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sábado, 11 de abril de 2020

PERDÓN EN EL DOMINGO DE RESURRECCIÓN DEL CASTILLO DE LOCUBÍN. RELATO.

Bajaron tres hermanos de la familia de los Víboras desde la parte del Real del Castillo a la Iglesia de San Pedro. Era un siete de abril  de 1541. Poco gesticulaban en su recorrido. Iban en son de paz y simulaban como si quisieran dar la mano a alguién. Los vecinos que les vieron bajar  por la calle Real  les saludaban, y, tras pasar ante sus puertas, formaban corros comentando la curiosidad de que se juntaran este Lunes de Pasión de Pasión, antes que se celebrara los días del Triduo Pascual. Sabían que no sería por ninguna fiesta familiar, sino más bien, por un litigio que les traía los días de Cuaresma sin descanso.
-¿Habrán arreglado el pleito con la familia Galán?-preguntó un vecino.
-Lo veo difícil, no se dejan torcer el brazo estos hombres.- Respondió otro vecino.
-Provienen de familia de frontera, - le contestó otro vecino- la de los calatravos.
-De gente que se vino a repoblar las tierras del Castillo de Víboras, su primer destino;y, el segundo en nuestra tierra con Alfonso XI. 
-Pero, nunca es tarde para avenirse, así son nuestras costumbres. Y se acerca la Pascua.
-Caro que sí, buena fecha.
-Pero, el asunto fue muy grave, un asesinato, y con alevosía.
-Y con cómplices que le ayudaron a Francisco Galán a encerrar a mi tío y que fuera blanco de las puñaladas..
-Sí, el hijo de Bartolomé Sánchez Galán, muy peleón.
-Las tierras y las rozas vuelven locos a las personas.
-Rencillas, rencores pasados,  ganados que invaden campos....
Los tres hermanos bajaban la cuesta y no qusieron ni escucharlos, ni darles razones  ni argumentos  antes de acudir a la cita con el párroco  el bacchiller don Alonso Hernández, un cura que siempre buscaba la paz entre los hermanos. Este beneficiado se había dedicado, en tiempos de Cuaresma,a tratar de que sus feligreses se avinieran a la concordia entre ellos en los sermones de la misa del  Domingo en la iglesia de San Pedro. Pues se frecuentaban pleitos entre los que se dedicaban a la ganadería y los que laboraban las tierras, las rozas y las huertas del Castillo de Locubín. Pasaron los tres hermanos por otra callejuela cercana  se  juntaron con el escribano Gutierre de Burgos y solicitaron la presencia de  sus escribientes Alonso Jordán y del  vecino Pedro de Lara. Los seis se dirigieron hacia la iglesia de San Pedro. 
Llegaron a su puerta ,  y , se saludaron todos.
-Buenos días, mosén Alonso, aqui estamos, para lo que más convenga.- comenzó a presentarse Benito García de Víboras.
-Entren, entren en el vestuario, tengo preparada una mesa, mi tintero y pluma para lo que ustedes quieran.
-Ya les he avisado sobre el asunto, - dijo solemnemente el  escribano.
Pasaron los tres hermanos Sánchez de Víboras,  Antón, Benito y García al vestuario. Se colocaron en torno a la mesa, y a los lados de testigos Jordán y Lara.  El escribano les dijo:
-Hoy, presentáis un testigo de honor,  don Alonso, nuestro beneficiado y párroco.
-Por eso hemos acudido.
Comienza a levantar el documento el escribano Sepan quantos esta carta vieren. Primero, lo hace con Antón, y deja a los otros dos hermanos Víboras para otros documentos semejantes tras la declaración del primero.
-¿Vienen a levantar nuevas querellas e imputaciones a Galán?
-No, mosen Alonso, estamos en Semana Santa, es tiempo distinto.
hemos recapacitado.- dijo García.
-El tío de mi madre Juan Sánchez.
-Cobayo,  -interrumpió su hermano García. 
-¿Cobayo o Caballo?
- Me pone en duda, pero me inclino por la segunda. Me suena la primera conejito, pero es muy reciente en nuestro tiempo..
-Siga, siga,
- Lo mató el hijo de Bartolomé Sánchez Galán, Francisco. Y no  iba solo.
-Hemos traido testigos de los hechos. Fue el que ejecutó el asesinato, lo hizo por intereses de tierra, y le acompañaron su secuaces.
-Lo corraboran mucha gente, ¿ que más le podemos decir?
- Que  hemos recapacitado. ¨-Le interrumpió Benito.
-Mo me digáis.
-Sí queremos anular todo el proceso.
-¿ Cual es el motivo? Le interrumpe el párroco.
-Estas fechas y lo que significan en las personas.
-¿Cómo lo sabe, mosén?
-Algo me han contado durante el camino.
-¿Vienen a fundar una memoria?
-No, algo más grande.
-Sí, si queremos que esta carta nos sirva para nuestra alma, que nos perdone el Señor.
-Si, queremos honrar la fecha del próximo domingo.-Le respondió Antón.
-No queremos que sea condenado Francisco Galán. Ni se le embarge bienes ni heredades. Lo qureemos libre y suelto de la cárcel. 
-Es nuestra violuntad que por honra de la Resurrección de Jesucristo, hacer esta buena acción. Celebrar la pascua dando libertad a este preso. 
-Sí queremos que se nos quede la conciencia tranquila el próximo domigo 13 de abril, Pascua de Resurrección.
-Sentir una auténtica aleluya.
-Entonces, ¿queréis firmar una carta de perdón?-  el escribano interrumpió y les adujo los quebraderos de cabeza que había tenido con los autos anteriores.
-A eso venimos, y que no se le reclame más, ni se le querelle ni se le apele, a él y cómplices, lo haga esta  Justicia, u otros tribunales mayores.
-Sí, sí, que quede todo en blanco. Dar la vuelta a la tortilla.
-Aquí en la parroquia, queremos levantar acta.
-Esperaros, que os escriba a cada uno vuestra declaración.
- Con este cambio de opinión, en verdad que no poco,   mucho más de lo esperado, que habéis honrado, el día de la Resurrección, -le dijo el párroco.
-Pero, ¿así se queda el asunto?¿no hay indemnización alguna?-le preguntó el escribano.
-Usted dirá, nosotros veníamos pensando en el Domingo de Pascua. Pero a nadie les amarga un dulce.
-Fijo una cantidad. 30.000 maravedíes, 25.000 o 15.000.
-Lo dejamos en medio, -dijo con rotundidad Antón Sánchez de Víboras.
-¡Que bien va a quedar la memoria y honra del día de la Resurreción! Por el alma de nuestro tío, y nuestra.
-Ah, le advierto que esto conlleva el perdón de los cómplices.
-También.-Respondieron al unísono.
-De acuerdo. Y saben que se comprometen a cumplirlo, si no...
-Pues, ¿qué acontece?-dijo Benito García de Viboras.
-Que tendrían que pagar 25.000 maravedíes a la Camara de Su Majestad.
-¿Cómo?-dudó García Martínez de Víboras.
-Calla, esto es el papel. Por detras, de seguro que el padre y Francisco Galán nos recompensarán.
-Eso espero.
-Qué más esperar que todo se haya hecho por el alma de nuestro tío y por la nuestra.
-Y para honra y recuerdo de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.- Puntualizó el párroco.
Salieron hacia la calle  y se dirigieron a la pla



za del Real los tres hermanos, se sentían contentos, planificaban la compensación, pero  era Semana Santa y esperaban que el día de la Pascua fuera el momento de recibir una buena noticia. La recibían los que cobraban  las condiciones de contratos, se cumplían las liberaciones de presos y se hacían muchas gracias entre las personas.
-No, todo va a hacer Pasión, -DiJo Benito muy convencido de la palabra dada.



ESTE RELATO SE BASA EN TRES DOCUMENTOS, TRES CARTAS DE PERDÓN DE BENITO, ANTÓN Y GARCÍA DE VÍNBORAS ANTE EL ESCRIBANO GUTIÉRREZ DE BURGOS. 7 DE ABRIL DE 1541.




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