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lunes, 24 de diciembre de 2018

eL PORQUÉ DE LA CUEVA DEL MORO

Subiendo el Salograr, a las faldas de la Martina, se elevan varios cerros, destaca uno de ellos la Cueva del Moro. Muy cercano se encuentra el cortijo de Vicente Novias. Siempre nos viene a la mente alguna leyenda de tesoros que hubo en una cueva donde debió habitar un  morisco de tiempos de frontera. No hemos podido descifrarlo. Pero sirva este documento recogido del escribano Francisco Ordóñez en  18 de mayo de 1527. A través del alcaide Bartolomé Ruiz  de Baena, vecino de Jaén  y residente en Alcalá la  Real se extendía un poder notarial  y, se reclamaba  un censo entre vecinos, un alcalaíno  y otro de Jaén.  Curiosamente este censo de 600 maravedíes  estaba grabado sobre las tierras de la Cueva del Moro.  En concreto,  el clérigo alcalaíno Bartolomé Ponce  reicbió un censo de don Hernando de Jaén Marruecos, vecino de Jaén y de su mujer Inés  Hernández. Pero, por fin y muerte de Hernando de Jaén,  quedaron a favor  de su mujer estos dineros en razón de su  participación dotal. Había avalado al clérigo alcalaíno Antón Cano ante y escribano alcalaíno, y  reclamó su parte ante el incumplimiento del anterior por haber afrontado las claúsulas del censo. El poder se lo dio al jurado alcalaíno Pedro Serrano y a su  mujer Catalina de Rojas, vecinos de Alcalá la Real. Lo hacía a 1 de mayo de 1527, siendo testigos el alcaide Juan de Aranda, Pero Fernández barbero  y Pero Fernández de Santisteban.  Se adjuntaba el poder de Jaén entre  Benito Ruiz de Baena, el actual marido, y su esposa Inés Hernández, firmado en Jaén  dos de junio de 1527 ante el escribano Pedro de Valenzuela . 

CONCLUSIONES
Estas tierras, al estar grabadas con un censo que recayeron por falta de pago, en Hernando de Jaén Marruecos ( cuyo gentilicio son los moros), de ahí la Cueva del Moro se fijó como topónimo del lugar . 








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