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lunes, 17 de julio de 2017

EL CONTROL DEL AGUA EN LOS RÍOS Y ARROYOS DE ALCALÁ LA REAL

Ni qué decir que las zonas de riego jugaron un gran papel esencial  a la hora de los repartimientos de tierras desde el primero de Alfonso XI hasta el último repartimiento de las desamortizaciones. Es verdad que predominaban dos lugares de regadío por excelencia en el término de Alcalá la Real: las vegas del Castillo de Locubín y de las Riberas de Frailes y Alcalá la Real incluyendo las Juntas de Mures. Pero, hubo otros lugares secundarios como la Fuente del Rey y la zona del Palancares. Y, además, también se aprovecharon los remanentes de las fuentes como la de la Tejuela y  regaron las tierras de las Azacayas y en la Feuete Granada las hazas que bajaban hacia la Hondonera. El uso del agua por los hortelanos se regulaba mediante el nombramiento de un alcalde de agua que obligaba al control de horas, limpieza de los cauces y canales y conflicto de intereses entre los regantes, También se regulaba mediante ordenanzas las colisiones que entraba entre ellos o con los molineros de harina o con los batanes. Es verdad que la costumbre solía servir de pauta de los hortelanos desde tiempo inmemorial que se remontaba a la época rom


ana, con un gran desarrollo de la presencia musulmana que hicieron pervivir las costumbres, e, incluso algunos moriscos se refugiaron en los molinos y huertas en tiempos de la sublevación de La Alpujarra. . 
Este documento del acta de  29 de abril de  1578 recoge el uso del agua por la zona del Llano de los Azorres, cercano al actual Puente del Palancares y en los pies del Cerro de la Gineta.
Fue un año de bastante sequía en agosto, ya que hubo que replantear el uso del repartimiento del agua y avisar al cabildo las parcelas de panizo sembradas para una mejor distribución.
 Por cierto, que se nombró com alcalde de agua Tomé López de Bailén.   
Recogía la petición de Pedro Rodrigo de Hinojosa para regar una haza y hacer una presa, lo que conllevaba que debía cortar cincuenta estacas de  leña  para construirla. . De la presa se llevaba el agua al haza de los rasos de los Azores del Palancares para regar su tierra. La ciudad le concedió:
 " que pueda sacar el agua para regar el dicho sembrado"
- " y obligando y dando fianzas que, acabado el riego de dicho sembrado, volverá el agua a la madre del río".
-"Que puedan cortar cincuenta estacas de quejigo para la dicha presa". 
· "sin perjuicio de tercero y en un término de quince días".

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