Archivo del blog

martes, 29 de julio de 2014

II. DE PATRONA A LAS ROGATIVAS. HACIA LA FIESTA DE LA VIRGEN DE LAS MERCEDES


 EN LA ILUSTRACIÓN Y SIGLO XIX. DECLARADA PATRONA DE LA CIUDAD LA VIRGEN DE LAS MERCEDES.

 


En el segundo decenio del siglo XVIII, la Virgen de las Mercedes fue declarada patrona de la ciudad, el culto se oficializó incluso en el mismo ayuntamiento, donde hubo una capilla con la imagen de la Virgen de las Mercedes, y allí  se rezaba una salve el día de su fiesta. Como señalaban las ordenanzas municipales: Agosto:” El día quince se asiste a la función de iglesia de la mañana y por la tarde a la procesión por ser patrona y que en este día se acabó de ganar de moro el barrio de la Mota, y después hay salve en las casas de Cabildo a costa de los Propios".

 

 Se mantienen los cultos religiosos, se restringen los festejos de corridas de toros y  se suprimen los de teatro porque atentaban a la moralidad pública. Conforme avanzan los años, las chirimías  y atabales son sustituidos por los  grupos musicales de cámara  (actuaban en cultos religiosos y velada musical en la plaza) y   las bandas de música de los regimientos que se alojaban en la ciudad,   ofrecían conciertos u celebraban  veladas en la noche anterior, así como el acompañamiento de la corporación municipal en los desfiles procesionales. De ahí, hubo un paso al origen de las bandas municipales.

Hasta mediados de siglo el culto de la cofradía radicaba en una capellanía, administrada por un sacerdote[1].

 

Con la extinción de la abadía, la cofradía consigue reconocimiento canónico en 1868  y cambia la organización  de la festividad al pasar del clero a la nueva cofradía, al mismo tiempo que esta se ocupa de actos y festividades que antes ocupaban los miembros del cabildo.

No era extraño el año de rogativas, pues nos muestra su carácter patronal y lo enraizado que estaba el culto durante los siglos  referidos. Sirva de ejemplo la de 14 DE JUNIO DE 1845,Los labradores Por varias reclamaciones piden se saque en rogativa la Imagen de la Virgen de las Mercedes, “ a fin de que interponga su poderosa intercesión con su Santísimo Hijo, para que por sola su infinita misericordia nos libre de todos los males tanto espirituales como temporales que siempre nos rodean y que siguen el divino oráculo, no debemos dejar de pedir, y siendo uno de los que en el orden temporal tenemos más inmediatamente a la vista de una tormenta que pudiese asolar muchos campos pues se notan en Oriente cierta clase de nublados que así lo indican, por cuya razón poniéndole las justas pretensiones y queriendo asimismo poner a cubierto su responsabilidad e  puesto especula loe expone a consideración al ayuntamiento”.

 

 



[1] AMAR CAJA 24 PIEZA 31. AÑO 1843. Con motivo de la  nueva imposición sobre el clero, que administraba el ayuntamiento, era reticente la capellanía de la Virgen de las Mercedes y el  ayuntamiento le envía una carta al abad , cuyo borrador es el siguiente:
                              Ilmo. Sr.
He dado cuenta al Ilustrísimo .Ayuntamiento de la .Ciudad, que tengo el honor de presidir de la comunicación que VI. se sirvió de dirigirme  con fecha del corriente , a consecuencia del oficio que le pasó el presbítero don Enrique Díaz sobre el pedido de las cuentas que le tenía hecho a nombre de Nuestra Corporación de las limosnas que la piedad de los fieles daban a  Nª. Sª. De las Mercedes como Patrona de esta Ciudad, y, enterada dicha Municipalidad de su contenido ha acordado  diga a VI., como lo hago, que  el pedido de cuentas que el Ayuntamiento tiene hecho tanto al citado Presbítero cuanto a las demás administraciones de Cofradías y Hermandades que existen en esta Ciudad, no es con el ánimo de privar el cuanto a que están destinadas sus limosnas, si sólo es con el objeto de dar cumplimiento a. y por consiguiente la Corporación se propone no sólo llenar dicho objeto sí también el de mejorar  en la parte posible estos establecimientos piadosos, y, por lo tanto  ha dispuesto que , con respecto a las limosnas que recibe Nuestra Señora de las Mercedes, se cree una Junta de Personas de Probidad  que presidida por un individuo de  dicha Corporación  procuren de que a los fondos recaudados   se les den  la impresión que los fieles  que la  tributan apetecen, y que el sobrante  que resulte se agregue a menos repartir en la contribución del culto parroquial en conformidad a lo que previene la Ley citada.
Creo que con lo expuesto se tranquilizara V.V.I. y cesarán los infundados recelos que le movieron al presbítero don Enrique a  molestar la atención de V.IS.
Dios Guarde.   Y otra dirigida a don Enrique Díaz.
 
                              Sr.D.Enrique Díaz
 


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario