo por su  trabajo. El capellán guardaba la llave del Sagrario y de todas las arquetas y otras cajas, donde se guardaran reliquias y objetos de valor  .

 

Francisco Antonio de Contreras
1715-20
Francisco Ramírez de Aguilera
1720-51
Juan Antonio Contreras
1752
Antonio Cano Hinojosa
1767

 

 

HERMANOS

 

La mayoría de ellos eran  labradores de los cortijos de la zona- entre Charilla y Ermita Nueva-, que solían arrendarlos de los propietarios alcalaínos, los hidalgos, y, que posteriormente con motivo del reparto de suertes en el reinado de Carlos III se asentaron  al rededor de los caminos  y en torno a la ermita de Santa Ana con la construcción de viviendas de la que surgió la aldea de Santa Aana.. Por este tiempo, sus nombres eran Juan Martín Alcaide, Lucas Ramírez, Francisco Ramírez de Aguilera,  familia de los González de Lara, Miguel Rufián,  Pedro Pérez del Corral, Gaspar de la Fuente, Andrés Hidalgo , Antonio Romero Blas del Castillo, Andrés Palomino, Francisco Valenzuela, Tomás de Aguilar, Pedro Ruiz  Rejano, Cristóbal del Barrio, Miguel de Ureña, Juan Garrido, Pedro de Mesa, Fernando Márquez, Lucas Zamora,   . todos ellos padres de los que luego crearon el primer núcleo de vecinos de Santa Ana y que hemos referido en anteriores inventarios..

 

 

 

            MODO DE TOMAR ACUERDOS

 

            Mediante asentimiento de los hermanos , tras exponer cada uno  sus votos y reparos. Pro , la sucesión de hermanos se llevaba  a cabo de un modo mecánico.

            La mayoría de ellos tenían una cultura básica de saber leer y escribir pues sabían firmar y algunos llegaban a tener buenos trazos.

            Las propuestas de nuevas medidas las realizaba el hermano mayor, el capellán o el representarte eclesiástico, como la reforma de la reforma de las Constituciones.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

HERMANOS MAYORES DEL SIGLO XVIII.

 

            No todos vivían en los cortijos de Santa Ana, sino que muchos eran labradores de Alcalá, con casa en el casco.

 

Juan de Tapia
XVII
 
Nombre y apellidos
Año
Algunas actuaciones
Francisco Revilla
XVII
 
Juan Ruiz Gómez
1711-1714
 
Juan García Barrera
1714-1717
 
Miguel Rufián
1717-1720
 
Miguel González de Lara
1720-1723
 
Lucas Ramírez
1723-1726
 
Gaspar de la Fuente
1726-1729
 
Andrés Palomino
1729-1732
 
Pedro de Rufián
1732-1735
Relicario de Plata
Cristóbal del Barrio
1735-1738
Limosna para entierros
Lucas Zamora
1738-1741
 
Antonio Romero
1741-43
Renunció Pedro de Mesa por razones de enfermedad y  reformó las constituciones
Antonio Ureña
1743
La cofradía celebraba los cabildos en la emita de Santa Ana
Fernando Márquez
1744
 
Juan García Márquez
1745
 
Lorenzo de Torres
1746
 
Juan León
1747
 
Pedro del Barrio
1748
 
Francisco López de Castilla
1749
 
José Calvo
1750
 
Juan de Lizana
1751
 
José Nieto
1752
 
Juan Esteban Palomino
1753
Frontal
Juan Esteban Romero
1754
Frontal
Blas Zamora
1755
frontal
Fernando Márquez
1756
 
Juan Valverde
1757
Frontal
Cristóbal Berlango Márquez
1758
 
Antonio Romero
1759
 
Antonio de Cuenca
1760
 
Manuel de la Fuente
1761
 
Matías de la Fuente
1762
 
Felipe Valverde
1763
 
Pedro González
1764
 
Agustín García
1765
 
Pedro Cano
1766
Nuevo capellán
Francisco Armenteros
1767
 
Francisco Prieto
1768
 
Manuel Márquez
1769
 
Fernando Márquez
1770
 
Manuel de Cuenca
1771
 
José de Zafra
1772
 
Manuel Carmona
1773
 
Juan Márquez
1774
 
Francisco Toro
1775
 
Pedro García
1776
 
Miguel de Cuenca
1777
 
Vicente Romero
1778
 
Juan de Zafra
1779
 
Francisco Ruiz
1780
 

 

 

LOS INVENTARIOS

 

            Solían hacerse unos días después de celebrarse el cabildo  ordinario y lo llevaban a cabo entre el representante eclesiástico, el hermano mayor y los alcaldes, asistiendo como testigo algunos hermanos y el capellán de la cofradía. Los lugares donde se llevaba a cabo eran: la iglesia-templo y sacristía, casa de  la  cofradía y en la Iglesia Mayor de Alcalá la Real. A veces, los hermanos mayores guardaban en sus casas algunos objetos. Cada año, se anotaba el incremento de objetos religiosos, ornamentos,  cuadros, bienes muebles e inmuebles, censos ....  

 

MOVIMIENTO ECONÓMICO

 

            Se surtía de los ingresos de cuotas y de los censos y entradas de los bienes muebles de la cofradía, que consistían en una haza de nueve fanegas de tierra de erial, que producía, en su mayor parte, álamos, un censo de seis ducados anuales,  y las limosnas de los fieles. La alameda no producía sino el fruto de madera, pues era un erial. Pero , a partir de 1764, comenzó a arrendarse a la familia Romero. 

 

ACTIVIDADES, Y CULTOS.

 

La Cofradía traía anualmente a la Iglesia Mayor de Alcalá la Real la imagen  de la  Señora Santa Ana. La  recibían varios regidores a la entrada de la ciudad juntamente con miembros de la cofradía, hacía su primera estación en la iglesia de la Veracruz, y luego la colocaban en  un nicho del altar de la Virgen de las Mercedes. En el día de a santa Ana, celebraban  la festividad con una misa solemne , con ministriles y capilla  de música.

Por la tarde, la imagen de Santa Ana se colocaba en sus andas y,  en procesión,  se trasladaba a la ermita acompañada de las banderas- guión de terciopelo rosado. pendón blanco de la cofradía-, insignias- cruz de plata, cuatro cetros con tarjetas para hermano mayor, alcaldes y capellán-, hermanos y devotos  a la ermita .

Con motivo de la reforma del 1743, ya no se trajo Santa Ana a la Iglesia Mayor para celebrar la fiesta anual, sino que tan sólo vino con motivo de rogativas y con permiso de la autoridad eclesiástica

            La función religiosa comenzó a celebrarse en la ermita.

 

ALGUNAS  ANÉCDOTAS IMPORTANTES DE LA VIDA DE LA COFRADÍA

 

            -El  día ocho de marzo de 1729, ante la  presencia del provisor y vicario el doctor Juan Antonio Domínguez, que era a su vez abogado, colegial de san Felipe y Santiago   de la Universidad de Alcalá de Henares,  don Antonio Aranda y Piqueras entregó a la cofradía una reliquia de la Señora Santa Ana que se hallaba en una caja del retablo viejo y el hermano mayor Francisco de Rivilla había guardado en su casa.. Consistía en un hueso de  Santa Ana, guardado dentro de un relicario pequeño de plata sobredorada  incluido en un relicario más grande  de talla sobredorado. Lo encerró en el sagrario del altar mayor. Provenía la reliquia de la familia María de Tapia,  cuyo padre fue hermano mayor en el siglo XVI y lo había dejado a sus herederas, una sobrina doña Gracia de Tapia. Al acto, también estuvieron presentes, por petición expresa de la donante el capellán, notario y de hermano mayor.

            El dieciséis de junio de 1729, la cofradía se hallaba muy decadente, porque tan sólo asistían el hermano mayor y los alcaldes a las fiestas, funciones de iglesia, y procesiones, tuvo que intervenir don Juan Dios Antonio Domínguez, abogado,  vicario para incitar a los hermanos a que acudieran con su presencia so pena de una libra de cera aplicada a la cofradía. 

            El 18 de  mayo de 1732, se manifiesta un incremento de sus bienes con tres censo : uno de 120 ducados que pagaba pedro de Abril; otro de 110 ducados que pagaba don Bonoso Tedodoro de Corpas- por cierto se pagaba  sobre un pilar del Juego Pelota junto al pilar de Mari Ramos- y el último  de 100 ducados, que lo pagaba don José de la Cruz.

En el año  1732, se vendieron todas las alhajas y la caja de plata  para  hacer un relicario , donde estaba la reliquia, anteriormente mencionada, de Santa Ana. Pesó diez onzas de plata y costaron cuatro reales de a ocho. Todo esto se hizo con la licencia del vicario y los hermanos aportaron mediante el sistema de limosnas una parte de lo que faltaba por pagar  El día de su fiesta, 26 de julio las reliquias se llevaron a la Iglesia Mayor, se colocaron las reliquias en el altar mayor  durante la fiesta  de la misa solemne, fueron besadas por el oficiante , el  clero, la corporación municipal y un sacerdote las expuso para que las tocaran el resto de los fieles. Por la tarde, se colocaron en las andas  y en la tradicional procesión se trasladaron a la ermita de Santa Ana., donde se colocaron en el sagrario.

En el cabildo del  1735, se instauró la costumbre de pagar dos reales al capellán por parte de los hermanos, para que adelantaran los emolumentos con motivo de los sufragios de su muerte y no se retrasaran los días de las misas.

El diez de febrero  de 1743, la cofradía llevó a cabo su refundación- se le llama fundación-ante el notario apostólico y la aprobó el vicario general  y gobernador eclesiástico, don Manuel Machado y Luna, abogado de los Reales Consejos. El otorgamiento de su fundación tuvo lugar en la iglesia de san Juan el 10 de febrero de 1743

A partir del año 1744, comenzaron a celebrarse los cabildos de elección de hermano mayor en la aldea de Santa Ana a instancias del labrador  y hermano mayor Antonio Ureña. El provisor don Manuel Machado y Luna, abogado y capellán mayor de Felipe V dio su consentimiento ante la dificultad de desplazamiento de los labradores a la ciudad de Alcalá y en l mismo día se entregue el inventario de bienes.

            En el año 1752, se aumentó el inventario de bienes con un frontal y una medallita de plata para Santa Ana.

En l año 1754, se llevó a cabo un exhaustivo inventario , en el que aparecieron un gran número de objetos nuevos de plata (agnus Dei,  corazones de la Soledad, exvotos por los milagros que daban los devotos,  y cera.

En el año 1768, se reforma los estatutos para que se integre la mujer del hermano dentro de la hermandad, pues, si era mozo podía recoger dicho privilegio su madre y hermanas.

 

/CONTINUARÁ/

            FRANCISCO MARTÍN ROSALES


 


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