Ante el escribano Luís de Contreras 11 de marzo de 1570, se registró una escritura de censo o préstamo entre el regidor alcaláino don Pedro Fernández de Alcaraz y doña Elvira de Villalobos que aclara perfectamente el origen del nombre de la aldea de Villalobos:
El prestamista fue el regidor Pedro Fernández de Alcaraz que intervino en la vida alcalaína desde finales del siglo XV.
El receptor del préstamo, mas bien consistían dos censos, uno con don Luís de Villalobos, y otro con doña Elvira de Villalobos. Y por el documento, se sabe que esta era esposa del capitán don Gonzalo de Aranda y su padre era el jurado alcalaíno don Luís de Villalobos, que avavalaba a la anterior.
El alcance de los dos préstamos radicaba en 2.668 maravedíes y medio y 10.000 maravedíes.
Y don Luís de Villa lobos lo avalaba sobre estos bienes: unas casas y palomar en la colación de Satnto Domingo de Silos, linderas con Ana González de Montemolín , viuda de Bartolomé Calvo, y por las espaldas. casas de Pedro de Martos, zapatero, y calle Real. Un cortijo de tierras con su casa y palomar cubiertas de teja, en el sitio del Palancares, en que había 300 fanegas de tierra poco más o menos de labor, linderas con tierras de propios de esta ciudad del cortijo del Allozarejo, por la hondonada con la senda de Conejeros y por el arroyo del Palancares, y por la parte alta con tierras de Bartolomé García Gallardo y la viuda de Cañizares.
Además de nueve aranzadas de viña con sus casa y lagar en Valcargado, que indaban con el camino del Rosalejo, y por la hondonada con viñas de Pedro Hernández de Jaén y su hija Elvira de Villalobos, casada con el capitán Gonzalo de Aranda. E otra viña de aranzada y media, en Valcargado que era de vidueño torrontés,que fueron de Juan de Burgos, que lindaba con las viñas Pedro Sánchez de Burgos, camino de la Hortichuela y Elvira de Villalobos.
Elvira de Villalobos lo avalaba con 50 fanegas de tierra en tres hazas de la parte del Palancares, linderas con el jurado Luís de Villalobos, tierras de Cañizares, Juan Pérez de Vera y senda de Conejeros; y ocho fanegas de tierras que lindaba con las de su padre, el camino de la Hortichuela por la parte alta, y, por la hondonada el camino del Rosalejo. Y el padre lo hacía con las tierras declaradas anteriormente en el Palancares.
CONCLUSIONES
Por este tiempo, no se ubicaba el pago de Villalobos, sino las tierras en torno al Palancares. En concreto, el lugar del cortijo se sitúa desde el puente y río arriba con dirección al Allozarejo y Conejeros, lo que muestra que el cortijo debió estar colocado sobre el sitio encima de la fuente y lavadero. Los Villalobos , en este lugar superaban las 350 fanegas, y tenían cortijo y palomar grande, lo que indica que la gente fuera dando a este sitio las tierras de Villalobos, para finalmente ampliar su acepción a las tierras del derredor. Con lo que se confirma que no tiene nada que ver con la existencia de un cortijo de Lobos o algo parecido. Son tierras de repartimiento real a los caballeros de la ciudad, en este caso a la familia de los Lope de Villalobos.
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