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sábado, 27 de julio de 2024

TRAS LOS RAXIS. URBANISMO. (v)




 

 

 

 

 

URBANISMO

 

Hay que distinguir dos espacios  urbanísticos en este periodo. Por un lado, en la ciudad fortificada se trató de ser lo más racional posible en las nuevas construcciones y en las modificaciones de las anteriores viales,  casas y edificios; por otro lado, la ciudad del llano se remodeló hasta tal punto que  su diseño pervivirá hasta el siglo XX.

 

            1. LA CIUDAD DE LA MOTA

 

  Con respecto al primer aspecto,  la plaza  alta de la Mota  se convirtió, en cierto modo, en un bello espacio abierto en cuyo diseño, que provenía  de los decenios anteriores. el cabildo municipal,  llevó a cabo varias ampliaciones mediante la compra  y destrucción de antiguas casas  para engrandecerla. Si partimos de la plaza alta ofrecía en el año 1590 el siguiente aspecto: la tienda de Pedro Núñez,  otra situada debajo de las Casas de Justicia, otras tres tiendas arrendadas a Juan de Burgos, Martín Muñoz y Hernando Alonso, la tienda y casa de Francisco Ramos tundidor, y las escribanías de Alonso Sánchez, Alonso Ordóñez, Alonso Ramírez, Francisco Jiménez, Jerónimo Martín y Felipe Pérez, y la botica de Quesada, seis tiendas altas de los corredores, la torre de la Cárcel Vieja, la tienda de la Mazmorra, la de la Escaleruela, la torre del argamasón y la del Pendón, tienda a la entrada del alhorí,  y tienda de debajo de la Escaleruela.  En el Cañuto se encontraba una tienda descendiendo, que era en 1590 arrendada a Francisco Pérez.

 Incluso, el derrumbe de casas y la apertura de nuevas calles dentro del recinto fortificado le dieron un aspecto más urbano que militar. En la plaza baja se citan las tiendas del rincón, arrendadas a Pedro de Jaén, la mazmorra, contraste, argamasón, dos escritorios, una  tienda a la puerta de la plaza, otra al lado y la tienda de bajo de la escaleruela. Muchas de ellas pertenecían a los moriscos, que se vieron afectados por su venta con motivo de su expulsión en 1613.

La Iglesia se levantaba al lado de las plazas, con una puerta al sur, que tenía a su lado un claustro cubierto hasta que se abrió la puerta de Maximiliano y continuaba hasta la capilla del deán, donde se reunía el cabildo.


Dentro de la ciudad fortificada, había varias calles. La Calancha se dirigía hacia el Alcázar y en ella estaban las Casas Abaciales, y fronteras a ellas unas casas del abad  Alonso de Mendoza, que dejó  como bienes en los que se fundaba su capellanía junto con cortijo de reja en Charilla. Las casas  de Luis Alfonso de Aranda, estaban linderas con el Castillo, las de Guiomar de Escabias y las de Rodrigo Ramírez y Pdro de Armijo.   Fueron vendidas a Juan de Valenzuela  las casas que pertenecían a los beneficiados de la  Iglesia mayor en 1601.   

 El recinto amurallado, muy resentido por la composición pétrea, se verá afectado con varias reformas  desde 1589, año en el que se emprendieron varias reformas en la  muralla del Trabuquete, la torre de la Cárcel  y la muralla de delante de ella. Fueron sus ejecutores Juan Sánchez y Juan Díaz. En cuanto a la muralla del Trabuquete, que lindaba con las caballerizas de la Cárcel en dirección al Toril y por debajo estaban las casas de Fernando de Leiva y el bachiller de Gramática, se encontraba en mucho peligro  por la parte baja al estar los paños de roca ahuecados en forma de cueva de manera que la muralla se encontraba en vacío y debajo de las dichas casas se había caído una peña. Se cortó la dicha peña `para no afectar las casas mencionadas y se hicieron 16 tapias de adarve y antepecho y un muro importando 28 ducados, ya que se abrió un portillo y se repararon las casas mencionadas. El muro del rastro que era la primera cerca de la ciudad y lindaba con la puerta de Santiago  también se reparó con una vara de repisa por encontrarse en idénticas condiciones y se invirtieron 140 ducados por Alonso Martínez de Tudela y Juan Sánchez. Un año después, en 1590, la  Puerta del Aire se arregló con pared de mampostería de piedra labrada la pared de la  entrada de la Puerta del Aire hasta emparejar con el adarve, que esta en la parte baja, que lindaba  con la Carrera. Y lo mismo se hizo con el reparo del adarve que baja desde la Calancha hasta las Caballerizas del  Abad de la Abadía, por último se limpió la Puerta del Aire y empiedro, porque lo demás que ay detrás de la pared que se hubiere de hacer  la calle y entrada hasta llegar a lo alta de la primera puerta de la Senda Ancha en valor de veinte ducados  y alzar en la muralla de lo bajado de la calle ancha hasta las caballerizas del Señor Abad.  La puerta Nueva del Bahondillo, en el mismo año, también tuvo un gran cambio[1].  En 1580, se iniciaron las obras de los corredores, que fueron tasadas por Pedro de Alcalá, vecino de Priego, cobrando para ello  dos ducados, al mismo tiempo se cerró un pedazo de adarve entre las murallas y la casa de Juan de Jaén.[2] Sin embargo la obra definitiva tuvo lugar  Por Juan de Oliva y Pedro Viana, carpinteros que  llevaron a cabo todo el aspecto decorativo concertándolo en 1588 y ampliaron posteriormente en 1590 Juan Sánchez Montañés [3] Del 1583 data  una importante medida con las casas de  María de Aranda,[4] linderas con la cárcel, murallas y las de Gonzalo de Monte o, en los mismos años, las dependencias del Hospital de Los Monteses. Esta fue una de las más importantes remodelaciones de la  plaza, pues consistían en un mesón, casa que lindaba con el escritorio de la ciudad, dos tiendas- una la alta y otra lindera con el Mesón u Hospital  En el año 1599 fueron valoradas en su conjunto en 92.000 maravedíes por el síndico de la ciudad y sus administradores don Juan de Valenzuela y su hijo Pedro y acordó la ciudad derrumbarlas porque las tres casas de tiendas  ya no se habitaban  y tenían encerrada la plaza[5] Al estar relacionadas con la abadía tuvo que dar licencia el señor abad don Alonso de Mendoza. La iglesia poseía varias tiendas a su alrededor en la plaza vieja junto con las de la ciudad, que eran arrendadas y fueron afectadas, sobre todo con motivo de la  ampliación de la cabecera. Poco a poco van desapareciendo muchas casas de ínfima calidad a lo largo del siglo XVII, sobre todo, las del Barrio del Bahondillo, mientras que las nobles situadas junto a la Iglesia Mayor y el Alcázar todavía son objeto de transacciones económicas y renovación constructiva. Entre estos, muestra  de la venta de casas son la del castillo a Juan de Valenzuela por parte de los beneficiados de  la Iglesia Mayor en 1601[6], de construcción de otras nuevas las de Gaspar de Trillo, situada junto a  las de Gonzalo de Aranda y Fernando Álvarez de Sotomayor  o la de Diego de Colomo junto  a  la de Luis de Aranda. o la de Ortega. Además, los servicios como los del Peso de  Harina, los adminsitrativos y eclesiales, las carnicerías todavían se ubicaronn hasta muy pasado el siglo en el recinto fortificado y tuvieron algunas reformas como la del arco del Cabildo en 1611 por Miguel de Bolivar[7].

Una obra, muy significativa de la plaza fue la Casa de la Justicia y las obras del Gabán , iniciadas en 1589 bajo las trazas de Ambrosio de Vico, y en la que iterviinieron en la primera hasta octubre de 1590 Juan Sánchez y, Alonso Tudela, Juan Meléndez Alonso Martín, Hernán Ruiz, Ginéz Nmartinez de Aranda Domnigo Aguirre, Juan Fernández, Francisco de Arcudia, Pedro Hernández, Francisco Hernández y Alonso Hernñandez, Sancho González; Luis de Madrid  y Francisco de Aranda. En el Gabán, Sebastián Rodríguez, Alonso del Río, Juan de Bolívar, el maestro Miguel de Bolívar, Joan Cantero, Bastián Gutíerrez y Francisco de Lara. Todos ellos fueron los padres de la nueva generación que se formó para el siglo XVII. En la esquina que estaba lindando con las casas de Justicia, Ginés Martínez, Juan de Bolívar y Pedro de Viana[8].   Y en un arco con su corredores en de dicha casa, el 1598 intervinieron Juan y Andrés Sánchez, que estaba colocado a la derecha de la plaza y tuvieron que cortar la peña importando todo 52 ducados [9].

También, se renovaron algunas casonas de este tiempo ena finales del siglo XVI, entre ellas la de Gerónimo de Ribera en 1597, cuyo maestro de obra fue Pedro de Fraguagua [10]y ofrece un claustro porticado castellano, distribuidor del edificio. Algo más explítio es un contrato de obras del cantero Miguel de Bolívar que se comprometía con Juan Vázquez en el año 1584 para hacer unas casas en la Mota, linderas con las de Pedro de Aranda Valdivia  en una calle nueva con pared de cantería sobre pared  que debía cimientarse  sobre la pared nueva, dos ventana, y cuatro pilares en los que se apoyaba la techumbre de la casa. [11] Y ya en el siglo XVII. el 1604 el albañil Miguel de Lara le hizo en la callejuela del Horno  la casa [12]a  don Gaspar de Trillo Armenta, lindera con la de Sancho de Aranda y don Fernando de Sotomayor, con lkmk,kñños siguientes elementos: escalera de vara y media de piedra, salas, casilla de leña, caballeriza, zaguán y sala con chimenea francesa por valor de 46 ducados Con intervención del maestro de albañilería Diego López Ana de Ortega le contrató la obra de su casa en el 1624 junto a la  de doña Marina de Gamboa, componiéndose de caballerizas, cuadra, escalera y tejado. Por otro lado,  la nueva ciudad, que se extendía al llano, poco a poco va culminar un proceso de nuevo y paulatino emplazamiento de todos los edificios públicos que  acabará a mediados del siglo XVIII con la ubicación de las Casas de Cabildo, Carnicerías, Pescadería, Pósito, Casa de Corregidor y nuevas mansiones de los hidalgos. Las murallas, salvo algunas obras de importancia a principios del siglo XVII, no tienen obras significativas sino algunas reparaciones de la Torre de la imagen, que se encargó el regidor Andrés de Valenzuela y Mendoza en 1650,  Puerta y murallas de Santiago o del Aire.

Hemos encontrado algunos contratos de estos años muy significativos, que tratan de enelazar la antigua ciudad medieval y la nueva ciudad, en la que participa Juan de Fraguagua [13] a lo largo de la calle radial Real.  por medio de adarvillos o el encañado  desde  la calle de Los Churniegos hasta el pozo del arrabal  que realizó tambien el anterior Juan de Fraguagua en el año 1590. En la calle Cava, se hacen nuevas casas , de calidad propia de albañiles como la del capitán Martín de Cea  en 1620 por Pedro Nuño[14] con un cuerpo de casa y corral. Además la caída de  parte de la tercer muralla por el sitio de San Blas dio lugar a que  se enlazara por medio de tapiales, en los que intervenía maestros de alabañilería y se desarrollara mucho más el barrio de Santo Domingo y el de la Alhóndiga y sus aledaños, convirtiéndose la calle del Rosario y la iglesia de san Juan en el centro de la ciudad  por el poco desarrollo urbanístico del Cerro de las Cruces en el siglo XVII. 

La labor de  urbanismo sec entró fundamentalmente  hasta mediados del siglo XVII en la pavimentación de calles y calzadas de la nueva ciudad sobre la base del repartimento de hazas y caminos, que dieron lugar . calle Real, Llanillo, Encarnación, camino de la Magdalena, de Granada, Fuente de las Peñuelas, Tejuela....

La nueva ciudad ya comenzaba a ejercer funciones, que hasta ahora se reservaban a la plaza alta de la Mota, pues en el mismo Llanillo se realizó un toril y se bancaron las calles en 1625 con motivo de una corrida de toros El antiguo lavadero y el egido de la antigua ciudad comenzó a albergar edificios al cederlos el Ayuntamiento al  convento de Los Capuchinos y a las casas de Rui Díaz de Mendoza[15].



[1] AMAR. Legajo Cja 50 pieza 8. Libro de postura de tierras.1580 en adelante.

[2] AMAR. Acta del cabildo del 12 de febrero de 1580.

[3]  AMAR. Caja 50 Pieza 8

[4] AHPJ. Legajo 4727. Folio 40. Año 1583. Y Legajo 4791. Folio 210. Escribano Francisco Ordóñez.

[5]  AHPJ. Legajo 4743 Folios 464 y 468 y 4746 folio 116 . Año 1599. Escribano Alonso Ramírez. Legajo 4991 folio 520 Capellanía.

[6] AHPJ Legajo 4865 folio 4. Legajo 4890 folio 259 4951 folio 142 y 4996 folio 157 y 5029 folio 395

[7] AMAR. Legajo 55/1 Libro de libranzas desde el año 1604a.

[8] AMAR. Legajo 28/12 AÑO 1589. un trabajo de Murcia mayte en la revista de la Virgen año

[9] AHPJ Legajo 4861 Escribano López de Mena folio 29 Año 1598.

[10] AHPJ. Legajo 4850. Folio 150. Año 1597. Escribano Pedro de Contreras.

[11] AHPJ . Legajo 4791 Escribano Pedro de Contreras 1584.

[12]  AHPJ Legajo 4890. Folio 259 .Diego Fernández Ortiz,  Año 1604

[13] AHPJ. Legajo 4700. Folio 118.

[14] AHPJ legajo 4902 folio 438 Año 1619

[15] AHPJ Legajo 4912 folio 311. Año 1631.

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