Archivo del blog

viernes, 22 de abril de 2016

V. FIN DEL RELATO DE MARÍA NARANJO. HACIA ROMERÍA.


...........
Quería cerrar el círculo de la investigación el alcalde mayor y llamó a todos los testigos del acto de los esponsales. Pues , por ahora , no le cuadraban las declaraciones de madre e hija e, incluso, se contradecían. Luego , llamó a Francisco Moreno y le rellenó otra nota con el nombre de los que habían dado regalos a Juana.
Tres días después, se presentaron  todos los testigos. Dieron, incluso,  con el criado de Manuel de Lastres, llamado Ignacio López. Era un hombre de peso,  ya maduro porque declaró tener cuarenta años Fue el primero en realizar los correspondientes juramentos y hacer las declaraciones.
-Por Dios, juro que , como vecino de Juana, Manuel Navajos pretendía casarse con ella y le había dado, y lo decía con seguridad,  un corte de guardapiés, un par de medidas de seda y otro de estambre, un sombrero fino, una vigüela y un ceñidor. Y, también le había enviado, cuando se encontraba fuera en el servicio militar, una palatina con lantejillas  de plata . Y vio con sus propios ojos  unas corbatillas de oro.
             Aclarado el primer asunto, había recibido regalos de Manuel. Pero, al juez, le interesaban mucho más  las declaraciones de los testigos que habían compartido los esponsales de Manuel y Juana.  Quería ir al meollo del asunto. A los  trs los llamó a declarar.
 Ana Delgado ya se había casado con Juan de Hinojosa, y  no dudo en demostrar que  Manuel Navajo le dio el día de la Virgen de la Cabeza un agnus Dei con una cadena de plata.  Y en 1754  le dio una cruz de Caravaca  en señal de fidelidad, .
-Y ¿qué signifca todo esto?.
- Mi señor alcalde, creo que  a mi entender querían casarse. Y ya dio el consentimiento la Juana.
-Y de los otros regalos?.
-Señor juez, ni idea.
El juez no quería perder el hilo de las esponsales y llamó a su hermana María Josefa Delgado, mujer de su cuñado Manuel Hinojosa, la compartió y ratificó  las declaraciones de su hermana. y Matizaba que el agnus Dei era de tres esquinas. Y el otro le entrego la cruz de Caravaca.
-Para qué.
-Señor juez, fueron prendas que uno y otro se dieron  con el ánimo de casarse. a
Luego vino Juan Díaz m vecino del hidalgo don José Revilla.
El juez le insistió sobre la relación entre los dos pretendientes y  el resto de las donaciones.
--Señor juez, la misma Juana Gallardo me lo refirió que se las habío regalado Manuel Navajo. Se las vio además puestas, porque eran vecinos. Las que no he mencionado, no tengo noticia alguna de su paradero. 
Las hermanas Delgado , testigos de los esponsales, hicieron estas declaraciones, pero faltaba las de  Diego de Molina que resaltó que era amigo de Manuel Navajo y, en más de una ocasión, le había dicho que le había regalado una prenda de su  propia madre,  el agnus Dei y las corbatillas de oro.
.El procurador sacó todas las conclusiones a favor de Manuel Navajo. Puso de manifiesto que , sin darse cuenta su madre se explayó ante el alcalde mayor , relató todos los pasos de la ceremonia nupcial entre Juana Galabardo y Lorenzo de Navas. En el momento de recoger la dote, que aportaba para las nupcias matrimoniales ante la Justicia Eclesiástica, se encontraban todos los regalos que le había donado Manuel Navajo. En los primeros embates, el procurador había conseguido para Manueluna parte de sus regalos. Juana le devolvió el pañuelo  estampado, las cobartillas de oro y la armilla con puntas de oro. Pero no quería responder de las otras piezas, alegaba que ella no las había recibido, y probablemente estaban en casa de su madre, eran corte de guardapiés de indiana, sombrero, ceñidor de seda y la vigüela.  Además con mucha indecencia le seguía reclamando los doce pesos por que le había comprada las corbatillas y las armilla. 
Lo tenía facil el procurador tras las declaraciones de los testigos y  madre. Le hizo un resumen al juez de queue no era solo un simple acto de recompensa sino que la malicia había sido el factor que había desencadenado  este ataque. Al principio, podía considerarse simplemente como una reacción anímica de frustración pasional, pero ahora trascendía mucho más  al verse engañado y manipulado su cliente. Le daba vueltas a la cabeza, y apostillaba que los propios testigos le habían desesmacarado la tramoya urdida por estas dos mujeres y el esposo.
Al final cedieron, Tanto la madre  como  Juana devolvieron  las alhajas, pero algunas se habían extraviado y debían pagarla por el valor de ellas mismas.
El alcalde, casi por las mismas fechas de la Virgen de la Cabeza, pero,  cinco años después, le comunicó que le reclamaba las prendas perdidas o su equivalente en dinero.  Ante la falta de contestación  de Juana, la  declaraba en rebeldía por  haber actuado maliciosamente a lo largo del proceso.
Sigo con el siguiente legajo,  que estaba cosido al anterior por si se encontrara el fallo. A ver si Manuel Navajo había conseguido apretar más las tuercas de su venganza personal, fruto de un despecho en su ausencia. Me detengo y la página corresponde al mismo escribano a Fausto Ortega, pero el tema y los personajes son otros. Luís de Callejas y José Extremera . El lugar era el Castillo de Locubín. Versaba una deuda al Pósito. Sigo y releeo. Nada de nada. Manuel Navajos se había aburrido , hasta aquí había llegado su  enfado personal, fruto de este despecho que le iba costar la vida. Mientras caminaba , vacilaba si aquellas esponsales no habían sido  más que sus buenas promesas, y topó con la  inmadurez de Juana que no dio el paso de la promesa correspondida. Y, entonces, pensó, como dicen los gallegos, que se había matado por la gaseosa.

Por el 29 de abril, el alcalde mayor licenciado Vallejo del Campo concluía los autos y el escribano  don Fausto y escribía esta nota"  "   los daba por presentados  reproducidos y por concluso po la parte de Manuel Navajo".
....................................

Así acaba el legajo del escribano  Fausto de  Ortega, " En Alcalá la Real, en seis de mayo de dicho año 1758, yo el dicho Alcalde  Mayor dije  que el auto que precede a Juana Galabrado, , mujer de Lorenzo de Navas, , en presencia de Juan Pérez doy y firmo por concluso.  " Ortega.  y a su marido

No hay comentarios:

Publicar un comentario