LA PRIMERA VEZ QUE FUI A
LA ALHAMBRA
Fue en la primavera del
año 1963, debía tener unos once años. Mi padre adoraba Granada. Había servido
en su Capitanía General, de escribiente de los
servicios jurídicos, conoció al coronel don Gonzalo García Morato y entablaron
una amistad que se mantuvo hasta la muerte. Raro era el año que no la visitara. Recuerdo que este año lo hicimos acompañados con varias familias (Vela Pérez, Sánchez Serrano y la nuestra).
Tan sólo mi hermana Tere y yo, de niños, acompañamos la comitiva, y las mellizas de la
familia Sánchez Serrano en el vientre de Carmen. Por eso, es
posible datar la fecha. Nos detuvimos en la explanada de antesala de la
Alcazaba y de los Palacios Nazaríes, y subimos al muro desde done contemplamos el
Mexuar y parte del Albaicín. Pasamos por la Cuesta de Comares, la Puerta de Machuca, el pilar de
Carlos V y la Puerta de la Justicia. Por la puerta del Vino, me impresionaron
la llave y la mano. Y enfrente el Palacio de Carlos V, donde jugueteé con mi
hermana transmitiendo el sonido desde los ángulos de la bóveda baída, comimos roscos y tortas caseras que nuestras madres guardaban en estos bolsos redondos de la época. Recuerdo
que tuve la fortuna de e contemplar los Baños Árabes, pasar más detenidamente por las salas renacentistas, el Sillón de la
Reina, el Generalife y pararme enfrente del Sacromonte.
Y mi padre me comentaba algo que en aquel tiempo era un secreto, los
camiones que llevaban en tiempos de su servicio militar a los fusilados a las tapias de San José. Me lo decía con
mucho sigilo, tremenda reserva … pero horrorizado del número de personas que subían al cadalso por aquellos parajes.
Fue la primera vez que tuve noticias de
la memoria histórica…
Me deslumbraron el Palacio de los Leones y el de Comares. Me comentó mi
padre la Leyenda de los Abencerrajes y la Sultana y…por la noche, muy fría, estuve en el
Festival de Flamenco en el Paseo de los Tristes. Tras la visita , leí el periódico Ideal, del que era muy aficionado. Mi hermana lo deletreaba en esta foto.
Bonito pasaje de tu vida, hay experiencias que no se olvidan nunca, afortunado tú por vivirla, afortunado yo por leerla. Gracias por compartirlo, un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Jorge, lo bello siempre impresiona. más en la niñez.
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