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viernes, 24 de mayo de 2019

PABLO DE ROJAS SE CASA CON ANA DE AGUILAR




Casó por estos años en  torno a 1577  en Granada con Ana de Aguilar, de la que no tuvo descendencia y con la que convivió hasta el final de su vida. El apellido Aguilar estba muy relacionado  con familias alcal´ñainas de principios de siuglo XVI que  vivía en el entrono  del barrio mulitar de la Mota. Deecíamos,  a modo de conjetura, que probablemente, esta mujer estaba relacionada con Francisco de Aguilar, rejero avecindado en la Alhambra, barrio en donde residía un gran número de artistas -el rejero Gaspar López, el tejero Tenorio- y que intervino en las obras de los antepechos y rejas de la sacristía de la iglesia de Albolote. También aportamos datos sobre otra Ana, gemela de Lucía de Aguilar, nacida en Alcalá la Real en el año 1555,  e insinuamos que también podríamos relacionar en el matrimonio con Pablo de Rojas si su presencia se mantuvo en Alcalá hasta el año 1575.
Hay algunas leyendas referidas a una implicación de Pablo de Rojas con la Inquisición que hasta ahora no hemos podido descubrir, tan sólo hemos encontrado algunas mujeres de apellido Aguilar, que por los años setenta se avencidaban en Granada y provenían de Antequera. Pertenecían a familias emparentadas con escribanos y miembros de la Chancillería, lo mismo que otras de apellido Herrera que también estuvieron relacionadas en varios pleitos con Pablo de Rojas. Como simple conjetura, es curiosa la acusación que se le atribuye a una tal Catalina de Aguilar, a su tía Ana de Aguilar de 40 años, y a Beatriz de Aguilar, sobrina de la anterior, a las que se le acusaban que en su infancia su madre les había enseñado que si querían servir a Dios no avián de creer en Jesucristo ni en su Madre y que avía de ayunar desde la mañana hasta la noche no comiendo ni beviendo en todo el día que no avía de creer en la ymagen de Nuestra Señora que era hecha de palo y de mano de los hombres y que la missa no era cossa que se avía de creer”. Actualmente, se concoe que su esposa era hermana de doña Agustina de Herrera, madre de la doña Juana de la Serna, esposa del escultor Bernabé de Gaviría, según datos aportados por el profesor Lázaron Gila, y este discípulo y familiar puso el ombre de su tía a una hija. 
Es muy aventurado exponer una hipótesis, pero su periodo oscuro del escultor debió estar relacionado con alguna que otra actividad propia o ajena a su persona. Y debió estar  muy implicado por algún familiar, pues no es extraña que, tras un periodo posterior a la formación en el taller familiar o en otro de una artista famoso, no destacara la huella de su gubia y fuera conocido entre las personas de su entorno. Todas estas personas, de apellido Aguilar, cumplieron los delitos y fueron perdonados, pero probablemente este periodo le debió costar algún que otro problema. No obstante, la resolución judicial es muy tardía, sobre el 1593 y nois se puede asegurar qie  pudiera  ser miembros de su familia. Es curioso que una alcalaína Francisca de la Fuente, criada de don Benito López de Gamboa, se casaba en la parroquia de san Gil por el año 1585, y, entre los testigos, se hallaba otra Isabel de Aguilar, esposa del escribano  Alonso Moyano.       
 Se avecindó en el barrio- antigua colación- de Santiago, compartió con muchos artistas y maestros de cantería, como Alonso y Cristóbal Verdexo, las inquietudes artísticas y la contratación de Obras. Sobre todo, con su sobrino Pedro de Raxis con el que realizó la mayoría de las obras, tallándolas por su parte y dejando labor de policromía y estofado en manos de Pedro de Raxis.  En este barrio  y en el cercano de San Gil- su sobrino el pintor Pedro de Raxis y Bernabé Gaviria- y el de San Justo y Pastor se encontraban también los carpinteros Sebastián de Morales, Pedro Núñez, Juan Rodríguez y Diego Baquerizo, en el de San Ildefonso el entallador Miguel Cano,  y en el de la Magdalena Gerónimo Çufre, Jerónimo de Ayala, Pedro de Salinas, Francisco Díaz, Juan de Escobar, Hernando de Quesada, el dorador Diego de Aranda, Ginés López.

 Tenemos constancia por el profesor Lázaro Gila Medina de que, casado en Granada, el siete de junio de 1581, se encuentra el primer documento de la presencia de Pablo de Rojas en Granada y de que ya tiene la categoría de vecino en la parroquia de Santiago. Esto nos pone de manifiesto y confirma que debió residir varios años antes de la década de los setenta del siglo XVI, pues no se obtenía la vecindad con facilidad. En el caso de su ciudad natal, las ordenanzas obligaban a la residencia durante diez años en la misma ciudad. Curiosamente, el documento se relaciona con su familia alcalaína y aparece su nombre de Pablo Rages, otorgando el poder de la división de los bienes de su padre a su hermano Miguel, vecino de Alcalá, con motivo de la muerte de su padre Pedro Rajes Sardo y renunciando a la cantidad que le correspondía a favor de su hermano. Sin embargo, en contrapartida, la firma es clara y notoria con las grafías de PABLO DE ROJAS y, por otro lado, aparece su hermano Nicolás dando fe del documento junto con otros conocidos suyos Pedro de Cuellar y Juan Antonio Barahona.

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