ESTA MAÑANA, a las ocho de la mañana, HEMOS EMPRENDIDO LA RUTA 51 RUTEROS DESDE CALLE FIGUERAS. Paramos en Santa Lucía y desayunamos. Llegamos l Hotel Alfonso VIII y nos recogieron cuatro guías, Alfonso Delgado, que fue nuestro extraordinario anfitrión y su compañera, Julio Garrido y señora,
Nos explicó el parque del Despeñaperros su encargado . Y recogemos los datos aportados por Alfonso Delgado
CENTRO DE VISITANTES LLANO DE LAS AMÉRICASEl Centro de Visitantes Llano de las Américas es un novedoso equipamiento pensado para recibir y orientar a los visitantes que anualmente deciden conocer el Parque Natural Despeñaperros y el Paraje Natural Cascada de la Cimbarra. A través de una amena dotación interpretativa se explican las principales características que resultaron determinantes para que la Administración autonómica decidiera declarar estos espacios como protegidos en el año 1989.En su área expositiva se realiza un repaso por los diferentes valores naturales y culturales que convierten a estos dos espacios en pequeñas joyas dignas de admiración. Partiendo de su evolución geológica, con la que se explica el porqué de sus formaciones más destacables: Monumento Natural de Los Órganos y Cascada de la Cimbarra; el recorrido continúa repasando su evolución antrópica. Y es que han sido muchas las civilizaciones que han habitado estos enclaves, o simplemente utilizado Despeñaperros como paso natural entre lo que hoy conocemos como Andalucía y el resto de la Península: El hombre prehistórico, los íberos, los romanos, los musulmanes, etc. Y todos ellos han dejado su huella, hoy en día visitable en estos espacios.
Pero quizás lo más destacable de estos parajes son sus diferentes paisajes, obra sobre todo de las diferencias en relieve y exposición al sol que nos encontramos en cortas distancias, y que han desencadenado en que sean numerosísimas las especies tanto animales como vegetales que hayan encontrado su hábitat en Despeñaperros y la Cimbarra. De entre todas, el águila imperial merece una mención especial, por lo que una reproducción a tamaño real nos dará la bienvenida al centro.Los aprovechamientos sostenibles que se realizan en estos enclaves también encuentran en el centro de visitantes su rincón, explicándose el porqué de su realización y la importancia de los mismos para el correcto funcionamiento de los ecosistemas y su protección frente a plagas o incendios. Por su ancestral vinculación, merece una mención especial el aprovechamiento micológico.Son muchos los rincones que albergan Despeñaperros y La Cimbarra, no obstante en la dotación interpretativa se destacan algunos de los más emblemáticos y nos presenta el entorno humano que rodea a estos espacios naturales, con especial mención a los pueblos de los alrededores que no se pueden dejar de visitar para disfrutar de su gastronomía, sus festividades y del calor de su buena gente.Llano de las Américas se encuentra atendido por profesionales que, además de ayudar con la interpretación del centro en sí, dan toda la información que el visitante necesite para poder organizar su visita al parque o al paraje natural con las mejores garantías de resultar una experiencia inolvidable.
Comenzamos, de la mano de Julio A Garrido, cronista de Santa Elena, desde este equipamiento la marcha, porque se encuentra conectado con el Sendero de uso público bajamos a los s Estrechos de Miranda, a través del cual el visitante podrá adentrarse a pie en el Parque Natural Despeñaperros.
SENDERO SEÑALIZADO LOS ESTRECHOS DE MIRANDAEl Sendero de uso público Los Estrechos de Miranda es el nexo de unión entre el centro de visitantes Llano de las Américas y otros equipamientos de uso público del Parque Natural Despeñaperros; un sendero que nos permitirá adentrarnos en el parque sin necesidad de desplazarnos en vehículo. Este equipamiento nos permitió visitar el Llano de las Américas hasta acercarnos hasta el río La Campana (a 1,8 km.), y desde al Área Recreativa La Aliseda, gestionada por el Ayuntamiento de Santa Elena, de gran tradición en la zona (a 1.3km), o a Miranda del Rey (a 1,6 km.), desde donde podrá conectar con cualquiera de los dos senderos de uso público que parten desde esta pedanía hacia el corazón de Despeñaperros. El primer tramo del sendero discurre bajo la línea eléctrica que abastece a Miranda del Rey, la cual abandonamos 400 metros más adelante para torcer a la izquierda, por la pista que llega hasta el primer lugar de parada obligatoria: El Cortijo de las Américas. Vestigio de otros tiempos en los que la población estaba afianzada en el medio rural, y, a pesar del estado de deterioro en el que se encuentra, aún conserva en perfecto estado su horno moruno, elemento etnográfico de vital importancia antaño, ya que la población que vivía retirada de los núcleos de población dependía de sus propios medios para elaborar sus alimentos, y entre ellos el más básico: el pan. Desde aquí comenzamos a descender suavemente mediante una vereda hasta el río La Campana, a través de un bosque mixto con magníficos ejemplares de alcornoque (Quercus suber) y encina (Quercus ilex), entremezclados con pinar de repoblación; ya que nos encontramos atravesando el monte público La Aliseda, uno de los que fueron objeto de repoblación forzosa por los años 60. Un kilómetro más adelante habremos llegado al río, y se nos abrirá la posibilidad de acompañarlo aguas arriba o aguas abajo gracias al camino paralelo al mismo que discurre sobre la vía pecuaria denominada "Vereda del Camino Empedrado o del Puerto del Rey".Su vegetación de ribera (entre la que caben destacar el tamujo, los juncos y los majuelos) nos fue deleitando durante algo más de un kilómetro hasta que llegamos a un puente que lo atraviesa, lugar de finalización del sendero. Al otro lado del puente se encuentra el punto de retorno del Sendero Río de La Campana, junto a un fresno de porte exagerado que obliga a sacar la cámara de fotos. Desde este punto, el Área Recreativa La Aliseda se encuentra a escasos 500 metros. LA ALISEDALa Aliseda es un paraje de gran valor paisajístico, situada a cinco kilómetros de la localidad de Santa Elena, situado en un valle en las estribaciones meridionales de Sierra Morena, justo al lado del Parque Natural de Despeñaperros.Se puede acceder a ella a través de la carretera comarcal JA-7100 que se toma desde la Autovía de Andalucía A4 en las salidas 258 o 266.El área recreativa, una de las más concurridas de la provincia, es visitada por numerosas personas cada fin de semana que se desplazan a disfrutar de la naturaleza y pasar un día de campo.La Aliseda por su situación, defendida de los vientos el Norte por la cordillera de Sierra Morena, por sus condiciones orográficas y debidas a que todo el terreno está plagado de abundante vegetación que contribuye a la continua oxigenación atmosférica en este lugar, se disfruta de un privilegiado microclima.En el entorno del área recreativa crecen gran variedad de plantas aromáticas y hermosos árboles de especies diferentes, como los pinos, encinas, alcornoques, castaños, sauces, abundando el aliso de donde toma el nombre este lugar. También discurre un pequeño río de aguas cristalinas sobre un lecho pedregoso llamado “La Campana”.La ribera del arroyo de La Campana, es un espacio que se transforma según las estaciones, así, los árboles, beneficiados por una mayor humedad, son de hoja caduca, variando sus volúmenes y colores en cada momento. En otoño proliferan setas y hongos en el suelo y en troncos caídos.En el monte público de La Aliseda, se encuentra el Centro de cría del lince ibérico La Olivilla, integrado en la estrategia puesta en marcha por las administraciones públicas para recuperar esta especie en grave peligro de extinción.A principios del siglo XX existió en La Aliseda un afamado balneario, del que quedan en pie algunos restos de las edificaciones, que era visitado por personas importantes de toda España, atraídos por el atractivo de sus paisajes y la calidad de las aguas ferruginosas de sus manantiales.Los vecinos de la localidad de Santa Elena, celebran cada mes de mayo la Romería de San Isidro en este lugar, haciendo los cinco kilómetros a pie con las carretas y tractores adornados llevando al Santo desde el pueblo hasta La Aliseda, donde se realiza una misa de campaña y posteriormente se disfruta durante todo el día de una jornada festiva y en hermandad.
De allí
Luego, de la mano de Pilar, MUSEO DE LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSAEl Museo de la Batalla de las Navas de Tolosa, situado en el término municipa de Santa Elena, Despeñaperros, a la entrada de la provincia de Jaén, evoca aquella trascendental contienda y presenta la Ruta de los Castillos y las Batallas. La Diputación de Jaén ha abierto las puertas de un nuevo centro expositivo ubicado en el campo de batalla de aquel lejano lunes 16 de julio de 1212 enfrentó a las tropas cristianas lideradas por el rey Alfonso VIII de Castilla contras las huestes almohades del califa al- Nasir. El museo invita al visitante a profundizar en el debate de la multiculturalidad y el diálogo entre las civilizaciones, desde una reflexión crítica sobre los conflictos que vivimos en la actualidad y como una pequeña aportación a la cultura de la paz. En sus salas se exhiben, a través de modernos medios audiovisuales y escenografías, todos los aspectos que rodearon aquel trascendental enfrentamiento: desde caravanas de contingentes hasta los campamentos de ambos ejército. Desde su torrre, contemplamos in situ todo el campo de batalla. Luego, hicimos una ruta por el parque contemplando a través de los nuevos viaductos. También, regresamo por la antigua carretera de descenso de Despeñaperros, y paramos en Mirador del Fraile.
Comimos en el Hotel Alfonso VIII con muy buen servicio y platos. Y emprendimos la visita a la La Carolina, con un guía magnífico elcronistade Aldeaquemda, Navas, Montizón, con una excelente explicación del desarrollo urbano en un paseo magnífico entre monumentos.
LA CAROLINA CAPITAL DE LAS NUEVAS
POBLACIONES DE SIERRA MORENALa Carolina es un municipio de 270 km cuadrados, en el
corazón de Sierra Morena Oriental, perteneciente a la Comarca Norte de la
provincia de Jaén, situado al N y limitando con el Viso del Marqués (provincia
de Ciudad Real, Comunidad de Castilla-La Mancha). Está rodeado por los términos
municipales de Santa Elena, al NE; Vilches al SE; Carboneros, al S y Baños de
la Encina, al O. Nuestra ciudad está enclavada a una altitud de 648 m (cerro
“La Cruz”, donde hay un vértice geodésico). Dista 67 km de Jaén y 270 km de
Madrid. Por su privilegiada situación y sus buenas comunicaciones, es la puerta
natural de Andalucía a través del Parque Natural de Despeñaperros ya que su
término está atravesado por la Autovía de Andalucía (N-IV). Otra nueva carrera
une La Carolina con Guadix (Granada). El término municipal está compuesto por cinco
núcleos de población: Las Navas de Tolosa, La Fernandina, La Isabela, El Guindo
y, por supuesto, la capital, La Carolina.La población de La Carolina es de 15.649 habitantes
(2008), con una densidad de 77,86 habitantes por km cuadrado.El término municipal, así como los de sus aledaños,
están repletos de vestigios arqueológicos, desde la Prehistoria. Lugares
señalados son: La Calera (Paleolítico Medio, Cobre y Bronce), El Minado, El
Ochavo, Cortijo de Amelia, etc.). Existen yacimientos de Arte Rupestre
Postpaleolíticos, principalmente de Arte Esquemático (Doña Dama, El Puntal, El
Guindo, etc.). Así como importantes restos de antiguas explotaciones mineras,
principalmente romanas, como Fuente Spis, El Guindo, y otras (ampliar datos en
Manuel Gabriel López Payer, Miguel Soria Lerma y Domingo Zorrilla Lumbreras,
Internet, Dialnet, etc.).La célebre Batalla de las Navas de Tolosa, 16 de julio
de 1212, se desarrolló cerca de la pedanía del mismo nombre existiendo restos
importantes como El Torreón de las Navas y otros (ver María Dolores Rosado
Llamas y Manuel Gabriel López Payer, Internet, Dialnet, etc.)En 1565, el baezano Alonso Sánchez inicia lo que
posteriormente sería el Convento de la Peñuela. En 1573 los religiosos toman el
hábito carmelita y en 1578, tras un breve abandono del convento, vuelven a una
Iglesia nueva (Carlos Sánchez-Batalla Martínez, carolinense, incansable
historiador de La Carolina y de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena nos
aporta datos valiosos en sus numerosas publicaciones, ver en Internet, Dialnet,
etc.). San Juan de la Cruz llega a La Peñuela de paso para tomar posesión del
cargo de vicario del Calvario (Beas de Segura, Jaén).Junto a San Carlos Borromeo se le tiene como Patrono
de la actual ciudad, celebrándose su fiesta el día 24 de noviembre. Esta fiesta
tuvo mucha importancia años atrás, considerándose una segunda feria.En esta época (siglo XVI), no existía el actual paso
de Despeñaperros, abierto en el siglo XVIII, se utilizaban los Puertos del
Muradal y del Rey para comunicar Andalucía con Castilla y La Mancha. Esta zona,
despoblada y guarida de bandidos y malhechores, era peligrosa de transitar; por
ello, se estudiaron varios proyectos de repoblación pero que no llegaron a
fructificar. En el siglo XVIII, el rey Ilustrado Carlos III y sus ministros
(Aranda, Campomanes, Jovellanos, etc.), llevaron a la práctica un nuevo
proyecto. Contando con la colaboración de Juan Gaspar de Thürriegel, se decidió
traer más de 6.000 colonos de Centro Europa. Un estrecho colaborador el rey
Carlos III, Pablo de Olavide, sería nombrado responsable del proyecto, con el
título de Superintendente de las Nuevas Poblaciones.El 28 de febrero de 1767 se aprueba el citado plan y
el 5 de julio del mismo año se aprueba el Fuero de las Nuevas Poblaciones, toda
una serie de normas y leyes que debían de regir a los nuevos pobladores,
distintas de las del resto del país.
La improvisación típica de los españoles, las
enfermedades que afectaron a los emigrantes centroeuropeos, la incompetencia de
otros, el largo trayecto que recorrieron, etc., estuvieron a punto de dar al
traste con el proyecto soñado por Carlos III y Olavide.La Carolina, creada cerca de La Peñuela, fue la
capital de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena y Olavide vivió en ella, en
el Palacio adyacente con la iglesia de “La Inmaculada Concepción” y el Convento
Carmelita (actualmente inexistente).Hoy, todavía, es fácil encontrar a carolinenses
rubios, altos, con piel y ojos claros, que nos recuerdan a alemanes,
austriacos, suizos, etc., igualmente sucede en las demás poblaciones integradas
en el Fuero. Los apellidos Auffinger, Eisman, Kobler, Metzveiler, Minch,
Mitelbrum,Neff, Payer, Prigman, Scheffle, Scheroff, Smidt, Tecklemayer,
Trunser, Yegler, etc., otros más, son clara reliquia de aquellas familias que
un día decidieron abandonar sus países, sus costumbres, sus familias, etc. y
venir a España con la ilusión y la esperanza de mejorar sus vidas.
No sin grandes dificultades, La Carolina comenzó su andadura,
fue creciendo la agricultura, la ganadería y la industria de la seda.La bella ciudad de La Carolina es el mejor ejemplo del
urbanismo de la Ilustración. Se la conoce como Joya Urbanística del Santo
Reino. Ésta se diseñó como un campamento romano; es decir, siguiendo dos ejes
que se cruzan, uno de N a S, que se llama cardo (calles Jardines y Real) y otro
llamado decumano, de E a O (calles Madrid y Olavide) que en la plaza del
Ayuntamiento es donde se encuentran, indicando este cruce el centro de la ciudad,
según el diseño de Simón Desnaux, supervisado por Olavide. Las avenidas de Las
Huertas y Juan Carlos I, son las líneas maestras para la división del terreno.
El resultado de su urbanización es una malla ortogonal que la divide en
cuadrículas, con calles y avenidas rectas y amplias.Con el reinado de José I (1808-1814), conocido
popularmente como Pepe Botella, rey intruso, impuesto por su hermano Napoleón
Bonaparte, La Carolina sufrió considerablemente (como el resto de las Colonias)
el peso de las cargas económicas de los franceses. Sin embargo, sin que suponga
un beneficio para la población carolinense, La Carolina fue designada como
capital del Departamento de Alto Guadalquivir, como consecuencia de la
Constitución de Bayona (7 de julio de 1808). Esta división administrativa fue
modificada (Decreto de 4 de mayo de 1810). Todo ello implica que el Fuero de
las Nuevas Poblaciones, dejara de tener efecto por primera vez desde su
promulgación. A la llegada de Fernando VII (1813-1833) se vuelve a poner en
vigor el Fuero, que lo estará hasta 1835, donde las Nuevas Poblaciones quedaban
integradas en sus correspondientes provincias (ampliar en Guillermo Sena
Medina, Internet y Dialnet, etc.).
A mediados del siglo XIX, La Carolina inicia la
explotación de su ricos filones de plomo argentífero. Ya existían trabajos
mineros anteriores, pero será ahora cuando comience una explotación a gran
escala que le llevará, a principios y mediados del siglo XX, a granjearse
(junto con Linares) el titulo de: el distrito minero de La Carolina-Linares, el
mayor productor de plomo argentífero del mundo. Ello produjo una fuerte
inmigración de obreros de provincias próximas que modificó considerablemente la
demografía y sociología de nuestra zona y de nuestra localidad.Nacieron poblaciones nuevas, como El Centenillo y El
Guindo. El primero, ligado a empresas inglesas (New Centenillo…, primero; y
francesa, posteriormente (Peñarroya). En el caso del Guindo, a capital español
y alemán (ver Manuel Gabriel López Payer, Carlos Sánchez-Batalla Martínez).
La crisis del sector minero del plomo y la profundidad
de las labores de extracción, entre otras causas, llevaron al cierre de todas
las minas a finales de los años 70 de siglo pasado. Ello produjo una crisis
laboral importante y forzó la emigración a otras provincias e incluso al
extranjero.Ya, a principios de los años 60 del siglo XX, esa
emigración se había iniciado, hasta hacer necesaria la contratación de
trabajadores marroquíes y paquistaníes.Con la llegada de un nuevo Alcalde, Ramón Palacios, a
principios de los 60, se inició una mejora de los servicios a los trabajadores
mineros (transporte en camiones adaptados para ellos, antes caminaban desde La
Carolina a los diversos pozos y viceversa), y lo más importante, el comienzo de
la industrialización. Ello frenó la emigración, retornando algunos, e incluso
llegaron nuevas familias. La Carolina, comenzaba, con ilusión, su etapa más
esplendorosa.
MUCHAS GRACIAS A ALFONSO GARCÍA DONAIRE, COMPAÑERA, JULIO GARRIDO Y ESPOSA, Y AL GUÍA DE LAS NUEVAS POBLACIONES, ALDEAQUEMADA, NAVAS, MONTIZÓN. UN DÍA INOLVIDABLE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario