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jueves, 6 de diciembre de 2018

TRAS LA MOTA, EL ARRABAL NUEVO


Un nuevo documento nos ilustra de la expansión de la ciudad fortificada al salir de su amurallamiento. Ante el mismo notario Francisco Ordóñez, a primeros de septiembre de 1539, siendo testigos, el montefrieño Gerónimo García y los alcaláinos Rodrigo de Aranda y  Francisco de Cabrera, se firmó un contrato de censo de 1.200 maravedíes entre  Gonzalo de Cabrera y el sastre  Íñigo de Narvaez, pagaderos al años siguiente en dos pagas por San Juan .  Nos referimos a la zona que se regula entre el entorno de la calle de las Entrepuertas, la Puerta del Arrabal, la calle Caba y la carrera vieja. Se refiere a las condiciones del  censo  por las que  Íñigo Narvaez  es el beneficiario del censo y Gonzalo de Cabrera es el portador , y el primero lo recibe un prestamo  y lo avala sobre unas propiedades de bienes inmubles ( en esta ocasión, unas casas). Y, son muy interesantes sus  ubicaciones. Pero veamos el párrafo:

"el dicho censo cargo e impongo sobre tres pares de casas que yo tengo en la calle de Los Mesones de esta ciudad, todas juntas con las que salen a la parte e la calle alta  alta e alindan con los tres pares de casas con casas de Andrés García de Olmo y con casas de Ambrosio Hernández e, por dos partes con dos calles reales,  herrero, una la que desciende a la calle de los Mesones, e la otra que desciene a la Calle Caba, por la parte alta. E sobre otras otras casas que yo tengo bajola Puerta del Arrabal, linde con las casas de los herederos Hernán Martínez de Urraca López, e casas de herederos de  Bento de Osuna, difunto, e la calle Real".

CONCLUSIONES

-Este espacio urbano se encuadra en el terreno actual ajardinado entre la muralla que baja de la Puerta del Arrabal, la calle  Real, escalinata de los Jardines de la Mota. Existia una calle alta, por encima de los Mesones que descendía de la de arriba, y otra que se dirigía a la calle Caba. Junto a la Puerta del Arrabal, existían varias casas, que desparecerian con la construcción del Pósito Real. 
-Muestra  que los propietarios son miembros de la élite conquistadora  por los apellidos de los Cabrera y Narváez. Y los vecinos suelen ser de los oficios contaminantes como  los odreros, los mesoneros y algunos sastres. 
-Señala que en el tercer decenio la urbanización se ha realizado. 





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