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domingo, 9 de diciembre de 2018

DARRO EN LA SEMANA DEL JAÉN DE HOY

JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ DARRO


En las Jornadas montañesinas  celebradas recientemente en Alcalá la Real,  acudieron muchos tratadistas e investigadores de la obra del famoso imaginero Martínez Montañés, pero, al mismo tiempo, artistas y personalidades del mundo cultural andaluz. Entre ellos destacó la presencia del famoso pintor José Manuel Sánchez Darro, natural de la ciudad de la Mota. Posteriormente, desde  su adolescencia, se afincó  en Granada, donde ha desarrollado toda su trayectoria artística y se ha convertido en un exponente universal en los distintos campos del arte, desde la pintura a la escultura pasando por el grabado o diseño.  Tuvimos la suerte de compartir con él parte del recorrido de la Magnífica Exposición del Aula Magna de san José de Capuchinos, porque, con su saber, imbuye a su entorno en  una serie de reflexiones muy importantes  para el conocimiento de su obra. Ante la presencia de las obras expuestas, Darro reconoció sus fuentes artísticas, en las que su paisano Montañés comparte con todos los  artistas y movimientos clásicos ese manantial de donde adquirió su formación:  desde el mundo grecorromano hasta Leonardo da Vinci, sin olvidar  los clásicos Velázquez o  Durero, y los movimientos culturales importante del mundo contemporáneo, desde  Goya hasta Picasso  del siglo XX, e






n la primera sala, dedicada al paso de infancia de Juan Martínez por tierras alcalaínas,   comentó una curiosa anécdota delante de  aquella pila plateresca, donde fueron bautizados. Y la ilustró con el día de su bautizo, en el que su padre, Rafael Sánchez Valenzuela escuchó los augurios del párroco don José Luis Cuevas Motos, de que las mismas aguas del Lisipo español estaba recibiendo su hijo en­ esta pila de la iglesia de las Angustias pronosticando y anunciando que destacaría como un famoso artista. Ya, en los primeros años de su vida, también coincidió con la trayectoria vital del Dios de la Madera, para encontrar el primer maestro del mundo pictórico en el liceo alcalaíno Alfonso XI, donde impartía su docencia el pintor sevillano Diego Ruiz Cortés, un maestro que llegó a ser su amigo. Un  profesional que le imbuyó el afecto por el mundo del arte junto con otros futuros  pintores naturales de Alcalá como Manuel Martínez Vela o Ricardo Bellido, compartiendo momentos de aprendizaje  cuando el resto de los niños  se dedicaban al  juego. No es de extrañar que su primer cuadro respondiera a una obra sugerida por su padre, un encuadre de la Mota con la iglesia de San Antón, que siempre recuerda en su visita a su tierra natal.            Ante la escultura de Pablo de Rojas, como el maestro de Martínez Montañés, marchó a Granada, y amplió los estudios en la Escuela de Bellas Artes de Granada de la mano de los profesores Juan Manuel Brazán (pintura), Miguel Moreno (escultura) y Julio Espadafor (grabado).  A partir de sus primeros pasos de pintor, varios hitos concurren en su vida artística. Desde sus primeros contactos con  el mundo de las universidades  americanas hasta la creación del  Grupo ZEN-DA con el artista japonés Zenitani, realizando  exposiciones en tierras japonesas, su presencia artística  se multiplica junto con su labor y docencia en  encuentros, bienales, publicaciones, congresos nacionales e internacionales.

Como pintor y escultor creador de Esculturas del Equipo 8.8, junto al arquitecto Alejandro Muñoz, ha participado en numerosas exposiciones, individuales y colectivas y ha sido invitado como ponente en las universidades de Harvard, Delaware, Columbia y Puerto Rico. Darro  experimenta muchos  campos del arte como el diseño y se ve inmerso en una  referente cultural que se encuentra en muchos espacios urbanos y de otra índole. Pasa de las etapas figurativas  hasta  abstracción. Y nos viene a nuestra mente aquel cartel anunciador de una celosía de la Mezquita de Córdoba con motivo de la presentación de la Ruta del Califato en el Legado Andalusí por los años ochenta del siglo pasado.
En su nueva etapa que versa sobre la geometría fractal y topológica, la Alhambra y los estudios de Rafael Pérez Gómez, se interrelacionan e imprimen un sello indeleble a su obra, de experimentación, creatividad y de respuestas sensoriales y cognitivas, donde el espectador se acerca a este estímulo intelectual dentro del placer mental.  Quedaron diversos hitos, como la estatua de Fernando de los Ríos, o los premios a los investigadores del Consejo Social de la Universidad de Granada (con ese estímulo poético del texto literario). Pues Darro se coaliga con la poesía, y lo ha realizado con los textos famosos de escritores poetas como, Juan de la Cruz, Rilke, García Lorca, Juan de Loxa y, sobre todo, con Elena Martín Vivaldi, con la que compartió el Hermanamiento Poético entre ella y la puertorriqueña Julia de Burgos, e, incluso les ilustró el libro de este acontecimiento. Por eso, no es de extrañar que la poeta granadina lo calificara como el pintor poeta. En este artista, se hacen patentes estas palabras alusivas a su creatividad,  investigación, emotividad y  sensibilidad, cuando se sueñan atmósferas se crean mundos infinitos y fascinantes, las realidades toman otra forma, las formas adquieren otras dimensiones y el arte se transforma en una obra que nace del corazón. El artista es una manifestación de emociones, donde la creación es el lenguaje; la expresión se suelta en múltiples vibraciones, técnicas y temáticas que delimitan un estilo propio, una firma que hace reconocer lo imaginario por medio de la obra del autor.En la actualidad, con reminiscencias de nuestra tierra jiennense, la propuesta creativa para la campaña  “Always Segureño” se muestra  fiel testimonio como Darro aplica la geometría a sus obras  dentro de ese intento de  despertar al espectador  la falta de conciencia sobre la rivalidad entre la naturaleza y la sociedad contemporánea”.  Son patentes la huella nazarí,  el surrealismo, la geometría, y el universalismo de relacionar al hombre con lo transcendente dejan huella en esta obra.
 Y el próximo año, recordando una etapa viajera por la India, se encontrará en Nueva Delhi, con una aportación muy sugerente, dentro de su estilo creativo e investigador, donde la abstracción geométrica estará vigente en distintos espacios configurados por delicadas geometrías, hilo conductor que articulará el espacio cifrado, y unirán a través del éter viajero las fortalezas rojas de India con la Alhambra. La melancolía, los textos de poemas y párrafos de autores contemporáneos, reminiscencias de diseño con tinte de la red de Indra, el canon del trisquel de la Puerta del Vino, los modelos cristalográficos alhambreños del ilustre matemático Rafael Pérez Gómez, entre otros, contribuirán a este proyecto expositivo y a su afán de incluir nuevos desarrollos geométricos, donde ha dibujado un nuevo tipo de teselación del plano pentagonal que es primicia mundial.
 Y todo enmarcado, en aquel dicho que publicó Horacio en su tratamiento poético y del arte, Ut pictura poesis (traducida «como la pintura así es la poesía», o «la poesía como la pintura»), muy cercana a la que debió imitar de otro poeta griego Simónides de Ceos cuando decía que la poesía es pintura que habla, y la pintura poesía muda. No en este caso,  ya que Darro, con su deseo de interrelacionar estos dos mundo los aúna , que siempre alcanzaron  una valoración superior en el mundo de las artes.

 

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