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jueves, 2 de mayo de 2019

LA ZONA DE ERMITA NUEVA A FINALES DEL SIGLO XVIII. en su revista de fiestas para San Isidro.




A finales del siglo XVIII,
no se conocía este paraje como partido de Ermita Nueva, sino que se encuadraba entre la Dehesa de Mures y el Palancares y la Sierra del Camello. Pues no existía la ermita que le dio nombre, incluso la capilla de San Isidro en el Menchón Bajo servía de lugar de culto.  No obstante, el paraje aparece bien mencionado en el Libro de Veredas que se revisó  en 1760  y fue escrito por el l escribano de cabildo Victoriano Martínez , bajo  la asistencia de Francisco de Zafra Garrido  y el agrimensor  Dionisio García  tras la visita que acabó el día 20 de octubre de dicho año a lo largo de todo el municipio alcalaíno[1]. Estos le fueron comunicando los sitios, dimensiones en longitud y latitud y mensura de las veredas. Por lo que afectaba a esta zona, se sacan las conclusiones siguientes.
LA VEREDA DEL PALANCARES. DESDE EL MOLINO DE LAS JUNTAS HASTA EL RAMO DE CEQUIA Y CONCLUIRLO HASTA EL CAMELLOEste camino ocupaba el capítulo séptimo del Libro de Veredas. Por encima del molino de las Juntas, partía el camino de la Dehesa de Mures y se denominaba vereda del Palancares. Cruzaba el caz de dicho molino y, también, un poco más arriba, el río que se llamaba de la Ribera.  Se adentraba este camino en tierras de propios de la ciudad de Alcalá la Real, a derecha e izquierda, dicho camino vadeando al arroyo hasta llegar a la encrucijada de Malabrigo, curiosamente su anchura oscilaba entre los 20  (66 metros)  estadales del inicio,  se ampliaba más adelante 29 ( 87) por el cortijo de Manuel Márquez y, al final, entre nueve y 19 ( 63)  estadales, teniendo en cuenta que un estadal medía 3.33 metros.  Por el cortijo de Márquez construido en terrenos de propios a finales del siglo XVIII y cercano a la Alcaiceruela, entre tierras comunales se juntaba en Malabrigo con el camino que procedía del Salobral. Tras pasar por el cortijo del Medianil entre el arroyo del Salobrar y el río de Frailes y virar hacia occidente con unas anchura de más de 29 estadales (96 metros), mediante un descenso, buscaba la vereda y el río Palancares.

Nos podemos detener en este paraje, que parece muy bien descrito y nos disipa las dudas de la ubicación de algunos parajes de Ermita Nueva, donde se juntaba las veredas del Palancares y la de Alcaiceruela “ por este sitio pasa la mitad de la vereda el arroyo y va por la falda del Cerro de Malabrigo, y la otra mitad por la falda de la Alcaiceruela, y el arroyo por medio hasta que la parte de la Vereda del Cerro de Malabrigo encuentra una vega que es de los frailes cartujos, que luego que llega a ella, se vuelve a pasar el arroyo y se encuentra con la otra parte que ha subido por el lado Norte y la Alcaiceruela, y sube el dicho arroyo arriba lindando con él con la izquierda, y por la otra parte con terreno de propios  con una anchura sobrada, y así llega a la junta del arroyo de Cequia  con esta de Palancares, y en esta hay un descansadero  de más de 39 estadales (99 ) .
ALCAICERUELA Y OTROS TOPÓNIMOS

Cercano a Malabrigo, y, entre las tierras que se extienden desde el cortijo del Medianil hacia occidente, se ubicaba un terreno con nombre de Alcaiceruela. Diferente al cortijo que se encuentra más cercano al Camello. Decíamos sobre su origen   Esta era tierra de propios y su término deformado hace referencia a una pequeña construcción fortificada, incluso hay algunas leyendas de origen árabe por aquella zona. Pertenecía a tierras comunales, cedidas a la ciudad de Alcalá la Real para ser administradas por el ayuntamiento alcalaíno mediante sistema de roturación de tierras y cobro de los arbitrios anuales, que se transformaron en censos y propiedades completas a partir del último repartimiento de Carlos III a los colonos”. Es lo mismo que la anterior, pues restos arqueológicos de una oppidum se desarrollan en su entorno y algunos acontecimientos históricos en tiempos de los ziríes dieron nombre por su espada al cerro de la jineta.
  LA VEREDA QUE SUBÍA A CEQUIA

Parten del descansadero tres veredas:-Una por cada parte del arroyo del Palancares. Desde arroyo de Cequia se dirigía hasta el Puente del Palancares, desde donde salen dos ramos que se dirigían hacia la Sierra del Camello. Se enmarcaba en paralelo del Cerro de la Gineta, pasando tierras de los cortijos del convento de la Trinidad, Llano de los Azores (10 estadales), pasando por sus paredes y las eras. Y decía el libro “lindando por las paredes de él y las eras, donde sacan las mieses en dicho Cortijo y son de la Vereda, y , al entrar en estas eras, tiene siete estadales por haber dado el arroyo una vuelta en aquel sitio, pero, entre las eras que están ente el cortijo y el arroyo, tiene de ancha la vereda 22 estadales”. Seguía arroyo arriba lindando con él y con tierras de las monjas trinitarias y propietarios particulares hasta llegar a un lugar que salía del arroyo buscando el modo de dar con el Camello. A partir de este momento lo llamaban Vereda del Piojo Este tramo de vereda, apartándose del Palancares, por tierras de particulares (20 estadales), se angosta poco a poco hasta llegar al camino real de Granada (16), y linda con tierras agregadas al cortijo del Piojo y , desde antiguo, cruzaba la vereda el camino real de Granada, cañada arriba, a donde se dirigía a la misma Fuente, que usaban los labradores de dicho Cortijo del Piojo ( la actual fuente de la Cruz del Piojo). El agrimensor consideró corregir la vereda y echarla por la parte árida de las tierras de dicho Cortijo, quedando dos veredas (la antigua cargada a beneficio del labrador del cortijo del Piojo, y la segunda de los propios), con lo que el cortijo tendría más acreedores. Dejaba el camino de Granada con 80 estadales y se abría por un cerrillo de poca altura que llegaba a lindar con tierras del cortijo de las Pilillas hasta entrar en el Camello, donde para y vuelve al Camino de Granada siguiendo adelante hasta llegar a la Fuente de las Pilillas.  -Otra continua por al arroyo Cequia arriba. Esta segunda vereda dejaba también por el otro lado tierras del Convento de la Santísima de la Trinidad (se conoce por el cortijo de las Monjas que fue afectado en la remodelación de la N432), y que se hallaban agregadas al Llano de los Azores (10 estadales).  Y se adentraba en tierras del cortijo del Piojo, pertenecientes a los Propios de la ciudad. Pasaba por tierras de los frailes cartujos y del cortijo de Cequia la Baja con 19 estadales (estas se comunicaban por unas sendillas con los labradores del cortijo de Malabrigo), pero esta vereda comenzaba a perder anchura, como consecuencia de las riadas que lo había dejado en 12 estadales e, se acrecentaba, tras buscar la Fresneda, de 20 estadales a 39, de acuerdo con los meandros del arroyo. Por los mojones de las tierras de la Cartuja y en consonancia con el arroyo, llegaba a la Fresneda y Prado, de buena calidad y terreno húmedo. A partir de este sitio, viraba la vereda hacia el poniente y dejaba la linde del arroyo de Cequia en dirección al cortijo de La Cequia la Alta, perteneciente a los Propios. Desde el cortijo por la parte de la la Fresneda hasta el camino real que se dirige a Granada, se habían introducido roturando tierras los labradores de la Cartuja en la vereda, con 20 estadales y que atraviesa el dicho camino real, lindando con el cortijo de las Pilillas.  Por sus linderos y terrenos de propios sube hasta llegar a una sendilla que emplean otros labradores de Cequia Alta y Pilillas. Bajo esta sendilla, había una fuente y alberca, que servía de abrevadero. Siguiendo la vereda por encima de la sendilla con 20 estadales se entra en los hoyos bajos del Camello, donde remata esta vereda.
LA FUENTE DEL PIOJOSe encontraba en la encrucijada entre el Camino Real de Granada y la vereda que subía al Camello desde el Palancares.  Esta fuente la solían usar los labradores del Cortijo del Piojo, y solía estar encerrada y, a finales del siglo XVIII, se trató de abrirla. Pero consideraron “ viendo lo perjudicial que era dejarla abierta por este sitio para los labradores, porque la mayor parte de ella es de riego y muy buena; y, en la fuente tienen sus huertecitos, donde crían berzas para su gasto y  este se había de condenar y, considerando que así la Vereda como sus linderos, son de los Propios, tuve a bien echarla por lo ruín de las te las tierras del dicho Cortijo y dejar la Vereda antigua cargada a beneficio del Cortijo, de esta manera quedan dos utilizados, el primero el labrador, y el segundo los Propios, pues siempre que C cortijo cumpla, tendrá más acreedores”.   

    CONCLUSIONES -El Camino Real de Granada, las veredas del arroyo de Cequia y la del Palancares hacia el Piojo fueron los ejes de la futura urbanización de Ermita Nueva, junto con las sendas y sendillas secundarias, todas ellas, de Propios, donde podían concederse las viviendas de nuevos colonos, pujareros y jornaleros. Centros básicos fueron los cortijos de las Monjas Trinitarias, Azores, Cequia Baja, Cequia Alta, Pilillas y de los Cartujos, desde donde se produjeron núcleos concentrados en un hábitat disperso. Cierran la zona los arroyos del Palancares y Cequia y la Sierra del Camello, claramente marcada por los dos torcales, los actuales Capachos.
-Fueron tierras de labor de sembradura de cereal con arbolado mediterráneo de encinar y fresnos formando grandes cortijos o hazas de anteriores repartimientos. Las eras, entre ellas las de las Azores, jugaban un gran papel en la producción del trigo y cebada. La ganadería usaba estos lugares como tránsito del ganado lanar y caprino a otros parajes, y el complemento de la hortaliza se manifiesta evidente junto a las vegas y fuentes.  -Hay muchas zonas por describir y que se aparten de estos ejes y no llegaron a formar concentraciones rurales, el cortijo del Pinillo, la Peña del Yeso, el cortijo del Verdugo y el de la Gineta, pero ocuparán capítulos futuros.
- A finales del siglo XVIII, no hay ninguna concentración urbana, sino un hábitat disperso en torno a estos cortijos milenarios. No se percibe ningún edificio público como una ermita SINO EL ORATORIO DEL MANCHÓN BAJO, DONDE SE HONRABA A SAN ISIDRO, tan sólo la remembranza de algunas ventas como la de Cequia.FRANCISCO MARTÍN ROSALES
           



[1] Este libro fue de nuevo redactado en 1831 con este título VÍA PECUARIA DE ALCALÁ LA REAL. COPIA DEL LIBRO DE VEREDAS HECHO EL AÑO 1831 CON SUJECCIÓN AL DESLINDE MEDICIÓN DE TÉRMINO VERIFICADO EN LOS AÑOS 1769 Y 1770. .La copia la hizo   por orden del alcalde mayor don Juan José López Alcaide, para la  visita que practicó como subdelegado de la mesta en esta ciudad.


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