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miércoles, 5 de diciembre de 2018

ALEA JACTA EST, SOBRE EL CONTEXTO ELECTORAL ANDALUZ EN ALCALÁ REAL INFORMACIÓN

 ALEA IACTA EST


Si, en este momento hubiera que quedarse con una frase célebre, habría que acudir a la voz de los sabios clásicos para ejemplificarlo.  Ya se han celebrado las elecciones autonómicas y se han echado los dados sobre el tapiz del suelo andaluz. Y no se encuentra otra mejor frase célebre que testimonie este acontecimiento histórico que “alea jacta est”, es decir “, la suerte está echada”, los resultados de los dados están con sus dígitos sobre la mesa. En ese caso, los votantes han marcado unas tendencias, y ahora está el riesgo de afrontar el futuro, nada menos, de muchos millones de andaluces. Pues, el PSOE de Andalucía ha sido el partido más votado, pero no puede gobernar con una fórmula lógica; los epígonos de la misma derecha que coinciden con el origen de sus candidatos o de sus líderes nacionales (PP, Cs y VOX) forman una mayoría absoluta, pero con grandes divergencias constitucionalistas, y la esperada subida de Adelante Andalucía no ha conseguido los objetivos de sus militantes de recoger el desgaste del partido socialista. Difícil situación, porque del bipartidismo, ya no se ha pasado al cuadripartito sino al quintopartido del espectro político de Andalucía. Se encuentran los dados en el momento clave de traspasar el Rubicón, pero aquí se dilucida la manera más acertada de pasarlo para formar el gobierno futuro delos próximos cuatro años.
Se han escuchado, a lo largo de estas semana, continuando con la obra cesariana del Bellum Gallicum, miles de combates y batallas con sus correspondientes victorias (la derrota del susanismo, la pérdida de apoyo sanchista, el cansancio de la población por los gobiernos socialistas, la vendetta de los ciudadanos por todos los males reales y, también, los imaginables, cometidos a lo largo de los mandatos de gobierno, y los odios púnicos contra los dirigentes). Se han utilizado todo tipo de estrategias y recursos para alcanzar los objetivos de la victoria por parte de los contendientes de esta batalla (desde la deformación de Rambaud a la maquinaria de las malas artes de los news fake, desde Cataluña a Gibraltar, desde abstencionistas activos del mismo partido a los fingidos, desde la utilización de los emigrantes con tintes demagógicos hasta lugares como las cárceles).  
Sin olvidar que, en cada rincón, se ha generado el correspondiente espacio para dirimir la pequeña contienda a la hora de derrotar el adversario, y aquí se mezclaron las escaramuzas sanitarias, las divisiones internas de los partidos, los baches de la carretera de su entorno, y otros miles de pequeñas aspiraciones no satisfechas.  En este ambiente, se dirimido el combate electoral y democrático. Y acabó dando la victoria a todos, tal como es interpretada por los distintos contendientes; y, como se acostumbra, de diversa manera y, según el cristal con que se mira, se declaran todos vencedores.   

Por eso, hay que acudir al origen griego de la frase “alea jacta est”, como lo recogieron los griegos de Menandro y lo hizo Plutarco en la biografía de César. Más que “la suerte está echada”, debe interpretarse con esta frase “iacta esto alea”, es decir “que la suerte sea echada”, o, “que los dados sean lanzados”. Es decir, es la hora de formar las coaliciones de gobierno o de gobiernos minoritarios con apoyos parlamentarios.  asumiendo el riesgo de la fórmula que permita representar a la ciudadanía en el gobierno andaluz.  Con esta interpretación, se entiende que cada dígito hace referencia perfecta a muchos aspectos de la organización política de la sociedad (constitucionalismo, derechos humanos, migración, modo de administración autónoma, sociedad de bienestar, dependencia, economía, hacienda, modelo educativo, legislación de todos los aspectos...) y el encuadre en que queden los dados, marcará la convivencia del futuro. Esta interpretación implica que los que asuman una fórmula deben ser conscientes a lo que se comprometen con la sociedad. Y, como se interpreta desde la antigüedad, se toma con el riesgo asumido “con un punto de no retorno”, el Rubicón prometido y traspasado. Pues comentaban que el jugador que apostaba todo a una tirada, no debía retroceder de lo que había emprendido.

En modo alguno, los políticos andaluces deberían quedarse con la interpretación de la frase actual de que significa un paso irrevocable, a lo que se añade una connotación de riesgo o confrontación.  Pues, ante la interpretación de los usurpadores de la victoria (ya sea pírica, coaligada o ilusoria), como decía Joseph Jofre, se comprueba que tiene cien padres y la derrota es huérfana. E invalida a traducción de “la suerte está echada”, una construcción de la voz pasiva, que en castellano no es de uso común y da un aspecto forzado a la traducción. Por eso, que se echen los dados y desear que se acierte en la formación de un gobierno andaluz de modo que consiga una victoria, en la que la verdadera grandeza no necesite de la humillación del resto, según decía Amando Nervo. Y, en palabras de Simón Bolívar, aportaría otra bella lección de contrarréplica a su correspondiente adversario “el arte de vencer se aprende en las derrotas”. Eso es lo que esperan los andaluces en los días previos para pasar el Rubicón, que se echen bien los dados.









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