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sábado, 31 de mayo de 2014

LOS PRIMEROSCOCHES ALCALÁINOS EN EL BOLETÍN OFICIAL


El conjunto se completa con el puente sobre el río, la presa que está en alto y comunica a través de dos grandes tubos con la central, y unas edificaciones, al otro lado del río, que se destinaban a escuelas, talleres y oficinas.

La sala de oficinas, constituye un edificio aislado compuesto por un cuerpo rectangular rematado por dos torres y con miradores en voladizo. Tiene una nave

LOS PRIMEROSCOCHES ALCALÁINOS EN EL BOLETÍN OFICIAL

 

 

Gracias a la colaboración del Archivo Histórico Provincial y a la gentileza de su director don Juan del Arco, he tenido la fortuna de encontrarme con los primeros 1.017 coches matriculados en Jaén.  Están inscritos en el registro de Automóviles de la Provincia y consta que  la fecha de los diez primeros  aconteció en 1907; además de la marca de los coches, aparecen algunos datos interesantes como  sus altas y  bajas, tipos de vehículo (automóvil camión, ómnibus…) moto, bicicleta,  motor, tanque y servicio (Público y servicio privado).  

 

EL PRIMER COCHE Y SU PROPIETARIO

 

Tuvo  el honor de portar encabezar la lista el linarense Ángel Gea Ruiz con coche   Darraq  y la matrícula J-1, a la que le siguen otros dos  linarenses  con dos Wolseley, que eran propiedad de   Juan M. Power y Eernesto Wagner, apellidos que nos relacionan con el mundo de la industria minera de Linares. Parece que la licencia fue concedida tras solicitarla este vecino de Linares, a finales de 1906 o inicio de 1907 para este  vehículo de su propiedad, que había sido  fabricado a  principios del siglo XX en la ciudad de Suresnes, próxima a Paris.  El delegado anterior de Educación y Cultura expuso que “el objetivo de esta petición por parte del referido ciudadano era disponer del permiso necesario para circular por las carreteras, y fue dirigida al gobernador civil “, quien emitió un "informe favorable" al respecto. Permitió conceder la correspondiente licencia de circulación a dicho automóvil,  y  "fue examinado conforme a lo establecido por el reglamento vigente a principios del siglo XX. El protocolo para conceder la  licencia de conducción radicaba en que  el automóvil superó el examen realizado por un ingeniero mecánico que se desplazó hasta la estación de Baeza (Jaén) para comprobar el correcto funcionamiento del cambio de marchas, el manejo de los frenos y los giros en curvas de radio pequeño", además de que "los órganos de la dirección del mecanismo estaban agrupados de tal manera que el conductor pudiese manejarlos sin dejar de vigilar la vía". Curiosamente, tras esta inspección técnica superada por este vehículo, este circuló por las vías de la provincia sin matrícula hasta junio de 1907, cuando la Orden de 24 de mayo dispuso que, "ante la dualidad de las inscripciones que se estaban haciendo de los automóviles en ayuntamientos y los gobiernos civiles, se debían identificar los vehículos por provincias a través de dos placas, una en la parte delantera y otra en la parte trasera, de modo que estuviese siempre visible". Por  la identificación de vehículos que imponía esta orden, se puede saber que este automóvil estuvo en circulación "hasta 1925, cuando un vecino de Córdoba lo compró a un conductor de Puente Genil.

 

CARACTERÍSTICAS DEL COCHE

 

   Siguiendo la información difundida por la Junta, “el automóvil había sido fabricado en la industria que Alexandre Darracq, un antiguo constructor de bicicletas, había establecido en Suresnes (Francia), cumplía con los requisitos establecidos por el Reglamento de 1900, y se caracterizaba por estar impulsado por un motor de explosión --número de fabricación 9673-- con cuatro cilindros y una potencia de 16 HP, con tres velocidades y marcha atrás --obligatoria para aquellos vehículos que sin carga excediesen de 250 kilos-- y un sistema de transmisión por cadena.

   Este modelo de Darracq estaba dotado con dos frenos, uno de mano y otro de pie, "cualquiera de los cuales era lo suficientemente enérgico para detener la marcha del vehículo en corto espacio, o atenuarla a voluntad de quien lo maneje". En la parte delantera tenía dos faros de acetileno y dos faroles de señales --con vidrio blanco el de la derecha y verde el de la izquierda--, y un farol con luz roja en la parte trasera.

   Las señales acústicas, para avisar a los viandantes, consistían en una bocina "cuyo sonido se percibe a mucha distancia, y una sirena". Además, el vehículo disponía de un depósito de combustible con una capacidad para 50 litros y unas ruedas de madera, con llantas macizas, que contribuían a que el coche pesara un total de 1.360 kilos. Darracq S.A.  sufrió varias vicisitudes  hasta que  la compañía  en 1906  se instaló en Portello, un suburbio de Milán, allí se estableció como Società Italiana Automobili Darracq (SIAD), asociados con el Cavaliere Ugo Stella, un aristócrata de Milán. Pero no fue muy  rentable y Darracq lo cerró en 1909, pero una nueva sociedad llamada Anonima Lombarda Fabbrica Automobili (ALFA) adquirió el negocio que algunos años más tarde se denominaría Alfa Romeo. En 1907, también fundó en Vitoria  la Sociedad Anónima Española de Automóviles Darracq con un capital de un millón de pesetas.

 

                                               EL PRIMER WOLSELY

 

El Wolseley se remonta sus orígenes a  Frederick York Wolseley, propietario de una fábrica de equipos y máquinas para el esquilado de ovejas en Sidney (Australia), luego  inauguró una nueva sede en Birmingham (Gran Bretaña), en la cual en 1895 creó un departamento automovilístico, encargando la dirección del mismo a Herbert Austin, quien ya había colaborado con él en Australia. En el taller de Birmingham, Austin cuidó del proyecto y construcción de 2 prototipos de triciclos en 1896,  y tras varios estudios y las experiencias, Austin puso a punto en 899 su primer coche de 4 ruedas, con motor mono-cilindrico delantero de 3,5 CV.

En 1901 el control de la Wolseley fue asumido por los hermanos Vickers, quienes nombraron a Herbert Austin director general de la sociedad, cargo que conservó hasta 1905. Bajo su dirección se presentó asimismo una línea de vehículos comerciales, mientras que las ventas de los coches experimentaron un considerable incremento, pasando de 323 unidades en 1901 a 800 en 1903. Se originaron  divergencias acerca de la política de producción en 1905,  y condujeron a la dimisión de Herbert Austin. Éste fue substituido por John Davenport Siddeley, importador de los
Peugeot para el mercado británico.  y que en 1903 había puesto a la venta algunos automóviles de proyecto propio construidos en los talleres Wolseley. Bajo la dirección de Siddeley, los modelos Wolseley, conocidos a partir de entonces con la denominación Wolseley-Siddeley o simplemente Siddeley, se convirtieron en automóviles convencionales con motores verticales de 2, 4 y 6 cilindros, embrague cónico, doble encendido (por bobina y por magneto) y transmisión articulada para los modelos más ligeros. En 1907, John Siddeley había adquirido una parte de las acciones de la Deasy, pequeña empresa automovilística fundada el año anterior de la cual, en 1909, una vez abandonada la Wolseley, asumió el control completo. Esta empresa, a partir del año 1911, se denominó Siddeley-Deasy.  Sin embargo, incluso después de la marcha de Siddeley, los automóviles construidos por la marca de Birmingham continuaron llamándose Wolseley-Siddeley durante un par de años.

 

Uno de los propietarios del coche Wolseley está relacionado con la primitiva casa de fundición  y minera T. Sopwith & Cº Ltd de Londres, con amplio historial productivo en Linares  cedió su negocio, el 12 de junio de 1908, a la sociedad francesa Anciens Etablissements Sopwith, confiando el negocio, en concreto,  al consejero  Juan M. Power, que fue su director hasta aquella fecha  (Revista Minera tomo 59, año 1908, pag 129). La cesión incluyó la fundición de La Tortilla en Linares  y la del Arroyo de las Piedras en Córdoba, puesto que las minas de Linares formaron parte de la sociedad especial formada por la SMMP para explotar el Coto Figueroa.

 

            MARCAS NUEVAS

 

 

Los siguientes  coches  matriculados en Jaén fueron los siguientes:

 

-El Gobron de  Manuel Saro Lorite, ubetense que tuvo la matgrícula J-4. Este personaje estaba relacionado con el famoso general Saro, descrito por el escritor Muñoz Molina en Májina.,

 

 

- El  siguiente coche fue el  primero de la capital  y  perteneció a don Domingo Puga Cobos, que era un Rochet J-5.

 

 

-A continuación un servicio público Gageneau para los “Automóviles del Condado” (J-6) y hacía servicio con   Santisteban del Puerto, y otros tres Sidney  de la misma ciudad, propiedad de Alfredo M. Osorio (-7, J-8  y J-9) .

Tras estos primeros coches, surgieron propietarios de coches por todas las ciudades de la provincia que ostentaron marcas nuevas de de automóviles con el primer  Austin del ingeniero Wagner (J-11),  el Costereau de Antonio Merlo (J-12), el Dietric de Francisco Acedo (J-10), todos en el zona de Linbares;  el Peugeot de Martín García Lanzas, de Mancha Real (J-14)  y  otro  omnibus Gageneau  de Ramón  Muñoz Acedo de Mancha Rea (J-15)l. Para continuar con el Renault del ubetense José García Aragonés(J-16), el Durkopp de José Rebollo (-17)  y el primer Ford del urganovense José Contreras Pérez (J-18). Muy relacionado con nuestra tierra,  el primer Clement de iliturgitano José Sáenz de Tejada ( J-19), cuya familia tuvo una famosa notaría en Alcalá Real; el  Dion Bouton de José Álvarez Jurado (J-20), de Villanueva del Artzobispo el Phrotos de Tomás Romero de Villanueva del Arzobispo ( J-21)y el primer Fiat  de Cástulo Cañada Pérez (J-22);  el Benz del marteño Joaquín Codes Monsalvez ( J-24) , el Delage de linarense Idelfonso Ríos (J-25), el Vinet de Carlos Aguilera (J- 30), y  Flanders del también  linarense Inocente Paz completan la relación de los  primeros coches con nueva matrícula de la provincia (J-32).

 

 

PRIMER COCHE DE LA SIERRA SUR Y PARTIDO MUNICIPAL DE ALCALÁ LA REAL

 

El primer coche de la comarca de la Sierra Sur fue un Hupmobile de la propietaria doña Catalina Aguilera y Lechuga de Alcaudete (J-35), una dama que pertenecía al Patronato de  la Asociación Católica de Relaciones Sociales. Ralph Hay,  fue el dueño y  hombre de negocios, dueño de los Bulldogs de Canton, un equipo hoy olvidado al igual que la marca de automóviles que vendía en Ohio: los Hupmobile. Una de las tantas marcas que luchaban a principios del siglo XX por hacerse de un nombre y aceptación entre los compradores en la incipiente industria automotriz de los Estados Unidos.hupmobile marca Sus fundadores y dueños; Robert C. Hupp, nació en Grand Rapids, Michigan el 2 de junio de 1877, y su hermano Louis G. Hupp, cinco años mayor que Robert. Fundaron la empresa en 1908. Robert había trabajado tanto con Ransom E. Olds el fundador de Odsmobile , como con Henry Ford en sus empresas y como otros en esos días decidió usar su conocimiento de los automóviles y crear su propia marca. El modelo 20 presentado a finales de 1908, salió a la venta al año siguiente. Era un automóvil para dos personas convertible, de cuatro cilindros y veinte caballos de fuerza, que se vendió en 750 dólares y más de mil seiscientas unidades fueron vendidas. La fábrica de Hupp, como la de sus antiguos empleadores, se encontraba en la ciudad de Detroit, Michigan, al norte de los Estados Unidos. En noviembre de 1910, un Hupmobile Modelo 20, para cuatro pasajeros, comenzó una vuelta alrededor del mundo, siendo parte de una ambiciosa campaña publicitaria de la marca.  Este auto viajó por 26 diferentes países, cubrió más de cincuenta mil kilómetros, regresando a Detroit dos años después.Robert, al parecer era un hombre temperamental y en un desacuerdo con la junta directiva de la empresa renunció a ella tan sólo tres años después de haber fundado la empresa, a pesar de que la compañía había alcanzado ventas nada despreciables por cinco mil unidades en 1910. Hupp fundó RCH Corporation y en 1912 en alianza con una empresa llamada Yeats produjo sin mucho éxito de 1912 a 1916 un automóvil eléctrico llamado RCH Yeats, Tenía un motor Westinghouse de cinco velocidades.

hupmobileYa sin su fundador, la empresa continuó en el mercado y en 1912 lanzó su segunda línea de automóviles llamada Modelos H. La producción y la demanda por los automóviles Hupmobile continuaron en ascenso y en 1924 se  abrió una segunda planta y en 1928 la empresa alcanzó su mayor producción, con 66 mil unidades. Hupmobile competía ya con Ford y Chevrolet, pero entonces llegó la crisis de 1929 y las ventas se redujeron a 10 mil automóviles al año. Una de las estrategias para volverse más competitivo se produjo en 1925, cuando Hupmoblie decidió lanzar a la venta un automóvil de 8 cilindros, abandonando sus tradicionales modelos de 4 cilindros, cometiendo el error de despreciar a sus clientes.

Entretanto, nuevos coches  y marcas vinieron a la provincia de Jaén el  Adler del madrileño Antonio Aragón con un J-37, y se van imponiendo los Ford hasta que llegar el primer Hispano del tosiriano Antonio Moya Torres  ( J-46), el Larrain de José María Millán ( J-59), el Panhard del torrecampeño  Manuel Padilla ( J-61) , el Baillet de su paisano don Pablo Anguita (J-63)   y el Opel de  Jerónimo Montes (J-47) . Para compañía minera del primer New Centenillo Silver de una compañía minera el primer Crowasley.  Y el primer Maswel don Jerónimo Montes (J-75). Al mismo tiempo se extendieron los ómnibus Hispano. Se pusieron de moda  Mavwel como el  del jiennense Jerónimo Montes ( J-92 ) hasta que encontramos  el  Wermorel de Francisco S Montañes que  fue el primer vehículño particular de un alcalaíno  con la matrícula J-100.  Luego,  vinieron nuevas marcas el Rochel del marteño  Juan Codes Martínez ( J-103), el Moline de urganovense Pedro Alejandro Prieto ( J-121)  y el Aquila de su paisano Juan Ruano Prieto (J- 126).

 La marca Michell la inaugura  el baezano  don  Andrés Garrido Prieto con el J-136 ; el Overland  del villacarrillense don Juan Ramírez y  el Haynes de la marteña doña Mercedes Monsalves ,  (140 y 141), Manuel Ruiz Córdoba  fueron los primeros de estas marcas en la provincia de Jaén.  Junto con los primeros Cadillac, como  el de Manuel Ruiz Córdoba ( 153) y el del  pegajalense Alfonso Martínez Calatrava, o  el primer  Bulck.(156)0. el  primer Moon del Emeterio Revilla en Beas y o el conocido linarense Inocente Paz Soriano que trajo el primer Dodge.

EL PRIMER AUTOMÓVIL ALCALÁINO

EL primer automóvil alcalaíno fue un ómnibus  o autobús de la marca Hispano  que era propiedad De la Compañía de la Unión.  Tenía la matrícula  J -76.  Esta marca fue promocionada  por el rey Alfonso XIII, un gran aficionado al mundo del automóvil ya que el agente de ventas de Hispano-Suiza, Francisco Abadal,  ayudó  al éxito de la marca española. Pues,, en 1905 presentó al monarca un coche de 20 CV, y el rey quedó muy satisfecho de su manejo. En concreto, le fue entregado al rey en el año 1907 un modelo de 4 cilindros y 20 CV. También  hubo una estrecha relación entre esta  casa y el monarca español, porque llegó a tener varios de esta firma y dijo  que "eran los únicos autos de lujo que no se conducían como un camión". Además, poseyó 250 acciones en 1910 y participó en las ampliaciones de capital en años posteriores llegando a poseer el 8% de las acciones. Pasando por alto, sus pequeños utilitarios de 1907,  sus primeros modelos deportivos o  los motores deportivos, desde 1908, la Hispano-Suiza fabricó chasis industriales para ómnibus, camiones y ambulancias. Y en 1909 puso en el mercado  varios modelos con destino al transporte público, contribuyendo decisivamente a la creación de muchas empresas de transportes de pasajeros y correo, adoptando todas ellas el nombre de Hispano-Suiza en su razón social, como por ejemplo la Hispano Alto-Aragonesa, la Hispano-Hilariense o , la Hispano-Manresana.

En cuanto a La Unión, dejando atrás otras asociaciones que tiene este nombre con una adjetivo de índole político y sindical, afirmábamos que “los más influyentes propietarios del campo o profesionales distinguidos ocuparon la alcaldía alcalaína e, incluso, algún presidente de la Unión Patronal como el abogado Juan de la Cruz Sánchez- Cañete. Y también, varias sociedades de labradores representaron a la clase media alcalaína, entre ellas, la principal sociedad patronal recibió el nombre de Sociedad Cooperativa La Unión y las relaciones con la vida municipal eran muy intensas y fluidas; como muestra de ello, siempre cedía la presidencia honoraria al alcalde presidente del ayuntamiento. A esto hay que añadir las sociedades recreativas y el intercambio con otras sociedades de otras ciudades, como los exploradores de Granada que acudieron en el 1916 o  la intervención de la Estudiantina de la Cruz Roja. Entre las primeras, con su carácter político, se encontraban Casino de Alcalá la Real, Círculo la Unión, Club Juventud y Círculo Republicano hasta 1908 También son frecuentes las sociedades económicas como la de los Hermanos Collado, la Unión de los Automóviles, creada por don Gregorio Torres, la de bebidas alcohólicas, de los Hermanos Garnica, la de Nuestra Señora de las Mercedes”.

Es decir por este tiempo abundaban los nombres de la Unión. Pero creemos que la Unión que adquirió este automóvil fue la de automóviles. Pues, el contexto en el que se introducía el automóvil en Alcalá la Real era el siguiente:

La vida municipal seguía controlada por conservadores y liberales, repartiéndose el poder  de un modo alternativo en un  turnismo  que se mantuvo hasta 1910,  como queda reflejado con estas palabras de Guardia Castellano. No cumpliríamos los dictados de nuestra conciencia, si al tratar  de  describir en este punto la evolución de los viejos partidos políticos locales, no salváramos todos los respetos que nos merecen  los señores que respondiendo a la política de atracción que desde 1910 viene desarrollando el partido conservador, han venido a sumarse al mismo para bien de todo, contribuyendo  con sus nombres y prestigios a la exaltación de esta colectividad política, que si bien fue siempre valiosa y respetada en nuestro pueblo, al ensanchar  hoy sus bases y afirmar  su hegemonía no disputada como  partido único, bien pudiéramos llamar “partido alcalaíno”.    Pero pronto desaparecieron los segundos, constituyéndose un sólo partido gobernante monárquico, que controló totalmente la ciudad de la Sierra Sur debido a  la gran influencia de la familia Abril, cuyos miembros o sus amigos ocupaban los principales cargos  del Ayuntamiento alcalaíno ( y derivados de la administración)  y ostentaban la representación en ámbitos provinciales y nacionales, tal  como el cronista Antonio Guardia Castellano. Por eso, los más influyentes propietarios del campo o profesionales distinguidos ocuparon la alcaldía alcalaína e, incluso, algún presidente de la unión patronal como el abogado Juan de la Cruz Sánchez Cañete. A nivel provincial, los presentantes por Alcalá, eran José Tomás Retamero y Andrés Martínez Cobo. Sin  embargo, lo que no ofrece género de duda que esta integración fue obra de Rafael Abril, al que aclamaba ¡Viva el Papa Fafaelicus! ¡Viva...! ¡Viva, tocad las campanas! Curiosamente, el partido liberal quedó desintegrado con la  huida de sus líderes y el cierre de sus locales: “En la otra acera se alzaban/mientras brilló  en su horizonte/, el sol que les calentara/, no pudiendo resistir el soplo de la desgracia /con la clientela perdida/, sin fe en el dogma ni en nada, /cerraron sus viejas puertas, / desmontaron sus campanas/ y tiraron los monagos/ las llaves por la ventana/”.

            En el mes de junio de 1911, parecía como si el único partido que imperaba en la ciudad de Alcalá la Real. Así lo proclamaba el cronista oficial Guardia Castellano, en sus discursos oficiales, sus obras literarias y especialmente con motivo de la reorganización de la Juventud Conservadora: “Soñemos, pues, en buena hora/ con la fecunda virtud/ del resplandor de la aurora/que anuncia la Juventud/ Liberal Conservadora/Juventud decidida/con entusiasmo y ardor/ vienes a dar nueva vida/ al bando conservador: bienvenida, bienvenida/Los soldados veteranos/ que aún sustentan en sus manos/los vencedores fusiles/que desde tiempos lejanos/ se baten por los Abriles/Hoy al tenderte los brazos/quieren dejar definido/para afirmar estos lazos/ que no somos dos pedazos/que somos un solo Partido/.”

Las Sociedades de labradores creaban un clima de total apoyo al poder municipal y  a los partidos conservadores y liberales, representados por la familia conservadora de los  Abril y la de los liberales  Sánchez Cañete. Pues,  los consideraban como la base de su elemental y seguro apoyo  en los distintos comicios locales, provinciales y nacionales. De ahí que se pueden entender estos versos de este poema anterior: Nuestros recuerdos de gloria/con tu sangre juvenil/formarán la ejecutoria/que nos dará la victoria, si nos dirige un Abril/Pronto tendréis ocasión/ según dispone la Ley/de mostrar vuestra adhesión/ y reñir una elección por Alcalá y  por el Rey/. 

Estos versos de Guardia Castellano nos reflejan un sentimiento que compartían los conservadores del momento con  motivo de la creación del hotel “La Central” y el Garaje “la Unión”,  que se habían creado bajo los auspicios del acendrado senador: Ítem más: Otro Señor/ siempre dispuesto y propicio/ a otorgar un beneficio/ o a conceder un favor: / Mas como goza el autor/ la amistad de este patricio/ que estima como un honor,/ renuncia aquí hacer su oficio,/ con dolor/ limitándose a decir/por cumplir/ que es Senador Vitalicio/.

           

            Como empresario, compartía el espíritu de un tiempo en el que comenzaron a nacer algunas nuevas industrias derivadas del textil, orujeras, jabón, alcoholes  y de  índole agropecuaria-, aunque la ciudad se mantuvo con un gran predominio agrícola frente a los otros sectores industriales y comerciales. Por estos años,  se multiplicaron en gran número los molinos de aceite, lo que indica el cambio de productos en la agricultura extendiéndose el olivo en lugar del cereal. También nacieron algunas industrias de alcoholes, como las de la familia Garnica. Además parecía que se había extendido la fiebre de conquistar los fondos de la tierra  Pues fueron numerosas las licencias de aperturas de minas que se solicitaron por este tiempo: En 1917, San Antonio, la Matilde y la Esperanza; en 1918, la Pura, la Carraca y la Gata Gorda, en 1919, la Carmencita, el Gran Poder, Ascensión, y Juanito .  También surgieron algunas sociedades económicas. La Unión de Alcalá y la Económica de Charilla. Incluso, en lo cultural tuvo lugar el  hecho de que se inaugurara el teatro el  9 de noviembre de 1916 y compartió con el resto de los  munícipes el nombramiento de su padre Rafael Abril como senador real, acontecimiento celebrado festivamente el 24 de diciembre de 1916 con discursos de las autoridades locales, inspirados en Guardia Castellano, y del propio Rafael Abril, en los que se exponías las virtudes cívicas, el linaje ilustre y  la escuela política nacida al amparo de su padre Gregorio Abril .

 

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LOS COCHES MÁS ANTIGUOS DE ALCALAÍNOS MATRICULADOS EN JAÉN

 

 

-Un Wermorel de Francisco S. Montañés fue el primer vehículo particular con la matrícula J-100.  Era representantes de importantes  casas comerciales, entre ellas, los capachos de Coco, punto sevillano, patentado y esparto de la Viuda de don Nicolás Martínez  de Úbeda, de González Viass de Jerez de la Frontera,  y, nada menos que de la Cruz del Campo, que se presentaba como acreditadísima cerveza, de maquinaria de fábricas de molinos de aceite de oliva con aparatos modernísimos de básculas.

 

-Un Chaudier de don Luis Abrtil Lozano con la matrícula J -185 Acerca de su persona cuando era joven, escribía poéticamente  el cronista Guardia Castellano con motivo de la  fiesta de inauguración  de la empresa y garaje de la Unión 13 de junio de 1916, en la que ejercía de empresario:. “Buen jinete y buena estampa,/justo ecuánime, sereno,/ dueño de sí y con gran calma/(pues diz que nunca este niño/Suele correrse por nada)./Destocado de sombrero, cordobés de rectas alas, /cogió en el aire la llave/ que el echó la mano blanca./Bien mocito, así me gusta!/¿Eso es tener vista y maña/A ver si también al vuelo/ te vemos coger el acta. /Ya es diputado Luisito/en Cortes de la Nación./siguiendo la tradición/ de su progenie, a ellas va/ por nuestro heraldo; el sabrá/ haciendo honor a su historia,/velar por la ejecutoria/ de los hijos de Alcalá./Yo acuso a don Luís Abril,/ mozo robusto y viril,/ de hidalgo y recio solar,/ de dejarse cercenar/ por algún Fígaro vil,/El ornato capilar/ de su rostro varonil./¿Qué queda de aquel edil/De férrea musculatura/ recia y fuerte contextura/Y noble y gentil talante?/La cara boba de un cura/ sobre un tronco de un gigante./Vive Dios, que no me explica/Cómo ha podido este chico/ tan ecuánime y juicioso,/ cercenarse de raya/ este atributo valioso/que brota fino y sedoso/debajo de la nariz/Luisito, el santo varón,/ con  modales de educando/Y de tan casta intención/ e impoluto corazón,/que si alguna tentación/del torpe pecar infando/Le asalta de vez en cuando,/como el pobre es tan buenón/las suele matar callando, empresario de la unión/.

-Un Ford de Luis Garnica Sánchez, con matrícula J-402, cuyo propietario fue un importante industrial de bebidas alcohólicas, con vivienda en calle Veracruz e instalaciones de la Fuente del Rey y marca de anís El cometa Haley.

-Un Peugeot, de don Luis Abril Lozano con matrícula J-484. Ya hemos escrito anteriormente.

-Otro Peugeot de Francisco Sierra del Mármol, industrial y comerciante cuyos padres provenían de tierras granadinas y se enlazaron con los prieguenses comerciantes del Mármol.

-Un Scripp-Booth de Francisco Serrano del Mármol con matrícula J-544. Este hombre fue una persona muy inquieta que participó en muchas iniciativas industriales y además un hacendado importante de Alcalá la Real

-Un Fiat del  concejal y propietario del ayuntamiento alcalaíno Francisco Montañés de la Torre.

-Un Ford del industrial  Rafael Piñas Arenas, con matrícula J-682 que regentaba despacho en el Llanillo.

-Un Delage del hacendado  José María Clavo Montañés con la matrícula J-8786

-Un  Ford de Juan Funes Quiroga  con la matrícula  J-918, un argentino de San Luis que se trajo don Francisco Serrano del Mármol para cuidar de su parque automovilístico con motivo de un Congreso en Paris .

-Un Essex del hacendado Buenaventura Sánchez Cañete con J-952, cuya familia estaba relacionada con el partido liberal hasta 1910 que se constituyó como partido único conservador de Alcalá. Durante varios mandatos, alcanzaron puestos del ayuntamiento, diputación y en las Cortes españolas como diputados y senadores.

-Otro Ford del industrial  Fulgencio Ortiz Ortiz con J 965, que tuvo una empresa de automóviles de servicio público.                                                                                    

-UN Essex del hacendado y  abogado Felipe Martínez Oria con J 978.

Un Bussig con  J-528 de Luis Retamero Tapia. Un familiar suyo era el representante del partido conservador y alcanzó altos cargos, de quien  el periódico Lábaro Andaluz decía en 1906, con  motivo de la constitución de la diputación provincial “jurisconsulto notable, hombre pundonoroso y dueños absoluto de las simpatías de Alcalá la Real”.

Por estos lares  andaba en vacaciones el  Overland del Conde de Corbú con la matrícula  J384 por estar relacionado  con la familia de los Abril.       

FRANCISCO MARTÍN ROSALES


           

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho, para personas como yo que nos dedicamos a la gestoria de transferencia de vehiculos nos viene muy bien, gracias Paco

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