EUROPA
Se celebra, este domingo, la gran fiesta de
Europa, el día que los ciudadanos tendrán la posibilidad de decidir sobre su
futuro. En todas las naciones, comunidades y pueblos, cada vecino responderá,
con su voto, sobre lo que, personalmente, opina y cree
acerca del rumbo que deben tomar el
futuro gobierno y parlamento europeos. Hay quienes consideran que Europa nunca
existió, o, lucharon por su interés puramente nacionalista frente a la ideas
europeistas, seguirán con la guerra de
guerrillas para crear desigualdades. Otros tratan de hacer valer su poder e
influencia política, para imponer un solo modelo social, político y económico,
y, casi siempre al servicio del gran capital olvidándose del hombre como centro
de un futuro sin fronteras entre naciones europeas. Hay quienes consideran que
Europa es un objeto de experimento, a quien
hay que aplicar recetas que ya fracasaron, dividieron el continente
y tensaron la situación para el
sufrimiento humano de muchos países y personas que no mantenían su único pensamiento.
Los
hay, además, los que no ponen los
pies en el suelos y se apartan de que somos un pueblo que quiere caminar en una
dirección de progreso , ha vivido periódicos históricos apasionantes y ha
superado los momentos más difíciles con esfuerzo tesón. Una Europa que es la simbiosis de los pueblos indoeuropeos y autóctonos de cada región
europea; un pueblo que formó y
constituyó las primeras unidades imperiales con los romanos y con el sacro
imperio carolingio; una comunidad de pueblos que superó los periodos bélicos estableciendo
superándolos grandes tiempos de paz, en los que se alcanzaron las mayores
cotas de progreso. Una Europa que siempre ha acogido a todos marginados y excluidos del mundo como los represaliados,
los exiliados y las víctimas de las dictaduras
del mundo.
Esa Europa tiene cuerpo de mujer muy bella y es apetecida por su encanto en todos los pueblos de la tierra. Tiene
origen mítico, nació en tierras fenicias y, gracias al esfuerzo y trabajo de
muchos pueblos y personas, consiguió los más grandes avances científicos,
sociales y económico.
Zeus la raptó, lo mismo que hicieron los indoeuropeos, y
vino de Oriente a Occidente, porque el terreno era más fértil y propicio para
el progreso en el Sur. Esa es la fiesta que celebremos, esperemos que Zeus no
nos la rescate y se la lleve otra vez a otros lugares lejanos de
Occidente.
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