LA ERMITA DE SAN JUAN EN VALDEGRANADA
Se denominaba Val de Granada, (val, apócope de valle) o Valle de Granada y así nos la describe Madoz: “Aldea de la provincia de Jaén; es uno de los 12 partidos de campo en que está dividido el término de la ciudad de Alcalá la Real (el V en su diccionario), a cuyo partido y abadía corresponde, y dista de ella 3/4 de leguas al SO. y tiene una población llamada Majalcorón. Situada bajo de un tajo que se denomina Peñas de Majalcorón. No forma calles y tiene diseminadas 10 casas por lo general habitadas de gente pobre y j o r n a l e r a; se cuentan, fuera de estas, 43 cortijos, de los que los principales son la Cruz, Zapillo, la Loma, Alamoso Alto, Alamoso Bajo, Cerro Gordo, Blancares, Parra, Fraile, Agramaderos, Monjas y el Maestro. Donde se separan los términos de la ciudad de Alcalá la Real y los de Priego y Montefrío se encuentra una ermita al Norte del partido; y en la parte opuesta del mismo, o sea al Sur inmediato a una venta llamada de los Agramaderos está el nacimiento del Paloneares que en su origen es un arroyuelo insignificante. El terreno del partido, sobre todo la parte inferior, es de superior calidad, y son muy apreciados los garbanzos que en él se
cían; también hay algunas encinas y pocos olivos”.
Por el libro de capellanías de la Iglesia Mayor de Alcalá la Real
añadimos estos datos sobre esta ermita:
ERMITA DE SAN JUAN EN VALDEGRANADA
Patrón
|
Lugar de capellanía |
Documento
ante escribano |
FIESTA |
MEMORIA |
Juan de Hinojosa
Zafra |
ideen la hernita
de sant Joan, sita en Valdegranada |
id ante
francisco de Velasco 7-8-1654. |
Fiesta de
san Joan y octava por el capellán se ha de decir misa en la hernita |
Memoria
fundada sobre ocho fanegas de tierra en el sitio de Valdegranaada alindando
con la hermita, y tierras de Sebastián de Hinojosa y Alonso Ramírez de Castro
abogado. Llamo sucesor a Sebastián de Hinojosa que diga las misas y los reparos
de la iglesia. |
El documento notarial se encuentra en el testamento de Juan de Hinojosa
Zafra ante el escribano Francisco de Velasco (legajo 50 64,
folio 521), siete de agosto de 1754. Este era labrador, hijo de
Bartolomé Méndez de Zafra y Marina de Quesada, y vecino de Alcalá la Real. Como
era frecuente los labradores de cortijos solían vivir en Alcalá y en las
épocas de temporada en los cortijos. Estaba casado con doña Lucía Fernández,
en terceras nupcias, tuvo dos hijas María López Moriana (mil ducados
heredaron) de su primer marido; de Martín de Rosales, originario de Íllora, su
segundo marido, dos hijas Catalina y Marina.
Labraba sus tierras, heredadas de sus padres y de las roturas hechas en
esta zona de Majalcorón, que compartía con sus hermanos. En concreto, 22
fanegas de un cortijo. en Valdegranaada, lindero con tierras de Valentín
Carrillo y su hermano Sebastián de Hinojosa y otras roturas; junto con
otras 17 fanegas del mismo sitio, linderas con los mismos propietarios y
repartimientos; otras dos fanegas con su mismo hermano u don Gonzalo Ramírez de
Aguilera. El cortijo y el tinado lo compartía a medias con su hermano, Eran
momentos de amojonamientos y se los había realizado el medidor de Tierras Matías
Duque. En un libro de cuentas, solían llevara a cabo operaciones de préstamos
de dineros familiares y particulares, deudas, tratos, compraventa de ganado
familiar, trigo, vino, cordonería, venta de caballo, trueque (vino por caballo
450 reales) un solar y partidas de trigo recibidas del abad don Fernando de
Heras Manrique para repartirlas con labradores de la zona y hermanos (Marcos, Francisco,
Sebastián) a través de su secretario.
Y lo que nos llevó a escribir sobre su persona la memoria de fundación de
una ermita dedicada a San Juan Bautista. Con estas palabras
"Es mi intención y voluntad de instituir y fundar como por la
presente instituyo y fundo una memoria de misas perpetuamente y para
siempre jamás por mi ánima y de la dicha doña Lucía Ernández, mi muger y
de los dichos Bartolomé de Zafra y María de Quesada, mis padres y de los demás
difuntos, ".
Y estableció las siguientes condiciones, en las que se muestra que fue el
que realizó la ermita de San Juan:
-"Quiero
y es mi voluntad que que perpetuamente para siempre jamás se digan por la dicha
ánima y por los demás referidos en cada uno año dos misas reçadas en la
ermita e yglesia de Sa Juan. que tengo fecha y labrada en el dicho sitio de Valdegranaada,
las quales diga el capellán que fuere a dezir misa a
dicha ermita, y por cada una se les dé de limosna tres reales, la qual
dicha memoria cargo, sitúo y fundo y señalo sobre una haça de ocho
fanegas de tierra, poco más o menos, que tengo en el dicho sitio de
Baldegranada alindan con la dicha iglesia y ermita y tierras del dicho
Sebastián de Ynojosa, ermano, y tierras del licenciado Alonso Ramírez de
Castro, abogado".
-La herencia de
la memoria y su transmisión lo fijaba así : " Y quiero y es mi
voluntad que luego que yo fallezca , suceda en dicha memoria por
sus días el dicho Sebastián de Ynojosa , mi ermano, para que pague la limosna
de dichas dos misas y el resto de la renta de la dicha haça la goçe
con cargo y obligación que tenga la dicha ermita reparada y los ornamentos de
ella ; y después de sus días suceda en dicha haça su hijo y descendientes de
legítimo matrimonio, prefiriendo de mayor a menor y de varón a la hembra,
y a falta suceda en dicha memoria Francisca de Hinojosa, su hermana y
descendientes legítimos de legítimo matrimonio ". Y así se
seguía la cadena con las mismas advertencias, con su hermano Marcos, a
continuación con su hermano Francisco.
-Y si después de pagar con
la limosna de misas, reparos de dicha ermita y ornamentos, algo sobrare
de renta, lo goçe y lleve el poseedor de la dicha memoria y quiero y es mi
voluntad que la dicha haça no se pueda vender ni enajenar ni
permutar en otra eredad, aunque preceda licenzia del prelado, y la venta
y permuta sea ninguna , no valga y al que lo intentare hacer le escluyo,
y quiero que subceda n la dicha memoria el siguiente llamado y para que se
cumpla con lo que así dispongo , y mando , quiero que ponga razón
en la tabla de las memorias de la Yglesia Mayor de esta ciudad, para que
el colector bea y, si se cumple o no, lo qual que quiero que se guarde, cumpla
y execute en la mejor bia y forma que de derecho aya lugar ".
Era
muy frecuente por aquel tiempo tener hijos expósitos con personas que quedaban
en el anonimato, este labrador tenía un hijo de nombre Juan Expósito, al que
dejó en herencia, cien dudados para su herencia a cargo de su hermano
Sebastián, y, si no llegara a testar, se lo diera a la persona que le había
comunicado en secreto para descargo de su conciencia. También solía
formarse la familia con esclavos, este recibía el nombre Diego de la Cruz, que
obligaba a pasar de las manos suyas a la de su hermano.
-En aquellos tiempos para afrontar
gastos, no solo se valían de dinero, sino de los productos agrarios:
" Item
luego que yo fallezca, se le entreguen seis fanegas de trigo a Sebastián de
Ynojosa, para que con ellas pueda más bien hacer los reparos de la dicha
ermita y ornamentos".
Se enterró en la sepultura de la capilla de Nuestra Señora de la iglesia
del convento del Rosario. Solían ser devotos de varias cofradías que le acompañaban
en su entierro con pendones y cera (en este caso, la del Dulce Nombre de Jesús,
de Nuestra Señora del Rosario, y de las Benditas Ánimas del Purgatorio, el de
San Pedro). Es curioso que la tradición de los animeros, hermanos de esta cofradía
abundaron en las aldeas y hasta el siglo XX realizaban peticiones con cantos y
vestimenta especial por esta zona. Es curioso que, por este tiempo,
se pertenezca a la cofradía de los terceros de San Francisco que solían
acompañar su cuerpo vestido del hábito de San Francisco, al que se añadía la
música de ministriles. No olvidaban darle una limosna a los Santos Lugares de
Jerusalén y Redención de Cautivos ni la cera la Santísimo Sacramento. Y en
asuntos sociales, la ayuda a las doncellas huérfanas (cuatro reales). Como
persona de abolengo, era generoso a la hora de dejar pagadas misas de réquiem y
quinientos por su alma en la parroquia (un tercio) y el resto en
los tres conventos alcalaínos.
CONCLUSIÓN
Al recorrer el camino de los playeros por el partido de campo de Valdegranada, a pie u otro medio de comunicación, nos llama la atención la cruz de término, pero también el cortijo y la ermita. Nada menos que esta ermita fue levantada a mediados del siglo XVII en honor de San Juan , y lo hizo un labrado de un cortijo que lindaba y se comprendía de sus tierras. Dotó de una capellanía y ornamentos en 1654. Y así lo estableció para sus antepasados.
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