EL AGUAOR
En el sector de servicios Juan de Tel, aguador, casado con una hija (1166) Se valía de un jumento con un precio de 20 reales para transportar en sus cantareras el agua desde la Fuente de la Mora y Fuente Tejuela a los barrios altos. El aguador alcalaíno se remonta a tiempos medievales al azacán, de ahí viene el nombre de las Azacayas de la zona de la Tejuela. Aunque refieren que el cerro de la Mota, sobre todos los arrabales abundaban los pozos, estos se secaban, del mismo modo que se vaciaban en los aljibes de la ciudad fortificada. Y había que llenarlos, lo mismo que los vasos de sus bodegas y los de los barrios antiguos, posteriormente los Nuevos de San Sebastián , Peña Horadada , Matadero, Rastro y san Francisco. Por eso, "La figura del aguador, posible heredera de la Hispania romana clara continuación del oficio de azacán contemporáneo de la presencia musulmana en la Península Ibérica, ha dejado un amplio mosaico de imágenes en el arte, ejemplos en la literatura y reglamentaciones municipales.]
En aquellos años se valían de una recua de bestias y jumentos, y, como es el caso de este vecino;tan sólo uno. Hubo que reglamentar este oficio y su precio, como se hizo en los años primeros del siglo XVII.
Iban provistos de serones o angarillas con media docena de cántaros hasta los soportales, patios o portales de las casass donde llenaban las tinajas, aljibes, pilas o cacharros que allí guardaban los vecinos. Existían diversos tipos y categorías. Los más frecuentes fueron los que portaban el agua en sus animales o en pesados carretones hasta los domicilios, pero existieron los aguadores ocasionales o de temporada que con el cántaro o el odre al hombro servían agua a los sedientos transeúntes que pudieran pagar el servicio (sin necesidad de buscar una fuente o bajar al río). Estos aguadores callejeros hacían en algunos casos tal ganancia durante el largo, seco y tórrido periodo estival que podían vivir de ella durante el resto del año. Se podían diferenciar dos tipos básicos de aguador, el de cántaro y el de batea con una carretilla. Los vimos en las ferias de ganado. El primero ' Sujetando el asa del cántaro con una mano, llevaba en la otra dos copas o vasos de vidrio tintineantes, pregonando coplas El segundo, ussaba un pequeño carro de madera con una o dos ruedas y dos patas de apoyo que lo estabilizaban cuando se detenía a descansar o servir a los sedientos. El apellido de este aguador de San Francisco ilustra de ser de origen extranjero, como se frecuentaba.
Quedan las familia unipersonales, de una mujer o un hombre o una doncella:
Y Pobres como Isabel del Castillo (1162), con un hijo oficial de zapatería mayor de 18 años y dos hijas.
Juana Berlango (1167) con dos hijas, pobre, que poseía una casa en la calle de la Antigua,, gracias a una memoria de dos misas (4 reales) en el convento franciscano de Consolación, compuesta de corral, caballeriza, portal, cocina, y cámaras, de doce varas de frente por cinco de fondo, lindera con casas del solar de Ana de Santos por la parte alta, y, por la baja, con casas de Francisca Berlango, que la arrendaba en 55 reales
Isabel de Navas (1163), sola.
Doncellas
María Monterrubio, soltera, con una hermana, ambas pobres (1173).
María Francisca Rivera Sánchez (1175). poseía una casa en la calle Braceros, compuesta de cocina, caballeriza, cuarto y cámaras, de ocho varas de frente y lo mismo de fondo, linderas con la casa del horno del presbítero don José Cabrera, por la parte alta, y por la baja, con solar de don Manuel de Lastres con un alquiler de 66 reales.
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