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domingo, 30 de abril de 2023

LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN DE LA CABEZA A FINALES DEL SIGLO XVIII

 

LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN DE LA CABEZA A FINALES DEL SIGLO XVIII

 

Hay un periodo documental muy oscuro en la vida de la cofradía y devoción de la Virgen de la Cabeza. Nos referimos a finales del siglo XVIII y hasta mediados principios del siglo XIX. Pocos datos se encuentran en los archivos, libros romeros y otros registros. Sin embargo la presencia romera de los devotos de la  Virgen de la Cabeza se mantiene en las tierras de la Abadía e irradia hacia las tierras granadinas de los Montes Orientales.

JUAN MANUEL DE BAUTISTA  ÁVILA

Este devoto de la  zona del Márqués de los Trujillos era  vecino de este territorio labrando el cortijo de la Horca, del regidor alcaláino don Diego de Hinojosa. Hijo de Baltasar de los Reyes y Magdalena de Ávila Carrillo,y casado con Isabel de Abril en primeras npcias, y, en segundas con Isabel de Moya,  declaraba en su  testamento de 1759 ante Juan Gutiérrez Hinojosa (Legajoi 5483, folio 615) , una extewnsa prole (Juan Bautoiista, Cana, Isabel, Magadalena y Bartolomé) y a sus albaceas ( Don Diego Ortega, fray Manuel de Molina)  varios encargos y pagos . Y sobre todo , es digno de destacar esta manda “ Estoy debiendo una misa que ofrecí a la Virgen de la Cabeza, la misma que quier que sde digoi es de mi volubntad en el cielo que se haga”. Y es muy intgeresante un dato relacionado con Frailes, pues declaraba “ dar cuatro fanegas para una misa en la ermita de Frailés por el capellán y en el altar o capilla ddonde está colocada la imagen de Jesús Nazareno”. 

 

 EL DEVOTO  LUIS BOYAGO

         Este soltero de 46 años y  devoto fue a levantar el testamento ante  con fecha de uno de enero de 1772. Era natural de la Montillana granadina, pero residía en Alcalá la Real. Hijo de Alonso Boyago y Tomasa de la Chica, y hermano de Alonso, José y Ana, a las que le dejó dinero y enseres, se encontraba enfermo en la ciudad de la Mota, pero en libre juicio, memoria y entendimiento natural para levantar el documento notarial. Como fiel cristiano, por haber vivido dentro de la Iglesia Católica, se disponía a hacer las mandas testamentarias.

Campesino a las órdenes del Manuel de Torres. Labrador arrendador  del cortijo de las Cañadas en el Marizado de los Trujillos, disponía de una caballería doméstica (la vaca Hermosa, el asno con apodo romero de Madroño y una yegua con su potra). Animales que encarga que se venda para pagar las exequias fúnebres (entierros, acompañamiento, misas, beneficiados…). Como era frecuente, su amo, su hermano Alonso y el fraile franciscano  Fray Juan de Corpas, que los había atendido y curado durante su enfermedad, fueron nombrados por su persona como albaceas para liquidar bienes y pagar gastos tras su óbito.

Vestido del traje franciscano, proponía ser enterrado en la iglesia de Nuestra Señora de Consolación, con un entierro de quinto llano, en la iglesia de su pueblo natal o en otro cualquiera del arzobispado de Granada, donde destina nada menos de mil misas por sus cargos de conciencia y penitencia. Como prototipo del hombre del campo de esta zona, hace varias mandas. Pero destaca la siguiente de tradición  romera “Declaro que tengo hecha promesa a Nuestra Señora la Virgen Santísima de la Cabeza de ir de nuevo desde quiera que me halare hasta su santuario  en la Sierra Morena y mandar decir una misa rezada”, con lo que se confirma el mantenimiento romero de muchas personas en esta zona de Alcalá la Real y sus alrededores granadinos. Curiosamente, también era devoto de otras devociones comarcanas a las que dedica limosnas “al mismo tiempo hecha promesa de ir descalzo al Santísimo Cristo del Paño de la villa de Moclín  a su iglesia desde legua y media retirado, y manda deizr una misa rezada. No olvidaba  asi mismo mando  una misa rezda a Nuestra Señora de los Remedios de la villa de Iznalloz. Todas estas promesas se relacionaban con sla enfermedad que padecía y no manifiesta. Por sus relaciones comerciales, estaba ligado con Colomera y algubnos cortijos del entorno de Trujillos. Entre ellos el cortijo del Río.

POR ALCALÁ LA REAL

 ANTONIO DE CUENCA

 

No es frecuente encontrar declaraciones de personas en sus testamentos como hermanos o devotos de la Virgen de la Cabeza a principios del siglo XIX en Alcalá la Real. Este es el caso de Antonio de Cuenca Torrevejano, hijo de Diego y Ana Torrevejano, natural y vecino de Alcalá la Real en 20 de noviembre de 1810. Lo interesante de su testamento ante José Sola radica en  que, ante las circunstancias de la invasión francesa, solicita ser enterrado en la iglesia de San Juan, pues la Mayor de la Mota estaba ocupada por el ejército galo. Y lo curioso que refiere que los pagos de misas  se relacionan  con las siguientes devociones; 8 reales a Nuestra Señora de la Cabeza de Sierra Morena, otros seis al Cristo del Paño y un real de plata a la Virgen de las Mercedes. El resto de las mandas, como hombre soltero, se refieren a legar su objetos, ropa y bienes más valiosos a sus hermanas y sobrinos.

En similares circunstancias y mandas, Miguel Calvo, hijo de Diego Calvo y Manuela Rosales en 20 de octubre de 1810, refiere solamente una misa a Nuestra Señora de la Cabeza. En 1823, Luisa Zamora realizaba una manda muy similar a la anterior.

 

 

 

 

 

 

POR TIERRAS DEL  CASTILLO DE LOCUBÍN

No sólo con tierras de los Montes Orienales, sino también por otros pueblos de la Abadía se extendía el amor a la Virgen de la Cabeza. En Castillo de Locubín, se encuentrtan testimonios de la devoción de otras personas. Sirva de ejemplo que, 1855,  Antonio del Olmo Callejas hacía el testiamento  notarial ante Antonio NJosé Álvarez y declaraba que fuera enterrado donde el ayuntamiento le fijara la sepultura en un tiempo que el enterramiento ya no se realizaba en las iglesias, y, al mismo tiempo manifestba “ declaro soy en el deber de promesa hecha a la Virgen de la Cabeza” y se le diera 20 reales  por la misa en el Santuario; y curiosamente compartía la tradición romera con la del Cristo de Chricales en Valdepeñas otorgandeo la limosna de diez reales ( Legajo 5802). Clara muestra que se acrecenta el culto en tierras castilleras el testamento de María de Anguita en 1864, que manifiesta ser devota y ofrece otra misa en el santuario de Nuestra Señora de la Cabveza de Andújar ( Legajo 5809, folio 210 v).

CONCLUSIONES

Salvo que la hermandad  existía en Alcalá la Real, como expusimos en su libro de Hermandad, muy pocos testimonios aparecen hasta que amediados del siglo XIX se convierte en real. No obstante está claro que la devoción debió mantenerse y su organización cofrade dependiendo de la ermita d Alclá laReal, donde también se hicieron obras y estuvo derrda duratne alguna parte de este tiempo.. Pero siempre en el mundo agricultor y ganadero, la devoción de la Virgen de la Cabeza se encontraba muy enraizado  y futo de ello son  la situacion romera y elercicio de prácticas religiosas como las proomesas romeras, que se encuentran en lugares los más recónditos de Alcalá la Real y su entorno.

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