C
La presente
comunicación pretende trasladar al lector alcalaíno la presencia de un famoso escritor
humanista durante el periodo anterior a
la toma de Granada con la traducción de
sus cartas y los comentarios relacionados con este momento histórico. Hemos
recogido las epístolas relacionadas con
Alcalá la Real
de la edición de su obra OPUS EPISTOLARUM Petri Martiris Anglerii Mediolanensis,
editadas, en 1670 junto con las EPISTOLAE de Hernando del Pulgar, en la imprenta parisina Federico Leonar,
tipógrafo de la corte. Estas fueron coetáneas a la obra del humanista italiano en latín y español a los que se añade el
Tratado sobre hombres ilustres de Castilla
INTRODUCCIÓN
En el contexto, en el que se encuadran estas cinco cartas se encuentran en el libro III del Opus Epistolarum de Pedro Mártir de Anglería, y están comprendidas entre los números LXXXI y la LXXXIX.
-De la LXXXI hasta las LXXXIII están escritas en Jaén. La LXXXI hace referencia a la conquista de Almería y Guadix y los territorios que estaban bajo el mando del Zagal,; está dirigida al cardenal Arcimboldo, fechada el 31 de diciembre de 1489. La siguiente versa sobre la esencia de los animales por su brutalidad atendiendo a sus apetitos, que los diferencia de los hombres, caracterizados por las virtudes innatas por naturaleza. Muy breve, está relacionada con el protonotario Condulmario ( quien lo considera un hombre “vir egregius, coterraneus miihi) del que le interesa más su personalidad que su fastuosidad. Está fechada en Jaén parta victoria ( conseguida la victoria) 8 de enero de 1490. La LXXXIII, está dirigida a Bautista Sardo , condísciípulo en su patria desde la niñez, y trata sobre la diferencia entre los que se dedican a la filosofía y la medicina de aquel tiempo para conseguir la tranquilidad anímica, está escrita en Jaén 6 de enero del año anterior, De la LXXXIV a la LXXXVIII están escritas en Alcalá la Real, con diferentes fechas de 1490. La LXXXIX está escrita en los campamentos de Granada el ocho de julio de 1490 y trata sobre el simbolismo histórico del número doce.
ESTRUCTURA DE LAS CARTAS
I EL EMISOR. PEDRO MARTÍR DE ANGLERÍA
Encontrándose en Zaragoza, fue presentado por el conde de Tendilla — Iñigo López de Mendoza —, que después fue virrey de Granada, a la reina Isabel la Católica. La amistad de Pedro Mártir de Anglería con su patrono y amigo se remontaba a la época en que habían trabado conocimiento en Roma, y algunos autores sostienen que, por iniciativa del mismo, el lombardo insigne se trasladó a la patria de Cervantes, en donde alcanzó toda clase de atenciones y cargos de importancia que harían grata su permanencia en ella3, y donde desempeñaría, por algún tiempo, cargos tales como el de catedrático en Salamanca, en el que obtuvo importantes éxitos, .
Acompañó en sus campañas contra el reino nazarí de Granada al Gran Tendilla, nombrado Adelantado Mayor del ejército castellano en Andalucía y lo introdujo rápidamente en la corte de los Reyes Católicos hasta su conquista el dos de enero de 1492.. Asentado a partir de aquella fecha en La Alhambra, al ser Tendilla nombrado entonces Capitán General de Granada, se ordenó a sacerdote y cumplió funciones docentes. En seguida, iluminado por su profunda fe religiosa, vistió los hábitos sacerdotales y se consagró a la enseñanza de los jóvenes de la Corte con el título de c o n t i n o y un decenio más tarde, siendo capellán de la reina Isabel ( 1501-1504), fue designado maestro de los caballeros en artes liberales. Además fue obispo de Jamaica (aunque nunca visitó América, le fue concedida esta dignidad por el papa Clemente VII petición del emperador Carlos V). En 1501 realizó una embajada para los Reyes Católicos que e le llevó hasta Egipto, a cuyo regreso fue nombrado deán de Granada. Además en España desempeñó los cargos de protonotario, prior del arzobispado de Granada y Consejero real de las tierras de las Indias ( 1520-1526) y cronista de las Indias (1520).
CARGOS Y ESTANCIA EN LA CORTE
Otro de los cargos que desempeñó Pedro Mártir en España fue el de protonotario de Aragón. Debido a los conocimientos que fue adquiriendo sobre los descubrimientos, conquistas y fundaciones que los españoles realizaban en el Nuevo Mundo — como mencionó primeramente a las tierras descubiertas por Colón — fue designado para integrar, dentro del Consejo Real de Castilla, la Junta de Indias (1520), hasta que, creado el Real y Supremo Consejo de Indias (1524), formó parte del mismo hasta su fallecimiento
MARIEJOL recuerda que Anglería, junto con Lucio Marineo Siculo, dirigió la llamada "escuela palatina" que creara el Rey Fernando y anota que reprodujo cartas a sus discípulos con el título de Moralia en Opus epistolarum. Refiriéndose a su estancia en Salamanca, apunta que trató allí con Antonio Blaniardo (Flaminius) y que se había trasladado a la Universidad a instancias de Pedro Pontea, profesor de derecho civil, que lo recomendó a Gutierre de Toledo, primo del monarca, al profesor de literatura griega Arias Barbosa y al famoso gramático Antonio de Ncbrija. Por designación que a su favor expidió Carlos V, ejerció las funciones de Cronista Real de Castilla, a partir del 5 de marzo de 1520. Por otro título, expedido el 19 de diciembre de 1524, fue nombrado abad de la isla de Jamaica — llamada entonces
de Santiago, nombre que no prosperó—, a la que dedicaría amorosamente un capítulo de una de sus Décadas. Para cumplir con las obligaciones de su abadía, designó, con carácter de administrador a su familiar Juan Mendeguren.
OBRAS Y LENGUAS
En Granada, extendía testamento el 23 de septiembre de 1526. Días más tarde, el 7 de octubre, entregaba su alma a Dios. Sus obras más importantes fueron Opus Epistolarum y Décadas de Orbe Novo, que hacen referencia al descubrimiento del Nuevo Mundo. En palabras de sus biógrafos, se le considera como el primer reportero de la modernidad. “ Fueron escritas en un latín incorrecto, pero agradable por su agilidad, al decir de los buenos conocedores del idioma del Lacio. Anglería, apenas recogía las noticias que hacían a su propósito, las dictaba a sus amanuenses, a quienes hacía escribir no todo lo anotado, sino aquello que podía interesar al destinatario, según su criterio personal. Su estilo es ligero y ajustado a la novedad que quería referir, lo que ha ganado para su autor el título de primer Periodista de la historia de América. No es Pedro Mártir de Anglería un frío expositor de cuanto recoge con respecto al Nuevo Mundo. Comenta los hechos, los compara y al exponer su parecer, lo envuelve a veces en una sonrisa leve de incredulidad, comentándolo con sorna. No obstante, pecaba de crédulo en más de una oportunidad, aunque tomaba prevención contra todo lo que fuera o pareciera sobrenatural.
A pesar de estar escritas en un género epistolar, fueron fuente de documentación de muchos escritores, e, incluso, de imitadores, porque eran muy valoradas en los lugares cortesanos. Al igual que a otros muchos autores, también a Pedro Mártir se le apropiaron de sus escritos. Así lo expresa, con estas palabras: "Por esto me maravilló de que cierto Luis Cadamusto, de Venecia, escritor de las cosas de Portugal, haya escrito sin vergüenza acerca de las cosas castellanas: H i c i m o s , vimos, fuimos; cuando ningún veneciano hizo ni vio nunca cosa ninguna de aquellas. Todo eso lo ha entresacado y hurtado de los tres libros primeros a los cardenales Ascanio y Arcimboldo, pensando que mis escritos no saldrían nunca al público Acaso también pudo haber visto aquellos libros en casa de algún embajador de Venecia; pues aquel ilustrísimo Senado envió hombres célebres a estos Reyes Católicos y yo con mucho gusto les enseñaba mis escritos, y consentía fácilmente que se sacaran copias de ellos. Como quiera que sea, el bueno de Luis Cadamusto ha querido apropiarse el fruto del trabajo ajeno. Lo que escribió acerca de los descubrimientos de los portugueses, que verdaderamente son admirables, si es que los vio, como dice, o si de la misma manera lo sustrajo a las vigilias de otro, no me toca a mí investigarlo. Vaya con Dios". Con un simple y castizo ¡vaya con Dios! da por saldada su cuenta con el aprovechado autor que le sustrajo sus escritos”
VALORACIÓN DE EL INFORMANTE
No siempre el informante era hombre ilustrado y Pedro Mártir debía, con lógica, adaptar su escrito a la noticia que recogía. Cuando se incorporó a la Junta de Indias del Real Consejo de Castilla, pudo disfrutar a partir de entonces de las relaciones, memoriales y otra suerte de escritos que desde el continente recién descubierto remitían aquellos valerosos varones —que iban ensanchando con sus proezas las tierras de España —, y extenderse en pormenores de sumo interés para su hora, sin que faltase en sus Décadas nada que pudiera referirse al hombre del Nuevo Mundo y a su naturaleza. En estas epístolas el informante es el propio Pedro Mártir de Anglería, que acompaña al Conde de Tendilla en su estancia de Alcalá la Real. La fecha coincide con el año 1490 de la crónica de Hernán Pérez del Pulgar y hace real que sirviera de fuente de información para la crónica. Podemos manifestar que Pedro Mártir fue tan estimado que, como aparece en la portada del libro “tanta cura excusum , ut praeter venustatem styli quoque fungi possit vice Luminis Histyoriae temporrum superiorum”( lo consiguió con tanto entusiasmo que, además de la belleza del estilo, también puede desempèñar la vez de
II
EL RECEPTOR
El receptor, EL PERSONAJE a quien se dirigen literariamente las cartas. Las cartas, fechadas y datadas en Alcalá la Real, son las siguientes y están dirigidas a los siguientes señores:
-La CARTA LXXXIV está dirigida Ascanio Sforza Visconti ( Cremona, 3 de marzo de 1455 - Roma, 28 de mayo de 1505) que fue cardenal italiano de la Iglesia Católica desde el 17 de marzo de 1484. Nombrado por el papa Sixto IV, se hizo famoso por su habilidad diplomática y por su rol fundamental en el cónclave de 1492, donde salió electo Alejandro VI. Fue nombrado vicecanciller y tomó parte activa en la lucha del Papado contra los franceses
-LA CARTA LXXXV está dirigida al cardenal Juan Archimboldo., que nació en 1426 entre Milán o Parma. Hijo del noble Nicola Arcimboldo, relacionado como maestro de protocolo de Felipe María Vizconti y Sforza y Matilde Canosa Se casó con Briseida Pietrasanta y tuvo una hija Briseida. Y tuvo nueve hijos ilegítimos Fue admitido al prestigioso Collegio di Giurisconsulti de Milán, gracias a la influencia el duque Francesco Sforza de Milán, en Julio de 1458, pero fue apelada su admisión por no cumplir los estatutos. Senador de Milán. Embajador del duque Francesco Sforza a partir de su papado. Con Sforza fue su embajador antes de ser papa., Tras enviudar, ingresó en la carrera eclesiástica. Fue arzobispo de Milán; con el obispo Andrés Ursino abrió la tumba de san Francisco en tiempos de Sixto IV. Fue llamado Cardenal de Novara y de Milán. Adquirió el grado de doctor en la universidad bajo la batuta del humanista Francisco Fielfo con el que mantuvo una gran correspondencia. -La carta LXXXVI está dirigida a Alfonso Carrillo de Acuña II, obispo de Pamplona, desde 1475. Sobrino de Alfonso Carrillo, arzobispo de Toledo, accedió a la mitra pamplonesa con el apoyo de Juan II. Desde su llegada se observó una progresiva castellanización de la curia [1]Marchó a Roma (1482) donde obtuvo una solución favorable en el asunto del arciprestazgo de la Valdonsella* (1486). Vivió desde entonces en la Ciudad Eterna como gobernador de la Obra Pía por la nación española. La diócesis quedó a cargo de su vicario Pedro de Amburz, mientras seguía agudizándose la intervención de la Curia romana en la sede pamplonesa[i].
La carta número LXXXXVII, esta dirigida al Arzobispo de Braga y primado de Portugal, D. Diego de Sousa; este humanista[2] y auténtico príncipe del Renacimiento, fue arzobispo de Braga entre 1505 a 1532.
-La carta número LXXXVIII está dirigida a Pomponio Leto , en latín Julius Pomponius Laetus; fue un filólogo italiano, nacido en Teggiano en 1425; y murió en Roma en 1497. Hijo ilegítimo de Giovanni Sanseverino, príncipe de Salerno (su apellido "Pomponio Leto" es un seudónimo). Muy joven marchó a Roma (1450), en donde adquirió una gran reputación por su talento y elocuencia; sucedió como profesor de Bellas Artes a Lorenzo Valla y trabó amistad con Teodoro Gaza, fundó una Academia para el estudio de las antigüedades[3]. Fue condenado por el papa Paulo II, y Pomponio, que estaba en Venecia, fue llevado a Roma bajo los cargos de sodomía y escribir poesía homosexual. []En 1471 Sixto IV le permitió volver a su cátedra. Apasionado por las antigüedades, Pomponio dejó obras de una erudición profunda. Su entusiasmo por la Roma antigua le llevó a la exageración, hasta el punto de celebrar con religiosa exactitud el aniversario de la fundación de Roma. A veces se le encontraba en las calles con una linterna en la mano como Diógenes. Sus padres, después de haberle abandonado y casi olvidado, le invitaron a que volviese a su casa, cuando se hizo célebre, obteniendo de Pomponio la siguiente contestación:
Pomponius Lœtus cognatis et propinquis suis salutem quod petitis fieri non potest. Vale.
[1] . El problema de la pensión del cardenal Besarión, percibida entonces por otro cardenal, y la usurpación de sus propias rentas por el cabildo le indispusieron enseguida con el Papa y con los canónigos. No es clara su actitud ante las banderías del reino, y a pesar de que Luis de Beaumont* no le permitió entrar en Pamplona hasta 1482, parece que intentó mantenerse neutral. Había reunido un sínodo en Estella (1477), movido por la necesidad de reformas tras la larga vacante de la diócesis.
[2] emprende la profunda transformación de la vieja ciudad medieval (con 24 calles y 800 viviendas), tanto en el urbanismo como en la cultura. Enriquece la Catedral con un majestuoso ábside; abre calles y plazas dentro y fuera de las murallas (Campo da Vinha, Carvalheiras, Hortas Remédios), funda el Hospital de S. Marcos y llena Braga de fuentes y de esculturas. Abre la gran alameda llamada Campo de Santa Ana, hoy Avenida Central. Pero también es en esta época cuando se acentúan las características eminentemente religiosas de Braga, a través de la fundación de innumerables monasterios, conventos (S. Frutuoso, Remedios, S. Pablo, Pópulo, Salvador,...), colegios, seminarios, cofradías, etc. Y es esta evolución la que condiciona fuertemente la mentalidad y forma de vida de los habitantes de Braga.
[3] Poseía grandes conocimientos acerca de la Roma antigua produciendo numerosas obras, que incluyen un compendio histórico de los emperadores romanos y bizantinos, además de un comentario a Virgilio. Los hombres de letras que componían esta sociedad reemplazaron su nombre de pila y apellidos por nombres antiguos, y probablemente hubieron de permitirse en sus conversaciones hacer entre las instituciones antiguas de los romanos y las políticas modernas comparaciones que en nada favorecían al Papa Paulo II, el cual tuvo desconfianza de estas pacíficas reuniones literarias, cuyos individuos, a juicio suyo, atacaban la religión y conspiraban contra su jefe, y entregó a la tortura a varios académicos en 1465.
Sus escritos fueron coleccionados y publicados con el título de Opera Pompinii Lœti varia. También fue autor de tratados De jurisperitis; De sacerdotiis; De Romanorum magistratibus; De legibus, etc.
III LA LOCALIZACIÓN.
En cuanto a los hechos que describen, se localizan desde principios hasta finales de 1490. Las de Alcalá la Real, se escriben durante su estancia en tierras alcalaínas, que debió ser por el verano de 1490, otras a primeros de enero de este año (confundido con el 1491), y las hace posteriormente “ conclusi hac una tabella sero fabricata. Con datación de cronología romana del calendario romano, corresponden su transcripción: la 84, la fecha latina IX Calendas Septembres MCCCCXC, correspondería al 24 de agosto de 1490; la fecha latina de las cartas 85, 86, 87 y 88 XII Calendas Februarias corresponderían 21 de enero de 1490. lo que nos hace dudar de que sería más bien un error de imprenta , al deber estar escritas en 1491 y por transcripción no se anotó el dígito romano I. Se cita a Alcalá la Real como Alcalá Regale, super nubila erectum in conspectu regni Garnatae o ex Alcala Regale , simplemente. O al final de las cartas Ex Alcala Regale o simplemente ex Alcala ( puede hacer referencia a los alrededores de Alcalá) o específicamente, ex stativis in Regali Alcala .
IV
El mensaje y su comentario.
EPÍSTOLA LXXXIV
Lo que aconteció en el año siguiente, sobre la expulsión de los moros, la primogénita del rey se casa con el rey de Portugal. Origen de Lucena, se pierde Alhendín. la reina enferma de fiebre. Los moros de Guadix y Almería son expulsados, por donde fueron llevados junto con Boadil rey, de Granada.
........ Hasta ahora has comprendido qué olmos para la vid cristiana y qué columnas para la tiara eclesiástica también el año 1489 auguré a mis Reyes, , cuando yo te comenté la cena de Baza, muy poco sabrosa para los moros, en cuyo margen yo te presenté junto a Arcimboldo dos ciudades Almería y Guadix y un solo rey suplicante a vosotros. Ahora es mi intención volverte a referir qué te trajo el año 1590 (para darte alguna satisfacción a ti, a quien únicamente honro). Nos retiramos desde Jaén a Écija-esta es una ciudad del conventus astigitano-y tras detenernos unos pocos días allí, marchamos a Hispalis, que se llama actualmente Sevilla. Casan a la primogénita, de las cuatro hijas que tienen los reyes, con el rey de Portugal. (Portugal que ocupa una parte en la Lusitania, y otra parte en el interior de la Bética , es el último rincón de Hispania). Se celebraron las bodas con juegos de troyanos y de cañas, en las que el propio rey rompió las lanzas junto la meta, y con otros actos solemnes en el número que se creyó conveniente, mientras la reina pasaba las noches con coros de doncellas. Un poco después de terminar las bodas, por medio de unos embajadores aquella joven es conducida a Portugal. Nosotros, habiendo convocado de nuevo el ejército, nos retiramos a Córdoba, en donde quedaban algunos territorios en manos de los Moros para saludar los para pasarle revista: Allí los reyes se detienen durante algunos días. Mientras estos mismos se preparan, en contra de los enemigos es enviado por delante el conde de Tendilla, a quien yo, como el fiel Acates, me uno como compañero y soldado, tras el permiso otorgado por la reina. A través de Espejo, ciudad del alcaide de los Donceles, yo mismo toqué con mis propias manos el casco, la espada, y el puñal de Boabdil en otro tiempo capturados, llegamos a Baena antiguo domicilio del conde de Cara, donde pudimos ver 23 bastas cogidas con el mismo rey. Desde allí, nos dirigimos a la ciudad de Lucena, cuyos habitantes se jactan de haber tener el origen y el linaje de Lucano. Marchamos al campamento designado o al Conde por los reyes en la ciudad de Alcalá la Real , que se levanta sobre las nubes ante la vista de Granada. Nos esforzamos en causar algún estrago a los enemigos. En este municipio, se quedó el Conde con sus tropas, los demás capitanes se reparten por los lugares vecinos. De entre aquellos, por ejemplo, Gonzalo Fernández de Aguilar, hermano más joven de Alfonso de Aguilar, muy amigo del Conde, y el muy preparado para la guerra Martín de Alarcón., cada uno por su cuenta se retira hacia Moclín con su propia compañía. Se destroza el campo de Granada con continuas incursiones, muchos son los cautivos agricultores; muchos ganados son raptados; Los enemigos rabiosos, ante la vista de Granada, asedian y atacan la fortaleza de la pequeña ciudadela de Alhendín. El propio rey, tras ser convocado a acudir en ayuda, se acercaba con sus tropas de refuerzo, de las ciudades gobernadas, de Jaén, Úbeda y Baeza. Pero llega tarde, pues los enemigos toman Alhendín, y los nuestros retiran las guarniciones. Regresa el rey a Córdoba, junto a la reina pues se encontraba destrozada por la fiebre. Es enviado a la frontera como virrey el marqués de Villena Diego de Pacheco, que tiene el conde por cuñado, tras añadirles como colegas a él mismo, y al conde a Alfonso de Aguilar y Pedro de Portocarrero, señor de Palma, egregios jefes en la guerra, muy peritos por encima de los demás en la disciplina militar contra los enemigos, porque cuentan que nacieron, fueron educados y ejercitados en la guerra al vivir muy próximos a los moros desde la más tierna edad. Detenemos el ataque de los enemigos, que avanzaban como centellas amodorradas, una vez apagada la ceniza, los obligamos a retirarse con grandes pérdidas de vidas y bienes, y ponemos al cubierto nuestras posiciones. Invadimos sus tierras, sus y los acosamos. El rey se acerca con su propio ejercito y en la vega de Granada, se traza el campamento, y se le advierte a Boabdil a que entregue la ciudad, y, si quiere conservar a su hijo que era rehén, y las demás cosas que se había pactado hasta que fue roto el pacto. Responde que no se pertenecía ni a sí mismo, promete que el mismo daría la fortaleza de la Alhambra , la que está en sus poder, pero las demás cosas no las puede entregar sin el permiso y acuerdo de los granadinos, y que ha temido que los crucifiquen si le hablara sobre la rendición; Por uno y otro bando, se llevaron a cabo a través de embajadores estas y semejantes gestiones a estas, y el propio Rey le anuncia que el no está de acuerdo con lo prometido, puesto que el propio Boabdil cumple ni las promesas. Al mismo tiempo ordena que se destruyan los campos, y que las mieses, los viñedos y los frutos, que estuvieran tan sólo a un cuarto de milla de la ciudad, fueran saqueados, pues no se atrevieron a ir más cerca. Mientras se llevan a cabo todas estas acciones hostiles, para rehacer la tropa y prepararse para el verano siguiente, en un trecho de 50 días el rey deja salir el ejército. El mismo regresa a Córdoba junto a la reina, que andaba todavía convaleciente. Nosotros somos enviados para echar a los moros de Guadix, Baza y Almería, que se habían quedado en aquellos lugares ( porque conforme pasaban los días se creía que cada día se esforzarían en desertar e intentar revueltas). Ordenamos que los campos sean retirados a los que se habían sublevado y las villas destruidas. Tras echarlos, colocamos el campamento de invierno en frente de los vecinos de Granada. Aquí tiene, ilustrismo Príncipe, los hechos que realizamos en un solo verano. Yo los concluí en un solo documento creado tardíamente, porque aquel no me lo tuve entres mis manos. Adiós, desde Alcalá, 24 de agosto de1490.
V
Comentario
En esta carta, Pedro Mártir es ya tutor de los hijos de la reina, a los que no puede dejar libres de su enseñanza y debe pedir permiso para emprender una ausencia de la Corte. Se localiza literariamente, que no temporalmente real, en 24 de agosto de 1490 y hay varios escenarios de vivnecias del escritor con la Corte:
-en el mes de mayo se produjeron las bodas de la infanta doña Isabel con el rey de Portugal.
Dice la crónica “ fecha esta deliberación e habido e consentimiento para que este matrimonio se concluyese; aquel caballero don Hernando de Silveira, a quien el Príncipe de Portugal envió con poder para desposarse con la Infanta. Y en aquellos días que este desposorio se celebró, que fue en el mes de Mayo de este año de mil quatrocientos e noventa años , se hicieron en aquella ciudad de Sevilla muy grandes fiestas e torneos e grandes alegrías”. y la estancia en Sevilla, luego el traslado a tierras de Córdoba, donde se encontraba la Corte y la reina Isabel estaba enferma. Acompaña al Conde de Tendilla como contino.
Pero, al mismo tiempo, se nos muestra un Pedro Mártir de Añilería orgulloso de participar en las gestas del Conde de Tendilla para cumplir una empresa universal de las que acontecerán en estos últimos años antes de 1492: la unificación de los reinos de España con la conquista del reino de Granada. Y muestra admiración de la empresa con estas palabras:
-Es un amante de todo lo que significa volver a la Antigüedad Clásica, por eso no nos extraña su afición a la Arqueología y a las Antigüedades, por las que va pasando. Tanto, por las piezas que ya se consideraban un valor patrimonial, como en Baena y Espejo cuando se siente ufano al palpar con sus propias manos los despojos guerreros del Ejército moro derrotado y del propio Boabdil. O, en sus digresiones de etimológicas, a veces muy atrevidas como el origen de Lucena, proveniente del nomen Lucanus. con una explicación muy atrevida, porque es de todos conocido Centuriis Comes figir pedem. Las campañas del contraataque de Alhendín, el cerco de Granada y el establecimiento del campamento castellano así como las campañas de saqueo y de castigo de los musulmanes en las ciudades conquistadas del reino de Granada se le ofrecen como escenarios precisos para desarrollar su dominio del lenguaje militar.
EPISTOLA LXXXV TEXTO DE TRADUCCIÓN
Desde el puesto de mando son cogidos 100 caballeros enemigos, son quemados los campos de pan en las eras, y se hace una incursión a los alrededores de las murallas de Granada.
PEDRO MARTIR DE ANCLERIA SALUDA AL CARDENAL ARCIMBOLDO
“Me alegra de que no te jactes de que te hemos enviado aquellas cosas mejores que, al pasar el invierno, te hemos trasladado y de que no le des mucha importancia.
. Elegimos por puesto de mando Alcalá
Comentarios
Hay un error en las fechas y temporalización de esta carta que refleja hechos del verano y otoño de 1490 y, sin embargo, se refiere a los hechos de 1491, tal como relata la crónica de Hernán Pérez del Pulgar..
Pedro Mártir de Anglería se transforma en un testigo presencial y en un cronista de campo de batalla, al mismo tiempo que se considera como un acompañante del conde Tendilla en varios encontronazos con el enemigo: cerca de su campamento y en la ciudad de Montefrío. Lo hace recordando a Ovidiio; :ex alto seductas aethere longe despectat terras totumque supervolat orbem. ter .Y, también , con reminiscencias de la Eneida. Así , en el texto como si se tratase de la toma de Troya en el libro cuarto nos resuena el quam fractis clamoribus ululatibusque femineis.
CARTA 86
Por qué los hombres pueden apetecer, por naturaleza, cosas diferentes tratándose de los sonidos?, por qué, una vez abandonada su patria, buscar menos la propia que las ajena?
PEDRO MARTIR DE AMGLERÍA A ALONSO CARRILLO OBISPO DE POMPEYA
Comentario
Versa sobre los deseos humanos basándose en la idiosincrasia natural de los hombres y en el contexto donde se ubican, partiendo de la jerarquía de apetecer más lo ajeno que lo propio en territorio diferente. Ante gustos tan contrarios como la miel y el veneno, las reacciones son muy desiguales entre unas personas y otras. O, incluso hay hombres que vomitan la leche en forma de sangre. Luego se centra en las personas que abandonan su tierra y no caen en la morriña ni en la nostalgia, sino en la apetencia por las nuevas cosas de la patria adoptante. Lo basa en que , al no encontrar la hermosura en su patria y encontrarlo en patria ajena, consigue que apetezca lo ajeno más que lo propio.
Siempre había manifestado Anglería el anhelo de presenciar la guerra de la nación católica y participar en ella "contra los enemigos de nuestra fe, y porque joven yo y ansioso de novedades, no veía en Italia cosa que pudiera alimentar mi ingenio había llevado a España, para registrar en sus escritos los grandes acontecimientos que en su tiempo vivía la cristiandad: la expulsión de los moros, la unificación de España y el maravilloso descubrimiento de un mundo nuevo, que tanta importancia tuvo para el desarrollo de los conocimientos humanos y el progreso de las ciencias. Tomada la bella ciudad de Granada por las huestes castellanas y limpia la Madre Patria de la "mala semilla mora, para no pasar la vida en ocio indecoroso — escribe Pedro Mártir — pensaba volverme a Italia; pero me retuvo la singular benignidad que me mostraron los Reyes Católicos".
Lo hace con dos comparaciones clásicas, la de Demócrito y Galero. Demócrito de Abdera (h. 460, h. 370 a. C.) por algunos testimonios era considerado “el filósofo que ríe”. Séneca dice de Demócrito que es compasivo, en cambio Juvenal lo presenta riéndose en una procesión. Según algunas versiones parece que Demócrito escribió un tratado sobre la risa. Se señaló que algunos sofistas se relajaban mediante la risa como preparación para otras actividades. La segunda trae a colación a Marcial con la frase siguiente. “ Nasum rhinocerontis habet”, por la que los antiguos creían que una larga nariz indicaba una disposición a la quisquillosidad y a la risa. Otros creen que Excutio nasum rhinocerontis hace alusión a un epigrama de Marcial, I, 3. v 6 , con el que el poeta critica a ciertos jóvenes romanos que tenían un criticismo especial por ser muy quisquillosos. Eran jóvenes de gustos difíciles o propensos a criticar al prójimo. También, aparece una referencia a Terencio Aferen el El atormentador de sí mismo (Heautontimorumenos). o Afer que recoge Prius, quaeso, disce quid sit vivere. Se refiere a un verso de esta obra de Terencio Auto V
CARTA 87
Cual es el estado tranquilo. Quienes son infelices. Con qué inquietudes tratamos de alcanzar las riquezas. Para quién se reservan. Cómo se apartan del dolor.
PEDRO MÁRTIR DE ANGLERIA SALUDA AL ARZOBISPO DE BRAGA, VARÓN DE PORTUGAL.
Me tratas de contar en qué descolló mi suerte en España. Yo te voy a responder mucho más de lo que se permite dar de sí mismo. Una vez que la suerte nos dio lo que muy poco puede quitar, cuando claramente haya llegado, el tiempo por sí mismo nos priva del resto de las demás cosas. He tenido muchas satisfacciones espirituales en España, y me han colmado todos mis anhelos. He escuchado, he visto, he sentido lo que no habría sido posible en ninguno otro lugar de las tierras, de lo que me queda por ver, y ya no me falta ninguna cosa para el descanso de mi espíritu; ni me sobran motivos que pueda disuadir mi pensamiento. Yo ocupo un puesto intermedio en esta Curia, que me basta para alimentar a las Musas. No me veo afectado por cosas más significativas, porque considero más gozoso y seguro este estado de vida humana, que ni lo oprime la ausencia de abundancia de riquezas ni se hincha por su saturación. No comprendo qué otras cosas nos esperan sino enormes preocupaciones y una servidumbre muy inequívoca del espíritu voluminoso y ventoso de esa Fortuna ( si se permite llamarla Fortuna a un Cristiano), Qué otra cosa nos quedó de Creso y Midas ; no percibo otra cosa que reunieron enormes cúmulos de oro y plata, pero fueron hombres perdidos e perversos. Así pues, según mi parecer, deben ansiarse los resortes de las virtudes, que hacen felices a los hombres, y en cierto modo libres, alegres, seguros, y, en fin, unos héroes; y no deben apetecerse las grandes sacas de dinero, que hacen a los hombres esclavos y atiborrados de preocupaciones. Esto se consigue con lo más alto del trabajo y desvelo, se mantiene con una ingente dedicación, y se pierde en medio de un inmenso dolor. Aquello se consigue fácilmente, y se retiene muy apaciblemente, además con el goce mas ennoblecido acompañan a su posesor en la muerte. Así pues, porque yo tengo siempre presente estas cosas ante mis ojos, trato de estar vigilante con qué artes no acopiarme de unas riquezas más grandes que las de solo buscar la comodidad de mi peregrinaje. Si vosotros hacéis esto, experimentaréis cual es la felicidad de la vida tranquila. Y adiós. Esto quisiera decirle a la Obispo de Pompeya a quien escribo lo que vas a ver. Desde el campamento de Alcalá la Real. 21 de enero de 1490.
Comentario
Vuelve a dar muestras de su satisfacción por su estancia en España, por la que siente muy feliz y contento por las sensaciones, vivencias ( vista y oído) a España que le dio muchísimo para el quies animi , la tranquilidad de su ánimo. La basa en el sentido de la mediocritas aurea , muy típica de Horacio a "teneo han medicritatem in hac Curia" , que el da un seguridad y alegría de espíritu no acosada por la pobreza ni por la opulencia. Beatus ille qui procul negotiis. Anclado en la mediocritas, tan frecuente en la obra horaciana, la mediocritas aurea, no le hace caer en la hybrius griega por la abundancia de riqueza y tampoco en la pobreza, su extremo antagónico Argumenta este estado, basándose en la ausencia de status ventosi y tumidi-el orgullo y la inestabilidad- que acarrea el vuelco de la Fortuna , a la que considera un término clásico. el que se considera cristiano. Saca a Colación a Creso y Midas y la corrupción de muchos hombres por el acaparamiento de riqueza. Contrapone los nervi virtutum por conseguir la libertad, las seguridad, la alegría y la firmeza ante e el dinero pecuniae porque los hace esclavos y tristes, angustiado por el dinero
. Un estado que le ofrece dedicarse a la cultura y a las Musas. Este se define ajeno al concepto de la Fortuna, la diosa romana, que es, al mismo tiempo, un elemento perturbador de la persona humana porque el poder y la riqueza vienen acompañadas de todo tipo de preocupaciones. Trae a colación a Creso y Midas, tema muy comentado por Cicerón o Nepote en las Tusculanas y muchos autores latinos como anécdota para reflexionar ante las riquezas. Se inclina como estoico por las virtudes frente al ejercicio de de acumular riquezas, que lo considera un vicio.
Creso es nombrado por cuatro autores clásicos. Herodoto le dedica buena parte del primer libro de su Historia, centrándose en la conversación con Solón (I, 29-33), la tragedia de su hijo Creso es nombrado por cuatro autores clásicos. Herodoto le dedica buena parte del primer libro de su Historia, centrándose en la conversación con Solón (I, 29-33), la tragedia de su hijo Atis (I, 34-45) y el fin del imperio lidio (I, 85-89). Plutarco critica la visión de Herodoto por considerarla muy negativa y presentar a Creso como un «ignorante, fanfarrón y ridículo». Jenofonte incluye a Creso en la biografía sobre Ciro, la Ciropedia. También habla brevemente de Creso Ctesias su encomio a Ciro. Por último, el poeta Baquílides cuenta en su tercera oda un supuesto fin de Creso en la pira.
Además de estas fuentes, en concreto cuando trata sobre la tranquilidad de animo, recurre a un tema muy frecuente en la Antigüedad entre los escritores latinos: Lucrecio, Cicerón y, sobre todo, Séneca y todos los estoicos. Además desvía la cuestión en varios asuntos que perturban la tranquilidad de ánimo del hombre: la infelicidad, la ambición, y el dolor.
CARTA 88
Por qué es introducir en la prosa conversacional el ritmo del canto?
PEDRO MARTIR DE ANGLERÍA A POMPONIO LETO, MAESTRO DOCTÍSIMO DE LA ANTIGUEDAD
Me dices que tu me has advertido que, a menudo, caen en modulaciones poéticas las narraciones de mi cartas y que avanzan algunas veces con pies y números compuestos. No comprendo por qué me lo dices. Pues te confieso yo no estoy bien preparado para una ni otra cosa. Yo no tengo esta gracia natural para poder cantar la doctrina con pie libre ni ser apreciado por el talento poético. Siempre, con mi ingenuidad, he confesado que yo he tocado las puertas de Febo con dificultad. Dejo esto para los expertos y para los que se abrazaron a esta única actividad literaria al retirar su espíritu lejos de las oleaje del mundo y vivir en aquél tipo de vida. A mi me basta complacer a los amigos y personas con cualquier conversación sobre un asunto, no con el embalaje. Sin embargo, suponiendo que se te dé por adelantado que me acontezca esto, respetable Pomponio, así como tú lo dices, por eso quisiera saber de ti si lo considerarías un error o no. Yo pensaba que esto aportaría decoro, y no fealdad en la expresión basándome en el ejemplo de muchos sabios, que se esforzaban no sólo en terminar algunas veces las oraciones y las cadencias finales a la manera de las modulaciones poéticas, sino también en los que mezclaban las tiras de versos al discurso libre. No se te ocultará qué refirieron acerca del estilo de Platón que brotaba entre la prosa y el verso, y lo mismo dijeron de Aristóteles, Quintiliano y Cicerón. Sé por oídas de muchos versados en la lengua que entre los hebreos, David y otros muchos profetas han encubierto el discurso libre con los versos. También, en el idioma de los egipcios, se dice que Mercurio se había adornado con la armonía y los ritmos poéticos. Pero dejemos estas cosas a un lado, date por contento que, por la naturaleza general, cualesquiera de las cosas que sean, ya entre los dioses que habitan en medio de los círculos celestes., ya entre las semillas creadas por Dios, tienen su armonía y su pasión por explicar la idea, incluso cada ser vivo ha tratado de conseguirlo de un modo diferente. Con diverso estrépito de sonido entre sí, se reúnen armoniosamente diferentes animales. Entre diversos cantos las aves se concitan, se aplacan y ablandan. Varios son las pasiones de los hombres, se apiñan y llegan a un acuerdo, se multiplican por las pasiones de la naturaleza. Virgilio triunfó en el verso épico, el poeta de Sulmona, en el metro elegiaco, aunque los hay que prefieren a Propercio, y otros a Tibulo El sentido común atribuyó la palma del pie libre a Cicerón. Por el contrario el famoso Horacio filósofo se reivindicó como el primero del verso lírico. Yo también hago gorgoritos en medio de las aves, y grácil no muy bello con un sonido natural que me ha distinguido trompeteando lo que me pidieron mis amigos y mecenas: de todos modos como si fuera acudido dentro de las oficinas de mi memoria hasta el intelecto por medio de la fantasía cualquier asunto que sea, este se dirige a la lengua o a la pluma, para que marchar junto a vosotros. Si la naturaleza me ofreció una ronca flauta, no en vano yo puedo administrar banquetes agradables a vuestras delicadas orejas con las liras de Orfeo. Ea, pues, adiós, desde Alcalá la Real , 21 de enero de 1490.
Comentario
[1] MENÉNDEZ PELAYO, Marcelino, Estudios cit., págs. 228-235, ensaya el valor testimonial (Je Anglcría, en el capítulo titulado De los historiadores de Colón MENÉNDEZ Y PELAYO repite dicha opinión en Antología de poetas líricos castellanos, t. VI,
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