NUEVAS NOTAS PARA LA HISTORIA DE LA COFRADÍA DE SANTA ANA
I
1580
SANTA ANA, SEÑORA DE LA
SALUD DE LOS PUEBLOS Y DE LAS GENTES
MISAS A SANTA ANA POR LA EPIDEMIA DE PESTE Y LA
SALUD DE LA
REINA ANA DE AUSTRIA
Por
el cabildo de 5 de octubre de 1580. siendo corregidor Alonso Niño sabemos que se
produjo una gran peste en la ciudad alcalaína, Los vecinos, requeridos por el
ayuntamiento, desde primeros de octubre de este año, se vieron obligados a tomar precauciones para impedir su difusión
entre la población; para ello, los miembros del cabildo ordenaron hacer fuegos
con romero y otras leñas porque creían que con estos procedimientos naturales se podría ahuyentar tan maligno mal. Incluso, por parte del propio
ayuntamiento, se hizo una hoguera muy grande en la plaza pública de la fortaleza de la Mota como si se convocara al
vecindario para insuflarse con los humos aromáticos para contrarrestar los efectos del virus
maligno. En suma, todo eran continuos esfuerzos para que cesara esta enfermedad que, de presente, se había acometido eliminarla por completo;
para coordinar todas las acciones, se nombró al comisario y regidor Pedro de Aranda Monte.
Pro
el dato curioso del e cabildo de aquella fecha, con estas palabras, se acordó:
“ que , atento que, para invocar el auxilio de Dios Nuestro Señor
se ha traído a esta ciudad la imagen de Señora Santa Ana, con que esta ciudad
tiene mucha devoción, y, que es, pues,
justo que , como suele, acostumbra hacerse digan nueve misas de
Nuestra Señora, y se empiecen a decir desde mañana con la cera y
solemnidad que se suelen decir; y se acomete a los señores Martín de Frías e
don Francisco de Cabrera regidores para
lo hagan decir y las misas sean rezadas y, si algunas pareciere cantadas, se
hagan decir a parecer de los dichos señores
comisarios; esto por la salud de los
vecinos de esta ciudad, que tanta necesidad ay de ella en que está ciudad de
presente y principalmente por la de Su
Majestad”.
A 4 de
noviembre, le dieron a la iglesia 180
reales y medio de limosna por las nueve fiestas por la salud de Su Majestad, y el buen suceso de la Guerra de Portugal
La reina Ana de Austria había nacido en Cigales el uno de
noviembre de 1549; fue reina consorte de España y de Portugal, la cuarta esposa de Felipe II, archiduquesa de
Austria, e hija del emperador Maximiliano II, primo del rey Felipe II, y de
la emperatriz María de Austria que fue hermana de Felipe II. Por tener claras muestras de consanguinidad entre
los cónyuges, Pío V mostró sus reservas
respecto a este enlace pero finalmente otorgó la necesaria dispensa. Las
capitulaciones del matrimonio entre Felipe II y la archiduquesa Ana de Austria
se firmaron en Madrid el 24 de enero de 1570. La boda, celebrada por poderes,
tuvo lugar en el Castillo de Praga el 4 de mayo de aquel año y la nueva Reina
desembarcó en España, en el puerto de Laredo, el 3 de octubre. Felipe II y Ana
de Austria tuvieron cinco hijos: Fernando, Carlos Lorenzo, Diego Félix, Felipe
, futuro rey Felipe III , y María. Pocos meses después del parto de su hija
pequeña, la reina Ana de Austria falleció en Talavera la Real (Badajoz), víctima de esta gripe epidémica, enfermedad que previamente
había padecido el rey Felipe II. Murió nuevamente embarazada y fue enterrada curiosamente
en el Real Monasterio de Santa Ana de Badajoz, donde estuvo durante varios años hasta su traslado al
Monasterio del Escorial. No obstante, sus
entrañas de la reina se quedaron enterradas en el monasterio pacense de
Santa Ana, donde actualmente permanecen enterradas en el suelo del coro de
dicho monasterio.
LOS LLANOS
En febrero de este
año había mucha preocupación en la
ciudad, porque los ganaderos y leñadores habían destrozado los montes, por eso
se trató de reformar la ordenanza que castigaba a los que destruían los árboles,
ya que era muy benevolente para los infractores Por el mismo libro de cabildos,
este era el paisaje de Santana: en 1540, los montes eran tan espesos que no se
podían andar, y , se castigaba a los que cortaban rama o pie con 1.200 maravedíes;
sin embargo, en 1581, ya no quedaba leña y los montes estaban gastados, sin leña
ni árboles; en `palabras textuales “ se
han gastado principalmente los más cercano de la ciudad del lugar que llaman como los Llanos de la Señora Santa Ana, que en todos ellos no queda un
pie de encina siendo tan espeso como ahora” Habían hecho este desastre
ecológico por moderar las penas y castigos, de ahí que se propusiera penas de hasta dos años de destierro, multas doce
mil maravedíes y quinientos por cada pie
o rama más 1000, y cien azotes de
castigo que todos eran ganaderos y pastores forasteros. Los
árboles eran pino, fresno., álamos y encinar.
II
JUAN DE
APARICIO, EL MOZO, HERMANO MAYOR EN 1590
Hemos
recogido en la Caja 33 y en el legajo número
3 del AMAR unas noticias muy
interesantes sobre la cofradía de la Señora Santa
Ana. En concreto, es una carta de censo y tributo con fecha de 5 de noviembre de 1590
ante el notario Alonso Ramírez,
en la que Juan de Frías y su mujer se
presentan para otorgar la carta al prioste de la hermandad de Nuestra Señora
Santa Ana ( lo que es lo mismo que una
obligación de pagar a la cofradía una cantidad determinada cada año
e hipotecándose en un bien mueble o inmueble, que podía pasar a la cofradía) o hermano mayor. Estos son los datos
fundamentales:
- “otorgamos e vendemos por esta presente carta a la cofradía de la Señora Santa Ana de esta ciudad
e a Juan de Aparicio, el Mozo, vecino de ella, su prioste, en su nombre e, para la dicha cofradía, mil maravedíes de la moneda usual e de censo e
tributo en cada un año pagados a la mitad en Navidad e San Juan, e corre este censo e sus pagas desde hoy día
de la fecha e nos obligamos a hacer prorrata el día de la Pascua de Navidad” primero
venidero fin de este presente año de 1590(…)
-“imponemos las pagas sobre nuestras personas e bienes especialmente
sobre las heredades siguientes:
-
7 aranzadas de viñas en Rosalejo que lindan con el escribano y viña y majuelo de Francisco Hernández.
-
3 aranzadas de viña en Rosalejo, que
lindan con viña de Alonso Solís y viña de Teresa Álvarez. Viuda mujer de Antón de Cuenca.
-50
fanegas de tierra en Majalcorón, que lindan con tierras del comendador Pedro de
Aranda y tierras de Elvira Sánchez, mujer de Juan del Pozo.
-la
redención del censo era de 14.000 maravedíes
-además
se obligaba a la cofradía a que estuvieran
bien labradas las tierras para responder a las obligaciones; se pasan a
la cofradía en pena de comiso; si las
quisieren vender , se la ofrecerían a la cofradía.
1581
SANTA ANA, SEÑORA DE LOS CAMPOS
INVOCADA POR LA SEQUÍA Y
FALTA DE AGUA
1581
Por
este cabildo de 10 de abril de 1581, vemos la más frecuente advocación patronal
de Santa Ana en Alcalá la Real
con respecto a los campos y la sequía:
“En este cabildo visto por los señores
ciudad de la gran necesidad de agua que hay en los panes del término de esta
ciudad e su jurisdicción por la seca
grande que ha sobrevenido porque esta ciudad
tienen gran emoción con la imagen
de Señora Santa Ana; y así, para semejantes necesidades, se suele traer a la Iglesia Mayor de esta ciudad
y en ella se dicen en mueve fiestas y
misas de Nuestra Señora con la solemnidad e cera que conviene: Se acordó e
mandó que así se haga de presente como se suele hacer; y para que ello se haga como conviene se
comete a los señores Pedro Cívico
Clavijo e don Pedro de Aranda Monte,
regidores, y Sancho de Guardia jurado y el mayordomo dé lo necesario para ello”
1607
Por
el cabildo de 22 de abril de 1607, formado por el corregidor Sandoval, el alcaide Antonio de
Gamboa, los regidores Juan de Valenzuela, Diego
de Cabrera, Alonso de Quesada y Francisco de Góngora ACRODARON:
La ciudad dixo que
siempre es muy abogada de Señora Santa Ana, e, que siempre hay necesidad y falta de agua, se suele traer en pruscisión
(sic) a esta ciudad , y porque de
presente a es muy grande la necesidad que hay de agua, acordó se suplique al
señor abad de licencia para ello, y se
comete a don Diego de Cabrera e don Francisco de Góngora regidores lo hagan, e se traygan con seys hachas, y el
mayordomo de propios dé lo necesario con
cédula de los dichos comisario.
Al
día siguiente, el propio Diego de Cabrera
respondió al ayuntamiento:
“que el señor abad hace mañana
en la iglesia de la Santa Vera
Cruz una fiesta con procesión general
por los temporales y, para que acuda la
ciudad por ser cosa tan justa y por la grande necesidad de agua que hay -que
dios nos haga merced-, que vaya y el portero avise a los regidores y jurados”
El
día 24 del mismo mes, se amplia el
contenido de la festividad , porque
vino el señor Pedro de Tapia, del consejo de Felipe III y se hicieron
las fiestas “ por los años estériles,
falta de agua, la gente está muy afligida
para que se alegre y divierta , por convenir a la salud de los dichos
vecinos y por venir el licenciado oydor del Supremo Consejo y de la Santa Inquisición
se hagan fiestas de toros , den seis toros menuderos”
Un
mes después, el 18 de mayo de 1607, de nuevo se volvió a la situación de sequía y
recogemos este informe y acuerdo del
ayuntamiento:
“En este cabildo habiendo conferido y tratado acerca de las falta de
los temporales del agua y la gran necesidad que hay en esta ciudad por la gran seca
y que falta muncho trabajo a los ganados
y los panes están perdidos por la dicha seca, la ciudad acordó que se suplique
al señor abad dé licencia para que se trayga
a la Iglesia Mayor
de esta ciudad en procesión a la Señora Santana a que esta ciudad tiene por abogada y se haga
fiesta muy solemne invocando la gran
necesidad que ciudad tiene de lo referido , y para ello se nombre comisarios a
don Pedro de Pineda y a don Fernando Álvarez de Sotomayor para que con mucho
cuydado soliciten el negocio”. Por
el pago de los servicios, sabemos que se pagaron en beneficiados y cantores en la Iglesia Mayor que se hicieron a Santa Ana 550 reales
1610
Por
una libranza de 5 de octubre de .1610, se dice:
“Se leyó una petición de Pedro de Sotomayor regidor sobe la limosna de
la zera de la procesión de Santa Ana e
la ciudad proveyó la dicha petición en pie de ella”.
Si
las aguas venían a los campos alcalaínos, no era de extrañar que se tuvieran
acuerdos de esta índole, como aconteció en tres de junio de 1617:
“La ciudad acuerda que, mañana domingo cuatro del presente, se haga una fiesta a Señora Santa Ana, atento
que ha muchos días que está en la Iglesia Mayor de esta ciudad y
no se le ha hecho ninguna fiesta en agradecimiento de que Nuestro Señora
ha enviado el agua, que
tan deseada ha sido en esta ciudad,
por la necesidad que han tenido
los panes, la cual e fiesta se haga a las siete de la mañana antes de misa mayor y para que se haga como convenga la ciudad
nombra por comisarios Juan de Aranda Figueroa doña Luis Alfonso de Aranda,
regidores”.
III
1612
SANTA ANA ASISTÍA
CON SU IMAGEN EN LA FIESTA DEL
CORPUS
Por el cabildo de 13 de junio de
1600, tenemos el siguiente dato:
Se
pagaron a la viuda de Cruz 86 reales que
se le debía de las hachas que se dieron para
traer a Alcalá a Señora Santa Ana
para la fiesta y Octava del Santísimo Sacramento conforme a la cuenta del regidor Diego cabrera
En
29 de mayo de 1608, se repite un acuerdo
similar del ayuntamiento:
“Se trayga santa Ana,
como se suele hacer para la fiesta del Corpus”.
En
16 de junio de 1612 la ciudad acometió al
regidor don Pedro de Sotomayor,
para que organizara la llegada de Santa
Ana a la ciudad, con estas palabras, en la que se muestra su recibimiento a la
entrada de la ciudad con acompañamiento de personas y velas:
“haga que se reciba a la Señora Santa Ana que se ha de
traer a la Iglesia Mayor de esta ciudad para la fiesta del Santísimo Sacramento
y se reciba con las hachas y en la forma que ciudad acostumbra a hacerlo en
este recibimiento, y el mayordomo dé lo necesario para las hachas “
UN
CONFLICTO ANTE NUESTRA SEÑORA SANTA ANA
Por
el legajo 21 de la caja 72 del Archivo del AMAR, referido a
un conflicto ante la imagen de Santa Ana, la cofradía de Nuestra Señora de la Antigua pleiteaba con la
de la Veracruz para situarse en la procesión del Corpus. Se sabe que la
imagen de Nuestra Señora de Santa ocupaba el lugar principal en las procesiones
generales ( Resurrección, extraordinarias, rogativas…) , antes de Nuestra
Señora de Antigua, y sobre todo en la
procesión del Corpus Cristi y su octava y en otras fiestas y
congregaciones El conflicto de la Antigua con la cofradía de la Veracruz se remontaba a 1617,
precisamente este año, delante de
Nuestra Señora Santa Ana, iba la de la Veracruz , porque, según decían Lucas de Lences y
Martín Cantarero hermanos mayores de la Veracruz , la Antigua no salía desde 1612. Tan sólo lo hacía con cruz y estandarte.
Pormenores
del conflicto de 1617 son los siguientes: el alboroto se formó el domingo de
Resurrección al salir de la Iglesia Mayor ,
hace dos años entre las dos cofradías. Pues, retiró de sitio el provisor a la
de la Veracruz
a la salida de la iglesia, pero en la plaza se puso de nuevo en el sitio de la Antigua. Por testigos de
aquellos años, se decía que el orden era
el siguiente: la Señora Santa
Ana y una imagen pequeña que está puesta en la puerta que dicen del Posito por
bajo de la Carnicería.
O con otras palabras: El orden
que he visto. Cuando salía la imagen de la Caridad , iba junto al Santísimo Sacramento, y
luego sucesivamente la imagen de Señora de Santa Ana, y de la Antigua , y
la imagen de la Veracruz ; y, cuando no salía la de la Caridad , iba primero la de Santana. Antigua, Veracruz, y
antes santo Domingo de Silos.
UNA CUESTIÓN DE
PROTOCOLO MUNICIPAL ANTE SU PATRONA SANTA ANA
Por
el cabildo de 22
de mayo de 1615, sabemos que ya aparece como patrona Santa Ana y cómo
era el orden de traer a Santa Ana desde su ermita a la ciudad de Alcalá la Real :
-Se originaban discusiones entre
los miembros del ayuntamiento acerca del orden de llevarla:
“En este cabildo la ciudad trató de los
grandes inconvenientes que tienen las disensiones que suele haber entre los caballeros y regidores de esta cabildo y fuera de ella
en razón de llevar las hachas cuando se
trae la Señora Santa
Ana por ser doce y no puede ser posible
convidar todos los regidores que hay;
los demás que no se convidan quedan
disgustados y, sobre esto, a habido algunas
pesadumbres y se espera que las habrá
, para evitarlas se confiera al mejor orden
que se podía tomar en esto de
suerte que cesen los dichos inconvenientes
y sólo se acuda a la devoción y
piedad que se debe a la dicha fiesta”.
-Y acuerdan este histórico
acuerdo, para organizar las procesiones del año (observamos que número tan
reducido se necesitaba para llevar las andas) y
la relevancia del hermano mayor
de la cofradía:
“ Y habiéndose conferido la ciudad acordó que el viernes siguiente
después del día de la Ascensión de Nuestro Señor todos los años esta ciudad se junte el
cabildo llamado para el con sus
porteros que en fe de ello han citado a todos los dichos caballeros
y en el dicho cabildo se saquen seis suertes por la justicia y los seis caballeros que en ella salieren
lleven seis de las dichas hachas sin que
puedan renunciar ni dar a otros; y las otras seis las lleven caballeros fuera
de este ayuntamiento, lo cuales pareciere al hermano mayor, que es o fuere
de la dicha cofradía, que ha de ser a su cargo el convidarlos y no de esta ciudad ni de sus comisarios; y han de llevar de los lugares y, respecto
de que se ordene por ciudad para consejar más bien la paz y unión ,(pues todos son
caballeros) vayan interpolados los
caballeros regidores con los que no los
son sin distinción guardados
a cada uno urbanidad que a cada uno se debe”
-Pero, en el mismo cabildo
rectifican para evitar disensiones
y en el momento de redactar que se
le comunique el acuerdo al hermano mayor, se hace un pintoresco acuerdo:
.
“ los seis caballeros regidores que les tocare por suerte vayan juntos
en un coro por su antigüedad ; y esotro coro lo lleven los caballeros de fuera de la ciudad
que convidare el hermano mayor, como es
dicho; y que lo que es de llevar el coro derecha e izquierda, se echen dos suertes en dos bolillas que se
hagan ; e que digan qué caballeros la una de los caballeros e la otra la ciudad y la que primero se sacare lleven el lado
derecho y esta se ha de echar el¡ día que se echa la suerte para las dichas
hachas”.
-El viernes doce de junio de 1615, se celebró
una reunión muy importante para la cofradía y en ella se acordó lo siguiente:
“En este cabildo se trató de sortear los caballeros regidores que han
de llevar las hachas para traer a Santa Ana por haber de ser el domingo que viene, conforme al acuerdo que tiene fecho el
22 de mayo. Y habiéndose tratado y
conferido sobre ello por algunos inconvenientes
que se habían de guardar del
dicho acuerdo y porque en las demás cofradías que ay en esta ciudad y la ciudad nunca se entremete en ninguna cosa de ella, porque todo
orden es de las cofradías y hermano mayor que convidan a los que les parecen llevar el hacha e imagen y lo demás de la cofradía; concurriendo con esto se acuerda que para la traída
e llevada a su casa de señora Santa Ana
no se den hachas ni se les haga gasto por la ciudad ni su parte se entienda
en cosa alguno; que todo quede a elección
del hermano mayor y demás oficiales de las otras cofradías; que esta ciudad, accediendo a su celo y devoción que tiene a
Señora Santa Ana , como patrona de esta ciudad,
le hará fiestas y que no conforme a su deseo los caballeros comisarios den cuenta
de este acuerdo a l señor abad para que como a quien le toca disponga lo que más convenga para ello”
No
obstante, el señor Juan de Aranda no está de acuerdo y considera que debe venir la imagen de santa Ana con las
doce hachas llevada por doce caballeros como es costumbre loable.
LOA
SEISES ALCALÁINOS
Por
cierto que, en el mismo acuerdo aparece
que en la fiesta del Corpus se hacía un auto
denominado “El Coloquio de los Niños” vestidos para esta ocasión con
unos trajes que guardaba en su casa el regidor
Gamboa.
IV
OTROS HERMANOS MAYORES DEL SIGLO XVII
ALONSO DE ROJAS
(1613)
Por
el legajo 21 de la caja 72, sabemos varias cosas sobre un censo. El dos de abril
de 1613, el doctor Basilio Alonso Suárez, alcalde mayor por el corregidor de
aquel tiempo hizo aparecer a parecer al
presbítero ALONSO DE ROJAS, hermano mayor de la cofradía de Señora Santa Ana
defendiendo otro censo de la cofradía, que había hecho redimir en la cantidad de 7.000 maravedíes a Juan de Frías y su esposa doña Luisa de Solís por esta fecha, y otros
3.5000 por Navidad. De este pleito, por 12 de
abril de 1613; se prorrogó hasta mayo gracias a las alegaciones de los procuradores, (Pedro de Oñate por el
censista y por la cofradía Pedro Jiménez). Llegaron a deber 6.450 maravedíes de los réditos de nueve años
en 1657.
DAMIÁN
DE TAPIA (1652-1668)
El
hermano mayor Damián de Tapia y Castilla hace la misma demanda de este censo
en la misma cantidad en varios
años en varios años (1.652 y 1662). Una fecha muy importante fue el 31 de
agosto de 1668, en la que sigue el mismo
Damián como capellán, vecino de Alcalá y hermano mayor de la
cofradía de Señora Santa Ana dijo:
“que dicha cofradía
tiene un censo de 14.000 maravedíes principal que había quedado en 7.000 por imposición de Juan de
Frías y Luisa de Solís, se le hizo ejecución
contra 7.4000, y por remate de la finca de Rosalejo a Diego de Santisteban.
Para quitar el censo, la cofradía se apropió del lagar y finca”
El
5 de junio de 1672 Luisa de Frías Solís, viuda de Diego de Santisteban, quiso redimir el censo. Fue recortado por su descendiente Juan de Frías y
Luisa de Solís en la cantidad de 7.000 en 1575 ante Gabriel Delgado Por un abono de Bartolomé Relimpio pasó al Hospital del Dulce
Nombre de Jesús a través del rector
Alonso de Santisteban
1671, siendo receptor de la cofradía Pedro Rodríguez de la Hinojosa.
V
SANTA ANA
TENÍA UN SANTERO
Por
el cabildo de 23 de junio de .1631, formado por el bachiller Gonzalo de Ávalos, alcalde mayor,
Antón de Gadea, Luis Méndez de Aranda y Cristóbal de Frías, regidores, y el
jurado Juan Guillén, sabemos que existía
un santero al cuidado de la ermita:
“En este cabildo se hizo relación por el señor Cristóbal de Frías,
regidor, que vido un pedaço de tierra para corral que se va hasta una cuarta de tierra poco o más
menos y que pidió Alonso Rodríguez de Úbeda, santero de Santa Ana, e que este
corral arrimado a un cortijo suyo que le
parece que no es perjuicio de tercero e que se le puede dar el dicho corral
porqué está arrimado a su casa”.
E vista la dicha relación le hicieron merced del dicho corral de hasta media cuarta de
tierra (tercia) poco más o menos e que se le dé carta de merced de ello.
VI
CAPELLANES DE SANTA ANA
Un
aspecto especial de la vida de la
hermandad y de la iglesia fueron sus
capellanes. Sus funciones eran religiosas de decir misa en la iglesia los días festivos, hacendísticos en
el cobro de las tercias y otras cuestiones económicas.
Por el legajo décimo de la
caja 34 del mencionado AMAR, en 10 de septiembre de 1702, se da cuenta de
la labor humanitaria de los capellanes de las aldeas y , en este caso, de Santa
Ana refiriéndose a un alta del Hospital del Dulce Nombre de Jesús:
“este día, él con la asistencia
de Manuel Monte, escribano de justicia, trajeron a un hombre, que dijo llamarse
Miguel, encontrado en las viñas de los Viedma junto a Santa Ana, muy mal herido
en cabeza, sin poder hablar; y unos
pobres viandantes dijeron que lo conocían y que traía una tienda de buhonería;
y su mujer servía en la villa de Montalbán (obispado de Córdoba). Nunca habló
lo que pasó y se puso bien; sabe del
golpe que se lo dieron con sillar el padre cura don Francisco Garrido que lo
trajo y llegó buscándolo”
Por
el legajo nueve de la caja 58, del Archivo Municipal de Alcalá la Real
-Por los libros de cuentas del abad Moya
(55/ 1) era capellán y fiel de la tercia en 1759 y1762 el cura
Juan Antonio Contreras. Casería de Viedma, de la obra Pía del abad Moya. 150
fanegas de trigo, 43 de cebada, 113 de habas y 120 de escaña
En 1808,
sabemos que era capellán de la
ermita de la población y partido de campo de
Santa Ana Juan de Dios Sánchez del Peral. En concreto, recibió el obispo
y abad Manuel Trujillo, de parte del mayordomo del ilustrísimo abad 250 reales parte que le ha correspondido del repartimiento a dicho partido de la buena memoria del abad
don José Martínez Palomino abad que fue de esa Real Abadía para socorro
de los labradores. Y los distribuyó entre cuatro partes: Félix Berlango,
cortijo de la Mesa ,
Lorenzo Aguilera, de Pernía; Antonio Cano del Ciego; y Antonio Zamora de la Cuesta , a cada uno 62
reales y medio, que entre todos componen 250 reales, siendo los dichos
labradores con yuntas acreedores pobres del dicho socorro, según conozco por
las instrucciones que me han hecho saber.
VII
ROSARIO
Por
los bienes de la fundación de don Pedro de Moya Cano, sabemos que hasta el siglo XIX se mantuvieran
con un capital proveniente de Pedro de Biedma que fue administrador y heredero de las cuentas
y bienes de este obispo. Se componían de los cortijos (Clavijo, Fuente el Allozo, Allozarejo, Coscojar), casería de Llanos,- 7 fanegas de
trigo, cebada y semillas y casa y monte 150 reales-, el sitio de
Valenzuela, del Villar, tejuela, cuatro fanegas
de huertas en Fuente del Rey, casas de calle Rosario arrendadas a José de
Aranda, otra que hace de granero, otras en calle Real, y un ro mesón de los Álamos.
Con
sus rentas se pagaban; 66 reales para misas de Juan Calvo en parroquia de Santo
Domingo, 81 reales al convento del
Rosario para el día de difuntos de la Capilla de Santa Ana., cinco capellanes a
Iglesia Mayor, cuatro becas para estudiantes pobres de Alcalá y otros dos en la universidad de Salamanca..
EL
HOSPITAL DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS Y SANTA ANA
-El Hospital del Dulce Nombre de Jesús
y Santa Ana fue una realidad en el siglo XIX, fruto de la fusión del
anterior del Dulce Nombre de Jesús y de la incorporación de los bienes del abad Moya en 1837 Como se sabe
el antiguo hospital se había hecho mediante el acuerdo de los
fusionados de la Caridad o Desamparados y
el de la Veracruz en 1532. El Hospital de la Caridad se nutría de las rentas caritativas, con las que se curaban enfermos y daban acogida a
transeúntes; en su refundación, este
hospital del Dulce Nombre de Jesús y Señora Santa Ana especificaba “ nombrándose por patrono al obispo abad y disolviendo ambas hermandades, se adquieren
fincas, por donaciones testamentarias y
compras”, Comenzó con un déficit presupuestario desde 1805 de
40.000 reales. Por eso, se vendieron varias fincas para pagar dicho
débito en tiempos de Godoy.
El
abad Tujillo fue el que agregó la obra Pía del abad Moya, y el abad Palomino en su testamento de Madrid
4 .3.1804, dejó un censo contra el conde de Altamira 15.000 reales para ese fin
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